Científicos de la UGR participan en un proyecto europeo para introducir Internet en "aparatos cotidianos"
Científicos de la Universidad de Granada (UGR), pertenecientes al Laboratorio de Nanoelectrónica de la Facultad de Ciencias y al Centro de Investigación en Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones (CITIC), participarán en un proyecto europeo denominado 'Waytogo Fast', con un presupuesto de 150 millones de euros, cuyo uno de sus objetivos será introducir el 'Internet de las cosas', un concepto que se refiere a la interconexión digital de aparatos electrónicos cotidianos con Internet.
La Comisión Europea acaba de poner en marcha esta iniciativa, de dos años de duración, formada por un consorcio en el que participan las principales industrias semiconductoras europeas y liderado por STMicroelectronics (Francia), la mayor empresa semiconductora europea por volumen de facturación, que implementará la tecnología electrónica que deberá resolver los importantes retos tecnológicos que afrontaremos en el futuro cercano.
Como ha explicado el catedrático de Electrónica de la Universidad de Granada, Francisco Gámiz Pérez, que participa en el proyecto, 'Waytogo Fast' "ya no sólo busca aumentar las prestaciones de los dispositivos en velocidad y capacidad de procesado de la información reduciendo el coste económico, sino que además se perseguirá un uso eficiente de la energía, es decir, reducir drásticamente la potencia que estos dispositivos necesitan para funcionar".
"En los próximos años veremos crecer espectacularmente el número de aparatos de nuestro entorno cotidiano que estarán conectados a Internet y veremos sensores por doquier que obtendrán información de nuestro entorno, la transmitirán a través de la red a los centros de decisión, donde tras procesar la información recibida se actuará de manera oportuna", ha expuesto Gámiz.
Frigoríficos o lavadoras conectadas a la Red: el reto es convertir cualquier objeto electrónico en un plataforma a la que pedirle cosas y la tostadora, el frigorífico o la lavadora ya comienzan a estar preparadas para este nuevo mundo.
Para que esto sea una realidad, la mayoría de estos dispositivos deberán ser alimentados por baterías que se reemplazarán o recargarán "muy de tarde en tarde" o que, incluso, por encontrarse en lugares poco accesibles, ni tan siquiera podrán ser recargadas, obligando a los dispositivos a tomar la energía que necesitan para funcionar de su entorno de forma autónoma", ha señalado el catedrático de la UGR.