Arias y amigos en el Sacromonte
La convocatoria, realizada por sus hermanos, Antonio y José Ángel, en colaboración con el Museo Cuevas del Sacromonte, que ha cedido el espacio y la productora Espectáculos del Sur, responsable de los medios técnicos audiovisuales, ha contado con la participación de conocidos músicos de la escena granadina, como JJ Machuca, Jota Planetas, Jacobo, de los Portazos, Carmencita Calavera y la banda del Pantano, Andrés Párraga o Richard Dudanski, el que fuera amigo personal del líder de The Clash, Joe strummer, quien llegaría a tener una relación estrecha con Jesús Árias y con Granada.
El espectáculo sacromontano, emotivo y muy creativo, se articuló en torno a las tres grandes pasiones de Árias: el cine, la literatura y la música, sin orden prioritario. En un primer momento el recordatorio giró en torno a las películas que marcaron la vida de Jesús, según su hermano José Ángel, que actuó como maestro de ceremonias. De esta forma, en una pantalla gigante y en un espacio impresionante, en el Barranco de los Negros, en el Sacromonte, cuna de flamencos, frente a la Alhambra, se proyectaron fragmentos de "2001: una Odisea en el Espacio"; "La Naranja Mecánica"; y "1984", mientras que la banda sonora de estas películas la ponían en directo y de manera improvisada pero absolutamente acertada el batería Andrés Párraga, Antonio Árías en el teclado, alternando con JJ Machuca y el propio José Ángel Árias con su sintetizador. La elección de estas películas, dos de ellas de Stanley Kubrick, y la otra de Michael Radford, tienen mucho que ver en la vida del músico y periodista, que siempre estuvo a la vanguardia de la creación musical y literaria en nuestra ciudad.
La literatura también debía de tener cabida en este homenaje de los Árias presentes y amigos al Arias ausente. De nuevo, desde un artilugio con teclas, acariciadas por Antonio, brotaban sonidos inquietantes, melancólicos, mientras que Isabel Daza recitaba textos desgarrados de Jesús, algunos inéditos. Fueron momentos intensos, duros, que apelaban con crudeza al recuerdo de la vida y la obra del homenajeado. También José Ángel Árias leyó en algunos momentos textos de su hermano, quizás los que más podían clarificar las ideas y el pensamiento del inicialmente poeta, después punki, luego periodista, escritor, compositor...
Tras el cine y la literatura la música. Antonio Árias, que no había abandonado durante toda la noche el escenario, cogió su guitarra acústica y empezó a dar los primeros acordes mientras Machuca tomaba posición en el teclado y Dudanski en la batería. Juntos hicieron una versión absolutamente emotiva del himno de la Alegría. Los asistentes lo agradecieron y lo manifestaron con un aplauso continuado. Pero más aún habrían de agradecer que en el Sacromonte, rozando la medianoche, con el ladrido de los perros de fondo, y el brillo de la Alhambra en su máximo esplendor, sonaran los primeros compases de "Singuin`in the rain" . Por inesperado, este tema sonó a gloria bendita en una noche en que los asistentes sabían que podía ocurrir cualquier cosa y oír los sonidos más dispares. De eso se trataba.
La aportación punki del homenaje a uno de los primeros punkis de este país, la debía de hacer Carmencita Calavera y la Banda del Pantano, quienes ya participaron en un homenaje similar hace unos meses en Almuñécar. A dúo con Antonio Árías y con una potente banda detrás, por un momento el espacio escénico del Museo Cuevas del Sacromonte trasladó a los asistentes a los primeros sonidos punkis de los años 80 de cualquier plaza de este país. Carmencita, la Banda y Antonio Árías versionaron dos temas de lo mas punkarras pertenecientes a TNT, grupo punk fundado por Jesús Árias en el año 81, junto a Ángel Doblas, José Antonio García y Joaquín Vílchez.
Tras el subidón punki, y cuando parecía que el homenaje llegaba a su fin, Antonio Árias llamó al escenario a Jota y le cedió la acústica. Parco en palabras, Jota se limitó a hacer lo que saber hacer: cantar y tocar. Lo hizo con sentimiento y con pasión, dejando al público con ganas de más. De más música, más cine y más literatura, tres de las pasiones más importantes de Jesús Árias Solana, un hombre multidimensional del que dentro de unos meses se cumplirá un año de su triste desaparición y al que sus hermanos y amigos le rinden homenaje para recordar su figura y su obra en un espacio, el Museo Cuevas del Sacromonte, que ya acogió también sendos homenajes a figuras claves para él: Joe Strummer y al maestro Enrique Morente.
Video: José Antonio Megías.