A diferencia de otras prisiones que hemos revisado en estos artículos, la de Larrinaga no es una cárcel especializada, ni un Destacamento Penal para trabajos forzados, tampoco es un antiguo edificio que cambia su uso original para convertirse en un establecimiento penitenciario, es una de esas prisiones de la dictadura franquista que servían para aliviar la situación de hacinamiento de otras cárceles. Era la Prisión Provincial de Vizcaya y lo era desde el siglo XIX.

Es una de esas prisiones habilitadas por la dictadura franquista que servían para aliviar la situación de hacinamiento de otras cárceles. Era la Prisión Provincial de Vizcaya y lo era desde el siglo XIX

Como en otros artículos, para analizar sus características nos basaremos en un texto publicado con anterioridad, en este caso la tesis doctoral de Asunción Badiola Aritzmuño de 20151 dirigida por la catedrática de Historia Contemporánea de la UNED Ángeles Egido León, tesis que ampliaba su memoria de licenciatura publicada como libro en 2011.2 . Para los presos granadinos haremos uso, como siempre, de los datos que hemos recopilado a lo largo de estos años, extraídos de periódicos, boletines e informes oficiales y Archivos, en nuestro Diccionario de la Represión en Granada.3

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Portada del libro de Ascensión Badiola.

Orígenes y evolución de la cárcel Provincial de Bilbao

Larrinaga es el topónimo de un montículo donde se situaba el solar del linaje bilbaíno de su nombre, que estaba en esta zona. En los alrededores se terminó en 1871, proyectada por el arquitecto Pedro Belaunzarán, una cárcel con capacidad para 600 reclusos que debía sustituir a un par de establecimientos penitenciarios más antiguos. Tras convertirse en centro correccional para los dos sexos se construyó un pabellón para mujeres (denominado Casa Galera). La prisión fue remodelada en 1902 para mejorar sus instalaciones. En 1895 y en 1905 estuvo recluido el fundador e ideólogo del PNV Sabino Arana y, a partir de él, muchos militantes del nacionalismo vasco. Con el inicio de la guerra civil las autoridades republicanas encerraron allí a presos franquistas, por ejemplo, la que más tarde sería alcaldesa de Bilbao Pilar Careaga. El 4 de enero de 1937, como represalia por un bombardeo sobre la capital vizcaína que había producido 7 víctimas, la Prisión y sus edificios dependientes fueron asaltados por milicianos socialistas y anarquistas, y asesinadas 225 personas, muchos de ellos derechistas allí recluidos (“nos fallaron los resortes del mando en aquel momento”, declaró Juan Ajuriaguerra, dirigente entonces y presidente años más tarde del Euskadi Buru Batzar o Comité Ejecutivo Nacional del PNV).4

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Fachada de la Cárcel de Larrinaga en una foto de principios de siglo (santutxuzaharra.com).

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Sabino Arana en la Cárcel de Larrinaga.

La conquista franquista la convierte en el centro principal de reclusión de la provincia, donde se encierra a los prisioneros de guerra vascos

La conquista franquista la convierte en el centro principal de reclusión de la provincia, donde se encierra a los prisioneros de guerra vascos. La mayoría de las mujeres fueron trasladadas en verano de 1937 al Chalet Orue (y posteriormente a Saturrarán). Así, los dos centros principales eran el edificio de Larrinaga para hombres y el Chalet de Orue, ya lo vimos en un artículo anterior, para mujeres. Sin embargo, con la caída del Frente Norte, a partir de septiembre, hubo que habilitar nuevos centros dependientes de la Provincial para una población reclusa desbordada:

• Campo de la Universidad de Deusto: campo de concentración, primero, y prisión desde la segunda mitad de 1937. Dentro tuvo un Hospital Militar con casi 1.000 heridos. Allí se distribuía y clasificaba a los prisioneros, por lo que muchos pasaron a los Batallones de Trabajadores para realizar el trabajo forzado. Había traslados continuos desde Larrinaga y hacia Larrinaga. La Inspección de Campos de Concentración ordenó en mayo de 1940 la clausura del Hospital cuyos enfermos pasaron al Hospital de Prisioneros de Pamplona.
• Cárcel de Escolapios: había sido cuartel de las milicias vascas del PNV y allí ingresaron muchos, casi mil, del Campo de Concentración y Prisión Militar de la Universidad de Deusto. Funcionó como Prisión Provisional, pero la provisionalidad se alargó hasta 1939. En 1937 llegaron a entrar 1.352 reclusos y se superó la cifra de 3.000. En un primer momento fue el destino de los milicianos del frente cantábrico. En su último año entraron muchos presos procedentes del frente catalán. Todos en prisión preventiva, en espera de juicio. 

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Escolapios cuando era una cárcel franquista. Biblioteca Nacional.

