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Subsidios Díaz

Blog - Cuestión de Clase - Manuel Morales - Martes, 13 de Junio de 2017
Susana Díaz, en un acto en Granada de su fallida campaña de las primarias del PSOE.
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Susana Díaz, en un acto en Granada de su fallida campaña de las primarias del PSOE.
La semana pasada, la derrotada candidata a presidir el PSOE, Susana Díaz, recordó que le quedaba un cargo con el que pasar sus ratos libres, y decidió bajar por Sevilla a ejercer un rato de Presidenta de la Junta de Andalucía. Retornada ya a palacio la señora, y desempolvados ya los sillones de San Telmo, quiso demostrar que estaba de regreso el ama de la finca, y mandó reunir a los representantes del pueblo andaluz para darse un balsámico baño de liderazgo precocinado con el que sanar sus heridas.
 
Preparó con tanto mimo el evento, que fue filtrando uno a uno a la prensa todos los anuncios que en el mismo pretendía realizar... quitando así todo interés a su discurso. A esta mujer alguien tendría que explicarle que hacer espoiler es de malas personas, pero que hacértelo a ti misma ya es de tontas.
 

Bochornoso espectáculo el que ha dado la señora Presidenta, prometiendo un cargo que no existía a un exdirigente de IU que lo ha rechazado, miembro de un partido que se ha opuesto y que, para ser creado, requería del apoyo de un Parlamento que lo ha votado en contra

Tanto anuncio mezclado con tanta precipitación y afán de protagonismo, tenía que reventar por algún lado... y reventó por la izquierda. Bochornoso espectáculo el que ha dado la señora Presidenta, prometiendo un cargo que no existía a un exdirigente de IU que lo ha rechazado, miembro de un partido que se ha opuesto y que, para ser creado, requería del apoyo de un Parlamento que lo ha votado en contra. Y todo esto a cuenta de las víctimas del fascismo en Andalucía, que sin duda merecen algo más que ser usadas como plataforma de autopromoción por lideresas en declive.
 
Pero hay otras víctimas en Andalucía que también sufrieron el maltrato de la Presidenta de la Junta en el turno de anuncios improvisados del pasado miércoles. Me refiero a los parados y paradas de Andalucía. A ese terrible 30% de mujeres y hombres de Andalucía que demandan un puesto de trabajo para llevar pan y esperanza a sus casas. A estos, la Presidenta les ha prometido ¿trabajo? No. Les ha prometido un subsidio: escaso, temporal y de caridad.
 
Un subsidio del hambre, porque eso son 415€ durante un año para el casi un millón de personas que han estudiado y trabajado, que tienen experiencia y ganas, pero a las que un sistema productivo fracasado, les niega la dignidad de un empleo.
 

Lo que demandan los parados andaluces es trabajo, no otro subsidio. Y son las políticas fracasadas del PSOE las que impiden que esos empleos lleguen

Lo que demandan los parados andaluces es trabajo, no otro subsidio. Y son las políticas fracasadas del PSOE las que impiden que esos empleos lleguen. Porque a nuestros parados y paradas les falta formación en sectores productivos demandantes de empleo. Y mientras la Presidenta promete subsidios, mantiene en retroceso y congelados los talleres de empleo y las escuelas taller en Andalucía. Que estos años, no sólo han visto recortados sus presupuestos, sino que, además, el gobierno andaluz ha complicado y llenado de requisitos las solicitudes, para dificultar que los Ayuntamientos puedan promoverlas con éxito.
 
Trabajo como el que debería emanar de la modernización económica para la que llegan miles de millones de Euros de la Unión Europea, que en Andalucía se malgastan, se desperdician de una manera infame en proyectos inviables, sin ningún recorrido, que sólo sirven, a lo sumo, para que alcaldes afines al PSOE o sus propios delegados y consejeros se hagan fotos como si fueran gobernantes de éxito y cargados de visión de futuro.
 
Un verdadero plan de "segundas oportunidades" a los parados andaluces debería incluir un programa de formación-empleo para el reciclaje laboral; la puesta en marcha de una banca pública para impulsar a los autónomos; inversiones en sectores estratégicos en los que Andalucía puede ser competitiva: cultura, energías renovables, rehabilitación, industria alimentaria... pero no. Esa no es la visión del proyecto social-liberal de Susana Díaz. Lo más social que conciben estos falsos socialistas es un subsidio que quite a los parados la dignidad que les les otorga su verdadera naturaleza: hombres y mujeres de la clase trabajadora a quienes el capitalismo fracasado les niega un puesto de trabajo. 
Imagen de Manuel Morales
Hijo de padres andaluces, crecí en Madrid y vivo en Granada desde los 19 años. Casado y padre dos hijas.
Me licencié en Física por la Universidad de Granada y realicé un master universitario en energias renovables. Trabajo como funcionario de la Agencia Estatal de Meteorología. Realicé en el Instituto para la Paz y los Conflictos, los cursos de preparación para un doctorado que nunca terminé, al interponerse la política en el camino.