Crónicas Sanitarias: La salud de jóvenes; cáncer colorrectal; cómo afrontan el duelo por suicidio; acoso, bullying y suicidio; la falta de conciliación perjudica la salud sexual; los pacientes con Covid persistente necesitan desesperadamente tratamiento

1. Mas de 1.000 millones de jóvenes sufrirán problemas de salud en 2030
Lo escribe Almudena Barragán en El País.
La salud y el bienestar de los jóvenes en todo el mundo se encuentra en un punto de inflexión que marcará a las próximas generaciones. La falta de financiación, la ausencia de políticas públicas, el cambio en los hábitos de consumo y los retos provocados por el cambio climático, entre otros, han provocado un cuidado desigual en la salud de los adolescentes y la aparición de padecimientos relacionadas con la obesidad y los trastornos de salud mental a nivel global. Así lo indica un estudio publicado por The Lancet que recoge las conclusiones de la segunda Comisión sobre Salud y Bienestar de los adolescentes, la primera en priorizar la participación juvenil y que ha involucrado a jóvenes de 36 países para determinar prioridades y desarrollar recomendaciones escuchando a los principales afectados.
Para 2030 se estima que habrá 2.000 millones de adolescentes y jóvenes en el mundo (de entre 10 y 24 años). De ese total, más de la mitad vivirá en países donde aumentarán los problemas de salud conocidos como el VIH, el embarazo precoz o las infecciones de transmisión sexual; pero también subirán los casos de obesidad y las enfermedades mentales
Para 2030 se estima que habrá 2.000 millones de adolescentes y jóvenes en el mundo (de entre 10 y 24 años). De ese total, más de la mitad vivirá en países donde aumentarán los problemas de salud conocidos como el VIH, el embarazo precoz o las infecciones de transmisión sexual; pero también subirán los casos de obesidad y las enfermedades mentales, como la depresión o la angustia ocasionada por el cambio climático. “La salud de los adolescentes está en un punto crítico, con avances mixtos. Si bien el consumo de alcohol y tabaco ha disminuido y el acceso a la educación ha aumentado, el sobrepeso y la obesidad han crecido hasta ocho veces en algunos países de África y Asia en los últimos 30 años”, señala la copresidenta de la Comisión, Sarah Baird, de la Universidad George Washington de Estados Unidos.
La Comisión destaca que los adolescentes de hoy son la primera generación que crece en condiciones climáticas más duras, con la presencia generalizada de tecnologías digitales y enfrentan de manera desproporcionada amenazas emergentes para la salud mundial. “Sin una acción específica, más de la mitad de los adolescentes del mundo estarán en riesgo de tener una mala salud”, agrega Baird. Ante estos desafíos en constante evolución, los especialistas urgen a los países a destinar presupuesto suficiente para atender a la población y a desarrollar políticas públicas. Sin embargo, pese a que los adolescentes representan el 25% de la población mundial y el 9% de la carga de enfermedades, actualmente solo reciben el 2,4% de la ayuda global, según el estudio.
La Comisión destaca que para 2030 los jóvenes tendrán una pérdida en años de vida saludable debido al aumento de los trastornos mentales, una tendencia que ha ido al alza después de la pandemia y que se mantiene debido a la emergencia climática que vive el planeta. “La covid 19 puso de manifiesto los problemas de salud mental que enfrentan los jóvenes como consecuencia del aislamiento, la interrupción de la escolarización y la falta de interacción social”, apunta Baird. Ahora sabemos que los desafíos que enfrentan los jóvenes y los adolescentes corren el riesgo de agravarse debido a problemas emergentes como la crisis climática, los conflictos internacionales y la rápida transición hacia un mundo más digital.
Esa angustia constante ante un futuro incierto ha desencadenado la llamada ecoansiedad, un sentimiento de temor a un cataclismo debido al impacto del cambio climático
Esa angustia constante ante un futuro incierto ha desencadenado la llamada ecoansiedad, un sentimiento de temor a un cataclismo debido al impacto del cambio climático. The Lancet subraya que en 2100, unos 1,9 millones de adolescentes sufrirán una subida de la temperatura próxima a 2,8º lo que “supondrá riesgos catastróficos para la salud”, pero también inseguridad alimentaria por la falta de agua y comida. “La población joven será la más afectada porque tiene una esperanza de vida mayor”, corrobora María Pastor Valero, profesora titular de Medicina preventiva de la Universidad Miguel Hernández de Elche, ajena a este estudio. “Los pensamientos rumiantes en la población juvenil, que en determinadas poblaciones más vulnerables son muy altos, provocan depresión clínica, ansiedad, insomnio y pueden llegar a causar estrés postraumático para quienes han vivido en primera persona los efectos del cambio climático”, apunta Pastor Valero.
"Necesitamos equipar a los adolescentes con habilidades y oportunidades para obtener empleos en las economías verde y azul. Adoptar un enfoque intergeneracional es esencial para un futuro sostenible, equitativo y saludable"
En su revisión sistemática, la Comisión Lancet analizó cómo el cambio climático afecta la salud mental de los adolescentes y descubrió que tanto los desastres climáticos de rápida acción, como los huracanes; como los efectos más lentos, contribuyen a afecciones de salud mental. “No hay salud adolescente sin salud planetaria”, dice desde India Surabhi Dogra, comisionada de Juventud en la Comisión que ha realizado el estudio. Su participación y la de otros jóvenes ha sido fundamental para realizar este diagnóstico. “Es urgente invertir en el futuro de los adolescentes. Los trabajadores adolescentes en sectores informales, como la agricultura, continúan enfrentando explotación y peligros para la salud ocupacional. Necesitamos equipar a los adolescentes con habilidades y oportunidades para obtener empleos en las economías verde y azul. Adoptar un enfoque intergeneracional es esencial para un futuro sostenible, equitativo y saludable”, señala Dogra.
La Comisión destaca que la transición digital ofrece nuevas oportunidades para la interacción social, la educación, el empleo y la promoción de la salud de los adolescentes
La Comisión destaca que la transición digital ofrece nuevas oportunidades para la interacción social, la educación, el empleo y la promoción de la salud de los adolescentes. Sin embargo, muchas experiencias sociales y emocionales clave ahora ocurren en línea, lo que genera preocupaciones sobre el posible impacto negativo en su desarrollo y bienestar. “La Comisión también señala áreas que requieren más investigación, incluyendo el impacto de la digitalización en la salud mental adolescente. Los comisionados recomiendan que es necesario sopesar los pros y los contras de las redes sociales para asegurar el acceso mientras se previenen los daños digitales”, apunta Dogra.
En ese sentido, los expertos urgen a que crezca la inversión, se creen políticas públicas y se incentive la participación de actores gubernamentales, actores privados y se tenga en cuenta a los propios jóvenes de las regiones afectadas. Algo de lo que ya advirtió la Organización Mundial de la Salud el año pasado. Su director, Tedros Adhanom Ghebreyesus, enfatizó que invertir en la salud de los adolescentes es tanto “una obligación moral como una necesidad económica”, porque no abordar estos desafíos “podría resultar en consecuencias graves y costos crecientes para la sociedad”.
Surabhi Dogra comparte algunas de las conclusiones a las que llegó el grupo de trabajo y hacia donde podrían ir enfocados los esfuerzos económicos de los gobiernos en un futuro. “Hemos identificado soluciones que requieren inversiones para mejorar la salud mental como la exposición a la biodiversidad, que mejora el bienestar y los resultados neurocognitivos de los adolescentes”, comenta.
El estudio destaca que la financiación actual para la salud y el bienestar de los adolescentes en el mundo sigue siendo insuficiente y mal dirigida
El estudio destaca que la financiación actual para la salud y el bienestar de los adolescentes en el mundo sigue siendo insuficiente y mal dirigida. Las inversiones son tan efectivas como en niños pequeños y resultan más beneficiosas que los programas destinados a adultos, sin embargo, la falta de liderazgo y gobernanza obstaculiza el progreso. Invertir en la generación actual de jóvenes de 10 a 24 años generará un triple dividendo: beneficios para los jóvenes de hoy, los adultos en los que se convertirán y la próxima generación de niños que criarán, subrayan desde el estudio. “Necesitamos asegurar que las voces de los jóvenes formen parte del diseño de soluciones desde el principio, garantizando así su participación en la creación de políticas públicas, su implementación, monitoreo y evaluación”, concluye Sarah Baird.
2. Atención Primaria: el diagnóstico es claro, pero ¿cuál es la solución?
No faltan ideas, sino implementación para resolver los problemas del primer nivel asistencial. Mientras discutimos cómo resolver las crisis, Primaria se debilita y con ella el SNS.
"En un momento así, mantener el mismo facultativo durante 15 años y poder decir eso de que tienes un médico para toda la vida, no es lo normal"
"Nada dura 15 años ahora mismo. Estar 15 años en el mismo puesto de trabajo no es lo normal o 15 años con la misma pareja o 15 años viviendo en la misma casa. En un momento así, mantener el mismo facultativo durante 15 años y poder decir eso de que tienes un médico para toda la vida, no es lo normal", reflexionaba Javier Padilla en una jornada celebrada en la Organización Médica Colegial (OMC) con motivo del Día de la Atención Primaria (12 de abril). El secretario de Estado de Sanidad se preguntaba de qué manera se puede actualizar una AP que se desarrolló en una sociedad que ya no existe para poder convertir esa longitudinalidad [la relación mantenida en el tiempo entre el mismo médico y sus pacientes] en una mejora de los resultados en salud.
Cómo encajar esa longitudinalidad en sociedades líquidas (en el concepto del sociólogo Zygmunt Bauman), o incluso gaseosas, caracterizadas por la provisionalidad y la vertiginosa rapidez de los cambios. Cómo 'retenemos' a un médico de Familia si nada dura mucho tiempo
En la jornada Con la Atención Primaria, los números cuadran, celebrada por el Foro de Médicos de Atención Primaria, se realizó el enésimo análisis sobre la crisis que vive el primer nivel asistencial y aunque el diagnóstico es claro, no lo es el tratamiento para la AP: no es fácil encontrar soluciones reales a una crisis formada a su vez por varias crisis. Una de ellas es esa que apuntaba Padilla, la inadaptación de los valores de la Atención Primaria que tienen una mejora en la salud de la población a la realidad actual. Cómo encajar esa longitudinalidad en sociedades líquidas (en el concepto del sociólogo Zygmunt Bauman), o incluso gaseosas, caracterizadas por la provisionalidad y la vertiginosa rapidez de los cambios. Cómo 'retenemos' a un médico de Familia si nada dura mucho tiempo.
Podría pensarse que el problema (y su solución) es la financiación, pero siendo ésta muy importante no es lo único. También hay una crisis de profesionales, subrayó el secretario de Estado que también es médico de Familia. Por un lado, porque hay agotamiento y desapego de los facultativos, especialmente en las áreas de difícil cobertura; por otro lado, porque los médicos, como las sociedades, han cambiado y ya no basta el elemento salarial para atraerlos, la gente quiere condiciones laborales que les permitan tener tiempo libre para conciliar y para vivir -también para poderse desarrollar profesionalmente e investigar, formarse…-.
Además, la sociedad se ha envejecido, el porcentaje de mayores no ya de 65, sino de 80 se ha incrementado considerablemente, siendo una población que requiere un cierto nivel de cuidados por parte especialmente de la atención primaria y no basta con crear más plazas MIR que, sin una adecuada planificación, pueden generar a medio-largo plazo médicos desempleados
Además, la sociedad se ha envejecido, el porcentaje de mayores no ya de 65, sino de 80 se ha incrementado considerablemente, siendo una población que requiere un cierto nivel de cuidados por parte especialmente de la atención primaria y no basta con crear más plazas MIR que, sin una adecuada planificación, pueden generar a medio-largo plazo médicos desempleados –sobre todo cuando vemos en los últimos años que se quedan sin cubrir muchas plazas de Medicina de Familia, sin contar las renuncias que luego se producen-. Aunque se ha potenciado también la jubilación activa mejorada a la que se han acogido bastantes profesionales, no basta para cubrir una enorme demanda y más teniendo en cuenta la jubilación de una gran parte de profesionales de AP que se nos viene encima en los próximos años.
