Del Maristán al Hospital del PTS: siete siglos de Medicina que ha prestigiado a Granada
Sanidad de las órdenes religiosas
El cuidado de la salud de los granadinos fue uno de los principales aspectos en que incidieron las múltiples órdenes religiosas que fueron llegando a Granada a partir del siglo XVI y, principalmente, en siglos siguientes. Entendieron que la evangelización de aquellos irreductibles moriscos comenzaba por llenar sus bocas y curar sus cuerpos.
Hospital San Juan de Dios.Imagen de 1905. Capilla, actual.
Uno de los primeros en entenderlo así fue un tal Juan Ciudad Duarte. Un “loco” portugués al que hoy conocemos como San Juan de Dios. Empezó ayudando a pobres y enfermos en diversos lugares, uno de ellos un “hospitalillo” en la Cuesta de Gomérez. Hasta que su santidad dio origen a la creación de la comunidad de Hermanos de San Juan de Dios. A partir de 1609, consiguieron el solar desechado para levantar San Jerónimo, ya que debajo pasa una acequia y contagia humedades. Poco a poco fueron levantando el que fue durante muchos años el hospital más importante de Granada.
Con las desamortizaciones liberales del XIX, San Juan de Dios pasó a ser Hospital Provincial dependiente de la Diputación. Así ha continuado hasta tiempos recientes en que el edificio ha sido devuelto a la orden, si bien todavía mantiene alguna relación con el SAS y el Centro Provincial de Drogodependencias. San Juan de Dios ha sido hasta más de mediado el siglo XX el único hospital conocido por los enfermos de la provincia.
La Hermandad de la Virgen de las Angustias llegó a tener su hospital a partir de 1664, situado en un anexo de la Basílica. Perduró durante mucho tiempo.
En la zona de la calle Elvira –la más larga de la ciudad de entonces- se concentraron los Hospitales del Corpus Christi, regentado por la comunidad de Hospitalicos, que se mantuvo activo hasta el siglo XX cerca de la iglesia del mismo nombre. Muy cerca se ubicó el Hospital de la Caridad y Refugio, fundado por caballeros castellanos del siglo XVI para atender principalmente a mujeres enfermas. Persistió hasta bien entrado el siglo XX atendido por las Hijas de San Vicente de Paúl.
En el edificio que actualmente están los Juzgados de Plaza Nueva, desde comienzos del siglo XVI estuvo una casa de buenas proporciones, rehecha en varias ocasiones, que albergó el Hospital Mayor de la Encarnación o de Santa Ana, por dar a aquella plaza del mismo nombre. Lo mandaron fundar los Reyes Católicos en lo que era el corazón de la medina, con similares intenciones que el Hospital Real. Pero las obras no empezaron hasta 1520, ya fallecido Fernando el Católico. Su administración dependió siempre de la autoridad eclesiástica, del Arzobispado.
Enfermedades mentales y leprosería
Ya he dicho que casi todos los hospitales tenían su sección para locos, enfermedades psíquicas de ahora. El Maristán también la tuvo. El Convento de Trinitarios Calzados, que dio lugar después a la Plaza de la Trinidad hacia 1869, destinaba una parte de su hospital a los locos.
Pero sin duda ese cometido lo cumplió con más y mejores medios el Hospital de la Virgen (1920), situado en la carretera de Santa Fe. Hoy está convertido en Facultad de Bellas Artes, pero un recorrido por su interior evoca mucho uso que tuvo hasta finales del siglo XX (1995).
Hospital San Lázaro.Imagen de 1957.
La lepra era una enfermedad bastante frecuente cuando los Reyes Católicos tomaron la Granada musulmana en 1492. Otra de sus fundaciones hospitalaria consistió en levantar el Hospital de San Lázaro (el Lazareto) en una parcela alejada de la población. Eligieron la actual zona de la Caleta; el último edifico de ladrillo se situaba donde hoy están los Juzgados; incluso queda una parte en pie. Era de titularidad pública (hasta su desaparición en 1973 fue de Diputación). Lo atendían las Hijas de la Caridad.
Algo parecido ocurrió con la tiña, otra enfermedad que tiene en la actualidad poca incidencia. En 1662 fue fundado el Hospital de la Tiña o de la Virgen del Pilar, en lo que fue palacio-residencia del Cardenal Cisneros en el Albayzín. Estuvo administrado por monjas mercedarias.
También existen vagas referencias a los hospitales que existieron en el Convento de la Santa Cruz, junto a Santo Domingo, y otro llamado Navas. También hubo cerca el llamado Hospital de Peregrinos, recientemente abandonado por la Asociación de la Prensa en la Casa Rey Soler.
