Diciembres
Dicen que todos los meses de diciembre se repiten. La llegada del frío, el "puente", la lotería, comer y beber por decreto, las fiestas que se pasan "bien o en familia", la nostalgia del año que se va, etc.
También dicen que en los diciembres se recapitula sobre lo pasado, se cierran páginas, se hace evaluación y se prepara el ánimo para los eneros que han de llegar, que paradójicamente se presentan como retos ilusionantes llenos de ansias de cambio, pero que siempre llegan identificados con la idea de "cuesta" a superar con dificultad.
Quizá esa sea la característica de los diciembres, y a la vez, su contradicción, que nunca llegan a ser el final de nada, que nunca alcanzan la categoría de punto y final. Si acaso, un punto y seguido que abre horizontes y expectativas, que luego se cumplirán o no.
En lo personal, un diciembre de hace muchos trienios, marcó el inicio de una carrera profesional en un lejano municipio (!cómo no¡) alpujarreño. También un diciembre fue el escenario de cancelar la "cuenta-vivienda" y cambiarla por un nuevo domicilio, o por una nueva hipoteca, que viene a ser parecido. Diciembre, siempre diciembre.
Y este año, además, con tres dígitos, que bien combinados podrían servirnos para avanzar en la solución de serios problemas. Y que mal combinados nos condenarán a no salir del bucle. Me refiero al 4, al 6 y al 21. La fecha de las grandes movilizaciones populares que reclamaron autonomía para Andalucía. La fecha de la aprobación de nuestra vigente Constitución. Y la fecha de las Elecciones catalanas.
Mal combinados, y torticeramente mezclados, los 3 dígitos de este diciembre, nos enredarán una y mil veces en un bucle en el que unos se manejan mejor que otros y quizá por eso no les interese salirse de él. Nos tendrán entretenidos en sucesiones de monólogos referidos a frases huecas. Pretenderán perpetuar un relato inútil al que ya muy poco jugo queda por exprimir, pero lo exprimirán una y otra vez, hasta la extenuación.
Estaría muy bien que este diciembre no fuera exactamente igual que todos los diciembres. Que llegue el frío, por supuesto. Que haya "puente" y lotería, que se siga comiendo y bebiendo por decreto (y algo de mesura). Que se sigan haciendo evaluaciones y recapitulaciones, y también buenos propósitos. Pero que en este Diciembre, el dígito 4, el dígito 6 y el dígito 21 sean capaces de lograr una mezcla coherente, razonable y esperanzadora. Más nos vale, para la cuesta de Enero que, como siempre, llegará.