Dos médicos por cada uno que se jubila
Algunos datos que reflejan esta situación los apuntó en la jornada Hermenegildo Marcos, representante nacional de médicos de AP rural de la OMC. Indicó que el último estudio PISA muestra cómo los jóvenes no quieren dedicarse al sector salud. También se recoge en el estudio What do we know about Young people’s interest in health careers? (¿Qué sabemos sobre el interés de los jóvenes en las carreras de salud?) publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Salarios relativamente bajos para la exigencia y el estrés que soportan, enorme carga laboral y exposición a situaciones de riesgo (como se vio en la pandemia) disuaden a los jóvenes de dedicarse a esta profesión. También señaló Marcos que, según la OCDE, se necesitan dos médicos nuevos para sustituir a uno que se jubila (por ese tiempo libre y esa conciliación que exigen las nuevas generaciones).
Vicente Matas, coordinador del Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada, ofreció datos sobre plantillas y recambio profesional en España. Usando información del último Informe Oferta-Necesidad de Especialistas Médicos 2021-2035 del Ministerio de Sanidad, explicó que en el SNS en 2023 existían un total de 33.894 (un 54,9%) médicos de Familia de 50 años o más que llegan a la edad de jubilación entre 2023 y 2038. En esos 16 años podrán terminar el MIR un máximo de 38.368, que en realidad serán menos porque entre 2018 y 2022 no terminaron un 6,9%, por lo que aplicando esa corrección serían 35.721 nuevos especialistas. "Aunque todos se quedaran en el SNS, ese pequeño superávit de 1.827 médicos de Familia sería insuficiente para las más de 5.000 plazas que sería necesario crear en estos años para poder revertir las crecientes listas de espera y la sobrecarga asistencial, además de las muchas plazas vacantes".
En Pediatría es todavía peor ya que "un importante porcentaje de las plazas ahora mismo están cubiertas por médicos que no son especialistas en Pediatría o son médicos de Familia que los necesitaríamos ejerciendo como médicos de Familia o son directamente licenciados
En Pediatría es todavía peor ya que "un importante porcentaje de las plazas ahora mismo están cubiertas por médicos que no son especialistas en Pediatría o son médicos de Familia que los necesitaríamos ejerciendo como médicos de Familia o son directamente licenciados", explicó Matas. Así, en 2023 existían un total de 4.732 (un 42,6%) médicos pediatras de 50 años y más que llegan a la edad de jubilarse entre 2023 y 2038. En esos 16 años podrán terminar el MIR un máximo de 7.988 pediatras (de nuevo, corrigiendo por los posibles abandonos serán 7.860). "Aun quedándose todos en el SNS y existiendo un teórico superávit de 3.128 profesionales, sería posiblemente insuficiente para reponer las jubilaciones, las plazas vacantes, los incrementos de plantilla y las plazas ocupadas por médicos sin la especialidad".
También habló Matas de cupos de tarjetas que tienen los médicos de Familia y, aunque señaló que está disminuyendo el porcentaje de cupos con más de 1.500 personas (siguen quedando 9.711 en todo el SNS) y los de más de 2.000 personas (siguen quedando 562) [también aumentan los cupos de menos de 1.000 personas por el avance de la España vaciada], siguen siendo demasiados e indica una sobrecarga de los profesionales. Las plantillas en estos años han crecido muy desigualmente: principalmente en hospitales y mucho más en otras categorías como Enfermería que en Medicina. En hospitales desde 2010 los facultativos han crecido un 31,5% (y los de Urgencias un 27,85%), mientras en Atención Primaria lo han hecho en un 8,8%.
Longitudinalidad, un atributo 'irrenunciable'
Con estas cifras no es sorprendente el crecimiento de las listas de espera en Primaria, lo que acaba con la accesibilidad, uno de sus principales atributos –aunque, en general, AP sigue fallando en sus cuatro atributos fundamentales: accesibilidad, integralidad, coordinación y longitudinalidad-. Para Padilla este último es "irrenunciable", "nos va la vida en ello". "Es la única prioridad para mí ahora mismo en España", coincidió Sergio Minué, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, doctor en Economía, profesor en la Escuela Andaluza de Salud Pública y coordinador del centro colaborador de la OMS sobre Atención Primaria. Para Padilla, la condición de supervivencia y el valor de la AP es redefinir la longitudinalidad a los tiempos actuales. El secretario de Estado contó que consultaron a la Oficina Regional de la OMS para Europa para ver qué países estaban trabajando en ella y utilizar algunas de esas políticas, y la respuesta fue que ninguno. "Estamos trabajando con ellos para poder aterrizar medidas concretas para el incentivo y la mejora de la longitudinalidad en nuestro país".
Si un fármaco redujera un 30% la mortalidad, abriría los telediarios", subrayó Minué, quien añadió que la longitudinalidad en absoluto es buena en España. "Hace poco en una reunión escuché que es maravillosa en nuestro país, desde luego en ocasiones no tenemos vergüenza"
Para hacernos una idea de la importancia de este concepto, y aunque hay varios trabajos, basta con mencionar el más relevante de los últimos años en AP, el de Hogne Sandvik, publicado en el British Journal of General Practice: realizado con la práctica totalidad de la población de Noruega, demostraba que tener el mismo médico de Familia durante años se asociaba a una disminución del uso de Urgencias, de hospitalizaciones y de mortalidad. Concretamente, si se tiene el mismo médico más de 15 años esas contingencias se reducen entre un 25 y un 30%. Además, de forma dosis dependiente, es decir, cuantos más años de relación médico-paciente, más reducción de mortalidad. "Si un fármaco redujera un 30% la mortalidad, abriría los telediarios", subrayó Minué, quien añadió que la longitudinalidad en absoluto es buena en España. "Hace poco en una reunión escuché que es maravillosa en nuestro país, desde luego en ocasiones no tenemos vergüenza".
Las kriptonitas de la AP
Para Beatriz González López-Valcárcel, catedrática de Métodos Cuantitativos en Economía y Gestión de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria e investigadora en Economía de la Salud, nuestro SNS está basado en valores, como son la financiación pública, aseguramiento público y cobertura y acceso universal con criterios de salud poblacional y con equidad. Pero estamos en un momento "muy delicado en el que el genoma del SNS puede que esté cambiando. El 27% del gasto sanitario es privado, 15 puntos por encima de países como Alemania, que tiene fama de sistema basado en aseguradoras. Incluso el principio de equidad está en entredicho. Mi tesis es que la Atención Primaria puede ser la solución, como un Superman, por los valores que se han comentado (longitudinalidad, accesibilidad...)".
Si un fármaco redujera un 30% la mortalidad, abriría los telediarios", subrayó Minué, quien añadió que la longitudinalidad en absoluto es buena en España. "Hace poco en una reunión escuché que es maravillosa en nuestro país, desde luego en ocasiones no tenemos vergüenza"
Pero todo Superman tiene sus kriptonitas y los atributos de AP tienen sus debilidades. En el caso de la longitudinalidad son las relaciones laborales: los contratos temporales, la figura del médico de incidencias, del médico sustituto, etc.; en la coordinación del cuidado, la fragmentación asistencial; en la integralidad [la capacidad de resolver la mayoría de los problemas de salud con una resolutividad estimada en el 90%] la debilidad son las trabas para pedir pruebas diagnósticas y los filtros; y en el caso de la accesibilidad, a pesar de tener una red de AP muy capilarizada con más de 13.000 centros de salud y consultorios locales en todo el país (incluso en la España vaciada) -"uno de nuestros grandes logros que como país no hay que perder", remarcó González-, la kriptonita claramente son las listas de espera (con una media en España de en torno a 9 días).
Para González, otra kriptonita importante es el sistema Muface. "El informe de la Airef de hace unas semanas es un haz de luz sobre un tema tan opaco como el mutualismo administrativo. La conclusión es que Muface es un sistema que es una carga de profundidad, una bomba contra la Atención Primaria como sistema".
No confundir reivindicaciones laborales, que son legítimas y necesarias, con el bien común. La asalarización y la uniformidad ineficiente que implica que somos funcionarios puede llevar a una pérdida de profesionalismo"
La catedrática advirtió también del peligro de confundir "el bienestar de los que trabajan para el Estado con el estado de bienestar. No confundir reivindicaciones laborales, que son legítimas y necesarias, con el bien común. La asalarización y la uniformidad ineficiente que implica que somos funcionarios puede llevar a una pérdida de profesionalismo".
Financiación: No es un gasto, es una inversión
Decíamos que la financiación no es el único problema, pero sin duda está en la base de muchas de las dificultades mencionadas. Matas recordó que en situaciones de crisis económica, como la de 2008, "donde más se ceban los recortes es en Atención Primaria". Concretamente, apuntó Padilla, en los profesionales. González recordó que el gasto en hospitales en 2002 era 3,5 veces mayor que en AP, y en 2022 era 4,2 veces mayor. El incremento en estos 20 años ha sido de un 126% más en AP y un 175% más en hospitalaria, lo que demuestra una vez más que tenemos un sistema hospitalcentrista.
"El gasto en personal para la especializada sí es más prioritario y ahí sí ha aumentado más. En AP solo se invierte en aparatos y cuando hay dinero"
Pero no solo cuánto, sino en qué. Minué habló de algunas de las inversiones ministeriales de los tres últimos años, como el llamado Minap (Plan de Mejora de Infraestructuras de Atención Primaria) dotado con casi 500 millones de euros o la Comisión de Atención Primaria y Comunitaria con una inversión de 172 millones. "¿Para qué? Para mejorar las infraestructuras, transformación digital, un poquito de formación y ampliación y adquisición de nuevo equipamiento. Curiosamente, siempre que el Ministerio quiere invertir en AP lo hace en aparatos, lo cual es normal porque en este país se sigue pensando que la medicina es algo que se ejerce con aparatos. El gasto en personal para la especializada sí es más prioritario y ahí sí ha aumentado más. En AP solo se invierte en aparatos y cuando hay dinero".
"Eso querría decir que por cada euro que se invierte en AP se recuperan a largo plazo X. Lamentablemente ese número no lo puedo dar, no solo porque nadie lo haya calculado, sino porque ese número cambia localmente según la organización de la Primaria, cómo trabajan de bien, con qué calidad…"
Ocho de cada 10 actuaciones en Sanidad se producen en AP, pero ésta solo recibe 1,5 euros de cada 10. Pero, ¿cuál es el retorno social de esa inversión en AP? González, economista, tomó la palabra: "Eso querría decir que por cada euro que se invierte en AP se recuperan a largo plazo X. Lamentablemente ese número no lo puedo dar, no solo porque nadie lo haya calculado, sino porque ese número cambia localmente según la organización de la Primaria, cómo trabajan de bien, con qué calidad… No existe ese número, es un poco una decepción, pero no hay un número universal que pueda indicarlo".
Hablemos entonces de lo que recibe la AP, claramente insuficiente. Si queremos consolarnos, podemos apelar a que el problema de la Primaria no es exclusivamente español, sino global. También es positivo que nunca ha habido tanto acuerdo internacional sobre la importancia de la AP, "es algo inaudito", según Minué. El profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública explicó que durante 40 años, a partir de un artículo de dos consultores de la Rockefeller Foundation, se estableció la idea de que mantener un modelo de AP integral como el español era demasiado caro, insostenible.
"Tuvo tanta influencia que durante 40 años toda la línea de inversión en materia internacional del Banco Mundial, de posteriormente la Bill&Melinda Gates Foundation o incluso de la propia OMS iba dirigida a una AP selectiva donde lo importante era la enfermedad, no el paciente. Hace una década, más o menos, todo esto cambió debido a la cantidad de evidencia incontrovertible sobre la importancia de la AP. Un informe del Club de los Ricos señalaba que fortalecer la Primaria era clave para mantener el sistema y el informe marco de 2020 Time to Deliver del Banco Mundial [Walking The Talk. Reimagining Primary Health Care after Covid-19] hablaba no solamente de abrazar la AP integral, sino que hay que realizar una inversión suficiente".
