Campaña Inagra contenedor marrón.
"No es abuso, es violación", se ha vuelto a escuchar con fuerza en Granada.

La movilización feminista no cesa

Ciudadanía - IndeGranada - Lunes, 4 de Noviembre de 2019
La sentencia a la manada de Manresa genera otra protesta por una decisión judicial injusta.
Concentración, este lunes, a las puertas del TSJA.
Plataforma 25N
Concentración, este lunes, a las puertas del TSJA.

El movimiento feminista de Granada ha salido de nuevo a la calle este lunes 4 de octubre para expresar su indignación por una nueva sentencia que, de nuevo e incomprensiblemente, condena por abuso y no por agresión sexual a una 'manada', la de Manresa.

"La justicia nos ha fallado, ha vuelto a ponerse de lado de los violadores", destaca el comunicado hecho público por los colectivos convocantes de la concentración que se ha celebrado a las puertas del TSJA. En Plaza Nueva ha vuelto a escucharse "no es abuso, es violación". 

Las asociaciones han urgido un cambio legal para que estas conductas sean delito de agresión sexual.

Fotos: Plataforma 25N

Reproducimos a continuación el comunicado:

"Las organizaciones convocantes de esta concentración, salimos de nuevo a la calle en apoyo a la menor de Manresa y en protesta por la sentencia de la Audiencia Provincial de Barcelona que condena por abuso, y no por agresión sexual a cinco de sus miembros, con penas de entre 10 y 12 años de cárcel y absuelve al sexto acusado que se masturbó mientras presenciaba la violación por turnos, sin que hiciera nada por impedirlo.

Esta es la segunda vez que nos enfrentamos a una sentencia injusta que tenemos que salir a pelear una vez más, porque en este caso la justicia nos ha fallado, ha vuelto a ponerse de lado de los violadores, de los agresores y no, como debería ser siempre, de parte de la víctima, que no sólo ha sufrido los malos tratos sino también la denigración de una violación.

Pero ya no sólo es injusta por no ser una sentencia contundente contra los violadores a pesar de su probada responsabilidad, sino porque seguimos entendiendo que una violación grupal computa como un único acto de violación y no como 5 violaciones consecutivas (5 por ser 5 agresores) además del sexto participante que no sólo no socorrió a una víctima si no que disfrutó de semejante aberración. Una vez más la víctima ha sufrido las vejaciones y el maltrato de la institución, de la sociedad y de las leyes. 

Considera la sentencia que no existió intimidación, elemento central para que los hechos puedan ser considerados como agresión sexual y no como abuso, porque -según la sentencia- esta fue innecesaria para vencer la voluntad de la victima que en aquel momento tenía 14 años y estaba en situación de embriaguez. Y ello a pesar de la acusación de agresión sexual por parte de la Fiscalía y de la reciente sentencia del Supremo a propósito del caso de de “La Manada” de Pamplona, ilustrativa de los criterios con los que debe valorarse la existencia de intimidación al considerar que esta "no ha de ser de tal grado que presente caracteres irresistibles, invencibles o de gravedad inusitada, sino que basta con que sean suficientes para alcanzar el fin propuesto".

La Justicia no ve agresión sexual en los sucesos acaecidos en Manresa. Al parecer a los jueces no le parece suficiente agresión, que 5 hombres adultos se lleven a una niña de 14 años a una fábrica abandonada, en contra de su voluntad. Por lo visto, a estos jueces, no les parece suficiente agresión, que 4 de ellos, la penetren por turnos, mientras ella está inconsciente, sin medios algunos para resistirse ni pedir ayuda. Y al parecer, tampoco les parece suficiente que uno de ellos en vez de parar esa barbarie o de pedir socorro, se dedicara a masturbarse mientras observaba como sus 4 compañeros la violaban una y otra vez. 

