HABLADURÍAS con Mayte Serrat, doctora, fisioterapeuta, psicóloga, recién diagnosticada de un TEA, de camino al campo base del Everest con un club de montaña inclusivo, con su trabajo ayudando a otros, le da sentido a su vida
Mayte ha creado un club de montaña inclusivo que ayuda a personas con fibromialgia y otras condiciones a realizar actividades de montaña
Mayte trabaja en el Hospital Vall d´Hebrón de Barcelona en la unidad experta de síndrome de sensibilización central, enfocándose en el dolor crónico, fibromialgia síndrome de fatiga crónica. Mayte ha estado en algunos programas en Salud a todo Twitch, sobre dolor y fibromialgia, entre otros.
Mayte ha creado un club de montaña inclusivo que ayuda a personas con fibromialgia y otras condiciones a realizar actividades de montaña.
Recientemente, se le diagnosticó Trastorno del Espectro Autista a los 49 años, lo que le ha ayudado a entender mejor su vida pasada.
Mayte habla en este HABLADURÍAS sobre sus luchas personales, incluyendo pensamientos suicidas y diagnósticos erróneos previos.
Recientemente, se le diagnosticó Trastorno del Espectro Autista a los 49 años, lo que le ha ayudado a entender mejor su vida pasada
A pesar de sus desafíos, ha logrado una carrera exitosa, incluyendo ser árbitro de tenis en torneos importantes, como Roland Garrós, Wimbeldon, la Copa Davis o los Juegos Olímpicos.
Mayte enfatiza la importancia de la inclusión y la diversidad, y con su trabajo ayudando a otros, le da sentido a su vida.
Mayte Serrat y el club de montaña inclusivo de Mayte
Mayte explica cómo surgió la idea de crear un club de montaña inclusivo. Comenzó como parte de su investigación doctoral, donde demostró que la terapia fibrocamina (educación en ciencia del dolor, ejercicio terapéutico, terapia cognitivo-conductual y mindfulness) era más eficaz en un entorno natural: “toda mi actividad asistencial, investigadora, docente y también divulgadora está enfocada en el dolor crónico, específicamente fibromialgia y síndrome de la fatiga crónica. Y en el contexto de una investigación de mi tesis doctoral, pues pude demostrar como la terapia fibrocamina, mejoraba su eficacia si la realizaba en un entorno de naturaleza”. “Soy una gran amante y apasionada de la naturaleza y la verdad es que fue una grata sorpresa ver cómo las personas se podían beneficiar más si esta terapia, en vez de hacerla dentro del hospital, se realizaba a 30 segundos de aquí y ahí hoy sigo realizando la terapia”.
A pesar de sus desafíos, ha logrado una carrera exitosa, incluyendo ser árbitro de tenis en torneos importantes, como Roland Garrós, Wimbeldon, la Copa Davis o los Juegos Olímpicos
Y añade: “Al inicio les preguntaba a estas personas, ahora que estamos haciendo una terapia en el entorno de naturaleza, os apetecería hacer una excursión de verdad, salir del ámbito terapéutico, salir fuera del hospital, irnos de semana, o sea, caminar, y sorprendentemente y muy gratamente para mí, la respuesta fue que sí, que habían personas que les motivaba mucho esto de empezar a hacer montaña, porque es verdad que algunas habían hecho montaña, pero la gran mayoría ni habían hecho ni se habían imaginado nunca que podían llegar a hacer algo de montaña. Con lo cual aquí empezamos poco a poco, a hacer algunas excursiones. Y tenía muy claro que tenía que ser un club no solo ya para personas con fibromialgia o con algún tipo de enfermedad, sino que tenía que ser precisamente una entidad abierta, absolutamente a todas las personas”.
Y apunta: “Por muchas salidas que haga, nunca podré devolver lo que todas estas personas a mí me dan, o sea, la que le tengo que dar las gracias infinitas soy yo a todas las personas, que en algún momento dado han decidido sumar en este proyecto y fuera de este proyecto que han decidido sumar de alguna manera en mi vida y la agradecida soy yo de tener la gran suerte y el gran honor de poder a día de hoy seguir caminando al lado de todas estas personas”.
“Por muchas salidas que haga, nunca podré devolver lo que todas estas personas a mí me dan, o sea, la que le tengo que dar las gracias infinitas soy yo a todas las personas, que en algún momento dado han decidido sumar en este proyecto y fuera de este proyecto que han decidido sumar de alguna manera en mi vida y la agradecida soy yo de tener la gran suerte y el gran honor de poder a día de hoy seguir caminando al lado de todas estas personas"
El club está abierto a todas las personas, con o sin discapacidades, y se enfoca en proporcionar recursos y apoyo para superar limitaciones.
Expediciones y proyectos futuros
Mayte detalla las expediciones realizadas por el club, incluyendo subidas a Pedraforca, Aneto, Viñamala y Monte Perdido. Menciona el próximo viaje al campo base del Everest y proyectos futuros como una expedición a las Dolomitas en 2025 y a Chile en 2026.
