Joan Carles March firma este artículo de opinión en el que glosa la labor de Natxo Oleaga en la Escuela Andaluza de Salud Pública, de la que también ha sido despedido, pese a ser, como Emilio Sánchez-Cantalejo, una de las referencias de la institución, en proceso de ser integrada en la futuro Instituto Andaluz de la Salud, lo que supondrá su desaparición tal y como ha funcionado desde su fundación.
Le conocí cuando vine a entrevistarme para entrar a hacer el master de Salud pública. Estaba, como no, en el comité de selección. Me hizo una pregunta que aún recuerdo y han pasado unos 33 años: ¿Lourdes o tú? Lourdes era mi compañera con la que trabajaba en el Ayuntamiento de Palma y que también instaba a hacer el master. La verdad es que Natxo era y es un gran profesional, amigo de sus amigos y persona que lo ha sido prácticamente todo en la EASP.
Era persona para todo, sabía quien entraba y quien salía, marcaba el programa docente, discutía con el equipo las actividades que se tenían que hacer y cortaba la leña de cómo iba creciendo la institución.
Cuando hice el master, recuerdo más que sus clases, su papel en la dirección de la institución. Eran tiempos del gran Patxi Catalá como director de la Escuela. Y Natxo era el que llevaba la gestión del día a día cuando estaba yo de alumno.
Con él negocié mi primer sueldo, mi venida a Granada y a la EASP, mi despacho,....
Hasta que llegó Esteban de Manuel, siguió con esas funciones. Era persona para todo, sabía quien entraba y quien salía, marcaba el programa docente, discutía con el equipo las actividades que se tenían que hacer y cortaba la leña de cómo iba creciendo la institución. Recuerdo su montaje de los cursos descentralizados que fue un aspecto clave en la apertura de la docencia de la EASP.
Estuvo luego, mientras la escuela iba incorporando nuevas áreas como cooperación internacional o consultoría, en la dirección de la docencia en la EASP marcando estilo. Su despacho era un espacio al cual íbamos con frecuencia y aunque su papel no era tan central, seguía teniendo un rol clave en la gestión de la institución.
Para la gente de la EASP, Natxo es en lo profesional, el colega que sabe mucho de casi todo, y que siempre ha aportado análisis y juicios sensatos, además de preguntas en las que no habías pensado. También con la salida de Natxo, perdemos al “buen jefe”, de quien aprender sobre la gestión de personas y de proyectos
Las cosas cambiaron y se fue a Dominicana. Allí gestionó uno de los grandes proyectos que hemos tenido en salud internacional. Allí le vimos gestionando el macro proyecto internacional más importante que tuvimos. Eran otros tiempos. Le visitamos y era un placer compartir con él un proyecto del que controlaba todo y más, siempre atento a que estuviéramos bien.
Volvió a Granada y estuvo al frente del área de Salud Internacional hasta el otro día en la que la “gerente” le envió el finiquito cuando quería haber continuado en la EASP.
Desde siempre sus discursos son más difíciles que fáciles. Su DEPENDE marcó muchos años lo que decíamos en clase y ha sido palabra mágica en la gestión de los servicios de salud. Sus clases de planificación estratégica han estado presentes en la mayoría de cursos. Sus contactos de aquí y de allá siempre han sido amplios y diversos.
Para la gente de la EASP, Natxo es en lo profesional, el colega que sabe mucho de casi todo, y que siempre ha aportado análisis y juicios sensatos, además de preguntas en las que no habías pensado. También con la salida de Natxo, perdemos al “buen jefe”, de quien aprender sobre la gestión de personas y de proyectos.
Natxo Oleaga. el segundo por la derecha, en unas jornadas, junto a a la actual directora general de Salud, Pilar Aparicio, la primera por la izquierda, o José Manuel Frere, el tecero por la derecha.
Yo creo que sin duda lo que pierde la escuela con su marcha es mucho. La escuela, todos y todas, y la salud pública (internacional y nacional) se queda huérfana. Además se pierde una persona de referencia en salud pública, gestión sanitaria y cooperación internacional, un promotor de los valores que nos hicieron crecer como institución, y adquirir el reconocimiento y respeto que hoy tenemos. Su nombre permanecerá ligado a la EASP que tanto ayudó a inventar, construir y sostener.
Natxo es una persona coherente que ha luchado por hacer una escuela más grande y más importante, siempre negociando y buscando el papel que creía que era mejor para la institución
Sin duda, Natxo es una persona coherente que ha luchado por hacer una escuela más grande y más importante, siempre negociando y buscando el papel que creía que era mejor para la institución.
Como decía una compañera, Natxo es un referente y el nombre de la Escuela irá siempre ligado al suyo.
Su intención y preacuerdo con colegas del Área de Salud Internacional y con la Dirección era permanecer hasta fin de año. Pero la gerente que tiene ya 75, ha cambiado el criterio que venía expresando hasta hace unas semanas sobre su continuidad, con motivo de su participación en una mesa redonda sobre el futuro de la EASP con Emilio Sanchez-Cantalejo, Isabel Rodríguez, Marieta Fernández, Paco Torres y yo mismo y le hizo llegar lo que denomina su finiquito. Increíble pero cierto.
De estos más de 10.000 dias que ha pasado en la EASP, terminaba su despedidas con un:
“Amig@ en mayor o menor medida, en muchos casos en medida muy grande, te deseo algo bueno, incluso en el trabajo (bastante duro es el castigo divino como para que lo hagamos más difícil). Lo dicho, SUERTE, que es la variable epidemiológica determinante.” Y deseando que la Escuela y cada una de las personas que seguimos, tengamos muchos felices años por delante.
Me gustaría seguir teniendo a Natxo en la EASP, dando claves, comentando, discrepando, ayudando, marcando un estilo propio que ha ayudado a ser lo que somos hoy, o mejor dicho, lo que llegamos a ser hasta hace unos pocos años
Esperemos. A mi, me gustaría seguir teniendo a Natxo en la EASP, dando claves, comentando, discrepando, ayudando, marcando un estilo propio que ha ayudado a ser lo que somos hoy, o mejor dicho, lo que llegamos a ser hasta hace unos pocos años. Seguro que seguiremos hablando de Yamilé o de Ignacio. Seguro que nos veremos en algún sitio para tomar unos vinos o comer algo. Pero lo que es seguro es que su presencia en la EASP es imprescindible para avanzar.
Espero que vuelva. La justicia debería permitirlo. Y espero volver a retomar conversaciones de lo divino y de lo humanos, de unos y otras, de lo bueno y de lo malo, de lo que deberíamos hacer y no hemos hecho, de ...
Gracias por todo, por elegir hace tantos años que hiciera el Master y que luego me quedara en la EASP, por construir, por complementar, por ayudar, por ser y por estar. Gracias Natxo. Nos vemos pronto. Y que nadie te quite de donde debes seguir estando.
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