La Jvnta: “En directo somos una banda bastante jazzística, de vivir el momento”
─Este año habéis lanzado dos EPs, Sendas Cambembas y Viernes de Bachata, que luego han salido juntos en casete en el sello granadino Grabaciones Bonicas. ¿Son dos caras de una misma moneda?
─Mugre: Antes que nada, hay que agradecer a Grabaciones Bonicas, que son los que nos han impulsado a editar este primer trabajo en serio. Porque el primer EP, Tres Carmelitas, lo grabé y lo mezclé yo: eso no... eso es una maqueta. Muchas gracias por creer en nosotros, vamos a seguir sacando cosas. Pero la historia de los dos EPs que te la explique mejor Miguel que es el padre de la idea.
"Se me ocurrió: divide y vencerás. Vamos a sacar un primer EP, que la peña nos vaya conociendo, y como ya están hechos los temas y no tenemos la presión de tener que grabar otra tanda, sacamos el segundo más tarde y así nos tiramos más tiempo haciendo promo y damos más oportunidad de que nos conozcan por el mismo trabajo"
─Miguel: Yo estoy metido en la industria musical como productor, y me gusta el tema. Nos metimos a grabar los diez temas en una semana, allí en Granada, y la sensación que teníamos todos era que habíamos hecho algo bastante guay. Entonces a mí se me mezcló el sentimiento de: “no quiero tirar un disco que me parece bastante potente a la basura”. Porque es la sensación que me da hoy en día: que, a no ser que tengas un nombre, que seas Nick Cave y todo el mundo te compre el disco, sacar un disco de diez temas es como tirarlo a la basura. Entonces en vez de sacar singles sueltos, que es lo que se suele hacer, se me ocurrió: divide y vencerás. Vamos a sacar un primer EP, que la peña nos vaya conociendo, y como ya están hechos los temas y no tenemos la presión de tener que grabar otra tanda, sacamos el segundo más tarde y así nos tiramos más tiempo haciendo promo y damos más oportunidad de que nos conozcan por el mismo trabajo. Así que esa misma noche, cuando terminamos de grabar todo, decidimos hacer dos grupos de canciones y listo.
─¿Y cómo decidisteis agrupar las canciones? Para mí es como que Viernes de Bachata tiene más punch, inmediatamente te mete, mientras que Sendas Cambembas es más oscurillo.
─Miguel: Está hecho con esa intención, sí. Al escoger los temas, pero también al tratarlos de una forma o de otra. Yo creo que suenan distintos los temas. Al final, cada vez que te pones a mezclar o a producir se tiene un sentimiento distinto, y además en dos meses has aprendido o escuchado cosas distintas que te influencian.
"Es un equilibrio entre el romanticismo de con lo que nos hemos criado, que somos unos flipados de los setenta, y la realidad, que es que hay que ser pragmáticos"
─Mugre: Y si te fijas en las portadas, también: el primero tiene colores más suavitos, el segundo es como más ácido. Pero, aunque es verdad que es un suicidio sacar un disco de diez temas, en el grupo concebimos hacer música siempre con un contexto, un trasfondo, un poco de storytelling, ¡algo! Entonces claro, ir sacando singles sueltos a mí no me parece atractivo: por lo menos déjame tener un EP, aunque sean tres canciones. Que pueda decirte: mira, te vengo a contar una historia con su acto primero, acto segundo, acto tercero. Y si te quedas con ganas de más, ¡lo mismo dentro de tres meses sale algo! Es un equilibrio entre el romanticismo de con lo que nos hemos criado, que somos unos flipados de los setenta, y la realidad, que es que hay que ser pragmáticos. No podemos estar sacando discos porque nos vamos a arruinar: nadie se va a acordar de aquí a unos meses, y si necesitas dos años para el siguiente... eso lo puedes hacer si tienes un aparato detrás: una promotora, un sello, un apoyo en ese sentido. Si no, tienes que estar constantemente llamando la atención de la gente: “quillo, tema nuevo. Mira, un videoclip de un tema que hice hace dos meses. Mira, otro tema. Y ahora vamos a sacar esto, y luego lo otro”. Como un gato, dando por culo todo el rato.
