Empeora la salud de la sanidad pública andaluza
Si la sanidad pública andaluza fuera una persona física y no jurídica hubiera padecido las mismas dificultades que han soportado y soportan cualquier otra usuaria o usuario que, como ella, enferma, ha querido acceder a la Atención Primaria.
Y como todo enfermo o enferma, habrá pasado del enfado a la risa, tras los consecutivos anuncios de que la presencialidad llegaba a la Atención Primaria, desde que en marzo lo dijera a bombo y platillo el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, y en última instancia, al cabreo, cuando el PP celebraba que "todos los granadinos podían pedir ya una cita de forma presencial", el pasado 17 de septiembre
Habría tenido problemas serios para pedir una cita, siempre atendido por teléfono, porque, aunque aún es joven -el Servicio Andaluz de Salud (SAS) fue creado hace 35 años-, no podemos aventurar que, por sus circunstancias, sea avezada en el manejo de internet.
A pesar de los anuncios, también incumplidos, de la homologación en toda Andalucía de un número de teléfono de Sevilla - 955 800 008-, para saber que es su centro de salud, consultorio u hospital, habrá contestado a un número oculto.
Y como todo enfermo o enferma, habrá pasado del enfado a la risa, tras los consecutivos anuncios de que la presencialidad llegaba a la Atención Primaria, desde que en marzo lo dijera a bombo y platillo el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, y en última instancia, al cabreo, cuando el PP celebraba que "todos los granadinos podían pedir ya una cita de forma presencial", el pasado 17 de septiembre. (Antes de que el presidente andaluz reconociera que no era así, al señalar este martes la vuelta de la presencialidad a partir del 1 de octubre).
Una mentira, como tantas que ha acumulado el Gobierno andaluz y el PP sobre la sanidad pública andaluza, sin paliativos, los que, por el contrario, en forma de cuidados, precisa la sanidad pública andaluza, cuya salud empeora, de un mal que se torna crónico
Nada peor que tratar a la ciudadanía como idiotas, cuando sufre y padece lo que desde el poder niegan.
Desde el viernes, 1 de octubre, fecha señalada por Moreno para que regrese la presencialidad tras año y medio, en centros de salud que ya lo contemplaban, al menos, quince días para obtener una cita presencial. Especialidades dan la primera cita para el año próximo, con la excusa de agendas cerradas. Las listas de espera quirúgicas siguen imparables, el refuerzo ha sido escaso o inexistente. Lo de acto único es solo un lema.Y nunca antes se ha privilegiado a la sanidad privada con contratos millonarios, en lugar de potenciar la sanidad pública.
Esperando en la calle su turno para diálisis en un centro conseretado. P.V.M.
Pero lo peor está por venir, con un nuevo plan, avanzado por El Independiente de Granada que, hasta sindicatos médicos, complacientes con la línea de la Junta, han puesto el grito en el cielo.
Maquillaje para negar el colpaso
El Gobierno andaluz ha tratado de maquillar, con su engrasada maquinaria propagandística, el colapso de la Atención Primaria en Andalucía.
Un colapso que ahora, con temor a que el descontento ciudadano erosione al Gobierno y muy especialmente al presidente -su consejero ya está lo suficientemente achicharrado políticamente por su gestión y salidas de tono-, sí reconoce el propio Moreno, si bien echa mano de la ‘herencia’ socialista para justificarlo
Un colapso que ahora, con temor a que el descontento ciudadano erosione al Gobierno y muy especialmente al presidente -su consejero ya está lo suficientemente achicharrado políticamente por su gestión y salidas de tono-, sí reconoce el propio Moreno, si bien echa mano de la ‘herencia’ socialista para justificarlo.
Pero buena parte de la culpa de la situación de los centros de salud es la falta de personal, no solo médicos, también profesionales de Enfermería, además de administrativos.
Si el personal hubiera sido suficiente, la Junta de Andalucía no habría prohibido la presencialidad en los centros de salud.
La Consejería de Salud y Familias ha exprimido al personal de la Atención Primaria, especialmente al de Enfermería, hasta la extenuación. Primero encargándole los rastreos de los contagios, cuando la vacuna estaba muy lejos y la pandemia golpeaba mortalmente, y después la vacunación.
El Gobierno de Juan Manuel Moreno ha cometido el mismo error que llevó a la socialista Susana Díaz a perder apoyo ciudadano.
Durante el verano, buena parte de los centros de salud han cerrado por la tarde en la provincia, como viene siendo habitual, para evitar contrataciones extra para suplir las vacaciones de su personal.
‘Salud no respondía’
El Gobierno de Juan Manuel Moreno ha cometido el mismo error que llevó a la socialista Susana Díaz a perder apoyo ciudadano. Despreciar el descontento ciudadano y tratar de lanzar la idea de que las críticas eran únicamente una estrategia del PSOE para desgastarle. Pero la realidad estaba a las puertas de los centros de salud y en conversaciones cotidianas.
Sillas vacías en un centro de salud. P.V.M.
La realidad estaba a las puertas de los centros de salud y en conversaciones cotidianas
El descontento ha sido generalizado. No solo porque la única opción era contarle a un médico por teléfono tus problemas de salud -con las dificultades que ello supone para cualquier ciudadano, especialmente para personas mayores-, también por la imposibilidad de contactar con los centros telefónicamente, o concertar una cita a través de Salud Responde. Como se ha generalizado en estos últimos meses, ‘Salud no respondía’.
En su comparecencia del pasado martes, para anunciar el fin de las restricciones para aquellos distritos sanitarios que alcanzaran el nivel 0, como ha ocurrido con Metropolitano, Granada y Nordeste, Moreno aprovechó para anunciar la vuelta a la presencialidad en la Atención Primaria.
Esa excusa choca por un lado con el argumento que utilizaban hasta ahora para negar la realidad, que sí había presencialidad, y por otro con las propias medidas que ha ido aprobando la Junta
Con ello trataba de justificar, a posteriori, que la situación de los centros de salud había obedecido a la situación sanitaria. Pero esa excusa choca por un lado con el argumento que utilizaban hasta ahora para negar la realidad, que sí había presencialidad, y por otro con las propias medidas que ha ido aprobando la Junta.
Este verano se ha podido acudir a discotecas, asistir a conciertos y los toros, pero no visitar al médico en los centros de salud, la principal demanda ciudadana.
La sanidad pública andaluza esta enferma, su salud empora, y no responde al tratamiento.