Los museos y centros culturales de la Junta en Granada, "bajo mínimos" al faltarles un tercio del personal, denuncia UGT
La sección sindical de UGT en la Delegación de Fomento, Infraestructuras, Ordenación del Territorio, Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta en Granada denuncia que no están cubriendo las vacantes en sus centros, en concreto los adscritos a Cultura, como museos, archivos, centros de documentación y bibliotecas. Esto está provocando que haya en la práctica un 33% menos de efectivos de los que debería, lo que deja los centros bajo mínimos, según informa el sindicato en una nota.
UGT se detalla que en teoría hay una plantilla de 168 empleados, 99 de ellos personal laboral, para tres museos, dos archivos, dos bibliotecas (una de ella central) y un centro de documentación especializado (Centro de Documentación Musical), además de los yacimientos arqueológicos (Cerro de la Encina, Montefrío y Cerro de la Virgen en Orce), más las dependencias generales de la Delegación.
Sin embargo, el sindicato afirma que un 33% de ese personal existe sólo sobre el papel, pues estos puestos se encuentran sin dotación presupuestarios, con lo cual los centros culturales tienen personal muy por debajo del número de trabajadores que debería haber. Esto provoca que se incremente la carga de trabajo sobre el personal que se encuentran en sus centros.
A esto se une, apunta UGT, el elevado promedio de edad de la plantilla actual. Si en la Administración hay un promedio de 54 años, en Cultura se eleva a 58. Esto también aumenta el número de incapacidades temporales, que tampoco se están cubriendo, lo que reduce aún más el personal y hace que algunos de estos centros estén buena parte del año bajo mínimos y que se mantengan activos por el buen hacer de su pesonal.
"Todo esto hace difícil mantener un servicio público de calidad sin reforzar las plantillas", por lo que el sindicato demanda la cobertura inmediata de todas las vacantes, así como un aumento sustancial de la oferta de empleo público para estos centros, para que no se desvirtúe el derecho a recibir unos servicios públicos culturales de calidad.