Sierra Nevada, Ahora y siempre.

El cine se hace grande al Sur

Cultura - María Andrade - Jueves, 28 de Mayo de 2015
Con 36 películas, 10 de ellas en la sección oficial, el Festival de Granada Cines del Sur celebra su novena edición. El certamen se reivindica como cita cultural consolidada. Sus organizadores creen que ha llegado el momento de asumir el reto y crecer.
El festival se ha presentado en la Alhambra.
Miguel Rodríguez
El festival se ha presentado en la Alhambra.

Cine alternativo, cine que apuesta por la diversidad, que muestra lo que se hace en otros continentes, que narra problemas universales desde otros puntos de vista; cine que no llega a los grandes circuitos comerciales. Todo eso es el Festival de Cines del Sur que, entre el 8 y el 13 de junio celebrará su novena edición y al que, en palabras de su director, José Sánchez-Montes, le ha llegado la hora de crecer.

Consolidado como cita cultural, con un público estable que espera cada año su programación y reconocido como "una institución cultural más", Sánchez-Montes entiende que es un reto que debe asumir el festival, que cuenta con un presupuesto de 128.000 euros y el apoyo institucional, sin el que, en sus palabras, no sería posible celebrarlo. Pero el crecimiento al que se refiere no es presupuestario, sino de contenidos y especialmente en la relación con la industria del cine. Para que Granada se convierta en un punto de encuentro para la colaboración entre cineastas andaluces y de otros continentes. 

José Sánchez-Montes durante la presentación del festival. miguel rodríguez

De Asia, África e Iberoamérica llegan las cintas que se proyectarán en el certamen, que añade nuevas sedes en esta edición, como son el Palacio de Exposiciones y Congresos y la Fundación Euroárabe. La sección oficial que se proyectará en el Teatro Isabel La Católica; la Plaza de las Pasiegas, escenario de la inauguración, volverá a contar con una pantalla abierta; el Corral del Carbón acogerá la sección de cine bereber y el de Al Jazeera; La Bombonera de la Universidad albergará proyecciones; y el Palacio de los Condes de Gabia se encargará de mostrar la figura de uno de los más influyentes documentalistas de las últimas décadas, Rithy Panh. 

Mujeres cineastas, por mérito propio en la programación

Especial mención han cosechado las mujeres cineastas cuyos trabajos forman parte de la programación o que participarán como jurado, entre las que se ha destacado a Farida Benalyazid. Están, como ha destacado el director, por méritos propios. "Lo mejor es que esa selección no es buscada, son las mejores películas", defiende. Su presencia ha sido destacada por la delegada de Educación, Cultura y Deporte de la Junta en Granada, Ana Gámez, en un día -ha recordado- "histórico para Granada y para las mujeres", porque en 500 años, su universidad tendrá una rectora. El nombre de Pilar Aranda se suma a los de otras mujeres que están consiguiendo un gran protagonismo por su trayectoria profesional, política e intelectual, ha recordado Gámez, quien se ha detenido en que todas ellas nos trasladan "modelos de mujeres que nada tienen que ver con otros que se nos imponen desde circuitos comerciales". 

Sobre el respaldo de la Junta al proyecto resalta el empeño por lograr que "Granada sea cultura", a través de iniciativas como esta a la que cada vez -ha recordado- se suman más instituciones. 

Una de esas instituciones es la Alhambra, que da nombre a uno de los premios del certamen y que protagoniza el cartel de esta edición, en el que aparece uno de los leones de la Alhambra con una corona de flores al cuello. El respaldo de la Alhambra, donde hoy se ha presentado la nueva edición, fue esencial hace dos años, ha dicho Sánchez-Montes, en un momento crítico para la pervivencia del festival. "Estaba en peligro, se implicó y conseguimos ampliar secciones", ha recordado para agradecer a la directora del monumento su implicación. 

Precisamente María del Mar Villafranca ha expresado su intención de ampliar esa colaboración en próximas ediciones para que el festival retorne a los espacios de la Alhambra y que, al menos las ceremonias de inauguración o de clausura, puedan celebrarse en el monumento.