─Miguel: Es estar peleándote constantemente. Vamos, a mí también me gusta, y más allá de mi gusto personal creo que es importante, que cuando sacas cualquier cosa artística tenga más elementos artísticos a su alrededor. Sacas un single y sí, haces una portada bonita, pero lo lanzas y ya está. Así que no creo que sea romanticismo de los setenta darle importancia a poner ese single en un contexto artístico. Yo creo que es algo natural en el arte.
─Habladnos sobre el concierto del sábado 11. ¿Qué podemos esperar como público?
"En nuestros conciertos hasta ahora hemos visto que si te gustamos, te gustamos de verdad. En algunos hemos tocado catorce temas y al acabar la gente seguía pidiendo más. Eso a mí me devuelve la fe en la música y en el público"
─Mugre: Podéis esperar volver con las bragas del revés [risas]. Vamos, es que no podemos ir mejor acompañados. Yo creo que da igual el orden, no sé quién va a tocar antes y quién después, pero ya hemos tocado una vez antes con SecoSecoSeco y son el dúo más punki y macarra que he visto en los últimos años. En el sentido de subvertir tus expectativas y dejarte con el culo torcido. Luego en otros aspectos no tienen tanto que ver con nosotros, pero en cierto sentido somos dos versiones del mismo rollo con los ritmos latinos: ellos tienen esa vena como robótica latina, más mecánica, mientras que nosotros somos más cálidos y orgánicos, más tierra. Y bueno, en nuestros conciertos hasta ahora hemos visto que si te gustamos, te gustamos de verdad. En algunos hemos tocado catorce temas y al acabar la gente seguía pidiendo más. Eso a mí me devuelve la fe en la música y en el público.
─Y más en general, ¿cómo os planteáis los directos?
"Uno de los sintes que tiene Miguel es analógico, y es un misterio qué pasará en el siguiente tema, lo mismo está desafinado, o tiene que buscar el sonido correcto con su linternita, porque hay que cambiar a mano los ajustes entre tema y tema. Entonces cada bolo suena radicalmente distinto"
─Mugre: Yo creo que en ese aspecto también tenemos una forma de pensarlo antigua. No es que sea un revival, porque no vamos disfrazados, ni pretendemos que suene como la idea que tenemos, idealizada, de un concierto de los ochenta. Como si saliera un grupo sucedáneo de Mecano en Cuéntame: lo pondrían súper idealizado. Pero no: escúchate una grabación de los ochenta y verás toda la producción del single que falta en el directo, porque era mucho más espartano todo. No había tantos secuenciadores, no había acceso a eso. Los sintetizadores son otro elemento que mantiene vivo eso: uno de los sintes que tiene Miguel es analógico, y es un misterio qué pasará en el siguiente tema, lo mismo está desafinado, o tiene que buscar el sonido correcto con su linternita, porque hay que cambiar a mano los ajustes entre tema y tema. Entonces cada bolo suena radicalmente distinto. Eso a mí me gusta, para mí ese es el rollo de The Police: yo soy muy friki y me he empapado de los bootlegs de conciertos de esa época. Te escuchas cuarenta directos y son cuarenta distintos, nunca lo tocaban igual, cambiaban muchas cosas según les diera. Y los conciertos eran mucho más largos, eso es otra cosa que se está perdiendo: hasta los teloneros tocaban hora y media. Pero bueno, eso: improvisamos mucho. Es una estética muy jazzera también, como si tocáramos estándares.
"Sí, lo de basarme en sonidos analógicos lo hice meditadamente. Primero por estética, por diseño de sonido, pero segundo porque tiene ese punto de improvisación"
─Miguel: Sí, lo de basarme en sonidos analógicos lo hice meditadamente. Primero por estética, por diseño de sonido, pero segundo porque tiene ese punto de improvisación. Lo normal en un sintetizador digital es que le des a un botón, con el preset, y ya te viene el sonido que quieres. Pero en este caso te tienes que buscar el sonido en directo, y me gusta mucho eso, que no siempre suene igual y tener ese reto. Y si lo quieres modificar un poco en el momento, o afinar o desafinar más, o jugar u oscilar según como vaya el directo y en qué onda estemos todos, lo haces. Da una libertad increíble. Si tuviera el sonido preconfigurado, que le das al botón y siempre te suena igual, pero nosotros, resulta que estamos súper arriba y el sonido ese solo está como rellenando... le puedes toquetear un poquillo, pero no puedes adaptarte a tus compañeros. A mí eso me flipa.
