Discos, cartas y un manuscrito de 'Vuelvo a Granada' integran el legado que Miguel Ríos dona a la Caja de las Letras
El acto, que se ha celebrado en el Teatro Isabel La Católica de Granada y ha culminado con un concierto gratuito del artista, ha puesto el broche final a la Reunión Anual de Directores del Instituto Cervantes que se ha celebrado en esta ciudad y que fue inaugurado el pasado lunes por Su Majestad la Reina Doña Letizia en el Hospital Real, sede del Rectorado de la Universidad.
Esta misma correspondencia le serviría luego para escribir sus memorias, según ha narrado durante la entrega de su legado, que reposará en la caja número 1274 y que también está integrado por un manuscrito actual de la afamada canción 'Vuelvo a Granada', cuyos derechos cedió en su día al Ayuntamiento por entender que "no le pertenecía" pues representaba a mucha gente y no solo de Granada, sino a quienes "tenían que irse de su casa y deseaban volver"
Miguel Ríos ha entregado su legado al director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, quien a su vuelta a Madrid lo depositará en la cámara acorazada de la sede central de la institución. Se trata, por una parte, de una serie de cartas, la primera de ellas fechada el 28 de noviembre de 1961, en las que Miguel Ríos narra "de su puño y letra" a un familiar -un cuñado al que sintió como un "referente" tras fallecer su padre cuando tenía 15 años- sus vicisitudes en los inicios de su carrera musical y "todas las cosas que tuvo que hacer para poder sobrevivir en el oficio más bonito del mundo pero de los más duros".
Esta misma correspondencia le serviría luego para escribir sus memorias, según ha narrado durante la entrega de su legado, que reposará en la caja número 1274 y que también está integrado por un manuscrito actual de la afamada canción 'Vuelvo a Granada', cuyos derechos cedió en su día al Ayuntamiento por entender que "no le pertenecía" pues representaba a mucha gente y no solo de Granada, sino a quienes "tenían que irse de su casa y deseaban volver".
Con todo su "cariño y agradecimiento" Miguel Ríos ha completado su legado con su primer y último disco, que también permanecerán en esta cápsula del tiempo hasta que decida abrirse de nuevo, habiendo recibido a cambio el cantante la correspondiente llave de manos del director del Instituto Cervantes una vez que ambos han rubricado el documento que acredita la cesión.
Un emocionado Miguel Ríos ha reconocido que nunca había pensado que le pudieran suceder "todas las cosas buenas" que le han pasado "simplemente por hacer un ejercicio" que aprendió "de chico" en su casa, "querer a los demás". "El motor de mi vida ha sido hacer música para que los demás me quieran con lo que yo entregaba y creo que esa recompensa la tengo como aumentada a lo que nunca había pensado", ha dicho, también hoy con la entrega de este legado en dos lugares "tan importantes" para él como son Granada y el Teatro Isabel La Católica.
Durante su intervención, García Montero ha incidido en que "la verdadera riqueza de un país" y de una comunidad "es su cultura". "Lo afirmamos en la conciencia de que el mayor compromiso con el futuro es saber elegir las herencias que se reciben del pasado", ha sostenido.
Ha incidido así en que el Instituto Cervantes trabaja para reivindicar la identidad en español pero "no de una identidad cerrada" sino "diversa y en relación con otras identidades" y en ese sentido, ha dicho, "Miguel Ríos representa un puente por el que llegó a Granada, Andalucía y España la tradición del rock y la cultura anglosajona" y por el que "la cultura española bajó al mundo del rock y al de la música internacional", siendo el artista granadino un "claro horizonte de referencia artística y humana".
Como es costumbre, la entrega del legado se ha hecho en presencia de dos testigos que en este caso han sido el presidente de la Diputación de Granada, José Entrena, y el alcalde de la capital, Francisco Cuenca, quienes han destacado la figura de Miguel Ríos y han agradecido su compromiso con esta tierra. Igualmente han agradecido al Instituto Cervantes el que haya celebrado aquí su Reunión Anual de Directores, reconociendo con ello a Granada como "ciudad de la literatura, la cultura y las letras".