Este 2 de enero, en la Plaza de la Mariana, Granada Abierta celebrará a partir de las 11.30 horas su acto alternativo a la fiesta de la Toma, una convocatoria en la que habrá una lectura poética y flamenco y en la que se presentará el libro "Toma de Granada. Crónica de una polémica". Repasamos con su autor, el periodista Paco Vigueras, las reivindicaciones de la plataforma y el sentido de la publicación.

─¿Por qué este libro? ¿Por qué "Toma de Granada. Crónica de una polémica"?

─Creo que es un libro necesario. En este libro hay muchas horas de hemeroteca y también de consultas en archivos, porque trata de ser una investigación documentada. Y creo que era necesario después de 30 años luchando por la convivencia y contra la Toma. Este año Granada Abierta cumple su treinta aniversario, que es el motivo por el que sale este libro. 

Y en la portada aparece una figura muy emblemática para la Granada progresista, como es Federico García Lorca y su célebre frase: la Toma fue un momento malísimo, aunque digan lo contrario en las escuelas, se perdió una civilización admirable para dar paso a una ciudad pobre y acobardada, una tierra del chavico donde se agita la peor burguesía de España. Esas declaraciones se las hizo al periodista Luis Bagaría, del diario Sol de Madrid, poco antes de venirse a Granada y en parte fueron causantes de su asesinato, no el único motivo, pero estas declaraciones enfadaron mucho a la derecha granadina más recalcitrante y lo hemos recogido como símbolo.

─ El libro se publica en el 30 aniversario de Granada Abierta. ¿Por qué se puso en marcha la plataforma?

─ Granada Abierta nació en 1995 con el Manifiesto 2 de enero, que presentamos en la Madraza, primera universidad de Granada, fundada en 1349 por el emir Yusuf I. 1995 era un año importante para Granada, porque se celebraba el Campeonato Mundial de Esquí Alpino y estaba en la mirada del mundo. Además, se había puesto en marcha el Legado Andalusí. Creíamos que había que dar a conocer un manifiesto en el que dijéramos que era necesario transformar la Toma, que Granada no podía comenzar el año con una celebración que siempre hemos considerado anacrónica, sectaria y excluyente. Hacía falta una celebración que nos representara a todos, en la que todos pudiéramos participar. 

La Toma, una fiesta con espadas, pendones, marchas militares y donde se ensalzaba a los Reyes Católicos, que fueron los reyes de la Inquisición, no lo veíamos coherente con una transición a la democracia

La Toma debió cambiar en la Transición, como tantas otras cosas, de hecho, el 18 de julio, fiesta franquista, la cambiaron en la Transición y lo hicieron muy bien. A nivel local, la Toma, que venía a ser lo mismo, debían eliminarla. Una fiesta con espadas, pendones, marchas militares y donde se ensalzaba a los Reyes Católicos, que fueron los reyes de la Inquisición, no lo veíamos coherente con una transición a la democracia. Y decíamos, hace falta promover otra celebración donde no sean protagonistas los pendones y las marchas militares, hace falta que haya otros protagonistas más propios de la democracia, como la poesía o la música… y de ahí nuestro acto alternativo. Lo que planteamos es una asignatura más que quedó pendiente en la Transición y a la que hacía falta darle una respuesta.

Aquel Manifiesto 2 de enero para transformar el día de la Toma en fiesta de la Tolerancia tuvo su éxito. A Federico Mayor Zaragoza, entonces director general de la Unesco, le pareció muy bien y nos envió un mensaje en el que decía que iba a incluirlo en su programa Cultura de la Paz, dentro del Año Internacional de la Tolerancia, que era 1995. Creía que encajaba perfectamente en su programa cultura de la Paz. 

Federico Mayor Zaragoza, al que hemos perdido recientemente, se mojó y apostó por nosotros, de hecho le dimos el Premio Carlos Cano por su apoyo, y aquello molestó mucho

Federico Mayor Zaragoza, al que hemos perdido recientemente, se mojó y apostó por nosotros, de hecho le dimos el Premio Carlos Cano por su apoyo. Aquello molestó mucho. En aquel momento gobernaba el alcalde Gabriel Díaz Berbel, que, como digo en el libro, era un hombre muy impulsivo y de poca reflexión. Y recuerdo que nos soltó una soflama islamófoba: "si no queréis la Toma, poneros un turbante y iros a Marruecos". 

Pero si somos de Granada, nosotros lo que queremos es cambiar el espíritu del 2 de enero, si fue una fecha muy simbólica, pero hay otras formas de conmemorarla, no celebrarla, porque un genocidio no se celebra. Es lo que intentamos hacer ver. 

Ellos lo saben, saben que tenemos razón, pero no se atreven a cambiarla. Ellos no buscan hacer pedagogía en la población y actualizarla a los tiempos democráticos. Ellos solo buscan votos. Y nos encontramos con que hay una población granadina muy adoctrinada después de cuarenta años de dictadura. Y tienes que hacer pedagogía y fomentar la integración, el diálogo intercultural, quitar prejuicios. Y eso es duro, porque ya no son 40 años de dictadura, sino 500 años de tradición que sigue moviendo el bulo de la Reconquista contra el moro. Esos son bulos que hay que superar. 

─ El de Mayor Zaragoza fue un apoyo importante, pero Granada Abierta han tenido otros muchos.

─ Federico Mayor Zaragoza fue uno. Carlos Cano, por supuesto. Cuando perdimos a Carlos Cano le pusimos su nombre a nuestro premio. Carlos Cano se entrevistó con el entonces alcalde del gobierno municipal tripartito, José Moratalla, para pedirle cambios y fue un momento importante para nosotros. Conseguimos que se leyera un manifiesto por la convivencia y la cultura. No te puedes imaginar lo contentos que estábamos, porque no lo esperábamos. Le dijimos a Moratalla que fue valiente. Lo que planteamos es: vamos a quitar la parada militar, vamos a desmilitarizar la Toma y vamos a dejar una custodia solo para el pendón.