─Mugre: Es el factor caos dentro de toda la magia del directo.
"El ritmo es el que es, las notas son las que son, la armonía es la que es, pero según cómo estemos ese día a lo mejor César tira más de nosotros, o se echa más para atrás con nosotros, o a lo mejor yo empiezo un tema a un tempo y luego lo vamos bajando, luego subiendo..."
─Miguel: Exacto.
─Mugre: Por un lado, está el rollo de que nuestras canciones no son un edificio de cemento, sino que están móviles, hay tablillas de madera que se pueden mover, se contraen, bailan... O sea, el ritmo es el que es, las notas son las que son, la armonía es la que es, pero según cómo estemos ese día a lo mejor César tira más de nosotros, o se echa más para atrás con nosotros, o a lo mejor yo empiezo un tema a un tempo y luego lo vamos bajando, luego subiendo...
─Miguel: Total. En ese sentido la banda es bastante jazzística, de vivir el momento.
─Mugre: No es una cosa autista de cada uno tocando su parte, que escuchamos a los demás y sabemos que vamos al mismo ritmo, no: son unas coordenadas aproximadas, y luego vamos fluyendo. Hay más de un tema en el que, hasta que no hemos llegado al primer concierto, no nos hemos dado cuenta de que yo tenía el “uno” de la canción en un sitio distinto al resto del grupo. Ahora que me he dado cuenta, a veces estoy tocando y me pongo en su “uno” y luego vuelvo al mío, y es como cuando te da un mareo y te da vueltas la cabeza un momento y ya se te vuelve a poner en su sitio.
"Nosotros cuando ensayamos, ensayamos las partes que son, las intenciones, las dinámicas... o sea, hacemos bocetos, pero el directo tira mucho de sensaciones y de estados. Y eso a mí, volviendo a la pregunta de cómo afrontamos los directos, me hace sentir muy arropado"
─Miguel: Nosotros cuando ensayamos, ensayamos las partes que son, las intenciones, las dinámicas... o sea, hacemos bocetos, pero el directo tira mucho de sensaciones y de estados. Y eso a mí, volviendo a la pregunta de cómo afrontamos los directos, me hace sentir muy arropado. Toda esta gente son unos máquinas y yo soy un patata. Y no lo digo por falsa modestia: yo a lo mejor de sonido y tal, guay, pero a la hora de tocar tengo mis limitaciones. Entonces sé que esta gente va a tirar, me siento arropado. Yo no entiendo de fútbol, pero es como ser un patata y jugar con el Madrid o con el Barça.
─Mugre: ¡O con el Cádiz! [risas]
─Miguel: O sea, yo doy dos toques al balón, pero sé que va a venir el otro a recoger la mierda que he hecho [risas]. Así es como afronto yo un directo, totalmente. Y con la actitud de pasármelo bien, sobre todo, porque sé que puedo hacer cualquier gilipollez que van a responder y a tirar palante. Es así.
"A nuestro grupo yo no lo veo como un grupo de máquinas, sino de gente haciendo muchas cosas a la vez que mires por dónde mires, dices: “la letra es complicadilla; lo que está tocando con el contrabajo no parece muy complicado, pero tócalo tú a ver, y encima canta"
─Mugre: Yo estoy en el mismo plan. Yo toco el contrabajo y canto, es muy fácil desafinar en cualquiera de las dos cosas, o las dos a la vez. Estudio mucho, para poder llevar al día los temas, pero yo miro atrás y veo a Nacho y a César, y digo vale, esta gente son unos máquinas de verdad. Como bajista yo no me veo un máquina. Yo creo que un máquina es Nelo Escortell, el de los Derby. Los Estanques son unos máquinas. A nuestro grupo yo no lo veo como un grupo de máquinas, sino de gente haciendo muchas cosas a la vez que mires por dónde mires, dices: “la letra es complicadilla; lo que está tocando con el contrabajo no parece muy complicado, pero tócalo tú a ver, y encima canta; el de los sintes está cambiando los presets sobre la marcha; el batería ¿cuántos ritmos lleva al mismo tiempo?; y el guitarrista, ¿esos acordes? Pero, ¿esto...?”. Como que te abruma, como síndrome de Stendhal: ¿cuántas cosas están pasando aquí ahora mismo? Escuchas diez segundos y ya puedes hacer un comentario de texto en Filosofía, en Bellas Artes, en el Conservatorio de Música y casi que en Arquitectura. Somos como un Avecrem de influencias y referencias [risas].
