En una charla cercana, reveladora y muy íntima, José Montiel se desnuda con quien suscribe estas líneas. Visiblemente emocionado, Montiel abre las puertas a su universo personal y artístico, compartiendo las propias luchas que ha librado estos últimos años y cómo esta obra lo ayudó a sanar. Mientras nos preparamos para su inminente estreno granadino, Montiel nos ofrece un recorrido íntimo por su proceso creativo y emocional.

El personaje ha estado con él durante más de una década, y aunque en un principio no estaba listo para llevarlo a escena, finalmente llegó el momento de encarnar(se) en este hombre tan peculiar

Cuando José Montiel habla de Caralampio, lo hace, si acaso, con una mezcla de cariño y distancia. El personaje ha estado con él durante más de una década, y aunque en un principio no estaba listo para llevarlo a escena, finalmente llegó el momento de encarnar(se) en este hombre tan peculiar. "Llevé esta obra en mi mochila durante 12 años. Me decía a mí mismo que me la iba a estudiar en vacaciones, pero nunca lo hice, porque yo era ese personaje", confiesa Montiel. Es, si acaso, este vínculo tan estrecho con la obra lo que la hace tan especial.

La historia de Caralampio está construida a partir de tres textos que Montiel encontró en diferentes momentos de su vida: un poema de Pablo Neruda (El incompetente), un texto de Miguel Gómez (Caralampio), y otro texto de Ignacio del Moral. A partir de estas piezas literarias, Montiel concibió una narrativa única que refleja la soledad, el rechazo y la lucha por encontrar un lugar en el mundo. "Jugué con esos tres textos y construí una obra de teatro. Eliminé partes que no me servían y adapté lo que mejor se ajustaba a lo que quería contar", explica.

"Hasta que no dejé de ser ese personaje, no pude subirlo al escenario"

Lo que hace que esta obra sea especialmente conmovedora es cómo Montiel ha integrado sus propias experiencias de vida en el personaje de Caralampio. El actor revela que ha pasado por momentos oscuros, incluyendo una profunda depresión que le hizo replantearse muchas cosas. "Yo he pasado por una depresión muy fuerte, en la que tuve impulsos suicidas. Me di cuenta de que no quería morir, lo que quería era dejar de sufrir", comenta, con rotunda sinceridad y los ojos empañados en lágrimas.

Este reciente proceso de superación personal ha sido esencial para que Montiel desembarque ahora en los escenarios granadinos con “El (no) tan fantástico mundo de Caralampio. "Hasta que no dejé de ser ese personaje al 100% o 80%, no lo pude subir a los escenarios. Necesitaba distancia emocional para contar esta historia", asegura. El teatro, en este caso, ha sido para él no solo una herramienta artística, sino también una forma de sanación.

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A quien suscribe estas líneas, de José Montiel le sorprenden siempre muchas cosas En esta ocasión, su humanidad y su profunda vocación de ayudar. Montiel sube a los escenarios con el libreto de Caralimpio y con los pacientes oncológicos y  un niño con diagnosticado de una enfermedad rara, en el corazón. De todo lo recaudado, el actor granadino donará el 44% a causas benéficas. La fundación UAPO y una familia maracenera recibirán la generosidad de un Montiel más cercano y sereno que nunca.  "Lo que más me emociona no es lo que yo gane, sino poder subirme de nuevo al escenario después de casi tres años y ayudar a los demás", dice con emoción. 

El 44% de lo recaudado en el teatro Isidoro Olgoso se destinará a la Fundación UAPO, mientras que el 12 de octubre, en la función de Maracena, los fondos irán a una familia que necesita recaudar una ingente cantidad económica para un tratamiento experimental en Estados Unidos para su hijo con una enfermedad rara

La obra se presentará el 5 de octubre en el Teatro Isidoro Olgoso del Zaidín, el 12 de octubre y en el Espacio Escénico de Maracena , el próximo 12 de octubre. Más tarde, con su “(no tan) fantástico mundo”, Montiel representará su obra en Montilla, Córdoba. El 44% de lo recaudado en el teatro Isidoro Olgoso se destinará a la Fundación UAPO, mientras que el 12 de octubre, en la función de Maracena, los fondos irán a una familia que necesita recaudar una ingente cantidad económica para un tratamiento experimental en Estados Unidos para su hijo con una enfermedad rara. "Es una situación desgarradora", comenta Montiel. "Nos gastamos mucho dinero en tonterías, pero luego una familia tiene que ver cómo su hijo no recibe un tratamiento específico y esperanzador porque no tienen los recursos”.

Este compromiso social no es nuevo en su vida, pero en este momento cobra una especial relevancia. "Durante unos años, estuve sin ingresos, y gente e instituciones me ayudaron. Ahora que puedo, quiero devolver a la vida lo que la vida me ha dado", explica.

Así es José Montiel, un artista que, más allá de las tablas, busca tocar las vidas de los demás, tanto desde la emoción como desde generosidad.

Caralimpio, un personaje complejo

Montiel describe a Caralampio como un hombre que, tras haber sido rechazado y burlado por el mundo, ha creado una especie de burbuja para protegerse. "El personaje hace muchas cosas para huir de la soledad, y aunque lo cuento de manera cómica, al final lo que le pasa es que está solo", explica Montiel. La obra, en su esencia, nos recuerda que todos hemos sentido ese aislamiento en algún momento, y que muchas veces intentamos escapar de ello de formas que no siempre nos llevan a un verdadero alivio.

"Es un personaje que refleja una soledad profunda, pero que lo hace de una manera que el público puede empatizar y hasta sonreír", añade. Montiel también menciona que el personaje tiene ciertos rasgos que podrían sugerir un trastorno del espectro autista, aunque esto no se menciona explícitamente en la obra. "Es alguien que necesita que todo esté en su lugar, que busca controlar lo que le rodea porque su mundo interno es caótico".

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El próximo paso para Montiel, después de esta etapa con Caralampio, será la creación de una nueva obra que fusionará teatro, humor y crecimiento personal. Titulada inicialmente El viaje de tu vida, Montiel explora cómo las creencias que adquirimos en nuestra infancia moldean nuestras vidas adultas. "Quiero contar cómo nos dejamos influir por lo que nos cuentan nuestros padres y la sociedad, y cómo es nuestra responsabilidad deshacernos de esas creencias en la adultez", dice con pasión. "Creo en un teatro que cuente algo, no en un teatro vacío".