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Cuerva y Aranda, junto representantes de la Cámara de Comercio y la UGR. IndeGranada

El máximo representante de los empresarios granadinos, Gerardo Cuerva, ha pedido este martes "el máximo esfuerzo a nuestros gobernantes" para elaborar "la mejor candidatura" de Granada al acelerador de partículas para la energía de fusión. Un mensaje dirigido "a todas a las Administraciones", aunque especialmente a Gobierno central y Junta, las que deben soportar la financiación del proyecto macrocientífico al que aspira Granada como candidata española, a los que pidió el "máximo esfuerzo inversor".

El mensaje se ha trasladado al inicio de un desayuno empresarial en la Cámara de Comercio con la rectora de la UGR, Pilar Aranda. Ambos, Cuerva y Aranda, han comparacido conjuntamente ante los medios para lanzar un mensaje unívoco sobre la gran trascendencia del proyecto macrocientífico y su importancia para el futuro de la provincia.

Tanto Gerardo Cueva -que además de la Cámara preside también la Confederación Granadina de Empresarios- como Aranda creen que en estos momentos, y pese a las diferencias que en semanas anteriores mostraron Gobierno Central y Junta respecto al reparto de la financiación de la candidatura granadina, "no hay fisuras" entre ambas administraciones en el apoyo al proyecto, y han resaltado la "magnífica labor que han hecho las instituciones desde hace dos años" en que se empezó a gestar la candidatura española y la elección de Granada, "que se consensuó hace tiempo", según Cuerva, tras múltiples gestiones de las distintas administraciones y representantes empresariales granadinos, con el liderazgo de la UGR.

No temen al 26J

Tampoco temen Cuerva y Aranda que el apoyo institucional a la candidatura granadina pueda alterarse por el resultado de las Elecciones Generales del 26 de junio. "Es un proyecto que trasciende a lo que pase en las elecciones", dice Cuerva, quien recuerda que la candidatura se ha ido conformando también en un periodo de incertidumbre, con los pasados comicios y un gobierno en funciones en los últiimos meses.

Empresarios y UGR creen que hay tiempo para elaborar el proyecto del acelerador porque los plazos "no están claros". Según explicó Cuerva, en un principio era este pasado abril cuando se tenían que presentar las candidaturas, pero Polonia "pidió un aplazamiento" porque en octubre de 2015 celebró elecciones generales en su país y ahora "se baraja otoño, pero puede ir cambiando", admite Cuerva, por lo que "no tenemos claro cuándo hay que hacer la propuesta definitiva".

Además de Polonia, Cuerva cita a Estados Unidos y Japón como "los principales competidores" de Granada en esta carrera por albergar el acelerador de DONES para la energía de fusión.

El presidente de la Cámara informó de los dos posibles emplazamientos que se barajan para albegar la futura instalación científica si finalmente Granada consiguiera el proyecto. Son la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) del Puerto de Motril y el Parque Metropolitano de Escúzar, una gran zona empresarial impulsada a principios de la pasada década por la propia Cámara pero que no tuvo el desarrollo esperado y que está prácticamente inutilizada.

Impacto de 1.000 millones en el PIB

Sobre la importancia del acelerador para Granada, Cuerva citó algunas cifras de la inversión que supondría: 360 millones de euros hasta 2030 y otros 600 millones para el periodo 2030-2050. Y lo más importante, "más de 1.000 millones de euros de incidencia en el Producto Interior Bruto (PIB) de la provincia" y 12.000 empleos porque es un proyecto "que trasciende a todo el entorno económico y social".

El acelerador representa como ningún otro proyecto, dice Cuerva, "el cambio de modelo productivo que necesita la provincia", el desarrollo de una industria asociada al conocimiento, y "Granada está en esa carrera a nivel mundial". Y para Aranda, la instalación -que probará materiales para la energía de fusión- tendrá repercusión y aplicaciones en otras muchas áreas científicas de las que se puede beneficiar la investigación y la industria.

Tanto el responsable empresarial como la rectora justifican la "discreción" que hasta ahora habían utilizado sus instituciones para hablar del proyecto macrocientífico. "No trabajamos en el escaparate, tenemos que hacerlo con todo el rigor científico", dice Pilar Aranda. "Es como una subasta, no se pueden poner todas las cartas sobre la mesa, por prudencia con el resto de competidores", explica Cuerva.

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