"Granada no necesita una Ronda Este", afirma la Mesa por el Clima, que pide más transporte público
Las más de 30 organizaciones ecologistas y sociales representadas en la Mesa por el Clima de Granada rechazan la idea de que la Ronda Este o cierre del anillo de circunvalación sea una infraestructura necesaria para el desarrollo y el progreso de Granada, tal y como se está transmitiendo desde varios estamentos públicos y privados los últimos días.
Muy al contrario, la Mesa por el Clima considera que la promoción de esta carretera supone una inversión millonaria en una infraestructura que socava el bienestar de las personas que viven en Granada y malgasta recursos públicos muy necesarios en este momento para invertir en otras medidas cruciales para el conjunto de la ciudadanía, en favor de unos pocos intereses privados.
La entidad considera que Granada no necesita una Ronda Este sino que lo precisa son fuertes inversiones en transporte público y en sistemas de movilidad alternativos al coche.
Ante las recientes declaraciones sobre el inicio del estudio de impacto ambiental de la Ronda Este por parte de la consejera de Fomento, Marifrán Carazo, y de Gerardo Cuerva, presidente de los empresarios granadinos, la Mesa por el Clima de Granada manifiesta su oposición frontal por diversos motivos:
- Por su destructivo impacto ambiental y la consiguiente especulación urbanística que se desataría en este entorno, hasta ahora a salvo de la voracidad constructiva. La construcción de la Ronda Este conllevaría la degradación irreversible de una zona altamente sensible, como parte del territorio histórico dominado por la Alhambra y también como auténtico pulmón verde de la ciudad.
-Granada necesita preservar de la depredación su patrimonio histórico, ambiental y paisajístico para garantizar una ciudad habitable en el presente y para las generaciones futuras.
- Por su ingente e injustificado coste económico, ya que se proyecta en una zona de gran dificultad orográfica, que obligaría a la construcción de viaductos, túneles, viales de acceso y carreteras radiales. Y ello solo para crear una vía alternativa desde y hacia el norte de la provincia, que no serviría para descongestionar la saturada Ronda de Circunvalación y que no funcionaría como el pretendido 'cierre del anillo'.
-Granada necesita urgentemente fuertes inversiones en transporte público, como el desarrollo del Metro, y potenciar sistemas de movilidad alternativos al vehículo privado, así como invertir en proyectos de renaturalización y reforestación.
- Por el aumento de la contaminación, ya que esta infraestructura faraónica no eliminaría parte del tráfico rodado, sino que lo trasladaría a un entorno históricamente preservado de las emisiones contaminantes de los vehículos e incentivaría el uso del coche.
-Granada necesita reducir drásticamente el tráfico de vehículos a motor como principal medida para reducir la contaminación atmosférica que la han situado como la tercera ciudad con la peor calidad de aire de España, así como para mitigar la emisión de gases de efecto invernadero en una zona con escasos sumideros de carbono.
Menos asfalto y menos tráfico
"Nos parecen falaces e inaceptables expresiones como que la autovía servirá para 'limpiar el aire', que será 'absolutamente respetuosa' con el patrimonio cultural y ambiental de la zona o que será un proyecto que 'mejorará Granada'. Granada no necesita ningún 'anillo' que la asfixie, no necesita más asfalto, más tráfico, más contaminación ni más despilfarro al servicio de intereses especulativos", afirma la Mesa por el Clima.
La Mesa por el Clima de Granada apuesta por invertir los millones de euros que costaría construir la Ronda Este en convertir a Granada y su área metropolitana un espacio libre de emisiones nocivas, con un transporte público rápido, frecuente y no contaminante; en una red de carriles bici y peatonales, para la ciudad y en conexión con los núcleos urbanos del área metropolitana, acompañados de infraestructuras verdes que los hagan transitables y mitiguen el calor; en instaurar amplias zonas de bajas emisiones y en aumentar el número de espacios peatonales; y en renaturalizar y reforestar espacios urbanos, zonas periurbanas y las riberas de los ríos.
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