"La OMS considera que todos los países deberían invertir al menos un tercio de su gasto total en Primaria. España está entre los de ingresos medio-altos y medio-bajos, alrededor del 12%, el 15% o el 19% los cálculos más optimistas", destacó Minué
El informe PRIMER de la OMS (2024) [Implementing the Primary Health Care Approach] clasificaba los países en cuatro tipos: los que tienen ingresos bajos, medio-bajos, medio-altos y altos. "Un país de ingresos altos, que en teoría el nuestro debería corresponder ahí, tendría que destinar un 27% del gasto gubernamental a AP. De hecho, la OMS considera que todos los países deberían invertir al menos un tercio de su gasto total en Primaria. España está entre los de ingresos medio-altos y medio-bajos, alrededor del 12%, el 15% o el 19% los cálculos más optimistas", destacó Minué.
La recomendación de la Organización Panamericana de Salud (OPS) recomienda más del 6% del PIB para gasto sanitario público [según denunció Minué, en España hemos estado durante prácticamente la década pasada por debajo de ese umbral] y de ese presupuesto, más del 30% para AP. En un informe que se presentó en la Asamblea de Naciones Unidas en septiembre de 2019, unos meses antes de comenzar la pandemia, la OMS instaba a todos los países a invertir un 1% del PIB adicional, bien con recursos nuevos o con redistribución de los recursos, en AP. En el caso de España eso serían 15.000 millones de euros aproximadamente. Después de la pandemia, la OCDE recomendaba el 1,5% del PIB adicional.
Usando datos de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (Fadsp), Minué mostró que el gasto per cápita en AP oscilaba entre 150 y 300 euros, con variaciones entre CCAA (oscilando entre los 158,94 en Madrid y los 300,50 en Castilla y León). Esas cifras nos sitúan, según el PRIMER de la OMS, en los países de ingresos medio-bajos (48 euros per cápita) y medio-altos (180 euros per cápita). En datos porcentuales, la media del gasto destinado a AP sobre el total del gasto sanitario es de un 15,02% (oscilando entre el 9,23% de Comunidad Valenciana o el 10,03% de Madrid, y el 18,58% de Extremadura o el 18,45% de Andalucía en el otro extremo). Muy lejos, en cualquier caso, del 25% como mínimo que recomienda la OMS o el tercio del gasto total que indicaba Minué.
Modelo CSIR de Cataluña, un intento de modernizar la AP en la práctica
Para sostener este eje imprescindible para la sostenibilidad del sistema sanitario que es la Atención Primaria, desde las sociedades científicas de AP y Medicina de Familia se defiende la necesidad de plantillas suficientes, estables y con tiempo para hacer Medicina de verdad, condiciones laborales dignas que hagan atractiva la especialidad y favorezcan el retorno de los que se han ido y financiación realista y suficiente que contemple cuestiones como la cronicidad.
Pero, ¿qué se está haciendo realmente en España? La AP está llena de buenas intenciones, pero pocas acciones reales
Pero, ¿qué se está haciendo realmente en España? La AP está llena de buenas intenciones, pero pocas acciones reales. El recientemente aprobado Plan de Acción de Atención Primaria y Comunitaria 2025-2027 contiene muchas líneas de acción concretas y necesarias, pero "hace falta que aterricen esas medidas, que las podamos percibir porque los planes no cambian realidades por sí solos, lo hacen las decisiones, lo hacen los presupuestos y, sobre todo, la voluntad política sostenida para abordar el verdadero problema", en palabras de la vicepresidenta primera de la OMC, Isabel Moya.
En ese Plan Padilla destacó que hay un punto relacionado con "consensuar dentro del Consejo Interterritorial la vinculación entre el crecimiento del gasto sanitario total y el crecimiento del gasto en AP, también con esa perspectiva de que esto no se tiene que relacionar tanto con cuando crezca el gasto, sino sobre todo si lo que ocurre es que decrece", intentando evitar que si vienen mal dadas los recortes se ceben de nuevo con la Primaria.
Pero a pesar de esas enormes diferencias entre ellas, tienen algo en común: hay mucha palabrería, pero no están haciendo nada reseñable respecto a la Primaria
Las CCAA no son iguales en cuanto a dispersión de la población, número de centros o cronicidad y envejecimiento de la población, aspectos que pueden marcar sus estrategias de AP, y tampoco en lo que invierten, como hemos visto en la financiación. Pero a pesar de esas enormes diferencias entre ellas, tienen algo en común: hay mucha palabrería, pero no están haciendo nada reseñable respecto a la Primaria, para Minué. Muchas CCAA hablan de cambios de modelo hacia una salud más comunitaria, otras indican que van a aumentar el presupuesto destinado a AP; pero, al margen de si realmente los cambios traen resultados palpables, lo cierto es que en algunos casos se trata de parches, no de auténticas reformas estructurales. Las sociedades de Primaria coinciden en que es necesario que todas las CCAA se comprometan con la AP.
Sí se puede destacar un enfoque distinto en Cataluña. Se trata del modelo CSIR, un intento de modernizar la AP no desde los despachos, como hasta ahora, sino en la práctica con equipos y población reales. En las últimas décadas se han elaborado más de 50 informes diagnosticando el SNS: no hay un problema de ideas, sino de implementación, de falta de acción. En ese contexto la Generalitat creó en septiembre de 2024 CAIROS, el Comité para la Evaluación, la Innovación y la Reforma Operativa del Sistema de Salud de Cataluña, compuesto por 12 expertos y con apoyo de una Oficina Técnica de la Consejería de Salud que dirige Olga Pané.
Una de sus líneas de acción tiene que ver con AP. Han diseñado los Centros de Salud Integral de Referencia (CSIR), "una configuración diferente de la organización de la AP"
Una de sus líneas de acción tiene que ver con AP. Han diseñado los Centros de Salud Integral de Referencia (CSIR), "una configuración diferente de la organización de la AP", según Beatriz González López-Valcárcel, que forma parte del CAIROS. Los CSIR se organizan en Unidades Básicas Asistenciales (UBA) formadas por un médico, una enfermera y un asistente clínico ilustrado "con capacidad para entrar en las historias clínicas, que va a conocer a los pacientes y a hacer gran parte del trabajo burocrático que ahora hacen los médicos, incorporando inteligencia artificial para hacer que la consulta se centre en mirar a los ojos al paciente".
Los centros del proyecto piloto son tanto los propios del sistema de salud catalán como los concertados y equipos de base asociativa (EBA). Además de la IA, tendrán mayor autonomía de gestión, incentivos ligados a resultados o fórmulas de pago por capitación al profesional. Se intentará integrar la atención entre Primaria y Hospitalaria, Primaria y residencias y entre Salud y Servicios Sociales. Reforzarán la atención domiciliaria y residencial mediante dispositivos como el Servicio de Atención Domiciliaria transitorio o la hospitalización a domicilio de atención inmediata.
González explicó que a la convocatoria se presentaron 116 centros, "cinco veces más de los que necesitábamos. Se seleccionó con determinados criterios a 27, tanto en ámbitos rurales como urbanos, que empiezan a trabajar ahora en abril y dentro de 12 meses veremos qué pasa. Si va bien, se hará el scalling up, es decir, se generalizará a más territorios o incluso a toda Cataluña. Si no va bien, tendremos que evaluar qué ha funcionado y qué no y por qué. Hay que evaluar".
3. Demasiado jóvenes para el cáncer colorrectal… ¿o ya no?
Un artículo de María José Sánchez Pérez y Dafina Petrova en The Conversation.
En los últimos años ha emergido una tendencia preocupante: el aumento mantenido del cáncer colorrectal en personas jóvenes, especialmente entre los 20 y 49 años
Durante décadas, el cáncer colorrectal se ha considerado una enfermedad propia del envejecimiento. Sin embargo, en los últimos años ha emergido una tendencia preocupante: el aumento mantenido del cáncer colorrectal en personas jóvenes, especialmente entre los 20 y 49 años.
Este fenómeno, reconocido ya como un problema de salud pública, genera preocupación en la comunidad científica y requiere una respuesta decidida desde la investigación, la prevención y las políticas sanitarias.
Una tendencia global al alza
En países como Estados Unidos, Canadá, Australia o Chile, la incidencia del cáncer colorrectal en menores de 50 años ha ascendido de forma consistente en las últimas décadas. Según una investigación reciente, los cánceres gastrointestinales son los que presentan el mayor incremento entre todos los cánceres de aparición temprana, con una subida media anual del 2,16 % entre 2010 y 2019 en Estados Unidos.
En Europa, el estudio de Fanny E. R. Vuik y colaboradores reveló un aumento medio anual del 7,9 % en personas adultas de 20 a 29 años desde 2004. Y un análisis global con datos poblacionales de alta calidad en 50 países ha mostrado que la incidencia del cáncer colorrectal de aparición temprana se está incrementando en 27 de ellos, con subidas más rápidas que en personas adultas mayores.
Aunque este tipo de cáncer en jóvenes representa todavía una proporción pequeña del total de casos, su crecimiento contrasta con la estabilización o incluso descenso que se observa en mayores de 50 años, donde los programas de cribado ya están bien implantados
Aunque este tipo de cáncer en jóvenes representa todavía una proporción pequeña del total de casos, su crecimiento contrasta con la estabilización o incluso descenso que se observa en mayores de 50 años, donde los programas de cribado ya están bien implantados.
En España, actualmente se está llevando a cabo un estudio liderado por los registros de cáncer de Granada y Tarragona cuyo objetivo es analizar las tendencias en personas jóvenes a partir de datos poblacionales de la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN). Los resultados preliminares indican que este país también está experimentando un aumento en los casos de cáncer colorrectal, concretamente entre adultos de entre 20 y 35 años.
Por su parte, otros proyectos como TEOGIC o SECOC buscan caracterizar las bases moleculares y otras características clave de los tumores gastrointestinales diagnosticados en personas menores de 50 años.
A todo esto hay que añadir que, según el informe más reciente de la American Cancer Society, el cáncer colorrectal se ha convertido en la primera causa de muerte por cáncer en hombres y la segunda en mujeres menores de 50 años en Estados Unidos.
¿Qué hay detrás de este aumento?
No hay una causa única: la evidencia señala que se trata de un fenómeno multifactorial. Alrededor del 30 % de los casos en jóvenes pueden asociarse a síndromes hereditarios, pero la mayoría son esporádicos.
Algo en el entorno, el estilo de vida o las exposiciones durante la infancia y juventud está cambiando y favoreciendo la aparición precoz de esta enfermedad.
Entre los factores más consistentes se encuentran los siguientes:
La mayor prevalencia de alteraciones metabólicas como la resistencia a la insulina o la inflamación crónica de bajo grado
- Las dietas con alto contenido en carnes procesadas, azúcares añadidos y alimentos ultraprocesados, junto a un bajo consumo de fibra y vegetales.
- El sedentarismo, el tabaquismo, el consumo de alcohol y la obesidad abdominal.
- El consumo frecuente de antibióticos en la infancia, que puede alterar el microbioma intestinal.
- La exposición a sustancias contaminantes como plásticos o compuestos orgánicos persistentes.
La mayor prevalencia de alteraciones metabólicas como la resistencia a la insulina o la inflamación crónica de bajo grado.
Estudios recientes han identificado nuevas variantes genéticas asociadas al cáncer colorrectal de aparición temprana, pero también han confirmado la relevancia de factores modificables como el índice de masa corporal o el bajo nivel educativo. La interacción entre predisposición genética y factores ambientales desde edades tempranas parece ser clave.
Un cáncer diferente: más agresivo y difícil de detectar
Este cáncer no solo aparece antes: también se comporta de forma diferente. Suele diagnosticarse en fases más avanzadas, ya que sus síntomas, como dolor abdominal, cambios en el tránsito intestinal o sangrado en las heces, pueden confundirse con patologías benignas y se minimizan por la edad de la persona que los padece.
Su aparición en edades productivas implica un impacto emocional, familiar y económico mucho más importante, ya que afecta a personas que están construyendo su vida, desarrollando su carrera profesional o formando una familia
Además, algunos trabajos apuntan a subtipos moleculares más agresivos y una biología distinta, lo que complica su tratamiento y empeora el pronóstico. Su aparición en edades productivas implica un impacto emocional, familiar y económico mucho más importante, ya que afecta a personas que están construyendo su vida, desarrollando su carrera profesional o formando una familia. Y cada diagnóstico se traduce en muchos años de vida potencialmente perdidos.