Experiencia de Mayte en el tenis
Mayte comparte su historia en el mundo del tenis, desde sus inicios como jugadora hasta convertirse en árbitro internacional. Explica el proceso de obtener diferentes niveles de certificación ('chapas') y sus experiencias arbitrando en torneos importantes como Roland Garros y Wimbledon.
“He tenido la suerte que mis padres, ya desde pequeña, tenían muy claro que teníamos que hacer todo tipo de deportes y los grandes deportes en mi vida ha sido montaña, ski y el tenis. Mi madre también jugaba tenis y desde muy pequeña, me saqué el título para poder ser monitora de tenis y ser árbitro de tenis. A partir de aquí, empecé una época de unos años codirigiendo un club de tenis. Ahí empecé a hacer mis pinitos como monitora. Y esto a los 18 años más o menos, pues ya lo dejé. Me fui a Barcelona, empecé a estudiar fisioterapia, psicología, osteopatía. Me dediqué al mundo de las franquicias también. Hace 30 años monté masajes a 1.000, que creo que fuimos el primer centro a nivel nacional sin reserva de hora. Y luego a partir de esta época, pues me dediqué al alpinismo, me fui a vivir a Barbastro. Y allí me dediqué a ser guía de montaña, guía de barrancos, escalada, de esquí, de tenis, un poquito de todo. Y llegó a casa de mis padres, en aquel entonces aún no existía el internet, una carta por correo postal de si quería ser árbitro en el trofeo Conde de Godó”.
“Pensé ¡Qué chulo! Ahora volver, yo iba con la cabeza rapada, tenía unos brazos así de fuertes, de estar tirándome por los barrancos y dije, oye, pues vamos. Y así empezó. Me fui a hacer de juez de línea. Y a partir de aquí, la experiencia me gustó, las personas que lo gestionaban, también me dieron oportunidades, verdad que las mujeres en este ámbito, en aquel entonces, no abundaban. Y empecé así a hacer torneos de técnico, me empezaron a invitar a una Copa Davis. Empecé a decir que sí y enseguida me propusieron ya ser juez de silla y a partir de aquí ya es todo un proceso que tienes que ir arbitrando, te van haciendo evaluaciones y pasas al primer nivel que es como un primer nivel de internacional, aquí en el mundo de al arbitraje funcionamos por lo que le dan las chapas. La primera es la chapa blanca que ya es como un primer eslabón internacional, pero para conseguirlo tienes que tener muy buenas evaluaciones en los torneos que haces, el comité español de árbitros de tenis te tiene que proponer a la internacional y la internacional tiene que decir que sí.
Es una profesión que es muy dura, hay situaciones muy duras y sobre todo también por ser mujer
Si dicen que sí, pues te convocan a un examen que son tres días todo en inglés, que meten toda la presión del mundo, porque árbitro es muy duro. Es una profesión que es muy dura, hay situaciones muy duras y sobre todo también por ser mujer.
A mí me hicieron esta propuesta de poder me dedicar a full-time y en ese momento, que ya llevaba bastantes años en el arbitraje, decidí que no era mi camino, está claro que el que me llamaba es el que estoy ahora, ¿no?, que es... en el ámbito sanitario, como fisioterapeuta, como psicóloga, como doctora, ayudando a las personas.
Diagnóstico de autismo y reflexiones personales
Mayte revela que recientemente fue diagnosticada de Trastorno del Espectro Autista, a los 49 años. Comparte cómo este diagnóstico le ha ayudado a entender mejor su vida pasada, incluyendo sus luchas con pensamientos suicidas y diagnósticos erróneos previos. Habla sobre cómo ha aprendido a manejar sus emociones y como su trabajo, ayudando a otros, le da sentido a su vida.
“A pesar de mi entusiasmo, no tengo dificultades para expresarme, para hacer conferencias, pero tengo unas limitaciones muy importantes que hasta día de hoy no les había puesto un nombre y una etiqueta"
“A pesar de mi entusiasmo, no tengo dificultades para expresarme, para hacer conferencias, pero tengo unas limitaciones muy importantes que hasta día de hoy no les había puesto un nombre y una etiqueta. El hecho de ir a buscar el diagnóstico no es porque tuviera algún problema, al revés, es la parte de mi vida más estable, más feliz ya desde hace 10, 11 años, pero seguía viendo quizás algunas pequeñas cosas que no me molestaban y me preocupaban y puedo decir que hoy en día, a pesar de todas las cosas que hago, no tengo estrés ni ansiedad y me considero una persona muy, muy, muy, muy feliz. Pero algunas personas con fibromialgia me dijeron que estaban pendiente del diagnóstico de autismo y es un diagnóstico que captó enseguida mi atención y al empezar a leer las características de mujer adulta, autista, dije “si me están describiendo cómo soy yo”. Al principio era absoluta incredulidad, decir, yo no puedo ser autista. Busqué un centro de Valencia, porque me daba vergüenza buscar un centro de aquí, a mi edad y con mis conocimientos, me daba vergüenza que alguien en Barcelona me pudiera llegar a reconocer, un centro especializado en mujeres adultas, autistas, y, bueno, mi primera conversación fue, os vengo a buscar por el diagnóstico de autista, pero seguro que no lo soy, o sea, es imposible que yo sea autista y nada, a los 20 minutos de hablar con la persona que me atendió, una psicóloga que la verdad es que fue un encanto, me acompañó en todo el proceso y vamos, empecé a mentalizarme que realmente pues era autista y agradecida, a día de hoy estoy súper agradecida”.
