Los nuevos parques solares y eólicos llegan a zonas de sierra: Víznar, Albuñuelas y Los Guájares
La avalancha de megaplantas solares y eólicas proyectadas en la provincia de Granada no solo afecta a zonas de llanuras o estepas, cultivadas o no, sino que también está llegando a zonas de sierra.
Es el caso de la planta fotovoltaica FV Fargue I, que ocupará 50 hectáreas de la Sierra de Víznar, en un área ubicada entre Víznar, El Fargue y Jun. Es la planta de energías renovables más cercana a la capital de las planificadas hasta ahora. Hace unos días salió a información pública y está en periodo de alegaciones antes de obtener la autorización administrativa y el visto bueno medioambiental.
El parque solar, de 25 Mw de potencia máxima, tendrá 56.052 módulos fotovoltaicos y se ubicará en la finca Los Morenos, donde la empresa Fotovoltaica Brazatortas invertirá 9,3 millones de euros.
Según consta en el estudio de impacto ambiental del proyecto, la finca está situada en una loma entre el río Beiro al este y el Barranco de San Jerónimo al oeste. Ocupa la zona más alta que cae desde la carretera de Víznar GR-3102, al lado de la ubanización Nuevo Jun.
La zona está dedicada principalmente al cultivo del olivar y almendros, aunque también cuenta con masas de encinas y matorral. “El proyecto protegerá todas estas masas, evitando su aislamiento y procurando su evolución positiva en los próximos años, en los que el parque solar podría ayudar a esa evolución, a su diversidad y a la protección de determinadas especies que siempre posibilitarán el desarrollo de otras y del sistema ecológico”, recoge el estudio de impacto ambiental.
Zona de encinar en los terrenos del nuevo parque solar, que se protegerá "íntegramente", según el proyecto. EIA
“No obstante, se han detectado especies protegidas de flora y fauna que recoge la REDIAM (Red de Infomación Ambiental de Andalucía) en su base de datos”, reconoce el estudio. “Ninguna de ellas se verá afectada directamente por el parque solar, si bien los efectos indirectos que puede tener el proyecto podrían incidir indirectamente en ellas, no siempre de manera que pueda considerarse significativa”, afirma el documento.
De las 50 hectáreas totales que ocupará la planta, 36,5 serán para las instalaciones fotovoltaicas y 13 hectáreas, “que coinciden mayoritariamente con los espacios identificados como de valor ambiental significativo”, dice el estudio, quedarán libres de placas solares. El proyecto tiene presupuestado 280.000 euros de actuaciones medioambientales sobre un coste total de 9,3 millones de euros de la planta.
El parque fotovoltaico contará con una línea eléctrica de evacuación de dos kilómetros, 1,7 aéreos, con torretas eléctricas, hasta la subestación de El Fargue.
Tres parques eólicos en el Valle de Lecrín y Los Guájares
Otro proyecto en información pública que ocupará zonas de sierra son los tres parques eólicos previstos por la empresa Villar Mir Energía en las sierras de Albuñuelas y Los Guájares, y que van incluidas en la concesión de la planta hidroeléctrica reversible, de bombeo, proyectada en la presa de Rules.
Cada parque tendrá 5 aerogeneradores de 150 metros de diámetro y más de 100 metros de altura, que, contando la longitud de las aspas en su punto máximo de elevación, serán muchos metros más.
Los tres parques ofrecerán una potencia máxima de 74 Mw (en la provincia hay ahora mismo 21 parques eólicos que generan algo más de 400 Mw de potencia eléctrica). Y estarán enclavados en una zona que ya cuenta con numerosas turbinas eólicas: Padul, Lecrín, Lanjarón, Nigüelas..., hasta seis perques eólicos se encuentran en un radio de pocos kilómetros. El propio estudio de impacto medioambiental reconoce el "efecto acumulativo" de tantos molinos de viento en la misma comarca, lo que acentuará el impacto visual.
Dos de los parques, denominados Mizán y Vico, con sus cinco turbinas eólicas cada uno, se distribuirán por la Sierra de los Guájares, mientras que el tercero, Zaza, ocupará la zona de cumbres de la llamada cuerda de la Chinchirina, una zona montañosa que empieza justo encima de Pinos del Valle, en la ermita del Cristo del Zapato, y termina en el pico Giralda, el más emblemático de Albuñuelas (1.431 metros de altitud).
Cuerda de la Chinchirina, en la Sierra de Albuñuelas, donde se ubicarán las cinco turbinas del parque Zaza. indegranada
Zonas de cumbres (arriba, el alto del Quemado Blanco), pobladas de pinos, donde se instalarán aerogeneradores del parque eolico Zaza. indegranada/pepe rosino
Desde esta línea de cumbres partirá una línea de evacuación hasta la futura subestación eléctrica de Saleres, en pleno Valle de Lecrín.
El estudio de impacto ambiental de estos parques reconoce que "desde varias zonas urbanas serán visibles los nuevos parques y al menos uno de los parques preexistentes, no obstante, se trata de núcleos de baja población por lo que aportarán pocos observadores potenciales", justifica el documento, que infravalora a los habitantes de la comarca, como si el impacto visual solo tuviera importancia junto a una gran urbe. ¿Acaso los residentes y turistas del Valle de Lecrín merecen ver alterado su paisaje solo tener una escasa población?
En cuanto al impacto sobre los ecosistemas, "la pérdida de hábitat generada se considera compatible con la conservación del ámbito de estudio", dice el informe. En vegetación, el estudio de impacto medioambiental dice que los aerogeneradores se sitúa "en zonas de pastizal y matorral", aunque lo cierto es que, por ejemplo, el parque eólico Zaza se ubicará e una zona de cumbres plagada de pinos.
Efecto en la fauna
Por su parte, respecto a la fauna, "se prevé un efecto acumulativo y sinérgico por colisión y efecto barrera de avifauna y quirópteros compatible con los aerogeneradores sobre las principales especies identificadas tanto en el área de ocupación de los parques eólicos como en la envolvente".
En cuanto al impacto de las torretas eléctricas que formarán durante varios kilómetros la línea de evacuación de los parques "se concluye que existe cierto efecto acumulativo sobre el paisaje generado por la instalación de la nueva infraestructura, ya que se amplía notablemente el ámbito de incidencia visual y en algunos puntos se solapa la visibilidad de las líneas preexistentes y la nueva línea", reconoce el informe medioambiental del proyecto, pero de nuevo lo justifica en que "no aportarán un gran número de observadores potenciales, por tanto, el impacto se valora como compatible".
Y sobre el riesgo de muerte de fauna por colisión con los tendidos eléctricos o electrocución, "considerando las medidas preventivas legales a aplicar, se considera que el efecto acumulativo y sinérgico de riesgo de electrocución sobre la avifauna y quirópteros es de tipo moderado", afirma el documento en sus conclusiones.