¿Qué podemos hacer?
La primera medida a tomar es aumentar la concienciación. Ni los profesionales sanitarios ni la población deben descartar el cáncer colorrectal por la edad de la persona. Para su detección precoz, es importante reconocer los síntomas de alarma y consultar a su médica o médico ante señales persistentes.
Según una investigación reciente, uno de cada dos españoles no sabe que un sangrado o cambios en los hábitos intestinales podrían ser síntomas de cáncer. La educación sanitaria y fomentar hábitos de vida saludables desde edades tempranas es esencial.
También es necesario reconsiderar las estrategias de cribado. Estados Unidos ya ha bajado la edad recomendada para iniciarlo a los 45 años, y existen propuestas para hacerlo aún antes en personas con factores de riesgo conocidos
También es necesario reconsiderar las estrategias de cribado. Estados Unidos ya ha bajado la edad recomendada para iniciarlo a los 45 años, y existen propuestas para hacerlo aún antes en personas con factores de riesgo conocidos.
Además, se están desarrollando nuevas herramientas como la biopsia líquida o la inteligencia artificial, para identificar el cáncer antes de que aparezcan los síntomas.
En Europa, países como Reino Unido o Países Bajos también están evaluando cambios en sus programas, y varios estudios ya exploran la rentabilidad de adaptar el cribado a perfiles de riesgo o edades más tempranas. No obstante, aún no se ha alcanzado una recomendación consensuada basada en evidencia científica por parte de los comités expertos europeos, dado que los riesgos y beneficios siguen siendo objeto de debate.
Bajar la edad del cribado supone también aumentar los falsos positivos que conlleva sobrediagnóstico y sobretratamiento. Este tema está actualmente en evaluación
Bajar la edad del cribado supone también aumentar los falsos positivos que conlleva sobrediagnóstico y sobretratamiento. Este tema está actualmente en evaluación.
Por lo demás, es prioritario abordar los determinantes sociales y ambientales: prevenir la obesidad infantil, reducir el consumo de ultraprocesados, promover la actividad física y diseñar entornos urbanos saludables. También urge reforzar los registros poblacionales de cáncer, que permiten identificar tendencias emergentes y orientar políticas basadas en la evidencia.
Grupos con menor nivel educativo o acceso limitado al sistema sanitario presentan mayores tasas de mortalidad por cáncer colorrectal, incluso en jóvenes, particularmente porque suelen acumular varios de los factores de riesgo mencionados
Y otro aspecto clave es reducir las desigualdades. Grupos con menor nivel educativo o acceso limitado al sistema sanitario presentan mayores tasas de mortalidad por cáncer colorrectal, incluso en jóvenes, particularmente porque suelen acumular varios de los factores de riesgo mencionados.
Mirando al futuro
El aumento del cáncer colorrectal en jóvenes no es un fenómeno estadístico anecdótico. Es una señal de alerta de que algo está cambiando en nuestros cuerpos y en nuestro entorno, y una oportunidad para repensar cómo entendemos la prevención, el cribado y la atención oncológica en el siglo XXI.
Ignorar esta tendencia sería un error. Actuar ahora, con investigación y políticas eficaces, resulta esencial para proteger la salud de las generaciones más jóvenes y evitar que esta tendencia se consolide como una nueva normalidad.
4. Del dolor al significado: cómo los supervivientes afrontan el duelo por suicidio
Sandra Pérez Rodríguez, Universitat de València, José Enrique Layrón Folgado, Universidad Internacional de Valencia, Rafael Salom Borrás, Universidad Internacional de Valencia en The Conversation.
Perder a un ser querido por suicidio es una de las experiencias más dolorosas y complejas a las que nos podemos enfrentar
Perder a un ser querido por suicidio es una de las experiencias más dolorosas y complejas a las que nos podemos enfrentar. Cada año deja un rastro de dolor en cientos de miles de familias en todo el mundo. En España, por ejemplo, más de 4 000 personas fallecieron por esta causa en 2023. Pero esta no es solo una tragedia individual, sino un evento que impacta profundamente a quienes quedan atrás: los supervivientes de una pérdida por suicidio.
¿Cómo se enfrentan a su duelo? ¿Es posible encontrar sentido en la pérdida?
Recientemente hemos publicado un estudio cualitativo en el que intentamos contestar a esas preguntas. El trabajo se llevó a cabo mediante entrevistas en profundidad con diez adultos españoles que habían perdido a un ser querido por suicidio. Los participantes voluntarios trataban de examinar sus vivencias más profundas, así como sus necesidades en el proceso de duelo.
Utilizando una herramienta especialmente diseñada para ello analizamos cómo los dolientes procesan su experiencia y construyen nuevos significados en sus vidas
Utilizando una herramienta especialmente diseñada para ello analizamos cómo los dolientes procesan su experiencia y construyen nuevos significados en sus vidas.
El duelo por suicidio: un proceso complejo y profundo
El duelo tras un suicidio presenta desafíos complejos y particulares, no compartidos por otros tipos de fallecimientos. Además del dolor de la pérdida los supervivientes se enfrentan a sentimientos de culpa, estigma social y a una profunda necesidad de comprender por qué ocurrió la tragedia.
En nuestro estudio identificamos que todos los participantes experimentaron una intensa angustia emocional, pero también mostraron una sorprendente capacidad de resiliencia. Es decir, de adaptarse a las adversidades y los traumas.
Uno de los hallazgos más relevantes fue la necesidad de expresar emociones, mencionada con gran frecuencia por los participantes. Muchos describieron la falta de espacios para hablar sobre su pérdida debido al tabú social que rodea al suicidio
Uno de los hallazgos más relevantes fue la necesidad de expresar emociones, mencionada con gran frecuencia por los participantes. Muchos describieron la falta de espacios para hablar sobre su pérdida debido al tabú social que rodea al suicidio.
Sin embargo, aquellos que encontraron apoyo en asociaciones de supervivientes o grupos de duelo aseguraron contar con una mayor capacidad para afrontar su dolor.
Identificamos otros factores clave en el proceso de duelo por suicidio, ya señalados en trabajos previos y en otros llevados a cabo en Estados Unidos por el equipo de Robert Neimeyer, experto en duelo y coautor de nuestro estudio. Estos son:
1. Emociones negativas intensas como culpa y desesperación.
2. Crecimiento personal, madurez y cambio de valores tras la pérdida.
3. Compasión y empatía, que permiten mostrar una mayor sensibilidad hacia el sufrimiento ajeno.
4. Vínculo continuo con el fallecido a través de recuerdos y rituales.
5. Defensa y activismo, que facilitan ayudar a otros con experiencias similares.
6. Impacto duradero, pues la pérdida sigue afectando sus vidas.
7. Estigma y rechazo social que dificulta hablar abiertamente del suicidio.
8. Búsqueda de comprensión para intentar dar sentido a lo ocurrido.
9. Cambio de identidad, por el que se redefinen tras la pérdida.
10. Fortalecimiento espiritual tras encontrar apoyo en la conexión simbólica con el fallecido.
11. Arrepentimiento y dudas, con preguntas sin respuesta y sensación de culpa.
12. Transformación de la pérdida en propósito, que permite encontrar sentido en ayudar a otros.
Cabe decir que un porcentaje de los participantes (30 %) aseguró no haber encontrado sentido ni haber llegado a ninguna transformación tras la pérdida. Este es un dato similar al hallado en otro estudio previo llevado a cabo en Estados Unidos.
El camino hacia la reconstrucción del sentido
A pesar del sufrimiento, muchos supervivientes encuentran formas de reconstruir un sentido en sus vidas. En nuestro estudio identificamos varios patrones comunes en este proceso:
- Crecimiento personal. La pérdida llevó a los participantes a madurar, cambiar sus prioridades y desarrollar una nueva perspectiva sobre la vida.
- Compasión y altruismo. La experiencia de la pérdida impulsó a muchos supervivientes a involucrarse en el apoyo a otras personas en duelo. Así, se convirtieron en activistas y voluntarios en asociaciones de prevención del suicidio.
- Vínculos continuos con el fallecido. En lugar de superar la pérdida, muchos participantes mantuvieron una conexión simbólica con su ser querido a través de rituales, recuerdos y una sensación espiritual de cercanía.
¿Cómo podemos apoyar a los supervivientes de pérdida por suicidio?
Los resultados de nuestro estudio subrayan la importancia de crear espacios seguros donde los supervivientes puedan hablar abiertamente de su dolor sin temor al estigma.
El duelo por suicidio no es una experiencia que deba vivirse en silencio. Por ello, es fundamental que la sociedad, los profesionales de la salud y los gobiernos promuevan redes de apoyo efectivas
El duelo por suicidio no es una experiencia que deba vivirse en silencio. Por ello, es fundamental que la sociedad, los profesionales de la salud y los gobiernos promuevan redes de apoyo efectivas.
Perder a un ser querido por suicidio es una de las experiencias más difíciles que alguien puede experimentar. Sin embargo, nuestro trabajo muestra que con el tiempo y el apoyo adecuado muchos supervivientes logran reconstruir sus vidas, y encontrar en ellas un nuevo propósito y significado. Para ello el apoyo debe ser cálido y validante, que les permita expresar el dolor sin temor a ser juzgados y que les acompañe desde el profundo reconocimiento de su carácter inigualable.
Aunque la presencia del ser querido perdido perdura en su recuerdo, estas personas también aprenden a seguir adelante acompañados por quienes aún están a su lado. Como nos trasladó uno de los supervivientes en un mensaje que consideramos muy revelador para el tránsito a través de este proceso:
“La muerte lo destruye todo, pero no destruye el amor”
Si usted es un superviviente de una pérdida por suicidio recuerde que no está solo. Hablar sobre su experiencia y conectar con otras personas que han vivido situaciones similares puede ser el primer paso hacia la reconstrucción del sentido.
5. Laura lucha para que el suicidio de su hijo sea reconocido como acoso: “Solo pienso en lo que no hice”
Después de que el suceso se cerrase sin una investigación completa, la madre de Ilán Barbosa, que se quitó al vida con 11 años, ha conseguido reabrirla gracias a nuevas pruebas. “Ahora aquí estoy y nadie me va a callar”, afirma.
Lo escriben Esther Cabezas y Marcelo Sastre en elDiario.es.
Laura Moreno, la madre de Ilán Barbosa, el niño de 11 años que se suicidó por presunto acoso escolar en Eivissa en 2019, se muestra satisfecha por la reapertura del caso de su hijo, que se cerraba solo tres días después del suceso, y asegura que no va a parar hasta que se sepa “todo lo que pasó”
Laura Moreno, la madre de Ilán Barbosa, el niño de 11 años que se suicidó por presunto acoso escolar en Eivissa en 2019, se muestra satisfecha por la reapertura del caso de su hijo, que se cerraba solo tres días después del suceso, y asegura que no va a parar hasta que se sepa “todo lo que pasó”. La mujer asegura que el trágico hecho fue fruto del bullying continuado que sufría por parte de compañeros de colegio y deportes, “hijos de docentes”. La mujer afirma que “la endogamia” de la sociedad ibicenca ha hecho que todo se esconda. “Pero ahora estoy preparada. Voy a llegar hasta el final”, asegura a elDiario.es.
Era la noche del 28 de agosto de 2019 en Eivissa, estaba casi todo preparado para las vacaciones después de un largo año de estudios, trabajo, temporada turística y campamentos de verano. Toda la familia estaba ilusionada con sus planes juntos, y la madre, autónoma con una empresa de servicios, terminaba los últimos flecos de un trabajo. Una llamada poco antes de ese momento le cortó la respiración en seco. “Ilán se ha quitado la vida”, oyó al otro lado. “Pensaba en que no me podía salir de la carretera, una carretera con muchas curvas. Tenía que llegar sana y salva a casa para atender a mi hijo. Cuando llegué, dejé el coche en mitad de la calle al ver a la policía, a mis padres y una gran aglomeración de gente en la puerta de mi casa. Pregunté por mi hijo y todos agacharon la cabeza”, explica Laura, la madre de Ilán, a elDiario.es.
