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Un estudio muestra que toda la potencia eléctrica fotovoltaica proyectada cabe en zonas ya alteradas, sin sacrificar cultivos, bosques ni paisajes

E+I+D+i - IndeGranada - Sábado, 10 de Diciembre de 2022
Aliente y el Observatorio de la Sostenibilidad cataloga más de 300.000 hectáreas en España donde poner placas solares sin apenas impacto ambiental.
Canales, áreas junto a autovías, invernaderos o zonas ya degradadas pueden acoger todas la fotovoltaica necesaria.
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Canales, áreas junto a autovías, invernaderos o zonas ya degradadas pueden acoger todas la fotovoltaica necesaria.

El estudio “Renovables sostenibles: fotovoltaica” de la Alianza, Energía y Territorio (Aliente), desarrollado por el Observatorio de Sostenibilidad, constata que en España existen superficies antropizadas (alteradas por el hombre) suficientes para instalar 181 GW, que producirían más de 272.037 GWh/año en energía fotovoltaica, unas cifras que son superiores al consumo anual que se produjo en España en el año 2021, de 259.905 GWh. De esta forma, concluyen que es posible desarrollar un importante avance en la producción de energía fotovoltaica con un mínimo impacto ambiental, asegurando una transición verdaderamente sostenible y eficiente, y respetando los procedimientos de evaluación de los efectos que esta industria tiene sobre el medio ambiente.

El informe revela que existen más de 300.000 hectáreas en tipos de superficie como tejados y cubiertas, zonas industriales, vertederos, escombreras, minas abandonadas, zonas aledañas a infraestructuras de autovías, autopistas y vías férreas, canales al aire libre e invernaderos ya consolidados como los de Almería, en los que sería posible instalar placas solares fotovoltaicas. En los datos se excluye toda la superficie declarada Zona Importante para los mamíferos ZIM, Áreas importantes para la conservación de las aves IBA, reservas de la biosfera MAB, y todas las áreas de la red Natura, ZEPAS y LICS, para preservar ecosistemas productivos o de gran valor para la biodiversidad.

Según se detalla en el informe, cuyos resultados están cartografiados en soporte digital y permite obtener la información desglosada a escala provincial, comarcal o municipal, en tejados y cubiertas de edificios y naves habría un 57% de superficie disponible para instalar fotovoltaicas, en invernaderos un 17%, en infraestructuras mineras un 16%, en la red viaria un 5%, un 3% en canales, el 1% en vertederos y escombreras y en ferrocarril, y el resto hasta completar la producción de la energía necesaria estaría ubicado en zonas industriales.

Andalucía, un 26% del total

Las comunidades autónomas con mayor superficie susceptible de instalar fotovoltaicas en zonas antropizadas son Andalucía (26%), Cataluña y Castilla y León (11%), Comunidad Valenciana (9%), Castilla-La Mancha y Madrid (7%), Murcia (6%), Aragón (5%), Galicia (4%), Extremadura, País Vasco y Canarias (3%), Navarra (2%), Asturias, Baleares, Cantabria y La Rioja (1%).

Las comunidades con mayor superficie artificial e industrial para instalar tejados solares (incluyendo edificios residenciales, naves industriales, colegios, polideportivos, edificios públicos o centros comerciales –donde es más fácil y barato intervenir– ) son Andalucía (15%), Cataluña (14%), Castilla y León (12%), Comunidad Valenciana (11%), Madrid (10%), Castilla-La Mancha (8%) y Galicia (5%).

Analizando casos límites para asumir el balance producción/consumo por CCAA se observa cómo Madrid, por ejemplo, tendría un 84% de superficie artificial en tejados y azoteas, zonas industriales, aeropuertos, estadios de futbol, etc.. mientras Andalucía tendría por ejemplo tan solo un 34% en ese tipo de superficies, pero obtendría un 44% de superficie en invernaderos que sería susceptible de poner placas fotovoltaicas.

Atendiendo a estos datos, sería posible solucionar el histórico déficit de producción de energía renovable en comunidades autónomas que son grandes consumidoras, como el País Vasco, Cataluña o la Comunidad de Madrid. También demuestra que "la supuesta falta de superficie disponible en entornos urbanos no es cierta", indica Aliente.

Rechazo a acelerar las renovables

Aliente defiende que “no tiene ningún sentido y es totalmente insostenible” la actual política de instalar paneles solares en campos de cultivos y ecosistemas forestales, y es muy alarmante la propuesta de la Comisión Europea con el reglamento para acelerar los procesos de implantación de renovables, una decisión que pretende votar el 13 de diciembre solo por los ministros de energía para que entre en vigor al día siguiente".

Destaca que si se quiere acelerar la implantación debe hacerse sobre los suelos antropizados porque hay espacio de sobra: “es inadmisible que fomenten la mayor degradación medioambiental de la historia”. Considera que cualquier proceso exprés debería encaminarse a dirigir a las empresas a implantar las renovables en las zonas antropizadas, que son las que se señalan en este informe. De tal forma, proponen que se establezca una moratoria en la instalación de nuevas plantas fotovoltaicas en el territorio para situarlas en zonas sin impacto ambiental, ni espacios naturales, ni superficies de uso agrícola, ni paisajes donde el sector turístico rural es el motor de empleo.

Otro modelo sostenible, distribuido y eficiente

Aliente Indica que los datos recogidos en este informe refrendan la premisa que defienden “Renovables Sí, Pero No Así” con la que exigen otro modelo de implantación de energías renovables, que evite graves impactos ambientales y también sociales, para no condenar al sacrificio a una gran parte de los territorios del país. Además, de esta forma se acercarán los puntos de producción y consumo de la energía, evitando grandes pérdidas de energía en el transporte e incrementando su eficiencia, al tiempo que evitando otros graves impactos con las largas líneas de alta tensión para la evacuación.

Concluye que la implantación de fotovoltaicas puede ser distribuida, eficiente y sostenible, además de reducir la importación de combustibles fósiles, disminuir emisiones de gases de efecto invernadero y no tener un impacto sobre la biodiversidad ni los territorios. Consideran que también se hubiera podido reducir el precio de la electricidad.

Por su parte, Fernando Prieto, del Observatorio de Sostenibilidad, indica que “si se hubiera empezado por los tejados, se podría haber conseguido mayor implantación de solar fotovoltaica hasta ahora, y el impacto ambiental hubiera sido mínimo”, y que solo así esta “evolución energética favorecerá por primera vez a los ciudadanos y a las pymes”. También incide en que “es inteligente el poner las renovables donde no hay impacto y permite asignar usos del territorio según su capacidad, además de empezar a poner racionalidad en el desorden actual de implantación de renovables en España”.

Agilizar el autoconsumo

Aliente resalta que es fundamental y urgente agilizar la concesión de ayudas para el autoconsumo desde las comunidades autónomas, eliminar las trabas de conexión a la red para excedentes, y fomentar las comunidades energéticas agilizando sus trámites. “Es vergonzoso e injustificable que no se fomenten estas medidas y en cambio se pretenda permitir una gran degradación medioambiental con la especulación de grandes fondos de inversión, saltándose las leyes españolas , europeas y convenios internacionales”. En el informe se expone cómo en muchos países ha sido posible acelerar estos procesos cumpliendo los objetivos de generación de energía.