“He pasado un proceso de duelo duro en el mes de agosto, pero es lo que digo y ahora tengo unas herramientas y unas estrategias que he estado equivocada durante 40 años, yo me he pasado 40 años de mi vida que me he querido morir o más que quererme morir, es que no he querido vivir, porque no he querido vivir en la vida que me encontraba, a pesar de que todo me iba perfecto"
Y añade: “He pasado un proceso de duelo duro en el mes de agosto, pero es lo que digo y ahora tengo unas herramientas y unas estrategias que he estado equivocada durante 40 años, yo me he pasado 40 años de mi vida que me he querido morir o más que quererme morir, es que no he querido vivir, porque no he querido vivir en la vida que me encontraba, a pesar de que todo me iba perfecto, yo he tendido a ser la niña 10. matrículas de honor, me dedicaba al tenis, tocaba al piano, pero yo me encontraba muy mal conmigo misma y con las personas que me rodeaban, y no entendía por qué, no sabía por qué me pasaba aquello, con lo cual yo me culpabilizaba, yo pensaba que era mi responsabilidad, y aún elevaba más mi propia autoexigencia y yo no recibí bullying, mis compañeras querían ser mis amigas, era yo que cuando iba con ellas no me sentía a gusto y no sabía por qué. Y ahora que me han dado el diagnóstico de condición del espectro autista, pensé, tanto sufrimiento para nada y yo bueno hoy en día no sería seguramente la persona que soy, con lo cual ya estoy agradecida de haber pasado por todo lo que ha pasado. Yo ahora ya no puedo ir atrás, estoy súper contenta de todo lo que he conseguido, de todo lo que he hecho.
Estoy muy orgullosa de haber llegado donde estoy ahora, habiendo sufrido todo lo que he sufrido, pero evidentemente creo que, si hubiera encontrado a alguien que me hubiera hecho este diagnóstico, me hubiera explicado que es lo que me pasaba, este trastorno de ansiedad generalizada.
Yo digo que la ayuda la necesitaba hace 20 años. Ahora ya me espabilo. Yo no es que me quisiera morir. Lo único es que no quería vivir la vida que tenía y todo era perfecto.
Y digo, vuelvo a estar aquí, me he despertado. He hecho tantas locuras en mi vida. Escalar vías sin cuerda es que me daba igual que me podía pasar, que me matara. Yo nunca he temido a la muerte. No, yo lo que he temido y lo que le he tenido terror es a la vida. La muerte nunca me ha dado miedo y a día de hoy no me da miedo”.
Junto a todo este proceso, añade: “Es decir, yo me cuido, hago deporte, dieta super sana, me voy a cuidar muchísimo. No haré nada para lastimarme, ni a mí, ni a nadie que tenga a mi alrededor. Sólo faltaría. Pero si no se alarga hasta los 120 o hasta los 100 o hasta los 90, tampoco pasa nada"
Junto a todo este proceso, añade: “Es decir, yo me cuido, hago deporte, dieta super sana, me voy a cuidar muchísimo. No haré nada para lastimarme, ni a mí, ni a nadie que tenga a mi alrededor. Sólo faltaría. Pero si no se alarga hasta los 120 o hasta los 100 o hasta los 90, tampoco pasa nada".
Para mí la vida no merece la pena, merece la pena en la medida que tengo retos, que puedo seguir ayudando a las personas, poder ayudar a alguien a que no sufra es el motor de mi vida y ahora entenderéis la frase cuando digo que nunca podré devolver a todas las personas los agradecimientos que me dan porque estas personas me dan la vida”.
Mayte discute las reacciones de las personas a su diagnóstico de autismo y cómo esto ha afectado su perspectiva sobre su vida y trabajo. Enfatiza la importancia de la inclusión y la diversidad, y cómo su experiencia personal ha influido en su enfoque profesional.
Elementos de Acción
Mayte contó que el 1 de noviembre han salido hacia el campo base del Everest y que en 2025 tienen programada una expedición a las Dolomitas. Para 2026 tienen planeado un proyecto en Chile, posiblemente incluyendo el intento de escalar un pico de 6.000 metros.
Mayte expresó su intención de seguir mejorando la terapia fibrocamina para ayudar a más personas.
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