El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha iniciado ya los trabajos para estabilizar el talud de la A-7 que se derrumbó en Gualchos-Castell de Ferro. El desprendimiento obligó a cortar por completo la autovía, entre los kilómetros 342 y 354, y establecer un desvío alternativo por la N-340. 

La alcaldesa de Gualchos-Castell de Ferro, Antonia Antequera, ha explicado que las obras de estabilización comenzaron el miércoles quitando de la parte superior el terreno que se encuentra suelto para que no caiga a la autovía .

Para ello a la zona se ha desplazado maquinaria pesada que trabajará realizando desmontes.

Aunque no hay plazo marcado para la reapertura al tráfico rodado, la alcaldesa ha resaltado que se va a intentar hacerlo en el mínimo tiempo posible. El primer objetivo es lograr abrir la calzada en sentido a Málaga, para habilitar un carril en cada sentido. 

Los desprendimientos de la ladera se iniciaron el martes de la semana pasada y ya el jueves provocaron el cierre completo de la autovía.