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Sello de la Prisión provisional de Escolapios, Bilbao.

• Convento de El Carmelo: fue prisión con el gobierno autónomo, y continuó siéndolo con el franquista, con guardia formada por falangistas y requetés. Con el de Deusto fue el único Hospital para prisioneros de guerra. Los presos más graves de Larrinaga fueron trasladados a este centro. En su interior hubo 45 sacerdotes reclusos, separados del resto de presos, excepto para atender a los moribundos del hospital, que llegaron a morir en el suelo por la falta de camas. 34 de esos 45 religiosos fueron procesados en Consejos de Guerra y trasladados a la Provincial en diciembre de 1937. (Muchos curas vascos fueron detenidos por tener simpatías nacionalistas, de ellos 16 fueron fusilados, incluido el obispo de Vitoria, Mateo Múgica. El 21 de abril de 1938 se presentó el proyecto del Centro Penitenciario de Nanclares de Oca en Álava para recluir a los sacerdotes, pero hubo otras cárceles exclusivas como la concordataria de Zamora).
• Casa Galera: junto a la Prisión Provincial, destinado a enfermos mentales, cuya atención dependía de las Hermanitas de la Caridad. También había prisión en los años republicanos (asaltada en la luctuosa jornada del 4 de enero de 1937, con más de 50 muertos). Actualmente es la Casa Municipal de Música de Bilbao.

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Casa La Galera, Bilbao.

• Edificio de la Tabacalera, en el barrio de Santutxu, pequeña fábrica de tabacos en un edificio que había sido utilizado como cuartel de las tropas carlistas en el siglo XIX. La Compañía Arrendataria de Tabacos cerró la fábrica poco antes de iniciarse la guerra civil. En esta prisión entraban los que terminaban la condena. 

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Edificio de la Tabacalera, en Bilbao.

• Barco prisión Upo Mendi: era un barco anclado primero en la ría de Bilbao y luego frente a la isla de San Simón en la ría de Vigo que sirvió de prisión flotante, más bien de celda de castigo flotante. Carecía de luz eléctrica, de cocinas, de camas, los presos dormían en las bodegas y apenas tenían agua o medicamentos. Casi todos los recluidos en el navío, más de medio centenar, fueron vascos.

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Barco Upo Mendi.

Como ya había ocurrido durante el dominio republicano, se creó una auténtica red penitenciaria vizcaína, con un núcleo central y unas cuantas células dependientes, pero en la dictadura franquista más amplia y extendida. Todas ellas, y alguna más (Convento de los Ángeles Custodios, Campo de Internamiento de los Salesianos, o, más alejado, en el enclave de Orduña, el Campo de Concentración del mismo nombre) fueron poco a poco cerradas. Habrá que esperar al año 1961, cuando se inaugure la cárcel de Basauri, para que se proceda al derribo de la de Larrinaga, y Bilbao quede sin cárcel alguna en su término municipal. 

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Prisión Provincial de Bilbao en 1961 Archivo Municipal de Bilbao. Fondo La Gaceta del Norte (santutxuzaharra.com).

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Prisión Provincial de Bilbao hacia 1960 (santutxuzaharra.com).

Sólo entre la conquista de Bilbao por parte de las fuerzas franquistas el 19 de junio de 1937 y hasta el 22 de diciembre de ese mismo año fueron agarrotadas 26 personas, y no fueron las últimas

Por Larrinaga, al ser una Prisión Provincial, pasaron muchos presos, unos para ser distribuidos en los anteriores establecimientos penales, como acabamos de ver, algunos para esperar juicio, otros para ser traslados a otras prisiones provinciales o centrales, o, en el peor de los casos, para ser ejecutados. De hecho, constituía la “sala de espera” de las ejecuciones dictaminadas por los Consejos de Guerra de la provincia y de las provincias vecinas. Se llevaban a cabo en el patio de la prisión, muchas por el método del garrote vil. Sólo entre la conquista de Bilbao por parte de las fuerzas franquistas el 19 de junio de 1937 y hasta el 22 de diciembre de ese mismo año fueron agarrotadas 26 personas, y no fueron las últimas.5 Del Penal del Dueso en Santoña ingresaron entre noviembre y diciembre de 1937 178 reclusos, de los cuales fueron fusilados 126, y el 28 de noviembre de 1938, también para su ejecución, nada menos que 149 presos. Los traslados eran continuos y masivos. Además de los anteriormente citados, Badiola recoge en su tesis movimientos tan numerosos como los 144 presos de la Magdalena en Santander el 16 de noviembre de 1937 o los 110 de la Cárcel de Zaragoza el 3 de mayo de 1939, ambos de manera provisional para su traslado posterior a otros lugares.

