Sólo residentes y vehículos 'eco' podrán aparcar en superficie en Centro, Albaicín y Realejo a partir de 2021
A partir del próximo año, las restricciones para el vehículo privado darán un paso más en la capital. El gobierno local ha anunciado que el aparcamiento en superficie en Centro, Albaicín y Realejo quedará reservado únicamente para residentes y vehículos no contaminantes -ECO y eléctricos-, además del transporte público, carga y descarga y motos y bicis. Los no residentes podrán acceder, pero no podrán aparcar salvo en los aparcamientos subterráneos o en garajes.
El objetivo es delimitar una zona de bajas emisiones que prepare a Granada, ahora en el ranking de las ciudades con mayor contaminación al mismo nivel que Madrid o Barcelona, para poder cumplir la futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética.
Esta zona, de unas 450 hectáreas, quedará delimitada por San Juan de Dios, Emperatriz Eugenia, Pedro Antonio de Alarcón y Ribera del Genil.
La Zona ORA, fuera del Centro y los barrios históricos
En esa gran área desaparecerá la Zona ORA, que se lleva a la corona exterior (en verde en la imagen bajo estas líneas), potenciándolas en Ribera del Genil, Camino de Ronda y entorno de Manuel de Góngora. En esa corona exterior, se crea "un colchón de plazas de aparcamiento en rotación", según ha explicado el delegado de Movilidad, César Díaz, que ha enfatizado que se ha hecho un estudio detallado de la distancia de influencia de esas plazas para el comercio, de manera que "no se vea afectado ninguno por sacar" la Zona ORA del Centro y los barrios históricos.l
Díaz, que ha presentado los planes municipales junto al alcalde, Luis Salvador, y el teniente de alcalde Manuel Olivares, ha hecho hincapié en que "no se prohíbe" la circulación en esta primera fase, sino el aparcamiento en superficie. El principal objetivo, es reducir emisiones y fomentar, en paralelo, los desplazamientos a pie y una movilidad sostenible.
Ciclista por Gran Vía. maría de la cruz
Se prevé la implantación, de manera progresiva, de cámaras para controlar las matrículas de los vehículos que vayan accediendo.
La limitación en el aparcamiento es sólo el primer paso. En años posteriores se irá restringiendo el acceso a los vehículos más antiguos y más contaminantes, para llegar a 2028 o 2030 con únicamente vehículos no contaminantes circulando por esa gran zona de bajas emisiones.
Para justificar la necesidad de poner en marcha esto planes Díaz ha esgrimido datos de salud. Ha indicado que en Granada 35.000 personas padecen asma, de las que 2.000 son menores de diez años, "siendo las emisiones un factor decisivo"; 4.700 granadions sufrieron en 2019 problemas cerebrovasculares; y 500, cáncer de pulmón. "Tenemos un gravísimo problema causado por la contaminación", ha indicado aludiendo también a otra razón que urge el plan, la futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética, con medidas de obligado cumplimiento para los municipios de más de 50.000 habitantes.
Ha recordado que la contaminación se redujo durante el confinamiento y, en sólo dos semanas, se han recuperado de nuevo niveles preocupantes.
El concejal ha apelado a la comprensión y confianza" de la ciudadanía en la puesta en marcha de un plan, que ha calificado de "necesario para salvaguardar el bienestar de los granadinos". "Somos conscientes de la dificultad que entraña incorporar nuevos hábitos de movilidad pero creo que entre todos debemos hacer este esfuerzo ya que la salud de los granadinos está en juego", ha dicho Díaz quien ha remarcado que "este plan sin duda es clave para avanzar hacia una Granada mejor, más habitable, más sana y estoy seguro de que juntos podemos conseguirlo". "Con este plan nos adelantamos a lo que viene, nos preparamos para afrontar la movilidad del presente y del futuro para lograr una Granada mejor, más humana, más habitable y más saludable".
Por su parte, el alcalde de Granada, Luis Salvador, ha enmarcado la medida dentro de "la sensibilidad especial" del equipo de gobierno para que, "con medidas trascendentes, Granada abandone el ranking que la sitúa, junto con Madrid y Barcelona, como una las tres ciudades más contaminantes de España".