“Desde entonces, solo pienso en lo que no hice, en por qué no denuncié la situación antes, en por qué no había defendido a mi hijo. Pero ahora aquí estoy y nadie me va a callar"
“Desde entonces, solo pienso en lo que no hice, en por qué no denuncié la situación antes, en por qué no había defendido a mi hijo. Pero ahora aquí estoy y nadie me va a callar”, asegura. Desde la muerte del mayor de sus hijos las cosas no han sido fáciles para ella. Dejó la isla por un tiempo para poder gestionar todo y centrarse en sus dos gemelos que necesitaban atención psicológica. “Los niños vieron a su hermano fallecido. Mi foco era que ellos estuvieran bien”. El proceso ha sido duro y lo sigue siendo. Laura se rompe en varias ocasiones durante la conversación.
Ilán recorrió tres colegios. En el primero, en el que estuvo hasta los cinco años, empezaron a notar que tenía altas capacidades. A partir de los seis años, los padres de Ilán deciden matricular a su hijo en otro centro de Sant Antoni de Portmany. “Era un colegio elitista y clasista, con alumnos con padres profesores, políticos y policías. Yo pensaba que el niño se portaba mal, que era lo que me vendían los profesores, pero no era así”. La mujer recuerda que estuvo castigando al niño porque el profesor le decía que estaba llamando la atención, que se estaba comportando incorrectamente.
La madre habló con el tutor y mantuvo reuniones en la escuela. “Pero todos me decían que todo estaba bien, que era el niño que no era fácil. Yo en aquel momento confié en ellos. ¿Cómo vas a dudar de un docente?
“El niño venía nervioso e inquieto del colegio, aunque él hasta ese momento era muy tranquilo, pero no le di más importancia. Ya en segundo empezó a verbalizar que le pegaban”. La madre habló con el tutor y mantuvo reuniones en la escuela. “Pero todos me decían que todo estaba bien, que era el niño que no era fácil. Yo en aquel momento confié en ellos. ¿Cómo vas a dudar de un docente? A mí siempre me enseñaron que los maestros cuidan de los niños”, argumenta.
Según las investigaciones que ha llevado a cabo la misma progenitora en los últimos años, “cuantas más reuniones teníamos, más palizas recibía, incluso lo amenazaban con que me iban a hacer algo a mí”. En las pesquisas, Laura dice que ha descubierto que no sabía muchas cosas, como que estaba padeciendo ciberbullying. “Se cerró la investigación sin informarme, los dos abogados de oficio que tenía no hicieron su trabajo aprovechándose de mi vulnerabilidad”, lamenta.
Ahora su caso lo lleva un penalista de Madrid: Jorge Albertini, experto en derecho de familia y protección al menor. “El mejor que hay. Hablé con él. Me dijo que me podía ayudar. Llegamos a un acuerdo de plazos económicos para poderle pagar”, específica. Con la labor de Albertini, la pasada Navidad se reabrió el caso. “Voy a llegar hasta el final. En su momento no denuncié porque mi hijo no quería. Se lo propuse muchas veces cuando estaba en ese colegio, pero se negaba”, explica. La nueva defensa de la madre ha presentado nuevas pruebas que han servido para que la justicia reabra la investigación.
“Voy a llegar hasta el final. En su momento no denuncié porque mi hijo no quería. Se lo propuse muchas veces cuando estaba en ese colegio, pero se negaba”, explica. La nueva defensa de la madre ha presentado nuevas pruebas que han servido para que la justicia reabra la investigación
“A los ocho meses me repongo un poco y, hojeando la prensa, veo una noticia diciendo que había sido un accidente. Y ahí me sonó la mosca y pensé: 'Aquí hay algo'”, puntualiza. Laura se dedicó a cultivar una huerta como parte de su terapia y empezó a recabar testimonios; no tenía dinero para contratar a nadie. “Hice de policía judicial”, asegura. Además, buscó ayuda en la asociación NACE (No al acoso escolar), con la que trabaja desde entonces. “Hicimos una manifestación en Barcelona para visibilizar el caso de mi hijo y de otros que aún están por resolver”, cuenta. También se realizó el documental ‘Dolor Impune’ y otra manifestación en Eivissa.
“Tienen oportunidad de hacer lo que no hicieron en su momento. Posiblemente, moriré intentando conseguir justicia, porque ya sé que es muy difícil destapar todo esto. Los que hicieron la vida imposible a mi hijo son hijos de profesores y políticos, amigos de policías”, insiste. Según las investigaciones de la madre de Ilán, el acoso escolar continuado, tanto en el colegio como en los entrenamientos extraescolares y a través de internet, fueron la causa de su suicidio.
“Todo se ha tapado por la endogamia de la sociedad ibicenca. Unos se tapan a otros, los profesores, los abogados, la policía y también algunos medios de comunicación que no han dado espacio al caso”, denuncia. “Me reafirmé en mis sospechas cuando una madre de uno de los compañeros de colegio de Ilán, en segundo, me confesó que su hijo era uno de los que le pegaba porque los hijos de los profesores le amenazaban con pegarle a él si no lo hacía”, relata.
“Les pedí que me ayudasen, que me iban a matar al niño”
Laura, muy preocupada por lo que le pudiera pasar a su hijo, asegura que lo puso en conocimiento del centro, que “no hizo nada” por proteger al menor
Laura, muy preocupada por lo que le pudiera pasar a su hijo, asegura que lo puso en conocimiento del centro, que “no hizo nada” por proteger al menor. “Al revés, cuanto más me quejaba, más palizas había, más amenazas”, incluso, según ella, de los profesores. Estos no ejercían violencia física sobre el niño, “pero sí le agredían verbalmente”. Según la madre, uno de los docentes tenía un método de enseñanza atípico que suponía una presión grande sobre los menores. El profesor hacía juicios en clase donde se juzgaban las faltas que el alumnado cometía. “Por ejemplo, si dejaban el estuche abierto, si dejaban a más de tres milímetros la silla de la mesa, si no archivaban una hoja en el carpesano… les hacía escribir 60 veces, ‘no dejaré de poner una hoja archivada en el carpesano’. Tengo los escritos de prueba”, señala. Al parecer, según el testimonio de Laura, había niños que no aguantaban “el maltrato psicológico” y se iban del colegio.
“Los niños lloraban cuando salían a la pizarra de frustración y miedo por si se equivocaban. Uno de ellos se meó en la silla. Otro en su casa se llegó a poner un cuchillo en el cuello porque no quería hacer los deberes y no quería ir más al cole”
“Los niños lloraban cuando salían a la pizarra de frustración y miedo por si se equivocaban. Uno de ellos se meó en la silla. Otro en su casa se llegó a poner un cuchillo en el cuello porque no quería hacer los deberes y no quería ir más al cole”. Ellos e Ilán se escondían en la biblioteca con otra docente para que no les pegasen. Sin embargo, la profesora nunca se quejó. “Porque esta gente tiene mucho poder. Los profesores que no infligían este acoso estaban controlados por ellos. Ellos dictan las normas allí. Algunos maestros se fueron del centro advirtiendo en la calle a las familias que no llevaran a sus hijos a ese colegio, tal y como se va a reflejar con testimonios”, dice.
Laura consiguió hablar con una de las profesoras de Ilán que abandonó el centro y que la llamó desde un número oculto. Según su versión, la maestra le aseguró que su hijo se “portaba muy bien” y que “era cariñoso”. Debido a esta endogamia que la madre asegura que funciona en Eivissa a todos los niveles, nadie se atreve a denunciar esta situación. La mujer puso quejas en el departamento de Escolarización del Govern balear, competente en la materia. “Les dije que por favor me ayudasen, que me iban a matar al niño y les conté todo lo que pasaba. Ellos me dijeron que llevaban diez años sabiéndolo, pero que si nadie denunciaba no se podía hacer nada. ¿Para qué están los inspectores?”, se lamenta.
“Al niño le dio un ataque de ansiedad y lo tuvieron que esconder, pero nadie hizo nada. Ese es el momento en el que decidí abrir un informe con dos docentes. Una de ellas ha desaparecido de la isla, se ha ido a Valencia”
“Me dieron corriendo el cambio de centro”, narra la madre. Pero esto no supuso el fin del acoso. En una actividad conjunta con otros colegios de Sant Antoni, Ilán se volvía a encontrar con sus agresores. “Al niño le dio un ataque de ansiedad y lo tuvieron que esconder, pero nadie hizo nada. Ese es el momento en el que decidí abrir un informe con dos docentes. Una de ellas ha desaparecido de la isla, se ha ido a Valencia”, afirma.
“Yo también tenía miedo de esa gente que tenía mucho poder. Cómo iba a luchar una madre sola de tres niños con un autónomo contra esa gente superpoderosa, adinerada y con poder administrativo y con amistades de guardias civiles y policías vinculados al club de fútbol del pueblo. Respeté la voluntad de mi hijo. Insistía en que no quería denunciar. Incluso uno de estos profesores le hizo repetir cuarto curso”, denuncia. Ilán me decía: “Mami, déjalo. Vámonos. Vámonos y ya está”.
Y así lo hicieron. El primer año en el nuevo centro fue bien, pero en el segundo año se empezaron a torcer las cosas. “La directora había sido profesora en el mismo centro donde habíamos pasado los abusos. Ella me amenazó. Tuvimos unas desavenencias con un trabajo que hice para el colegio y, al día siguiente, me llamó y me dijo: 'Laura, esto no puedes hacerlo porque este curso está yendo muy mal, ¿eh? Por ahí, por ese camino no vamos, ¿eh?' Y me amenazó. Ya no es la directora. Nos fuimos siete familias del centro”, expone.
Agresiones fuera de clase
En el verano de 5º curso de Primaria, Ilán se apuntó a una escuela de verano. La actividad pronto se tornó en el infierno al que, según su madre, estaba acostumbrado: “Una niña mandada por el grupo del segundo colegio empezó a acosarlo”. “Ese mismo verano, uno de sus amigos lo invitó a una 'pachanga' de fútbol y, cuando llegó al lugar, le dijeron que le tocaba la portería. El juego consistió en que alrededor de 20 niños le dispararan con las pelotas. Esto me lo contó mi sobrina después de su muerte, él no quería que me enterara”.
Al menor le encantaba el deporte “y era muy bueno”, pero tuvo que dejar el fútbol, ya que el club donde se jugaba estaba fuertemente vinculado al segundo colegio, y allí también entrenaban sus supuestos agresores. Con el atletismo le pasó lo mismo: sus agresores se apuntaron también a esta actividad
Al menor le encantaba el deporte “y era muy bueno”, pero tuvo que dejar el fútbol, ya que el club donde se jugaba estaba fuertemente vinculado al segundo colegio, y allí también entrenaban sus supuestos agresores. Con el atletismo le pasó lo mismo: sus agresores se apuntaron también a esta actividad. “Tenían un grupo en el que se metían con Ilán. Lo de la escuela de verano reabrió la herida”, afirma Laura.
“Aquel día estuvimos bailando, viendo la peli de Space Jam, comimos macarrones. Lo noté irascible cuando vino de la escuela de verano. Solo faltaban tres días para nuestras deseadas vacaciones en familia. Hablé con él y le dije que era normal estar así, que a su edad hay muchos cambios hormonales y esto lo podía poner irascible”, cuenta. Laura se fue a trabajar para terminar esos “flecos pendientes”. Mientras trajina, recibe una llamada de su pareja. Ilán se había enfadado con uno de sus hermanos por el mando de la Play y en el forcejeo lo empujó y el hermano se golpeó y se hizo un pequeño chichón. “Estuve a punto de ir, pero mi pareja le quitó importancia y seguí con mi trabajo”.
Mayor riesgo de suicidio
En 2019, siete menores de 15 años se suicidaron en España, según datos del Observatorio del Suicidio, de la Fundación Española para la Prevención del Suicidio. En 2021, 22 niños y niñas, menores de 15 años, se quitaron la vida, la mayoría chicos. En 2022 fueron 12, en 2023, 10. Aún no se dispone de datos definitivos de 2024.