El director y el administrador de Larrinaga, el director de Escolapios y el abastecedor general de prisiones de Bilbao fueron juzgados el 21 de febrero de 1939 por haber cometido un desfalco de un millón de pesetas

A pesar de esto, el régimen carcelario de Larrinaga no fue tan duro como el de otras prisiones, pero eso no quiere decir que no hubiera severos castigos o represalias para los presos, así, un grupo de ellos, por celebrar el Aberri Eguna, fueron trasladados al penal de El Puerto de Santa María. Ya hemos vistos en otras cárceles como parte de su personal directivo fue apartado, denunciado y procesado por prácticas corruptas, no lo fue menos en esta ocasión, el director y el administrador de Larrinaga, el director de Escolapios y el abastecedor general de prisiones de Bilbao fueron juzgados el 21 de febrero de 1939 por haber cometido un desfalco de un millón de pesetas.

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Estatua dedicada a Ramón Rubial frente al Museo Guggenheim, Bilbao.

Uno de los presos más célebres de esta cárcel vasca durante el franquismo fue el socialista Ramón Rubial (1906-1999), senador desde 1977 a 1997 y Presidente del PSOE desde 1976 hasta su fallecimiento

Uno de los presos más célebres de esta cárcel vasca durante el franquismo fue el socialista Ramón Rubial (1906-1999), senador desde 1977 a 1997 y Presidente del PSOE desde 1976 hasta su fallecimiento. Detenido por una delación estuvo en El Carmelo desde el 1 de noviembre de 1937 hasta el 18 de marzo de 1939, desde aquí a Larrinaga donde permaneció hasta que en mayo de 1939, condenado a 30 años, fue trasladado al penal de El Puerto de Santa María, desde allí fue trasladado en mayo de 1942 a Aranjuez y en 1944 nuevamente a Bilbao, a trabajar en la Babcock-Wilcox, en régimen penitenciario abierto, donde duró poco porque, pillado infraganti con una maleta con armas para el jefe de la guerrilla asturiana, fue ingresado nuevamente en Larrinaga en 1945, de la que huyó e intentó pasar a Francia. Detenido por el conocido Melitón Manzanas, de nuevo a la cárcel. A la salida, se instala en Deusto donde trabaja como tornero y es uno de los dirigentes del PSOE en el interior. Fue otras veces detenido (1957,1967, 1968…) y absuelto por el TOP en 1970.

Granadinos en las cárceles de la Provincia de Vizcaya

La cifra que conocemos de granadinos que estuvieron en las cárceles de Vizcaya, no sólo los de la Prisión Provincial (lógicamente los más numerosos), también los centros dependientes arriba citados, incluidos los de los campos de concentración de Deusto y Orduña, alcanza, a día de hoy, 132 nombres, sin contar las 31 mujeres que estuvieron en Amorebieta y el Chalet de Orue, de las que ya hablamos en un artículo anterior. De cuatro que pasaron por la Provincial vizcaína creemos que la residencia en Granada que se apunta en la documentación lo es por estar desterrados, siendo de otras provincias.

(1) Porcentaje aproximado sobre el total de delitos que tenemos consignado de cerca de 13.500, en cifras globales.

De los casi 13.500 delitos que, hasta ahora, tenemos consignados en nuestra base de datos, vemos que el más numeroso, “Auxilio a la Rebelión”

Si nos fijamos en los datos, de los casi 13.500 delitos que, hasta ahora, tenemos consignados en nuestra base de datos, vemos que el más numeroso, “Auxilio a la Rebelión”, es también el que más se repite en esta tabla, con un porcentaje incluso muy próximo; sin embargo, no ocurre así con los dos más graves, “Rebelión” y “Adhesión a la Rebelión”, que, sumados, pasan de casi un 30 % (en torno a los 5.000 casos en nuestra base de datos) a un 4% en las dos columnas correspondientes de esta tabla, además mientras que en los datos globales sólo otro 4% corresponde con el más leve de “Excitación a la Rebelión”, en torno a 400 casos (muy numeroso entre las mujeres, además, y aquí en esta tabla no hay ninguna), en los reclusos granadinos de la prisión vasca se convierte en más de un cuarto del total. Esto tiene su correspondencia con las penas, como es de suponer. Veámoslo en la siguiente tabla, donde en las dos filas superiores ponemos, en la primera, las dos penas más graves y  las cuatro penas más frecuentes de los granadinos en la Prisión de Bilbao, de mayor a menor (en conjunto, 2/3 de las condenas), y en la segunda su porcentaje; en la siguiente los datos porcentuales de las dos penas más graves sobre el total de presos y en la última su correspondencia porcentual con las que tenemos recogidas del total de granadinos procesados (a partir de 17.500 sentencias).

(1) Sobre una muestra de 5.193 presos de la P. P. de Bilbao (datos de BADIOLA, A., op. Cit.).

