De Granada a Helsinki a pie para concienciar sobre el cambio climático
Marta Moreno Muñoz (1978) ha iniciado su mayor proyecto artístico, activista y vital: caminar desde Granada hasta más allá de Helsinki (Finlandia) para concienciar sobre la gravedad de la emergencia climática en la que nos encontramos, a lo que se une la escasez de recursos energéticos, la extinción de especies y biodiversidad y la contaminación y degradación ambiental, un panorama que, como lleva tiempo advirtiendo la comunidad científica, está conduciendo a nuestra civilización hacia el colapso ante unos gobiernos inoperantes y una sociedad adormecida.
Esta licenciada en Bellas Artes, doctoranda en la Universidad de Granada y miembro de los movimientos climáticos Extinction Rebellion y Scientist Rebellion, partió el día 1 de abril desde su actual localidad de residencia, Órgiva, hacia Granada, en una larga caminata que le conducirá, a lo largo de cinco meses, hasta Helsinki. Y de ahí, aún más al norte, hasta el permafrost, el suelo que permanece helado todo el año y que ya se está derritiendo por el calentamiento global y liberando ingentes cantidadades de metano, un gas de efecto invernadero mucho más potente que el CO2 y que agrava el cambio climático.
El proyecto se ideó para llevarlo a cabo en 2020, y de hecho se denomina '2020: The Walk" (la caminata), pero tuvo que aplazarse hasta ahora por la pandemia. La decisión de dirigirse a Helsinki se debe a que fue en la capital finlandesa donde Marta Moreno tomó el último avión de su vida (no volverá a volar para no contribuir al aumento de emisiones de CO2), cuando en 2019 presentó allí su perfomance Colapso, un proyecto artístico en el que interioriza la crisis climática.
Durante su larga marcha, Marta Moreno conectará con los diversos nodos de los movimientos Extinction Rebellion y Scientist Rebellion de ciudades por las que vaya pasando, así como con otros activistas climáticos de movimientos afines que la acompañarán en diversos tramos del recorrido haciendo marchas colectivas por los países que atravesará: además de España, Francia, Alemania, Dinamarca, Suecia y Finlandia.
Serán unos 5.000 kilómetros de caminata, aunque Marta reconoce que no todo el trayecto lo hará a pie. Tomará algunos ferrys y trenes para acortar tiempo y que no se le echen encima los meses fríos, con temperaturas demasiado bajas en el norte de Europa, y también para no hacer recorridos a pie excesivamente largos para los que no está entrenada.
El objetivo es concienciar a la sociedad sobre el cambio climático, en particular sobre la decisión de no volar en avión para no contribuir al calentamiento global, y ayudar a difundir el movimiento Extinction Rebellion (XR) dando charlas y entrenamiento en Acción Directa No Violenta (ADNV), un activismo en el que Marta ya ha participado en los últimos años.
"No estamos preparados/as para los peligros que depara el futuro. Nos enfrentamos a inundaciones, incendios, un clima extremo, pérdida de cosechas, desplazamientos migratorios masivos y el colapso de la sociedad. El tiempo de la negación ha terminado. Es hora de pasar a la acción", afirma la artista y activista.
The Walk se documentará en vídeo, el proceso se está difundiendo en un blog y en redes sociales (https://www.facebook.com/elcampounificado, @2020thewalk), y se publicará un libro.
“Atravesamos uno de los momentos más oscuros de nuestra historia. Necesitamos urgentemente un cambio radical de sistema: rebelarse es un deber sagrado”, dice Marta Moreno.
"Entiendo la práctica artística como un vehículo por medio del cual podemos transformar la vida y redefinir el concepto que tenemos sobre nosotras mismas, estableciendo nuevas relaciones con el mundo natural, la sociedad y los otros: experimentando con nuestras subjetividades, expandiendo la conciencia y creando nuevos escenarios existenciales", explica.
"Como artista y activista plenamente comprometida con Extinction Rebellion" – movimiento social internacional cuyo objetivo es influir sobre los gobiernos del mundo y las políticas medioambientales mediante la desobediencia civil no violenta para minimizar el calentamiento global, la pérdida de biodiversidad, la extinción masiva de especies y el riesgo de colapso social y ecológico – "mis últimas performances interiorizan la grave crisis ecológica y civilizatoria a la que nos enfrentamos en el actual contexto de emergencia planetaria", continúa la activista.