Artículo de Opinión

'La UGR y el ninguneo a Miguel Giménez Yanguas'

Cultura - Gabriel Pozo - Viernes, 27 de Enero de 2023
Gabriel Pozo resalta la contribución de Miguel Giménez Yanguas a la recuperación de la Azucarera de San Isidro,y lamenta que no se le haya hecho justicia en la exposición del Hospital Real.
Imagen de una de las maquetas expuestas en la exposición.
UGR
Imagen de una de las maquetas expuestas en la exposición.

Anteanoche estuve en la inauguración de la exposición “Azucarera San Isidro. Una historia con futuro” (Hospital Real, hasta el 9 de abril). Ocupa la parte central del de Crucero Bajo. Tres de los brazos acogen lo que fue principal industria de Granada entre 1881 y 1984; el cuarto es la propuesta urbanística de la zona de un nuevo campus universitario, aún por desarrollar. Merece la pena visitarla.

El 80% de las piezas, la documentación y las ideas tienen su origen, fundamentalmente, en la cabeza, el archivo y la colección del ingeniero Miguel Giménez Yanguas

El 80% de las piezas, la documentación y las ideas tienen su origen, fundamentalmente, en la cabeza, el archivo y la colección del ingeniero Miguel Giménez Yanguas. Porque Miguel Giménez pertenece a una estirpe que tuvo mucho protagonismo en el nacimiento y sostenimiento de la actividad azucarera, alcoholera e industrial de Granada, desde que su abuelo Francisco Giménez Arévalo se hizo arquitecto/empresario en 1870 (trazó la Gran Vía) y constructor de fábricas azucareras. Su padre, Miguel Giménez Lacal, fue ingeniero-director de la Azucarera San Isidro; y su tío Felipe también construyó partes de estos ingenios. 

Si hoy el complejo de las azucareras de San Isidro y San Juan ha pasado a propiedad de la UGR es porque Miguel Giménez Yanguas alertó hace pocos años a su rectora y le planteó la estrategia a seguir. Gracias a Miguel hoy son de propiedad universitaria unos terrenos que a saber qué fondo buitre se habría hecho con ellos. Así se lo reconoció la rectora en su correcto discurso inaugural. También lo hizo el catedrático jubilado Manuel Martín Rodríguez, sin duda el hombre que más sabe de la industria del azúcar de Granada y que tanto esfuerzo ha dedicado a esta exposición.

A partir de aquí, lo ocurrido con la exposición ha sido un cúmulo de despropósitos. En el acto inaugural tomaron la palabra un vicerrector con actitud de pavo real; un arquitecto con pretensiones de acaparar; una alcaldable dando un mitin fuera de contexto; y un alcalde vendiendo fulares. 

El resultado final es que esta exposición, que debería ser un homenaje al hombre que ha restaurado la mayor parte del patrimonio industrial de Granada y es propietario de casi todo lo expuesto, ha vuelto a ser ninguneado por la Universidad a la que tanto dio

A la mañana siguiente, lo esperado: todos los medios locales reproducen textual la nota de prensa que les envió un rato antes el gabinete de comunicación de la UGR. Ni una sola mención a que la idea, el impulso final y el trabajo duro han corrido por cuenta de Miguel Giménez Yanguas, Manuel Martín Rodríguez y Javier Píñar Samos. Al menos a éste sí le mencionan en los créditos (ha sido de los que más ha trabajado). No sé si habrá sido por olvido o a tiro hecho el lamentable olvido de Miguel Giménez Yanguas. El resultado final es que esta exposición, que debería ser un homenaje al hombre que ha restaurado la mayor parte del patrimonio industrial de Granada y es propietario de casi todo lo expuesto, ha vuelto a ser ninguneado por la Universidad a la que tanto dio. Y continúa dando.