Ha habido hospitales para colectivos profesionales, como es el caso de militares y sacerdotes, que han contado con su propio centro sanitario. El Hospital Militar del Campo del Príncipe para soldados y oficiales, hasta que hace pocos años los convirtieron en Escuela de Arquitectura; y el de Sacerdotes en la Casa de los Pisas, también propiedad de los Hermanos de San Juan de Dios.
De muy posterior creación fue el Hospital de las Hermanitas de los Pobres; abrió sus primeras salas hacia 1877. Fue más bien un hospicio para ancianos, aunque lógicamente también se prestó en él atención médica. Este edificio de la calle Gran Capitán pasó a ser del Ayuntamiento con destino administrativo y cultural en el último tercio del siglo XX.
San Rafael, en la actualidad.
El último hospital de una orden en engrosar la nómina ha sido el del San Rafael, anexo al de San Juan de Dios, también propiedad de la comunidad religiosa y asistencial.
Hospitales de la Seguridad Social
El Hospital Clínco recién inaugurado, en 1957.
A partir de los años cuarenta del siglo XX tomó fuerza el sistema de Seguridad Social, que tenía competencias en Sanidad. El sistema de salud planteó levantar grandes hospitales provinciales y ciudades sanitarias. Así, ligado a la nueva Facultad de Medicina en la Avenida de Madrid, fue levantado el Hospital Clínico en diversas fases. La primera entró en funcionamiento en 1953. Tiempo después, en una de las esquinas de la parcela también fue construida la Escuela de Enfermería. Todo el complejo, íntimamente ligado a las cátedras de la Facultad.
Hospital Ruiz de Alda, en 1953.
También hacia septiembre de 1953 comenzaron a abrir las primeras unidades del Hospital Ruiz de Alda, justo enfrente del Lazareto. Lo inauguró el yerno de Franco, el cirujano Marqués de Villaverde. Granada contaba a partir de entonces con dos modernos y competentes centros hospitalarios. El Ruiz de Alda nació con vocación de ciudad sanitaria, a la que se pensó bautizar como Virgen de las Angustias; pero fue desechado el nombre por cuestiones obvias.
Continuaron los edificios del Maternal, Traumatología y la Residencia de Enfermeras Licinio de la Fuente, hoy de consultas externas.
Hoy se ha levantado el Hospital Alejandro Otero del PTS Ciencias de la Salud, frente a la quinta Facultad de Medicina de la historia. También se ha levantado una gran controversia ciudadana; los simples pacientes asistimos atónitos a ver en qué queda. Este complejo hospitalario es magnífico, pero parece que chirrían los engranajes gerenciales/políticos. Grasa y ajuste de piezas.
Hospitales privados
La Salud, hace unos años.
El siglo XX trajo a Granada el primer sanatorio de iniciativa privada. Se trataba de La Salud. Nació por iniciativa de los doctores Alejandro Otero, ginecólogo, y Víctor Escribano, cirujano. Unieron sus esfuerzos y sus dineros para levantar el primer edificio en lo que entonces era un descampado cercano a la gasolinera de Villarejo. Corría 1923 cuando comenzó a funcionar. Alejandro Otero, además de médico era secretario provincial del PSOE. Su huida a México durante la Guerra Civil dejó La Salud en manos de su socio y del Estado (se incautaron de la parte de Otero). Pasada la contienda, La Salud comenzó a tomar impulso. Fue ampliando sus instalaciones progresivamente, tras hacerse la familia Escribano con todas las acciones. En los años ochenta del siglo pasado fue vendido a la Unión Médica Regional; desde 1984 fue comprado por Adeslas. Recientemente esta compañía médica ha abierto un moderno edificio Vithas-La Salud en la Carretera de acceso a la Alhambra.
La Inmaculada.
El otro hospital privado señero de Granada también es obra del siglo XX. Es la Clínica Inmaculada, un impresionante y competente complejo que presta servicio a varias compañías aseguradoras y particulares.
Tras ellos, centenares de clínicas especializadas han ido surgiendo en Granada capital. De manera que esta ciudad tiene, tras Madrid y Barcelona, el mayor porcentaje de “hospitalillos” per cápita de toda España.
El más reciente, Vithas-La Salud, en la carretera a la Alhambra.
Las otras grandes ciudades de la provincia de Granada han tenido que esperar hasta el último cuarto de siglo XX para tener hospitales de carácter comarcal o de alta resolución. Son los casos del Hospital de Santa Ana de Motril y General de Baza. Todos ellos ya de la mano de la administración sanitaria autonómica (Servicio Andaluz de Salud).