Denunciado el jugador del Granada CF Weissman por un presunto delito de odio hacia la población palestina
Un grupo de granadinos y ciudadanos palestinos residentes en la ciudad de Granada presentaron una denuncia ante la Fiscalía Provincial contra Shon Weissman, con motivo del contenido de las publicaciones publicadas o compartidas por el jugador del Granada tras la escalada de la violencia en el conflicto entre Palestina y el Estado de Israel. Está denunciado por un presunto delito de odio.
Según explican estos ciudadanos, Shon Weissman respondió a un tweet en el que se veía a una militar israelí apuntando a dos presuntos terroristas palestinos desnudos y desarmados con un comentario que decía "Por qué Ezael no dispara en la cabeza?". "El revuelo causado hizo que el jugador israelí borrara su publicación, pero no cesó de contribuir a la difusión de otros mensajes que llamaban directamente a la masacre del pueblo palestino", agregan.
"Aplastar. Apretar. Aplastar. A la venganza de Dios”, “¿Qué razón lógica hay para que no se hayan lanzado ya 200 toneladas de bombas sobre Gaza?"; "(…) En Gaza se ve a los niños gazatíes felices, a las niñas vitoreando y a las mujeres repartiendo dulces. Allí no hay inocentes. No es necesario avisar, simplemente borrar", "Toda Gaza apoya el terrorismo. Toda Gaza está muerta", este fue el contenido de algunas de las publicaciones que Shon Weissman difundió en la red social X -antes Twitter-. Cabe recordar que Gaza es una de las zonas con más densidad poblacional del planeta y que está habitada por unos 2 millones de personas, de los que el 40% son menores de 14 años, apuntan los denunciantes.
"Dar un paso hacia delante y denunciar este tipo de acciones es un deber cívico y de compromiso con los Derechos Humanos", resaltan
"Creemos que existen indicios de que se está cometiendo un delito de odio, tanto por la publicación de ese mensaje como por el contenido de aquellos que el jugador está ayudando a difundir. Por ese motivo ejercemos nuestro legítimo derecho de denunciar ante la Fiscalía para que sea ella la que decida si hay indicios o no", explican para señalar que "dar un paso hacia delante y denunciar este tipo de acciones es un deber cívico y de compromiso con los Derechos Humanos". Mientras que señalan que "nadie ha hablado con las decenas de palestinos que viven y trabajan aquí, nadie les ha preguntado por su familia, por cómo están. Y comentarios como los de Shon Weissman solo ayudan a generar odio y quebrar la convivencia".
Khaled, un ciudadano palestino que llegó a Granada hace 2 años para estudiar un máster y ahora trabaja en la ciudad, señala que le sorprenden las opiniones que está difundiendo Weissman, "ya que no se corresponden con los valores de una ciudad acogedora e intercultural como Granada". Además, agrega que su familia estaba preparando un viaje para conocer la ciudad, "pero ahora no sabemos cuando van a poder venir. Estoy muy preocupado por la vulneración de Derechos Humanos en mi país".
"Es incomprensible que, en un país democrático como este, alguien pueda llamar a borrar del mapa a 2 millones de personas, no hay justificación posible", señalan
Sima, por su parte, lleva 5 años aquí y fue ella quien avisó a sus padres de lo que estaba pasando en Palestina al levantarse de madrugada para ir al baño. "Solo desee estar allí con ellos, porque sé de lo que es capaz de hacer la ocupación israelí y si ellos mueren yo quiero morir con ellos", expone en el comunicado en el que este grupo de denunciantes precisa que a Sima le cuesta explicar lo que siente "porque no sé dónde va a caer el siguiente misil, están lanzando miles de misiles a mi familia y a mi país y yo no puedo hacer nada desde aquí". También muestra "triste y enfadada" porque "no ha habido día en el que Israel no nos haya robado un trozo de tierra, haya matado algún palestino o haya pegado una patada en la puerta de la casa de una familia palestina y nunca se habla de eso. Y ahora que se habla es para reconocer al Estado de Israel el derecho a destrozar nuestro país y asesinar a nuestras familias". Respecto a las palabras de Shon Weissman, Sima muestra su rechazo al considerar que "es incomprensible que, en un país democrático como este, alguien pueda llamar a borrar del mapa a 2 millones de personas, no hay justificación posible".