“Después de cenar, aún enfadado, Ilán bebió un vaso de agua, se metió en la habitación y al cabo de 20 minutos se suicidió. Cuando mi pareja fue a acostar a los gemelos, media hora después, la puerta estaba cerrada. Le extrañó, nunca se cierran las puertas en mi casa. Cuando abrieron, Ilán estaba fallecido. Sacó a los pequeños de la habitación. Le hizo la maniobra de reanimación y llamó al 112. No hubo nada que hacer”
Según publica Save The Children, “los menores que son víctimas de bullying tienen 2,23 veces más riesgo de padecer ideaciones suicidas y 2,55 veces más riesgo de realizar intentos de suicidio que aquellos que no lo han sufrido”. En el caso del ciberacoso, “el impacto es todavía mayor”. “Incluso los adolescentes perpetradores de ciberbullying tienen un mayor riesgo de manifestar ideaciones y comportamientos suicidas, aunque en menor medida que las víctimas”, añade la entidad. La organización señala la importancia del tratamiento y la identificación de determinadas actitudes que se dan en estas edades.
“Después de cenar, aún enfadado, Ilán bebió un vaso de agua, se metió en la habitación y al cabo de 20 minutos se suicidió. Cuando mi pareja fue a acostar a los gemelos, media hora después, la puerta estaba cerrada. Le extrañó, nunca se cierran las puertas en mi casa. Cuando abrieron, Ilán estaba fallecido. Sacó a los pequeños de la habitación. Le hizo la maniobra de reanimación y llamó al 112. No hubo nada que hacer”, concluye.
La Conselleria: “Fue en la legislatura pasada”
Desde que se inició el caso, ningún medio de comunicación ha hecho público el nombre de los centros escolares ni de los presuntos agresores. Tampoco Laura ha querido proporcionar esta información a elDiario.es para no perjudicar a la investigación. Por el momento, solo tres testigos han sido llamados a declarar. La madre tampoco ha aclarado a este periódico quiénes son estas personas ni qué papel ocupaban en el caso.
"Una de las primeras acciones que hemos impulsado es la incorporación progresiva de la figura de los psicólogos educativos en los centros escolares con el objetivo de reforzar la atención emocional y el apoyo psicopedagógico”
Por su parte, la Conselleria de Educación del Govern aclara a elDiario.es que, “una vez revisada la documentación correspondiente con el Departamento de Inspección Educativa, efectivamente constan diversos informes relativos al caso”, pero recuerda que los hechos se remontan a 2019, cuando gobernaban los partidos de izquierdas, no el PP: “El conseller de Educación no es la misma persona, como tampoco lo son ni el jefe de Inspección Educativa ni el inspector asignado al centro afectado”.
“Desde la Conselleria de Educación y Universidades somos plenamente conscientes de la importancia de velar por la salud mental de toda la comunidad educativa y trabajamos para garantizar entornos educativos seguros, saludables y acogedores. En este sentido, una de las primeras acciones que hemos impulsado es la incorporación progresiva de la figura de los psicólogos educativos en los centros escolares con el objetivo de reforzar la atención emocional y el apoyo psicopedagógico”, añade esta misma fuente.
6. Once vidas: Así crecen las personas supervivientes de un suicidio en su entorno: "Necesitan paciencia, amabilidad y la presencia real del otro"
Albergan un dolor inconmensurable pero, gracias a los grupos de ayuda mutua, las terapias psicológicas y sus esfuerzos son capaces de convertir ese sufrimiento en un amor aún más profundo.
Hay una palabra que los supervivientes de una muerte por suicidio en su entorno acostumbran a decir cuando hablan de esa vivencia. En realidad hay muchas en las que coinciden, pero una que recoge con propiedad lo que han vivido: "Tsunami"
Rebeca Yanke lo escribe en El Mundo.
Hay una palabra que los supervivientes de una muerte por suicidio en su entorno acostumbran a decir cuando hablan de esa vivencia. En realidad hay muchas en las que coinciden, pero una que recoge con propiedad lo que han vivido: "Tsunami". Un vuelco vital, un desastre natural que aniquila todo lo que encuentra a su paso y obliga a empezar de cero, prácticamente a iniciar una nueva vida. Una que parte de un dolor infinito que, por contra, cuesta describir con palabras. ¿Cómo se avanza y se desarrolla un individuo en estas circunstancias? Dos detalles por el momento: se requiere de otros para conseguirlo y se necesita hablar de lo sucedido.
Así, por ejemplo: "Mi nombre es Begoña Vesga. Tengo 73 años. Han pasado ya seis de la muerte por suicidio de mi hijo Markos, que tenía 44 años cuando murió. Fue un tsunami en mi vida. Me provocó un estado de desolación y devastación similar al que deja el fenómeno en la naturaleza. Mi vida se paraliza y empiezo a sentirla como una vida antes de la muerte de Markos y otra vida después".
"La vida que nos queda", como diría el escritor italiano Matteo B. Bianchi, que escribió un libro con ese título para contar su propia historia, es lo que quiere reflejar este reportaje: el proceso post tsunami, de qué se compone la nueva vida y, sobre todo, cómo se consigue la proeza de sobreponerse, esto es, procurarse a uno mismo su propio desarrollo. Lo que la psicología llama "crecimiento postraumático" y que precisa de una gesta que, al principio, parece imposible: convertir todo ese dolor en amor. En algunos, hasta permitirá florecer una suerte de necesidad por ayudar a los demás en sus propios desastres naturales. Lo que la psicóloga Edith Shiro, especialista en síndrome de estrés postraumático, denomina "el regalo del trauma".
Lo que la psicología llama "crecimiento postraumático" y que precisa de una gesta que, al principio, parece imposible: convertir todo ese dolor en amor
Hasta llegar ahí, habrá (por seguir con el símil) un largo proceso de reconstrucción, que durará lo que tenga que durar, ni más ni menos. Porque ningún tiempo es el correcto. Será muy duro. Sirva para hacerse cargo de la profundidad de este sufrimiento una escena narrada por una voluntaria en una asociación de ayuda a personas que se enfrentan al tsunami: "Cuando entran por primera vez tienen que ser acompañadas, casi sostenidas por sus familiares". Tal es el estado de destrucción que conlleva, en sus primeras fases, haber vivido una muerte por suicidio.
Con ese paso, tembloroso o lento, miedoso, expectante, dolorido, "comienza el duelo terapéutico", explica la psicóloga Sara Losantos, especializada en terapias que trabajan las pérdidas y miembro de la Fundación Losantos, que ofrece terapias de duelo gratuitas. A la pregunta cruda, ¿cómo convertir el dolor en amor?, esta profesional advierte de una verdad primera: "El dolor es la otra cara de la moneda del amor, es el signo de que se amaba profundamente a la persona que ha fallecido, y por eso duele tanto".
"El dolor es la otra cara de la moneda del amor, es el signo de que se amaba profundamente a la persona que ha fallecido, y por eso duele tanto"
Apunta Losantos que "antes de poder ver con nitidez ese amor tan puro, tan auténtico, hay que curar un poco el alma de todas las tristezas y angustias de las que está teñido ese amor por la persona querida y ahora ausente". Y que esto, en el caso de los supervivientes, es aún más difícil que en otro tipo de duelo "porque hay mucha culpa y un componente traumático en la mayor parte de las ocasiones". "Se puede hacer, yo lo he visto", asegura, "pero cuando comienzo una terapia de duelo por suicidio no tengo ni siquiera la expectativa de conseguirlo, se trata de ir trabajando, ir viendo...", añade.
Hay tres elementos imprescindibles en esa terapia: "Paciencia, amabilidad y presencia", prosigue Losantos. "El impacto de la dulzura en nuestros pacientes que han sufrido una pérdida tan amarga es transformador. Y la presencia auténtica es vital porque se está ante un dolor desgarrador, primitivo, falto de poesía... donde hay que asumir también la vulnerabilidad".
"Fue el primer paso que di, en el mismo acto de despedida, con sus amigos del grupo de música en el que tocaba, los de la cuadrilla, los del grupo de teatro. Le homenajeaban y daban valor a su paso por la vida, pero eludían, por amor, mencionar el fatal desenlace"
¿Pero qué sucede entre el shock de lo sucedido (inicio del duelo) y la terapia al respecto? Para Begoña, la madre de Markos, el proceso inicia con un afrontamiento público. "Fue el primer paso que di, en el mismo acto de despedida, con sus amigos del grupo de música en el que tocaba, los de la cuadrilla, los del grupo de teatro. Le homenajeaban y daban valor a su paso por la vida, pero eludían, por amor, mencionar el fatal desenlace. Sentí que tenía una deuda con mi hijo, que se lo debía, y les pedí poder tomar la palabra, no sólo para los agradecimientos de la familia, sino para hablarles del malestar emocional y del suicidio. Haber asumido esto como un acto de amor a mi hijo fue el mejor inicio para transitar el camino del duelo y elaborar su pérdida".
En ese mismo acto, cuya fuerza mostrada aún sorprende a la propia Begoña, ésta se comprometió también, con ella y con su hija, a "buscar ayuda emocional". "La encontré en Biziraun. Mi hija Nerea y yo nos sumamos a un Grupo de Ayuda Mutua de personas que hemos perdido a un ser querido por suicidio", rememora. En esta asociación vizcaína "algunas personas buscan profundizar en los conocimientos actuales sobre la muerte por suicidio y deciden ponerse manos a la obra para ayudar a otros que estén pasando por lo mismo", cuenta Agustín Salazar, médico de familia jubilado que trabaja como voluntario en esta organización.
Autor del libro Ideas clave para comprender el suicidio, Salazar es también vocal de la asociación y recalca que, aquellos que acometan la tarea de ayudar a otros "deben estar sanados de su duelo, si es que de un duelo por suicidio sana uno al 100%, para así ser capaces de sostener, acompañar y ayudar a otras personas a amainar el dolor de la pérdida, y a que las emociones que aparecen en el duelo sean mejor elaboradas". "Son resilientes y su vida personal se transforma a través del crecimiento postraumático", concluye.
Cuando llegan, con ese paso roto, dolorido y miedoso que antes se comentó, "necesitan sentirse cobijados y acogidos"
Cuando llegan, con ese paso roto, dolorido y miedoso que antes se comentó, "necesitan sentirse cobijados y acogidos". "Esa sensación la obtienen en los Grupos de Ayuda Mutua (GAM), con personas que, al margen del vínculo familiar, han sufrido lo mismo que ellos. Y creo que esto conecta más a fondo incluso que la posible ayuda profesional que reciban. Es un apoyo diferente, más cercano, más solidario, menos profesional pero más íntimo".
Otra de las personas que recibe a la gente en Biziraun es el fundador de la asociación, que se llama Agustín Erkizia. Superviviente de una muerte por suicidio, ha querido compartir con este periódico su propia experiencia de crecimiento postraumático. "En mi caso ya han transcurrido 12 años desde el suicidio de mi ser querido y, durante este periodo de tiempo, mi estrategia se ha centrado fundamentalmente en un mejor y mayor conocimiento de mi yo interior, en detectar cuáles son los recursos que me ayudan a caminar en cada situación y en crear una asociación de supervivientes por suicidio y organizar actividades que contribuyan a sensibilizar a la ciudadanía al respecto".
Habla Erkizia de la necesidad de "encontrar alguna ilusión (la que sea) que ayude a salir de la parálisis emocional que genera un suicidio"
Habla Erkizia de la necesidad de "encontrar alguna ilusión (la que sea) que ayude a salir de la parálisis emocional que genera un suicidio". Afirma haber encontrado alguna que otra cuestión que le "motiva" y también que "las necesidades son cambiantes" a lo largo del proceso: "Primero quise entender cuáles eran las claves fundamentales de este fenómeno, en aquel momento tan desconocido para mí. Luego, necesité encontrar a alguien con quien compartir mi propia experiencia vital. Y cuando el duelo estuvo más elaborado sentí la necesidad de organizar actividades, como la propia asociación, que pudieran servir de ayuda a otros en similares circunstancias".