─Y de cara al futuro, ¿qué proyectos tenéis por delante? ¿Estáis trabajando en algo?
"Ahora mismo estamos en mitad de lo que hemos llamado la Ofensiva de Otoño, porque de repente nos han salido unos cuantos bolos, después de mucho tiempo sin tocar. Porque mira que es difícil encontrar conciertos: ser artista musical independiente hoy en día supone una vulnerabilidad enorme"
─Mugre: Ahora mismo estamos en mitad de lo que hemos llamado la Ofensiva de Otoño, porque de repente nos han salido unos cuantos bolos, después de mucho tiempo sin tocar. Porque mira que es difícil encontrar conciertos: ser artista musical independiente hoy en día supone una vulnerabilidad enorme. Pero bueno: después del concierto del Lemon del día 11 con SecoSecoSeco, el 25 de noviembre tocaremos en el Monkey Week en Sevilla. Mientras tanto, pues hay un montón de material nuevo desde el año pasado. Somos muy culo inquieto y siempre hay un montón de cosas que están medio cocinándose a fuego lento. Pero ahora es el momento de que todo lo que saquemos va a ser hecho entre los cuatro. El año pasado, Miguel lo último que hizo fueron los sintetizadores. Normalmente un miembro de un grupo siempre está pendiente de “lo mío, lo mío”, pero Miguel se puso la gorra de productor, priorizó otras cosas, y metió sus sintes al final, en temas que pensábamos que estaban acabados. Y de pronto, si le quitábamos eso, el tema no existía. Es una visión muy madura, lo contrario de la visión de guitarrista, de “dónde meto yo lo mío”.
"Los temas que estamos haciendo ahora, ya se van intuyendo los sonidos de sintes, e incluso el sonido de la canción, ya se va trabajando todo a la vez"
─Miguel: También es que, menos “De camino al trabajo”, los temas de esos dos EPs ya estaban hechos. Entonces mi labor ahí era, como productor, buscarle el sonido a cada canción, ligado a buscarle el sonido con los sintes. Era rellenar o reestructurar la cosa, por así decirlo, para que tuvieran cabida los sintes. Los temas que estamos haciendo ahora, ya se van intuyendo los sonidos de sintes, e incluso el sonido de la canción, ya se va trabajando todo a la vez.
─Mugre: Claro, esos dos EPs fueron lo primero que grabamos los cuatro y, aunque tengamos gustos similares, aún estábamos conociéndonos: viendo cómo se reacciona a los errores, qué tan abierta tiene la mente cada uno... Como que alguien meta la pata y que los demás digan: “eso está guay, vamos con esa metedura de pata”. Ahora es, desde el principio, ideas muy sencillas que nos las enseñamos en la sala de ensayo (cuando tenemos el lujo de ensayar) y nos ponemos entre todos a darles vueltas. Como las estrategias oblicuas de Brian Eno: “¿y si le damos la vuelta y le cambiamos el ritmo? Vamos a probarlo. Mira, funciona: pues se queda así el tema”. Y ahora sí están hechos de una manera más democrática.
"Como las estrategias oblicuas de Brian Eno: “¿y si le damos la vuelta y le cambiamos el ritmo? Vamos a probarlo. Mira, funciona: pues se queda así el tema”. Y ahora sí están hechos de una manera más democrática"
─Miguel: Hay bastantes cosillas ahí, bastantes temas e ideas con las que meternos en el estudio y empezar a cocinar. Y hay una cosa como planteamiento de futuro, con respecto a los dos EPs anteriores, o el álbum: aquello se grabó en una semana y después se fue produciendo aparte. Esta vez, con la particularidad de estar los cuatro a la vez, nuestra intención es ir cocinando poco a poco: ir grabando temas y dedicarle mucho más tiempo a ir pensando y grabando cada tema. Sentarnos mucho más, no una semana y vámonos, sino más a la antigua. Ahí sí que estoy de acuerdo que es más romanticismo de los setenta. Eso queremos, grabarlo un poco con esa intención. Hacer varias tandas: a lo mejor echar una semana, luego al mes siguiente otros tres días... e ir grabando así, cocinarlo mucho para poder madurarlo.