Manuel Titos publica una emotiva biografía del Padre Ferrer en el centenario de su nacimiento
IndeGranada
El autor del libro (izda.) durante el homenaje que le rindieron en El Padul al Padre Ferrer en 2007.
El profesor Manuel Titos Martínez acaba de publicar un libro conmemorativo del primer centenario del Padre Ferrer, quien el pasado día 4 habría cumplido sus 100 años de vida. “Manuel Ferrer S. J. Iglesia, educación montaña (1920-2009)”, editado por Comares, no es sólo una biografía del más ilustre alpinista, dibujante y fotógrafo de Sierra Nevada durante el siglo XX. El libro es, además, un compendio emotivo de las vivencias de este jesuita que fue guía y faro de centenares de jóvenes andaluces en los oscuros años del franquismo. Manuel Ferrer fue un cura que atrajo en torno a su peculiar estilo pastoral a aquellos que no tenían más alternativa que estar en los círculos de Falange (Organización Juveni l Española) o en los grupos de Estanislaos.
Muchos son hoy o se jubilaron de catedráticos, algún rector y bastantes altos cargos políticos. Precisamente algunos de aquellos destacados seguidores del Padre Ferrer han aportado breves colaboraciones en la parte final del libro
Como discípulos, feligreses, amigos, excursionistas fueron muchos los que posteriormente engrosaron los cuadros políticos, de la administración y la enseñanza desde una óptica de centro izquierda política. Muchos son hoy o se jubilaron de catedráticos, algún rector y bastantes altos cargos políticos. Precisamente algunos de aquellos destacados seguidores del Padre Ferrer han aportado breves colaboraciones en la parte final del libro.
El volumen ha sido editado por Comares, con 180 páginas estupendamente maquetadas e ilustradas a todo color. Se han incluido infinidad de fotografías que recoger la vida y obra docente, religiosa y montañera del Padre Ferrer a lo largo de sus 89 años de vida. También los últimos dibujos de la Sierra tan característicos de la plumilla del sacerdote paduleño. Las páginas están escritas desde el corazón de un hombre que tuvo la suerte de conocer y convivir con Manuel Ferrer durante el último cuarto de su vida. Y, en cierto modo, ser depositario de su afición, su amor y sus conocimientos del macizo Penibético. Hoy Manuel Titos es una de las personas que más sabe y más ha publicado de Sierra Nevada.
Portada del libro, ilustrada con uno de los últimos dibujos que hizo de la cuenca del Genil.
En los primeros cinco capítulos, el libro repasa con detalle la juventud y formación de Manuel Ferrer, desde que vio la luz en Padul en 1920, pasando por sus estudios en seminarios, colegios y llegar a encargarse de las Congregaciones Marianas en las provincias de Málaga (1954), Almería (1955-7) y Granada (1957-73). No se pasa por alto las distintas etapas de la transición política y el compromiso de los marianistas.
Hasta que en 1971 empieza a plasmarse en papel el intenso trabajo que Manuel Ferrer llevaba haciendo con los jóvenes en sus centenares de excursiones a Sierra Nevada; fue el momento en que vio la luz el primero de sus muchos libros redactados sobre el macizo, repleto de magníficas fotografías hechas por él mismo, sus dibujos a plumilla y sus textos
Hasta que en 1971 empieza a plasmarse en papel el intenso trabajo que Manuel Ferrer llevaba haciendo con los jóvenes en sus centenares de excursiones a Sierra Nevada; fue el momento en que vio la luz el primero de sus muchos libros redactados sobre el macizo, repleto de magníficas fotografías hechas por él mismo, sus dibujos a plumilla y sus textos. Sería el primer gran libro de los varios que le siguieron hasta su muerte. Protagonizó ediciones durante prácticamente cuarenta años.
La etapa final de su vida la consumió como párroco en varios pueblos de las provincias de Granada y Almería. Fue un tiempo en el que volvió a mirar por su pueblo, y a los de las laderas de Sierra Nevada, y recopiló libros de apeos y publicaciones de tipo local.
Además de incorporar una relación de las publicaciones firmadas por el Padre Ferrer y las que tratan sobre él, han aportado sus recuerdos e impresiones su siguiente círculo de amigos: Antonio Castillo Martín, Enrique A. Ceres Ruiz, Aurelio del Castillo Amaro, Jesús Ángel Fernández Carrasco, Abelardo Fernández Gutiérrez, Rafael Flores Martínez, Mariano Gutiérrez Terrón, José Gregorio Hervás Sánchez, Francisco Mora Teruel, Fernando Moreu Mesa, Julio G. Perea Calas y José Alberto Tinaut Ranera.
