La Diputación, a través de la delegación de Medio Ambiente y Protección Animal, pone a disposición de los municipios la denominada Guía de Buenas Prácticas Municipales en Protección Animal para informar sobre la normativa que regula la tenencia de animales en zonas urbanas.

El objetivo de este manual es compatibilizar la existencia de los animales con la salud pública, el fomento de la biodiversidad, el equilibrio en los ecosistemas urbanos y la higiene, seguridad y protección de las personas y sus bienes. 

La guía, destinada a los responsables y técnicos municipales, pretende informar a los ayuntamientos de sus competencias en materia de protección animal, así como de sus posibilidades de actuación en dicho campo. Según ha explicado la diputada de Medio Ambiente y Protección Animal, Carmen Fernández, esta publicación es “una herramienta de trabajo para solucionar problemas diarios en temas de protección animal y conseguir la implicación y concienciación de la ciudadanía”. 

El documento incluye información actualizada del estado de la cuestión tanto a nivel general como específico de los diferentes municipios de la provincia de Granada, un listado de las principales especies consideradas domésticas, las obligaciones de cualquier propietario de un animal, las principales enfermedades transmisibles al ser humano y una propuesta de actividades, campañas, procedimientos, premios, formación, vigilancia y control en materia de protección animal. 

La elaboración del manual se ha desarrollado en el marco de lo dispuesto en la Ley de Protección de los Animales, que en su artículo 1 establece como objeto la regulación de las condiciones de protección y bienestar de los animales que viven bajo la posesión de seres humanos, concretamente los animales de compañía. En este sentido, la Guía de Buenas Prácticas Municipales se ha redactado con el ánimo de asistir a los municipios en el cumplimiento de la citada normativa, ha aclarado la diputada, que ha subrayado que la protección animal municipal “debe ser entendida como parte de la protección del medio ambiente”, de modo que “debe incluirse el compromiso con el bienestar de los animales, tanto salvajes como domésticos”.