'Moreno Bonilla, vendedor de motos y mentiroso'
Además de suavón, que lo es, y de hecho, alguna gente lo considera un mérito, y de insustancial a más no poder, aunque los fans lo disfracen de "moderadito", el ínclito Moreno Bonilla, ya metido en el traje de faena de la campaña electoral, se nos descubre como un consumado vendedor de motos (o de humo, o simplemente de nada), pero que no disimula que es además, muy mentiroso. Aportaré algunos datos y evidencias para intentar contrarrestar la propaganda oficial, y que mis anteriores afirmaciones no queden como otros eslóganes de campaña. Todo sea en aras a la verdad.
"De milagro económico andaluz, nada de nada. Somos la segunda comunidad autónoma en la cola del paro, desciende nuestra población activa y la pobreza crece a mayor velocidad que en el resto de España, por mucha verborrea electoral que gasten las gentes del PP"
Los datos del producto interior bruto de nuestra Comunidad autónoma, así como las cifras de paro desvelan muy a las claras la ficción o realidad paralela en que vive nuestro aún suavón presidente, y que pretende nada menos que hacer pasar por la realidad real. Pero de milagro económico andaluz, nada de nada. Somos la segunda comunidad autónoma en la cola del paro, desciende nuestra población activa y la pobreza crece a mayor velocidad que en el resto de España, por mucha verborrea electoral que gasten las gentes del PP. Muchas y muchos de ellos viven en pueblos y ciudades de verdad (no de ficción) y saben que lo que dicen con la boca chica es mentira. Supongo que aún no habrán salido de su asombro, al escuchar recientemente que nuestro suavón presidente nos equiparaba a la desarrollada Baviera. Basta con mirar la realidad diaria de Andalucía para constatar que esa frase no es sólo una "gilipollez" (Moreno dixit), sino la más absoluta muestra de desprecio a las necesidades que muchas andaluzas y muchos andaluces sufren a diario. Debería haber veces en que ni siquiera el tono triunfalista de una campaña electoral lo pueda aguantar todo.
Y es que no hay manera de sostener el discursito del milagro económico de Andalucía. No lo soporta ningún dato real, como señale antes. En el primer trimestre de este año, la población activa en nuestra comunidad bajó un 2% y el número de personas ocupadas un 1%. Si ampliamos el horizonte, las leves mejoras producidas aquí durante la legislatura (la tasa de desempleo ha bajado del 21,2% al 19,5%, mientras en España lo ha hecho del 14,4% al 13,6%), consecuencia del contexto y las políticas generales, no alteran nuestra posición relativa de ser la segunda Comunidad con más tasa de paro. De los cientos de miles de nuevos empleos que Moreno prometió, mejor ni hablamos, simplemente han volado, hasta del discursito oficial.
El PIB per cápita en Andalucía ha bajado desde 2018, lo que impide hablar de convergencia, y la escasa industria de la que disponemos ha experimentado además un retroceso. En relación a la Union europea nuestro PIB per cápita ha perdido peso relativo de 2018 a 2020, nada menos que cuatro puntos. Dificilmente casa con esta realidad el apelativo de "locomotora", otro palabro de la jerga habitual de nuestro suavón presidente y sus acólitos, que se suma a los más habituales de "milagro", "referente", etc. Un autobombo que además de irritante, insisto, para quienes sienten necesidades no satisfechas, no tiene pies ni cabeza, a la luz de los datos y a la luz de los análisis serios de expertos, economistas y analistas de todo pelaje. Eso unido a una pretendida "simplificación" de la tramitación administrativa, vendida, de nuevo, como algo positivo por reducir la burocracia, pero que en el fondo es la vieja y manida receta de las derechas, que es rebajar y reducir el control y la vigilancia de la actuación administrativa, un "dejar hacer" del que se beneficia ya sabemos quienes y cómo. Se olvidan los problemas reales, que se guardan en un cajón y nos dedicamos a decirnos lo bonicos que salimos en la foto. Algo tremendo.
"Pero Moreno Bonilla no quiere hablar de esto, no quiere afrontar los problemas reales y por tanto, las medidas tendentes a solventarlos. Prefiere el perfil bajo, como decía aquél, "para qué hablar de política" y meternos en problemas si el juega a anestesiar la realidad bajo su discursito facilón y genérico, simple a más no poder, y con la sonrisa profidén en primer plano"
Ni empleo, ni crecimiento, ni convergencia. Una fachada que intenta tapar las consecuencias de aplicar un modelo que aumenta la pobreza y el paro, además de la inactividad económica y la falta de cohesión social. Pero Moreno Bonilla no quiere hablar de esto, no quiere afrontar los problemas reales y por tanto, las medidas tendentes a solventarlos. Prefiere el perfil bajo, como decía aquél, "para qué hablar de política" y meternos en problemas si el juega a anestesiar la realidad bajo su discursito facilón y genérico, simple a más no poder, y con la sonrisa profidén en primer plano.
Cuestión distinta será si la sociedad andaluza se pone ante su propio espejo y valora todas las pérdidas de oportunidades, todos los agravios, todas las desigualdades enmascaradas de propaganda que se han producido en estos 3 largos años y reacciona democrática y rotundamente. Por esa senda hay que transitar decididamente en las próximas semanas. Hay mucho en juego.