De ilusiones habla también Lurdes Hueta Rodríguez, una mujer que también recalca haber comenzado su proceso de cambio gracias a una asociación de ayuda mutua de Guipúzcoa, Bidegin, que trabaja con los usuarios para superar diversos duelos, entre ellos los que implican una muerte por suicidio. Arranca así: "Una conocida nos puso enseguida en contacto con Izaskun Andonegui (psicóloga de Bidegin) y junto con Txema (voluntario) se creó un grupo de supervivientes y en mi caso fue muy importante esto, porque sucedió a los 15 días de que mi marido muriera por suicidio. Creo que es super importante la ayuda de personas cualificadas, para mí fue fundamental en mi recuperación", relata.
De ilusiones habla también Lurdes Hueta Rodríguez, una mujer que también recalca haber comenzado su proceso de cambio gracias a una asociación de ayuda mutua de Guipúzcoa, Bidegin, que trabaja con los usuarios para superar diversos duelos, entre ellos los que implican una muerte por suicidio
Ocho años después, Lurdes dice que ha descubierto lo que significa "viajar sola y conocer nuevas personas", algo que consiguió empezar a hacer a los cuatro años del fallecimiento de su marido. "Creo que me he rodeado de personas que me han ayudado mucho a hacer realidad muchas de mis metas. Puedo decir que aprendí a salir de ese agujero rellenándolo con cosas que me hacían sentir bien", relata a este periódico cuando se le pregunta por lo conseguido en este tiempo.
Begoña tampoco elude los detalles. Dice que, al principio, "el pensamiento torturador de qué podría haber cambiado" le provocaba un "dolor desgarrador". "Me parecía imposible poder llegar a entender a Markos y aceptar su desenlace pero, tras seis años trabajando los estadios del duelo, puedo decir hoy que nada es imposible". Su proceso de transformación ha sido tal que Begoña llega a expresarse de una manera impactante. Por ejemplo: "Hoy Markos está permanentemente conmigo, instalado en mi corazón. No me desgarra que no lo esté físicamente. Valoro cada día que vivo y me siento la madre más afortunada por haberle tenido en mi vida esos 44 años. Todo lo bueno que me ha dado. Disfruto de su recuerdo. Me ha hecho mejor persona, más sensible al bienestar emocional de la gente que me rodea".
Cuando ha tenido la oportunidad de acercarse a personas que acaban de vivir una situación similar, Begoña no lo ha dudado ni un segundo. Y sabe que su aportación "ha sido buena para ellos". Dice que para ella los encuentros de Grupos de Ayuda Mutua le supusieron "un bálsamo", que se ha sentido "comprendida en cada uno de los picos de las emociones". "¡He empatizado tanto" Siento al grupo como algo familiar. Sigo asistiendo a los grupos de ayuda, a pesar del tiempo que ha pasado de la pérdida de Markos. Y también sé que cuando he hecho testimonio público de que 'a mí también me ha pasado' ha sido bueno para alguien y he contribuido a luchar contra el estigma que rodea estas pérdidas".
La batalla que Begoña libró con dos aseguradoras fue "el capítulo más sangrante, injusto y desgarrador" que le tocó transitar. "Y nadie te informa", recalca
Se queja, eso sí, de que "no hay red de cobertura en los servicios públicos que atienda la devastación que deja en las familias la pérdida de un ser querido por suicidio, ni en lo emocional, ni en lo material". "En lo emocional debería ser posible tener acceso a ayuda psicológica en la red pública. En lo material deberíamos tener información jurídica, legal, de la propia administración. Por situaciones que puedan darse muy dolorosas para las familias en momentos en los que estamos muy, pero que muy, vulnerables. En mi caso, supe que, al ser una muerte accidental, automáticamente se abren diligencias judiciales, a las que la familia no tenemos acceso". La batalla que Begoña libró con dos aseguradoras fue "el capítulo más sangrante, injusto y desgarrador" que le tocó transitar. "Y nadie te informa", recalca.
Lo que en cualquiera de los casos será imprescindible, tal y como señala Txema Ormazabal, miembro de la asociación Bidegin, es "poder expresar emociones con libertad"
Lo que en cualquiera de los casos será imprescindible, tal y como señala Txema Ormazabal, miembro de la asociación Bidegin, es "poder expresar emociones con libertad". "Las necesidades que veo en todas las personas que llegan son: necesidad de ser escuchadas, de tener un espacio de seguridad y alguien con quien compartir su dolor y su vivencia. Fuera, en la vida diaria es muy difícil que alguien te sostenga todo el rato. El trauma es tan brutal que el camino suele ser el de aislamiento y soledad. Existe una incapacidad de sostener el apoyo en el tiempo y la escucha sin juicio es necesaria, sin interpretaciones subjetivas de nadie. Necesitan ser validados en las formas de afrontamiento del duelo. Validados en su dolor. Así como no sentirse minusvalorados en lo que sienten de esa pérdida,('ya tendrás otra hija', 'otra novia', 'eres joven, pasa página'...).
"Las personas deben volver a su centro, y volverán transformadas pero volverán", concluye.
En Bidegin encontramos también a Izaskun Andonegui, presidenta y fundadora de la asociación. La nombró unas líneas más atrás uno de los supervivientes que relatan su epopeya. Es también psicóloga especializada en tratamientos de duelo, en cualquiera de sus circunstancias. "Llevamos 15 años acompañando a personas sufrientes. Con una buena red, que esté presente y que dure, que esté conectada contigo durante todo el proceso, porque esto es un proceso, dice la literatura clínica que un 60% de las personas sale adelante".
"Las personas deben volver a su centro, y volverán transformadas pero volverán", concluye.
Paciencia, amabilidad y presencia real del otro.
7. La falta de conciliación perjudica seriamente la salud (sexual)
Tras el bulo (machista) que dice que los hombres siempre quieren sexo y las mujeres casi nunca, especialmente después de tener hijos, hay una razón que poco tiene que ver con genes, hormonas o rasgos 'naturales': la falta de corresponsabilidad y la tremenda saturación de las madres.
“A veces, cuando llega a la cama, me hago la dormida”. Elena confiesa su estrategia para evitar el sexo con su pareja (hombre) en un grupo de chat que comparte con otras madres más o menos recientes. Y Laura le responde: “Yo cuando veo que se pone cariñoso y yo estoy agotada tiro del típico 'me duele la cabeza' o algo parecido
Ana Requena lo escribe en elDiario.es.
“A veces, cuando llega a la cama, me hago la dormida”. Elena confiesa su estrategia para evitar el sexo con su pareja (hombre) en un grupo de chat que comparte con otras madres más o menos recientes. Y Laura le responde: “Yo cuando veo que se pone cariñoso y yo estoy agotada tiro del típico 'me duele la cabeza' o algo parecido. ¡Ya sé que un tópico, pero es que no puedo entender que no sé dé cuenta de que las cosas no funcionan así!”. Que la vida sexual de una pareja no es igual el primer día que el cuarto año de relación es algo que suele costar aceptar. Que la vida sexual en pareja cambia cuando tienes hijos es algo que descubres... cuando tienes un hijo. Y que también cuesta aceptar. Tras el bulo (machista) que dice que los hombres siempre quieren sexo y las mujeres casi nunca, especialmente después de tener hijos, hay una razón que poco tiene que ver con genes, hormonas o rasgos 'naturales': la falta de conciliación y la tremenda saturación de las madres.
La sexóloga Sonia Encinas lo ha resumido con una frase que preside la contraportada de su último libro, El sexo de las madres (Roca): “No es que las mujeres deseen menos, es que están hasta el coño”. En el libro, Encinas subraya que en el sexo, el contexto lo es (casi) todo. “La vida sexual se da en un contexto concreto, para que el deseo se dé, para que haya disposición a tener un encuentro sexual, tiene que haber cierto excedente de energía y de bienestar. Si el contexto hace que las mujeres vayan agotadas, sobrecargadas y hasta arriba de estrés y de ansiedad eso es incompatible con que haya deseo. La sobrecarga que arrastran muchas madres influye directamente en su deseo”, explica.
Es algo que la sexóloga comprueba continuamente en la consulta: parejas heterosexuales en las que la falta de corresponsabilidad inhibe la libido, no solo por la escasa energía que queda para el sexo, sino porque ese reparto desigual hace que a ellas se les acumule la desazón, la rabia y la desconexión con su pareja, al que dejan de ver como un adulto con el que relacionarse de igual a igual.
“Cuando una carga con tareas de más, le queda menos energía disponible para dedicarla al placer en general, entre otras cosas, al sexo. Asumimos más responsabilidades y eso nos hace vivir más rígidas”
“Cuando una carga con tareas de más, le queda menos energía disponible para dedicarla al placer en general, entre otras cosas, al sexo. Asumimos más responsabilidades y eso nos hace vivir más rígidas”, afirma Sonia Encinas, que invita a que nos preguntemos cuánto tiempo dedican, de media, mujeres y hombres al ocio y el disfrute. Si una mujer dedica más tiempo, energía y esfuerzo las tareas de cuidado de todo tipo que un hombre con el que tiene una relación, se sobrecarga. “Y eso influye en cómo colocas a tu pareja, en que dejes de verle como un adulto funcional con el que tienes una relación horizontal para empezar a verle como una tarea más, porque parece que tienes que decirle lo que tiene que hacer. La corresponsabilidad marca cómo te relacionas, si te ves como un equipo o no. Como dicen muchas: si soy tu madre, no me apetece follar contigo”.
Ellos no lo entienden
Si en el chat de Laura y Elena las mujeres se desahogan, hombres como Javi o Luis lo hacen en una comida con amigos. No entienden qué pasa en sus relaciones ni qué hacer para que sus parejas quieran más sexo. “Me gustaría que ella me buscara alguna vez”, dice uno. “La mía nunca quiere”, se queja otro. En sus diagnósticos hay frustración, rabia, resignación –como en los de ellas–, pero no aparecen tanto los cuidados, la conciliación, la carga mental o la corresponsabilidad como factores a tener en cuenta.
“Hay que sumar las expectativas y los roles de género: las mujeres ya tienen mucha presión para cumplir, complacer y minimizar su deseo, para centrarse más en el deseo de los hombres y en que él esté contento, eso se ve mucho. En la maternidad termina por explotar todo”
El psicólogo Iñaki Lajud, que trabaja tanto en clínica como con grupos de hombres, constata que la carga de unos y otras sigue siendo muy desigual y que eso puede crear en ellas resentimiento, “aunque sea sutil o inconsciente”, algo que influye en las posibilidades de abrirse al sexo. “Hay que sumar las expectativas y los roles de género: las mujeres ya tienen mucha presión para cumplir, complacer y minimizar su deseo, para centrarse más en el deseo de los hombres y en que él esté contento, eso se ve mucho. En la maternidad termina por explotar todo”, diagnostica.
Si una pareja con hijos ya tiene de por sí falta de tiempo libre -“que es necesario para generar conexión, intimidad, risas, que es lo que puede permitir la apertura al sexo”-, la falta de corresponsabilidad agrava la situación de las mujeres. “Ellos no suelen tener conciencia de que esto influye, es algo que tengo que explicar mucho cuando trabajo con hombres”, apunta Lajud.
¿Un dulce o sexo?
Laura Baena es quien creó hace doce años Malasmadres, una de las comunidades alrededor de la maternidad que más influencia ha tenido en los últimos tiempos. Utiliza su perfil de Instagram para hablar con las 'malasmadres', como ellas las llama. A veces, cuenta, los fines de semana les lanza preguntas a través de sus stories: “Les pregunto: ¿qué preferirías ahora, un dulcecito o una noche de fuego? Y la respuesta es abrumadora: un porcentaje muy alto elige el dulcecito”.
“En la asociación hemos detectado muchísimo que a muchas mujeres la falta de corresponsabilidad les lleva a separarse, porque para estar diciéndole al otro lo que tiene que hacer pues prefieren no estar en pareja, tener su espacio, custodia compartida y tiempo para ellas”
El resultado le da que pensar pero no le sorprende. “En la asociación hemos detectado muchísimo que a muchas mujeres la falta de corresponsabilidad les lleva a separarse, porque para estar diciéndole al otro lo que tiene que hacer pues prefieren no estar en pareja, tener su espacio, custodia compartida y tiempo para ellas”, explica. Es en ese tiempo propio, prosigue, cuando priorizan el autocuidado, bien sea amigas, deporte, libros, paseos o sexo. El 29% de las mujeres a las que Malasmadres preguntó no esperaba que su relación de pareja empeorara después de tener hijos.
