Granada registra estos días los niveles más altos de contaminación por NO2 desde que empezó la pandemia
Granada registra estos días los mayores niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) en el aire desde que empezó la pandemia del coronavirus, a mediados de marzo de 2020. Así lo reflejan los datos de la estación de medición de la Junta en Granada Norte, en la avenida Luis Miranda Dávalos, una de las dos ubicadas en la capital (la otra está junto al Palacio de Congresos). Es la que cada año supera los límites máximos permitidos para este contaminante, excepto en 2020, cuyo nivel medio ha bajado por las restricciones de movilidad.
La concentración de NO2 en los últimos días ha superado los 60 microgramos por metro cúbico de promedio: 61 el miércoles, 65 el jueves y 63 el viernes, con picos horarios de hasta 135 microgramos/m3. El máximo permitido por la legislación es de 40 microgramos/m3 de promedio anual.
Las emisiones de dióxido de nitrógeno se deben fundamentalmente al tráfico, aunque también contribuyen las calefacciones, que en los días de frío están a pleno rendimiento. A eso se unen los días soleados de esta última semana y la ausencia de viento, que favorecen que aumente y permanezca la concentración de contaminantes en el aire de Granada y el extrarradio. Por ahora, la entrada en servicio de la Segunda Circunvalación no parece haber tenido efecto en las emisiones contaminantes del tráfico que sufre la capital y el cinturón.
Además, también se han elevado en los últimos días los niveles de partículas en suspensión (PM10), que son los que, cuando superan los promedios máximos diarios de 50 microgramos/m3 otorgan la calificación de 'mala' (color rojo) a la calidad del aire.
Informe diario de calidad del aire de la Junta de Andalucía correspondiente a este jueves, con calificación de 'mala' en la estación de la Ciudad Deportiva de Armilla, que es la que suele registrar mayores niveles de partículas en suspensión.
Un informe de Ecologistas en Acción del pasado diciembre ya alertaba de que Granada era la capital española con mayores niveles de NO2 durante la pandemia, por encima de Madrid y Barcelona, aunque las concentraciones hayan sido inferiores a los de los últimos años por el menor tráfico. Pero, en cualquier caso, la exposición al dióxido de nitrógeno supone un grave riesgo para la salud, y más a los niveles que se están registrando estos días.
Los efectos adversos en la salud del dióxido de nitrógeno son, según el Ministerio de Transición Ecológica: inflamación de las vías aéreas, afecciones de órganos, como hígado o bazo, o de sistemas, como el sistema circulatorio o el inmunitario, que propician a su vez infecciones pulmonares e insuficiencias respiratorias. Y también sobre el medio ambiente: acidificación y eutrofización de ecosistemas, afecciones metabólicas, limitación del crecimiento vegetal.
Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que estudios epidemiológicos han revelado que los síntomas de bronquitis en niños asmáticos aumentan en relación con la exposición prolongada al NO2. Y la disminución del desarrollo de la función pulmonar también se asocia con las concentraciones de NO2 registradas. Un aspecto que puede contribuir, como así lo reveló El Independiente de Granada, a la mayor incidencia y gravedad del covid-19.
Según Ecologistas en Acción, "los óxidos de nitrógeno son en general muy reactivos y al inhalarse afectan al tracto respiratorio. El NO2 afecta a los tramos más profundos de los pulmones, inhibiendo algunas funciones de los mismos, como la respuesta inmunológica, produciendo una merma de la resistencia a las infecciones. Los niños y asmáticos son los más afectados por exposición a concentraciones agudas de NO2. Asimismo, la exposición crónica a bajas concentraciones de NO2 se ha asociado con un incremento en las enfermedades respiratorias crónicas, el envejecimiento prematuro del pulmón y con la disminución de su capacidad funcional".
Lo cierto es el aire que respiramos ha empeorado en los últimos días, como muestran los datos del Índice de Caidadl del Aire (ICA), que elabora la web del Ayuntamiento de Granada a través de las estaciones de medición de la Junta, y que hace un promedio de las concentraciones de cinco contaminantes (dióxido de nitrógeno, partículas en suspensión, monóxido de carbono, ozono troposférico y dióxido de azufre).
La tabla recoge el Índice de Calidad del Aire en las dos estaciones de la capital. La evolución es especialmente mala en la de Granada Norte, con unos valores que se han más que duplicado en los últimos días, rozando el valor de 90 (en diciembre el promedio fue de 42,7).
Más medidores de contaminación
Recientemente el Ayuntamiento de Granada ha empezado a colocar medidores de calidad del aire distribuidos por la ciudad. Las primeras 8 estaciones de monitoreo permanente se han instalado esta semana en el entorno de la calle Gran Capitán, aunque el proyecto completo prevé más de 300 sensores para vigilar en tiempo real y de forma permanente los niveles de contaminación del aire de la capital.
Las mediciones, cuatro por día, permitirán “saber cómo se distribuyen los contaminantes en nuestra ciudad y conocer los que más afectan a nuestra ciudad, como son el dióxido de nitrógeno y las partículas PM10”, apunta la concejala de Medio Ambiente, Pepa Rubio,
Granada dispone en la actualidad de una red de vigilancia y control de la calidad del aire de la Junta de Andalucía, con dos puntos ubicados en la Zona Norte y en el Palacio de Congresos. La concejala afirma que “si bien resultan suficientes para saber si cumplimos o no la normativa vigente, no nos ofrecen un análisis del problema detallado de cara a valorar la idoneidad de las medidas a implementar a una escala cercana al núcleo urbano de Granada”.
En este sentido, manifiesta que “el objetivo es poder acceder a datos en tiempo real que nos permitan ver los focos contaminantes de emisión y analizar cómo se dispersan, de tal manera que podamos llevar a cabo acciones que nos adelanten a los episodios que podamos sufrir de alta contaminación”.