Llegó el 2 de enero y cuando la concejala se puso a pregonar el manifiesto empezaron a abuchearla. Qué puedes esperar de la extrema derecha. Pero lo que no podíamos esperar es que el Partido Popular se uniera a la extrema derecha. Y lo que menos podíamos esperar era que el Madoc, un ejército democrático, que está en misiones de paz, se opusiera también al manifiesto y, sobre todo, a desmilitarizar la fiesta.

Tuvimos un encuentro con el general Puentes Zamora y le transmitimos que esta fiesta, la polémica y la bronca perjudica a la institución armada, una vez que se considera democrática y se ha desprendido de su herencia franquista, debe decir: vamos a dejarnos ya de marchas militares, nos ofrecen una custodia del pendón, vamos a aceptarlo, que es lo que tenían que haber hecho, sin embargo, no fue así. Se alinearon con la derecha y la extrema derecha, eso nunca lo entendimos. No solo no han desmilitarizado la fiesta, sino que la han querido militarizar más con el desfile de la Legión. 

¿Es que pretendéis que Granada empiece su año de capitalidad cultural europea celebrando la Toma?, por favor

Vamos a hacer una fiesta en la que podamos participar todos, esa es la clave. Si Granada es una ciudad de poesía y de música, vamos a dejarnos ya de espadas, de pendones, de marchas militares. Sobre todo ahora que viene 2031 y somos candidatos a capital cultural de Europa. ¿Es que pretendéis que Granada empiece su año de capitalidad cultural europea celebrando la Toma?, por favor. Vamos a recibir el año con un pregón desde el Ayuntamiento, llámalo manifiesto o pregón, que llame a los granadinos a la reconciliación, al reencuentro, a rendir homenaje a todas las culturas que han pasado por esta ciudad. 

Pero ese es el gran problema que tenemos, que tenemos un ayuntamiento que no responde a la lógica de los tiempos. 

─ Antes ha dicho que cuando consiguieron ese cambio no esperaban que el PP se alineara con la extrema derecha. Pero ahora la ultraderecha está en las instituciones, ¿estamos volviendo hacia atrás?

─ Estamos en un tiempo de involución que nos obliga a mantener nuestro mensaje de diálogo intercultural, de convivencia y tolerancia, es un momento de resistencia. Con la extrema derecha, llega la islamofobia. Porque utiliza la concentración de la Plaza del Carmen para hacer una manifestación por la nueva Reconquista, contra los inmigrantes, diciendo que vienen otra vez para invadirnos...

Son mensajes islamófobos y eso obliga al Ayuntamiento, que se supone que es democrático, a ser más valiente y coherente. Porque cada vez que convoca la Toma lo que está haciendo es convocar una concentración de nostálgicos e islamofóbica. Eso daña la imagen de Granada. 

Ahí tiene una gran responsabilidad el gobierno municipal, antes Paco Cuenca y ahora Marifrán Carazo, porque ese día lo que traslada al exterior es una  Granada crispada, de gritos. Una extrema derecha que dice moros fuera, nos vuelven a invadir. Esos son mensajes muy peligrosos y hay que ser valientes y coherentes, que es el peligro que tenemos ahora.

─ Aspiramos a ser Capitalidad Cultural Europea y, como ha mencionado antes, el primer gran acto de ese 2031 sería la conmemoración de la Toma. 

─ Claro, lo primero de ese 2031 sería un cónclave ultra en la Plaza del Carmen, una plaza que es un símbolo de Granada, donde está nuestro ayuntamiento y eso, ¿cómo se va a gestionar? ¿Se va a convocar el 2 de enero para tremolar el pendón? Lo que tienen que hacer es elaborar un manifiesto por la concordia y la cultura. Concordia, esa palabra que tanto le gusta a la derecha, ahora es el momento. 

─ ¿Qué otros momentos importantes para Granada Abierta recuerda el libro?

─ Participamos en la Comisión de Cultura del Parlamento de Andalucía cuando el PP pretendía declarar la Toma BIC. Esto era una barbaridad, conseguimos frenarlo. Eso fue otro éxito de Granada Abierta. Pero ahora tenemos otro desafío, llega Vox y dice otra barbaridad, que el 2 de enero sea el Día de Andalucía. Afortunadamente ha tenido poco predicamento. Aquí vienen a utilizar ese día políticamente. Nuestro desafío es resistir con nuestro mensaje de tolerancia.

─ ¿Cómo plantea Granada Abierta el 2 de enero este año, el de su 30 aniversario?

─ Con un acto alternativo. Lo que decimos al Ayuntamiento de Granada es que hay otra forma de conmemorar el 2 de enero, que es como lo vamos a hacer en la Plaza de Mariana Pineda, un símbolo de igualdad y libertad. Es el modelo, una vez que lo convierta en una fiesta con poesía y música, entonces nos sumamos, pero mientras sea una fiesta con griterío ultra y vivas a los Reyes Católicos, no podemos participar

─ En el acto alternativo esperan contar con Antonina Rodrigo, que además prologa el libro. 

─ Es importante porque ha vuelto después de tanto tiempo en Barcelona a su Granada natal. Independientemente de su ideología, es reconocida por una inmensa mayoría de granadinos y respetada. Ella nos ha apoyado siempre. Prologa el libro porque es un símbolo y para mí es un honor que haya prologado el libro a sus 90 años. Es una mujer valiente que ha venido a una ciudad que hace falta cambiarla.