'Fran es mucho Fran'
La semana de ‘Abril para vivir’, tan demorada esta vez que ya es en Mayo, en la edición actual ha tenido muchos recuerdos hacia los autores desaparecidos recientemente; ha habido noches para sonreír acordándose de Javier Krahe, también del polifacético Aute (exposición incluida), como de Fran Reca, a quien dedicó una canción en su concierto Fran Fernández. Obviamente a los que serán, en su concurso –del que ya han salido Rozalén y Antílopez-, y a los que son, por derecho, como Fran. Un ‘cancionpata’ intercontinental que traía por aquí su ‘Electrocanciograma’ cuando ya tiene nuevos temas preparados, que lo suyo es un no parar. Tanto que se va todo el verano a las Américas como buen ‘gallego-granadino’ de exportación. Y en su caso con la tensión muy alta.
Fernández es una fuerza de la naturaleza, que canta como si le fuera en ello la vida, siempre intenso, aunque también es muy disfrutable por contraste cuando levanta el pie del acelerador
Fernández es una fuerza de la naturaleza, que canta como si le fuera en ello la vida, siempre intenso, aunque también es muy disfrutable por contraste cuando levanta el pie del acelerador. En el concierto del teatro Isabel, la segunda vez que ocupa ese agradecido espacio (la anterior la grabó y publicó en disco) se pudo escuchar toda su gama de recursos. Fuese acompañado por la pareja formada por la violinista checa Jitka Keltiec y el teclista Lorenzo Vilches, como invitando a viejos ‘colegas de autor’ como Cesar Maldonado o el percusionista Nano Díaz (ahora con el pujante El Jose). En combinaciones de varios en varios y solo ante la cuarta pared, el hábitat natural y cercano del cantautor, estableció un hilo comunicativo cálido y confidente con su gente, eso sí, sacando el máximo partido a la tecnología, grabando bucles de sonido y autoacompañándose con sus propios loops, un ‘efecto especial’ en el que fue pionero y le saca un partido espectacular. Toda una gama de posibilidades interpretativas que hacen de este artista un auténtico animal escénico, sea en distancias cortas o menos cercanas, consiguiendo que su concierto se pasara volando. Y es que Fran, es mucho Fran.