(2) Porcentaje aproximado sobre el total de condenas que tenemos consignadas, cerca de 17.500, en cifras globales.

Queda claro que las dos penas más graves cuentan poco en los presos que estamos analizando, mientras que suponen el 25% del total de presos granadinos y como la pena más repetida, la de 6 años y 1 día tiene un peso poco significativo en estos y muy grande en aquellos. Y esto sin tener en cuenta las conmutaciones.

Más de la mitad de los presos granadinos en Bilbao ya estaban fuera de la cárcel a finales de 1941 (casi todos salieron libres en Larrinaga), señal de que las penas no eran muy extensas

Si observamos en qué años consiguieron las libertades condicionales se corrobora la imagen anterior pues podemos observar que más de la mitad de los presos granadinos en Bilbao ya estaban fuera de la cárcel a finales de 1941 (casi todos salieron libres en Larrinaga), señal de que las penas no eran muy extensas, y eso que un tercio de los Sumarios se incoaron y se celebraron en los años 1937 y 1938, durante la guerra (ver tabla 4), y entonces, según hemos comprobado, las penas solían ser muy duras.

Probablemente, en este caso el motivo principal del traslado no sea su “peligrosidad”, sino el hacinamiento que padecía el sistema penitenciario en Granada y el escarmiento que se pretendía llevar a cabo alejándolos de su entorno

Todo ello significa que, a diferencia de lo que vimos con las mujeres en las Prisiones Centrales de Mujeres vascas (Saturrarán, Amorebieta, Durango), no fueron trasladados a la Prisión de Bilbao los reos de las cárceles de Granada considerados más peligrosos y que cargaban con las penas más duras y largas (penas de muerte conmutadas, reclusiones perpetuas, condenas superiores a los 20 años), sino aquellos que tenían condenas menos duras (la gran mayoría de los presos sufrirían entre dos y cuatro años de prisión, frente al intervalo de 3 a 7 años que vimos entre las mujeres granadinas presas en Saturrarán, por ejemplo). Probablemente, en este caso el motivo principal del traslado no sea su “peligrosidad”, sino el hacinamiento que padecía el sistema penitenciario en Granada y el escarmiento que se pretendía llevar a cabo alejándolos de su entorno.

Lo que no tenemos claro aún es si el dinero pagado al Estado con anterioridad se devolvía tras la nueva resolución

Respecto a los que se les abrió expediente por el Tribunal de Responsabilidades Políticas vemos que son la gran mayoría de los procesados, lo cual es lo normal pues tras ser juzgados por los Consejos de Guerra, la sentencia se remitía a las Audiencias Provinciales para dar comienzo a sus procesos por responsabilidad civil. Probablemente habría más multas, pero las desconocemos, y no nos debe extrañar los sobreseimientos después de imponer las multas: a partir de 1942, con la reforma de la Ley se revisaron muchos de los casos y se culminaron muchos otros y si coincidía que el procesado no cobraba el doble de un jornal medio, no poseía bienes por encima de las 25.000 pesetas o no había sido condenado a una pena superior a los 6 años, simplemente se sobreseía o no se incoaba el proceso. Todo ello nos habla de su pobreza. Lo que no tenemos claro aún es si el dinero pagado al Estado con anterioridad se devolvía tras la nueva resolución.

1. 1. Los que sabemos que se instruyeron, pero desconocemos el resultado

2. 2. Se suman todos menos multa+sobreseimiento que se restan del total para no repetirlo

3. 3. Porcentaje sobre los 100 a los que sabemos que se les instruyó proceso de RP

4.  4. Porcentaje sobre los 121 presos

La relación completa de granadinos que conocemos pasaron por las prisiones de Vizcaya se consignan en la siguiente tabla. Como en otras ocasiones, los datos están extraídos de archivos6 y boletines oficiales. Primero, la más extensa, como es obvio, la de la Prisión Provincial, en la que se incluyen, en cursiva, los de Tabacalera. Puede haber algún error por similitud de apellidos en los datos extraídos del BOE, que no consignan la naturaleza del recluso. La fecha de la libertad condicional es, siempre que se pueda, la de la orden ministerial que se publica en el BOE, aunque sepamos que el recluso saliera días antes de la prisión en la que estuviera, que, en este caso, en la mayoría de las ocasiones, es la propia de Bilbao.

Leyenda: RRPP (Tribunal de Responsabilidades Políticas); C.: Conmutación; R: Rebelión; Sobreseim: sobreseimiento; L. Cond: Libertad Condicional; Recl.: Reclusión.; BDSTP: Batallones Disciplinarios de Soldados Trabajadores Penados.

Fuente: datos extraídos de los expedientes personales del TRRP depositados en el Archivo de la Real Chancillería de Granada, del BOE y elaboración propia.

Notas bibliográficas:

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