Granada aún no hace justicia al Centro Lorca
Los fondos que componen el valioso legado de Federico García Lorca acaban de cumplir su tercer aniversario en Granada. Y aunque en estos tres años el centro construido para atesorarlo ha albergado exposiciones de interés y actividades culturales en torno a la figura del poeta, el Centro Lorca no despega.
Parece tocado por ese mal que aqueja a los principales proyectos de Granada, que retrasa su conclusión, demorándola y eternizando la resolución de problemas y obstáculos que impiden su definitivo impulso.
En esas sigue un proyecto cultural que debería ser emblema de la ciudad y de sus aspiraciones, si es que se mantienen, a la capitalidad cultural europea de 2031, con planes aún sin definir. Un espacio llamado a tener proyección internacional que ni siquiera cuenta ahora con una persona al frente de la dirección, tras el fugaz paso de Sara Navarro por esa gerencia.
Llegada del grueso del legado, en julio de 2018, a Granada. j.m.Grimaldi/junta
No ha sido fácil lograr que los fondos estén en Granada. Por la envergadura del proyecto; por la necesidad de poner en orden las cuentas, para que no hubiera dudas del uso de los 20 millones de euros que se destinaron a levantar el moderno edificio que se ha integrado a la perfección en el corazón de la ciudad; por los problemas que en este tiempo atravesó la Fundación García Lorca, propietaria del legado; y por los desencuentros entre instituciones y la familia García Lorca a lo largo del proceso, que llegaron al punto más delicado con el PP al frente de la Alcaldía de Granada y Juan García Montero como concejal de Cultura.
El legado de Lorca está declarado Bien de Interés Cultural en Andalucía
Para superarlo se firmó un convenio en diciembre de 2017 que puso fin a lo que nunca se debió producir, la apertura de un edificio vacío de contenido, sin los fondos que le dan sentido. Llegaron y se certificó que se quedarán para siempre en Granada, ahora ya inscritos como Bien de Interés Cultural de Andalucía. Tan complicado ha sido el camino, que en este tiempo incluso la Comunidad de Madrid -cuando los fondos estaban en la Residencia de Estudiantes, amagó con la declaración BIC como medida de presión para la familia-. Igualmente se aceptó que La Caixa, que ayudó a la Fundación Lorca a superar los problemas económicos que provocó su exsecretario -condenado por estafa-, ponga su nombre aparejado al proyecto, como ocurre con otros emblemáticos centros culturales repartidos por el país.
El hispanista Cristopher Maurer, con la consejera de Cultura y el entonces ministro, José Guirao. Á.cámara/EP archivo
Precisamente ese acuerdo puso plazo a la constitución de la fundación pública con la que debe despegar el Centro Lorca: tres años. Esos trámites no se han completado. No demuestra la Junta de Andalucía mucho entusiasmo con el proyecto, y es vital la implicación de todas las administraciones, junto a la familia, para conseguirlo.
La constitución de esa fundación es clave para que el Centro Lorca pueda contar con personal y presupuesto propios. Porque a estas alturas, ni siquiera tiene una relación de puestos de trabajo. Ha funcionado con el personal de las instituciones que forman parte del consorcio. Tampoco tiene cubierta, como se ha señalado, la dirección-gerencia. Sara Navarro, que fue designada en abril de 2019 para abrir una nueva etapa, no ha cuajado al frente del centro. Desde las administraciones se esfuerzan en señalar ahora que era un nombramiento temporal hasta que se completara la transición desde el consorcio integrado por las instituciones que ahora lo gestiona a la fundación.
La creación del Centro Federico García Lorca para albergar el legado del poeta es, en buena medida, un empeño personal de Laura García Lorca. Un edificio "hecho a la medida de un proyecto", como ella misma explica. "Es el que pedía la figura de Lorca", resume para añadir que, sin embargo, tiene la sensación de que "aún no hay conciencia de la suerte tan grande de tenerlo en la ciudad de Granada".
Así lo señala en una conversación con El Independiente de Granada en la que pone el énfasis en que el valor del legado "no hace más que crecer" porque todavía propicia investigaciones y puestas en escena.
No puede ser, por tanto, "un centro al uso", debe contar con una "programación de excelencia de orden internacional" y ofrecer "un laboratorio de nuevas propuestas y voces jóvenes para la creación y la investigación".
"Ese paso nos falta", agrega con cierta desazón porque, tres años después de que los fondos estén custodiados en Granada, ahora ya protegidos como Bien de Interés Cultural, no termina de despegar. Porque, como afirma, el centro está "en transición", en "un periodo intermedio". Sigue a la espera, esta vez de que se termine de configurar la fundación pública que se encargará de gestionarlo, tomando el relevo al consorcio integrado por las instituciones que lo han promovido -Junta, Gobierno de España, Ayuntamiento de Granada y Diputación-. Será entonces cuando se le pueda dotar de personal y presupuesto para afrontar la gran programación y actividades soñadas. Son trámites complejos que se han topado, además, con la pandemia, que lo ha frenado todo.
Hasta ahora, resalta Laura García Lorca, "con muy pocos medios" se ha logrado "una programación de altura y calidad".
El proyecto, insiste, "tiene que salir bien", aunque considere que "no se ha estado a la altura". "Se dan todas las condiciones", resalta para recordar "el esfuerzo" de la UE y de las instituciones para la construcción del edificio, "el que pedía la figura de Lorca, a la altura del archivo". Tener esos fondos "es un verdadero tesoro, un regalo para cualquier institución y cualquier persona que esté al frente".
No se atreve sin embargo a poner fecha a la conclusión de trámites. Aunque asegura que "sería ideal que fuese este año".
Sobre cuál será su papel en esa fundación afirma: "Mi deber es dejar ese centro en buenas manos, a pleno rendimiento, y con un equipo capaz de hacer una programación excelente. Con eso me quedo tranquila. Mi empeño personal es grande y mi responsabilidad es que eso quede bien".
El Centro Lorca alberga desde el pasado junio la exposición La amistad creadora. Benjamín Palencia y Federico García Lorca, comisariada por Enrique Andrés Ruiz y Guillermo de Osma y producida por el Consorcio con la colaboración de CaixaBank. Se podrá visitar desde el 23 de junio hasta el próximo 17 de octubre de 2021.
Se suma a otras exposiciones que han tratado de llenar de actividad el centro, como Jardín deshecho, comisariada por el hispanista Cristopher Maurer y profundizó en la relación del poeta con el amor como motor de su trayectoria personal y de su obra. O la que conmemoró el centenario de El maleficio de la mariposa, comisariada por Emilio Peral Vega.
En este tiempo ha acogido conciertos, como los del Festival de la Guitarra, o artistas como Rosalía, antes de que deslumbrara internacionalmente, lo que aún espera el Centro Lorca.
> Fotos de Laura García Lorca accediendo al Centro Lorca con fondos del legado y de la exposición 'Desde el Centro. Federico García Lorca y Granada': J.M.Grimaldi/Junta