Opina que, "con algunos retoques", la Fiscalía podría asumir la instrucción

El presidente del TSJA apuesta por cambios organizativos que permitan "mejoras visibles" en la Justicia

Ciudadanía - Europa Press - Jueves, 15 de Diciembre de 2016
Lorenzo del Río muestra su "inquietud" con que no se hayan podido materializar muchas de las reflexiones que el Alto Tribunal andaluz hizo en la memoria del pasado año.

El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Lorenzo del Río, ha lamentado que este 2016 no se hayan impulsado determinadas medidas organizativas que, con los actuales recursos, hubieran permitido "mejoras visibles".

En el tradicional encuentro con los medios con motivo de la Navidad, Del Río ha hecho balance del año mostrando "su inquietud" con que no se hayan podido materializar muchas de las reflexiones que el alto tribunal andaluz hacía en su memoria del pasado año.

A su entender, existe en la Justicia un "problema de organización clarísimo, de redistribución de recursos personales y optimización" que podrían abordarse.

Así, ha apostado por la redistribución de funcionarios, algo que considera básico junto al principio de colegiación, asunto este que, según recuerda, ha trasladado en diversas conversaciones a los responsables políticos.

Más plazas judiciales y reforma del proceso penal

A ello ha sumado la creación de plazas judiciales y la reforma del proceso penal, favoreciendo un procedimiento mucho más rápido, algo que a su entender es más necesario a corto plazo que abordar otros asuntos, como puede ser el traslado de la instrucción al Ministerio Fiscal.

Este paso exige a su juicio una amplia reforma organizativa, aunque sí ha opinado que, "con algunos retoques", perfectamente podría la Fiscalía asumir este papel.

Lorenzo del Río también se ha pronunciado a preguntas de los periodistas respecto a la posibilidad de que la investigación judicial del caso Nazarí, sobre una supuesta trama de corrupción en el Ayuntamiento de Granada durante el mandato del PP, se prolongue en el tiempo.

En este sentido, ha reflexionado sobre la idoneidad de conseguir, "entre todos", que se recorten los plazos de instrucción y que el enjuiciamiento de los posibles responsables en una causa sea "en un tiempo más razonable", tanto por los afectados, como por la propia Administración de Justicia y por el mensaje que se manda a la sociedad.

A su entender, además de favorecer un "foco mediático permanente" en determinados procedimientos, se dilata mucho la respuesta y esto no es buen mensaje de la Justicia.