Programa pionero para minimizar los daños de los vencejos en la Alhambra y reubicar a la colonia autóctona
Pepe Marín/Patronato Alhambra
Patio de los Leones.
La presencia del vencejo común en espacios emblemáticos de la Alhambra de Granada, como el Patio de los Leones o el de los Arrayanes, llevó a poner en marcha hace unos años un programa pionero en Europa para estudiar el comportamiento de estas aves, minimizar los daños ocasionados por esta especie en las oquedades de los elementos decorativos del monumento y reubicar la colonia autóctona en otros lugares menos delicados.
La responsable de este proyecto, que ahora está dando importantes frutos, es Marina Guerrero, quien ha explicado que la iniciativa surgió en 2012 precisamente para dar solución a un problema que lleva presente en la Alhambra desde comienzos del siglo XX: los nidos de los vencejos en los huecos de las yeserías del monumento.
El 'Estudio del impacto de la colonia de vencejo común, 'Apus apus', en La Alhambra' tiene como principales objetivos por tanto minimizar los daños provocados por los vencejos y otras especies de aves en las yeserías de las arcadas del patio de los Leones y el patio de la Alberca en La Alhambra y evitar afecciones a la reproducción del vencejo común en este área del monumento, proporcionando lugares alternativos para la nidificación.
Para alcanzar estos objetivos, se abrieron tres líneas de investigación: el estudio de la biología del propio vencejo; la conservación del monumento; y la conservación faunística.
Para indagar en la biología del vencejo común, según ha indicado Guerrero, se llevó a cabo un marcaje de las aves el pasado año con geolocalizadores, que han indicado la ruta migratoria que sigue la colonia que habita en la Alhambra y que aclaran sus pautas comportamentales. "No es lo mismo cómo se comporta el vencejo en la Alhambra que, por ejemplo, en la Catedral de Granada", ha señalado la especialista.
Además, del estudio del vencejo se determinó el número de parejas de vencejos en el Patio de los Leones y el de Arrayanes, que en 2012 eran un total de 146, y en 2015, 133, lo que evidenciaría que se está consiguiendo el principal propósito del proyecto, que es desplazar la colonia de estas aves a lugares del monumento menos dañinos.
Para la conservación del monumento, se instalaron unas barreras protectoras en cada uno de los arcos de acceso a las zonas más delicadas del monumento, tras estudiar cuál era la mejor forma de hacerlo sin que supusiera un gran impacto visual o daño a las aves. Así, se optó por unas redes que permiten el traspaso del vencejo, aunque con mayor dificultad. "No podíamos permitir un cambio radical en la colonia de vencejos, porque forman una unidad biológica", ha aclarado Guerrero.
Así, el Patio de los Arrayanes se ha cerrado completamente, y el 70 por ciento de los arcos del Patio de los Leones también está cerrado, con la previsión de que se cierre por completo este año.
En la línea que persigue la conservación faunística, el proyecto ha supuesto la creación de un total de 155 nidos --para una colonia de 150 parejas--, 60 de ellos en la cornisa del Palacio de Carlos V, y el resto en las proximidades de la colonia del Patio de los Arrayanes y de los Leones, con el objetivo de que el vencejo no desaparezca, ya que es "un valor añadido en el monumento", como lo pueden ser sus jardines o bosques.
Así, se han hecho nidales creados debajo de un tejado, un total de 30, y otros 25 a partir de la reducción de oquedades. Estas oquedades eran utilizadas por las palomas, consideradas como uno de los animales más dañinos para el patrimonio, de manera que su uso por parte del vencejo permite lograr dos objetivos. Así, al reducir los agujeros por donde se introducían las aves para que quepa el vencejo, se ha conseguido reducir el número de palomas y desplazar a los vencejos a lugares menos delicados del monumento.
Por ahora, Guerrero reconoce que es "difícil" que el vencejo anide en otros lugares, pero ha apuntado que ya sí han ocupado algunos de los nidales de la cornisa del Carlos V y de los que se han construido en oquedades. Se están consiguiendo los objetivos poco a poco, ya que recuperar la colonia de 150 parejas se pretende "a muy largo plazo".
Para el periodo 2017/2018 continuará la instalación de nuevos nidos, ya que "lo ideal es colocar un 50 por ciento más de las parejas existentes", así que se quiere alcanzar los 225 nidos artificiales instalados.
Según Guerrero, éste es un proyecto "pionero" a nivel europeo, pues no existe precedente de investigación y de nidificación artificial para vencejos en un monumento histórico. Además, implica también una labor divulgativa, y se está trabajando por informar a los turistas de las medidas que se están haciendo, para fomentar así una educación ambiental.