'Cuando la justicia no es capaz de ver que esta barbarie es aberrante, que no se le puede dar otro nombre más que lo que es, violación, entonces está claro que nuestro sistema judicial sigue siendo machista y patriarcal'

¿Cómo puede afirmarse que no existió violencia, dados los hechos, cuando la misma sentencia recoge que se trató de un acto "extremadamente intenso y especialmente "denigrante"?, ¿cómo es posible que aprovecharse de la embriaguez o de la incapacidad para defenderse actúe como atenuante y no como agravante?, ¿tendría que haberse resistido para que la intimidación y violencia fuese "suficiente"? Cuando la justicia no es capaz de ver que esta barbarie es aberrante, que no se le puede dar otro nombre más que lo que es, agresión sexual, violación, y no pone los medios necesarios para que a los agresores se les juzgue por las acciones acontecidas, entonces debemos tener claro que nuestro sistema judicial sigue siendo machista, patriarcal y su efecto más nocivo es que envía a los hombres un mensaje claro: "violar a una mujer ebria, inconsciente o drogada, no es violación, es abuso, por grabarlo no pasa nada".

Urge el cambio legal que venimos demandando para que se denomine a todas estas conductas como delito de agresión sexual, donde lo determinante sea la existencia o no de consentimiento, expresado de forma directa o indirecta y cuya mayor o menor gravedad dependerá de los circunstancias concretas que concurran (violencia añadida, penetración, múltiple o no…). 

Es necesario que toda la sociedad se implique para acabar con las ideas y estructuras que alimentan esta forma de violencia de género: la consideración de que las mujeres son meros objetos de los que se puede disponer prescindiendo de su voluntad, cuya obligación es complacer los deseos masculinos al margen de los propios; la existencia de una doble moral a la hora de enjuiciar la sexualidad de mujeres y hombres, que castiga la libertad sexual de las mujeres; la idea de que los hombres tienen, y deben tener, una sexualidad irrefrenable “si son realmente hombres”… 

Estamos en una sociedad patriarcal que no educa sexualmente, es más, aún la sexualidad sigue siendo un tema tabú, no se habla con naturalidad de los deseos y menos de los de las mujeres y su sexualidad. 

El desconocimiento y la falta de educación es enorme y la consecuencia es que no se frenan comportamientos que avalan la idea de que los hombres tienen derecho a dominar a las mujeres en todos los ámbitos de la vida, incluido el sexual. Así seguimos viviendo una y otra vez las consecuencias que convierten la violencia sexual y machista en la peor lacra de nuestra sociedad. 

Con esta concentración pretendemos: 

Expresar nuestro apoyo a las víctimas de esta y todas las agresiones sexuales y nuestro rechazo a esta sentencia de la Audiencia Provincial de Barcelona. No es abuso, es violación. 

  • Pedimos que no se infravalore la agresión cometida, llamándola abuso, en el abuso no hay penetración, aunque pueda generar iguales secuelas en quienes lo padecen. 

Exigir: 

  • El respeto a nuestros derechos y libertades fundamentales, entre ellas, nuestra libertad sexual. 
  • La modificación del Título VIII del Código Penal sobre los delitos contra la libertad sexual, para que no quede a la libre interpretación de los jueces si una relación sin consentimiento es o no violación. Para recordar y dejar claro que lo que sucedió primero en Pamplona, y ahora en Manresa, no fue un abuso sino una violación. 
  • El desarrollo y ampliación de la educación sexual y en igualdad que contribuya a la erradicación de estas conductas. 
  • Que se garantice la formación de los operadores jurídicos para que la Ley se interprete y se aplique con perspectiva de género.. 

Hacer un llamamiento a la implicación y movilización ciudadana para desterrar las agresiones sexuales de nuestra sociedad. 

Por eso ayer, hoy, mañana y siempre, saldremos a las calles, las veces que hagan falta, para gritar: 

No es abuso, es violación.

Solidaridad con la víctima de Manresa".