Los maltratadores no tienen conflictos morales en las decisiones sobre sus parejas, según una investigación de la UGR
Un estudio realizado por un equipo de investigación de la Universidad de Granada (UGR) y publicado en la revista Journal of Interpersonal Violence ha analizado la activación cerebral de hombres maltratadores ante dilemas de violencia de género.
Los investigadores/as concluyen que los maltratadores activan las mismas áreas que otros delincuentes ante dilemas de violencia general, pero no ante dilemas morales sobre violencia de género, indicando que las decisiones sobre sus parejas/exparejas no les supone un conflicto moral.
Este grupo de investigadores/as, pertenecientes al Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCYC), ha comparado el funcionamiento cerebral ante dilemas morales de violencia de género (situaciones de violencia física y psicológica dirigidas a controlar la conducta de sus parejas) y dilemas morales de violencia general (situaciones de violencia entre hermanos, amigos, etc.) en dos grupos de hombres delincuentes: unos condenados por violencia de género (maltratadores) y otros condenados por violar otras normas legales sin violencia contra las personas (otros delincuentes). Todos ellos se sometieron a una sesión de resonancia magnética funcional para analizar las áreas de su cerebro que se activaban mientras procesaban estos dilemas.
En primer lugar, el equipo de investigación diseñó una serie de dilemas relacionados con situaciones de violencia de género y de violencia general que compararon con los dilemas morales clásicos (por ejemplo, “¿Empujaría a una persona a la vía de un tren para detenerlo y evitar que atropelle a cinco personas?”). Los resultados mostraron que estos nuevos dilemas de violencia de género y violencia general activaban las mismas áreas cerebrales que los dilemas clásicos, es decir, las de la Default Mode Network (DMN) o red cerebral por defecto, una red implicada entre otras funciones en la empatía y la cognición social, el pensamiento interno o el procesamiento de juicios morales.
En segundo lugar, compararon las activaciones cerebrales de un grupo de maltratadores y otro de delincuentes ante estos nuevos dilemas. Los resultados mostraron que el grupo de ‘otros delincuentes’ activó las áreas cerebrales del DMN durante ambos tipos de dilemas. Sin embargo, los maltratadores no activaron las áreas del DMN cuando procesaban los dilemas de violencia de género, pero sí ante los dilemas de violencia general, lo que sugiere que las decisiones sobre sus parejas no implican un conflicto moral para ellos.
Así, “prohibir a sus parejas o exparejas ir en minifalda a una fiesta parece que no les supone un conflicto moral con respecto a la libertad de la mujer”, explica Agar Marín Morales, investigadora principal de este trabajo. Estos resultados preliminares parecen mostrar que la activación de las áreas cerebrales involucradas en la toma de decisiones morales no es universal, y su activación ante determinados dilemas -como los relacionados con la violencia- es específica de los valores morales de la persona.
Este estudio se enmarca dentro de la línea de investigación en violencia de género del grupo de investigación ‘CTS581-Neuropsicología y psiconeuroinmunología aplicadas a la infancia, adultos y mayores’, que investiga tanto a los hombres maltratadores como a las mujeres y niños/as supervivientes de esta violencia.
Este grupo lleva años aportando evidencia desde el campo de la neuropsicología al estudio multifactorial de la conducta de los maltratadores, del mismo modo que se ha aplicado a otros tipos de conductas delictivas, con el objetivo de conocer el perfil del hombre maltratador y ayudar en la prevención de esta violencia. Resultados previos de este grupo han mostrado que los maltratadores, si bien tienen un funcionamiento neuropsicológico diferente, no presentan ningún tipo de daño cerebral