CSIF Educación Granada rechaza "tajantemente" la incorporación presencial a los centros educativos de personal para asumir tareas de tipo administrativo a partir del próximo 11 de mayo ya que determinadas labores, tales como el proceso de matriculación, pueden llevarse a cabo de forma telemática. Esta posibilidad, que implicaría presumiblemente también a los equipos directivos, fue apuntada ayer lunes desde la Consejería de Educación y Deportes en la reunión que los responsables sindicales mantuvieron con el consejero del ramo, Javier Imbroda.

Según ha señalado el responsable de Educación de CSIF Granada, Manuel Pérez, en una nota de prensa, "actualmente no se dan las circunstancias, ni desde el punto de vista sanitario, ni desde el punto de vista de prevención de riesgos, para una vuelta presencial y un servicio de atención a las familias por lo que debemos evitar la afluencia de público en los centros para trámites que sí pueden hacerse por vías telemáticas".

El sindicato ha pedido que "la reapertura de los centros y la actividad educativa presencial no se hagan hasta septiembre" y ha insistido en que "es el momento de preparar el curso próximo y todos los esfuerzos han de conducir a este objetivo, tanto desde un punto de vista pedagógico y curricular, como desde un punto de vista de sanitario y de seguridad, prevención y protección".

Asimismo, CSIF ha exigido como condición previa para el inicio del curso 2020-2021 la desinfección completa de los centros, la dotación de dispensadores de geles hidroalcohólicos y de equipos de protección individual adecuados, así como la realización de test a todo el personal previo a su reincorporación, con el objetivo de evitar la expansión del virus.

Ha reclamado, además, una ratio máxima de 12 alumnos por aula, entradas y salidas escalonadas y por turnos, mascarillas obligatorias para el profesorado y alumnado, así como señalización de itinerarios de desplazamientos dentro de los centros educativos.

CSIF Educación ha recordado la guía técnica elaborada por el sindicato para la incorporación a los centros de trabajo, indicando que exigirá que la vuelta a los puestos presenciales sea gradual y que previamente se reúna a los comités de seguridad y salud laboral para planificar unos protocolos internos que garanticen una reincorporación segura.