Cuba llegó a la Costa Tropical con Roberto Fonseca
La carrera musical de Roberto Fonseca ha sido rápida y brillante. Desde que adquiriera gran notoriedad como pianista de Buena Vista Social Club se ha convertido no solo en un reputado intérprete sino en un hábil productor, realizador y líder de sus propios proyectos, el último: ‘Abuc’, que es el que le trajo a Jazz en la Costa en el ecuador del festival en su trigésima edición llenando el aforo completamente. El festival está organizado por la Diputación Provincial y el Ayuntamiento sexitano.
El título del disco no es otra cosa que ‘Cuba’ al revés, y viene a ser un disco con su correlato en directo de verdadera celebración de la música cubana, ya que Fonseca ha toca buena parte de las músicas más populares de la isla: desde el bolero y el ‘filin’ al jazz, el mambo, el chachachá y la contradanza, un estilo que llegó a Cuba a finales del siglo XVIII con influencias franceses a través de Haití. Material deseado y esperado por un público que tardó en animarse a bailar, pero que una vez suelto ya no quiso dejar de hacerlo.
En ‘Abuc’ Fonseca toca muy arriba, muy rápido, toca como si la idea de lentitud, o tranquilidad, atacase lo más íntimo de su persona y de su música. Pero a pesar de estar muy bien entrenado no es un músico que haya buscado en la hipertrofia técnica sus señas de identidad, ya que posee una sensible delicadeza en las yemas de sus dedos que le distancia hacia dentro de toda la tropa de artilleros del piano, eso sí, si hay que ‘tumbar’ se ‘tumba’ por encima de las velocidades legales. Pero en las distancias cortas maneja una melancolía soñadora tan sutil como depurada, lindando en ocasiones con la espiritualidad más sublime: buena parte de sus temas tienen algún pasaje introvertido.
A su alrededor sentó juventud y experiencia a partes iguales con Ramses “Dinamite” Rodríguez tras la batería, el percusionista Adel, percusión, Yandy Martínez tocando el bajo y los metales de Jenks Jiménez y los vetaranos Matthew Simon y Javier Zalba, socio suyo desde hace años en el grupo Temperamento, y contando con el cantante Abrahán Aristilde.
Tras una descarga de dos horas descaradamente dirigida a gastar suela se despidió con una pieza lentísima acompañándose con un canto ritual y un hermoso efecto visual tocando un piano de juguete. Por una Noche la Costa Tropical lo fue aún más, fue Cuba, con todo su colorido y vitalidad, con toda su alegría sonora y ritmo.
Farao & Charles Tolliver, este jueves
Antonio Faraò tiene una carrera que se extiende a más de tres décadas con conciertos y grabaciones con maestros como Jack DeJohnette, Joe Lovano, Lee Konitz, Miroslav Vitous o Benny Golson. Su estilo es único no solo porque posee una técnica impecable, una creatividad vital e irrefrenable y unas increíbles habilidades rítmicas; sino por su modo elegante y refinado en aunar la cultura mediterránea y el más puro jazz americano; tanto que a la Unesco no se le pasó por alto que para celebrar el Día Internacional del Jazz, en París, debía invitarlo junto a Herbie Hancock o Al Jarreau. El pianista italiano viene en exclusiva a Jazz en la Costa y lo hará junto con otro gran maestro: Charles Tolliver.
Tolliver inició su carrera en 1964 junto a Jackie McLean, grabando para Blue Note y fue, durante algún tiempo, el trompetista imprescindible de Max Roach. En sus casi 50 años de carrera no ha parado de cosechar éxitos no solo como intérprete y líder de bandas sino también como arreglista y compositor. Cuando a Dizzy Gillespie le preguntaron cuál era el trompetista que más le gustaba; no dudó ni un momento: Charles Tolliver.