“La carga mental es una losa, impacta tremendamente en la salud de las madres. Es muy difícil que te nazca el deseo sexual si estás aplastada por esa losa”, prosigue Laura Baena. Ese trabajo mental son todas las tareas no tangibles pero que requieren de intención, planificación, y acción, desde darse cuenta de que hay algo que limpiar o arreglar, recordar citas médicas y cumpleaños, preparar listas de la compra, estar pendiente de las emociones de los demás, reconfortar, animar, consolar, pensar regalos o planear viajes.
“Y que el sexo no solo va de un acto sexual, va de cuidarse, de quererse, de hacer equipo, de adelantarse a veces al otro, de cariño, de mimo...”
En una cuesta elaborada por Malasmadres, el 73% de las mujeres que respondieron declararon estar agotadas por la carga mental. “Eso, unido a todas las demás tareas, hace que tengas la batería bajísima cuando llega la noche, que es cuando, siendo realistas, se generan los espacios más viables para tener sexo, al menos durante los primeros años de crianza. Es muy complicado tener una vida sexual satisfactoria si estás agotada, si no tienes tiempo, si tienes que estar pendiente del otro todo el rato”, afirma Baena, que cree muy importante que los hombres comprendan que la falta de corresponsabilidad impacta de manera directa en la salud de las mujeres y de las parejas. “Y que el sexo no solo va de un acto sexual, va de cuidarse, de quererse, de hacer equipo, de adelantarse a veces al otro, de cariño, de mimo...”.
Cómo entendemos el sexo
Ese factor, la manera en la que entendemos el sexo, está también en el meollo del problema. La sexóloga Sonia Encinas explica que, muchas veces, cuando se habla de cómo hacer que el deseo de las mujeres 'funcione' se está queriendo decir, en realidad, “cómo hacer para complacer a los hombres y que ellos se queden tranquilos”. Esa idea reproduce la premisa falsa de que el deseo de las mujeres parece estar siempre en entredicho y pone sobre ellas el mandato patriarcal de que el sexo es algo que se hace, sobre todo, para el otro.
“Lo veo cada día en consulta: no es que las mujeres tengan menos deseo, es que están hasta el coño. Las mujeres tienen mucho deseo, muchos deseos, muchas ilusiones, y cuando les preguntas por aquellas cosas que les dan placer y que les apetecen y necesitan, la mayoría lo tiene claro, pero no tienen espacio ni tiempo”
“Lo veo cada día en consulta: no es que las mujeres tengan menos deseo, es que están hasta el coño. Las mujeres tienen mucho deseo, muchos deseos, muchas ilusiones, y cuando les preguntas por aquellas cosas que les dan placer y que les apetecen y necesitan, la mayoría lo tiene claro, pero no tienen espacio ni tiempo”, enfatiza la autora de El sexo de las madres.
El psicólogo Iñaki Lajud añade que el modelo lineal de la respuesta sexual humana que aún se considera 'la norma' ignora el contexto para dar por hecho que, primero, se sienten ganas y, después, se actúa: “Es un modelo muy coitocéntrico y que los hombres solemos reforzar cuando hablamos con otros, pero el deseo es también responsivo, funciona cuando te sientes vista, bien, cuidada, conectada... entonces, se activan las ganas”. Encinas subraya que, por otro lado, añade, los roles de género, prejuicios, y la distinta socialización hacen que el sexo suela ocupar distintas posiciones en la vida de mujeres y hombres.
“Nosotras hemos aprendido que es un lugar del que protegernos, del que nos cuesta disfrutar o en el que tenemos que tener cuidado, así que en lo último que pensamos para regularnos o cargar pilas es en lo sexual porque lo hemos integrado más como una tarea. En los hombres es al contrario: ellos han tenido permiso para integrar el sexo en su vida como algo que les nutre y potencia y al mismo tiempo no se les ha inhibido la gestión emocional, así que el sexo se convierte para ellos en una herramienta emocional muy potente, en un lugar en el que se sienten vistos, reconocidos, un lugar en el que ganan autoestima”, explica la sexóloga, que tiene claro que la falta de corresponsabilidad y sus consecuencias “es uno de los mayores inhibidores de libido que hay”. Al menos, para muchas mujeres.
8. Los pacientes con Covid persistente necesitan desesperadamente tratamiento. Estos ensayos podrían ser útiles
Algunos ensayos se centran en fármacos que atacan el sistema inmunitario, que se ve afectado por diferentes vías de contagio de la covid persistente.
Cinco años después del inicio de la pandemia, millones de personas siguen lidiando con la COVID-19 persistente, incluso con nuevos pacientes sumándose a sus filas
Cinco años después del inicio de la pandemia, millones de personas siguen lidiando con la COVID-19 persistente, incluso con nuevos pacientes sumándose a sus filas.
"Considerando lo avanzado que estamos y el sufrimiento de decenas de millones de personas, hemos hecho muy poco", afirmó Eric Topol, profesor de medicina traslacional y vicepresidente ejecutivo de Scripps Research.
Sin embargo, los investigadores siguen adelante con nuevos ensayos clínicos para tratamientos más específicos, basados en los avances en nuestra comprensión de la covid persistente. Actualmente existe una amplia investigación sobre esta afección. "No es en absoluto un misterio", afirmó Hannah Davis, cofundadora de Patient-Led Research Collaborative.
"Esta es una campaña de servicio humano y descubrimiento científico", afirmó Wes Ely, profesor de medicina y codirector del Centro de Enfermedades Críticas, Disfunción Cerebral y Supervivencia del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt
"Esta es una campaña de servicio humano y descubrimiento científico", afirmó Wes Ely, profesor de medicina y codirector del Centro de Enfermedades Críticas, Disfunción Cerebral y Supervivencia del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt.
Disfunción inmunitaria en la covid prolongada
La covid prolongada es un término general, y tratarla como una sola enfermedad equivale, en cierto modo, a pensar que el cáncer es una entidad única en lugar de los cientos de tipos, cada uno con diferentes diagnósticos, pronósticos y tratamientos, afirmó Ziyad Al-Aly, epidemiólogo clínico de la Universidad de Washington en San Luis.
La covid prolongada potencialmente presenta muchos subtipos con diferentes vías biológicas y respuestas a distintos tratamientos, según los investigadores.
“Es una constelación de muchas cosas, y analizarlas minuciosamente será el mayor desafío”, dijo Janna Moen, neurocientífica del Instituto Médico Howard Hughes, quien recientemente escribió una revisión sobre cómo el sistema inmunológico afecta el cerebro y la médula espinal en personas con covid prolongada, que está a la espera de revisión por pares.
“Esto significará que cada persona necesitará un tratamiento diferente. La medicina personalizada se volverá muy necesaria”
“Esto significará que cada persona necesitará un tratamiento diferente. La medicina personalizada se volverá muy necesaria”, añadió.
Una vía de desarrollo de la covid persistente podría ser la disfunción del sistema inmunitario, donde este se descontrola, explicó Topol.
Las personas tienen entre un 20 % y un 40 % más de riesgo de desarrollar diferentes problemas autoinmunes tras una infección por coronavirus, según muestran cuatro grandes conjuntos de datos de millones de pacientes.
Algunas personas con covid persistente también presentan niveles persistentemente elevados de autoanticuerpos, donde el sistema inmunitario produce por error anticuerpos que atacan el tejido sano, en particular el sistema nervioso, lo que podría influir en la enfermedad
Algunas personas con covid persistente también presentan niveles persistentemente elevados de autoanticuerpos, donde el sistema inmunitario produce por error anticuerpos que atacan el tejido sano, en particular el sistema nervioso, lo que podría influir en la enfermedad, explicó Akiko Iwasaki, profesora de inmunobiología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale.
Además, la infección por coronavirus puede reactivar virus latentes, lo que puede contribuir a la autoinmunidad. El virus de Epstein-Barr, conocido por su papel en la mononucleosis infecciosa y presente en más del 95 % de los adultos, se reactiva en un subconjunto de personas, lo que podría estar relacionado con el desarrollo de la covid persistente, explicó Iwasaki.
Persistencia viral
Otra vía hacia la COVID prolongada podría ser la persistencia viral, donde fragmentos del coronavirus persisten mucho después de la infección aguda.
La persistencia viral podría activar crónicamente el sistema inmunitario, produciendo una inflamación latente que puede debilitar la barrera hematoencefálica, que normalmente protege el cerebro
La persistencia viral podría activar crónicamente el sistema inmunitario, produciendo una inflamación latente que puede debilitar la barrera hematoencefálica, que normalmente protege el cerebro. Las moléculas inflamatorias podrían atravesar el cerebro y desencadenar neuroinflamación.
Muchos investigadores se sorprendieron al descubrir que las partículas virales pueden persistir en el cuerpo incluso después de que la infección aguda haya terminado.
"Simplemente no pensábamos que los coronavirus tuvieran la capacidad de durar más de un par de semanas", dijo Michael Peluso, profesor asistente y clínico de enfermedades infecciosas de la Universidad de California en San Francisco.
Pero fragmentos del virus pueden permanecer en nuestros cuerpos durante mucho más tiempo: 14 meses después de la infección en algunos pacientes y casi dos años en otros
Pero fragmentos del virus pueden permanecer en nuestros cuerpos durante mucho más tiempo: 14 meses después de la infección en algunos pacientes y casi dos años en otros.
La proteína de la espiga del coronavirus puede ser particularmente disruptiva e inductora de inflamación, permaneciendo en el cráneo, las meninges (el tejido protector que rodea el cerebro) y el propio cerebro. También se asocia con inflamación y daño en el sistema nervioso, según un estudio de 2024.
Otra vía de contagio de la covid persistente podría ser la inflamación de las células endoteliales que recubren los vasos sanguíneos de todo el cuerpo, incluido el cerebro.
La proteína de la espiga del coronavirus también se une a las proteínas de coagulación en la sangre, creando microcoágulos que son, en sí mismos, proinflamatorios y alteran la actividad de las células inmunitarias, según informó un estudio de 2024.
Las investigaciones han demostrado sistemáticamente que las personas con covid persistente presentan un flujo sanguíneo reducido en el cerebro
Todas estas posibles vías biológicas de la covid persistente están "relacionadas, por desgracia, de una manera que dificulta mucho determinar con exactitud cuál es el problema", afirmó Moen.
Brechas en el diagnóstico y el tratamiento
A pesar de los avances en la investigación básica, no existen pruebas diagnósticas validadas para la covid persistente.
"Es un síndrome reportado por el paciente", afirmó Peluso. Si bien muchas otras afecciones médicas se diagnostican basándose únicamente en cómo se sienten las personas, como los trastornos de dolor y la depresión, "mucha gente usa eso para restarle importancia, expresar escepticismo o menospreciar la afección", añadió.
Como resultado, los pacientes con covid persistente enfrentan dificultades para obtener un acceso adecuado a la atención médica. Si bien la covid persistente ahora es más reconocida en el ámbito médico, la responsabilidad de encontrar médicos que los escuchen sigue recayendo en el paciente
Como resultado, los pacientes con covid persistente enfrentan dificultades para obtener un acceso adecuado a la atención médica. Si bien la covid persistente ahora es más reconocida en el ámbito médico, la responsabilidad de encontrar médicos que los escuchen sigue recayendo en el paciente.
"Tendemos a permanecer igual o a empeorar. Y estamos muy necesitados. Necesitamos muchos medicamentos. Necesitamos que se complete mucha documentación", dijo Moen, quien, como paciente con covid persistente, ha consultado a docenas de médicos. "A muchos de ellos simplemente no les gusta aceptarnos como pacientes".
La falta de un biomarcador también ha obstaculizado los ensayos clínicos que buscan evidencia de mejoras, según los investigadores. “Realmente se necesita un esfuerzo concertado, organizado y bien financiado para descubrir biomarcadores que aborden este problema, de modo que podamos encontrar una prueba diagnóstica”, afirmó Peluso.
Tampoco existen tratamientos aprobados para la COVID-19 persistente.
“Lo triste es que la gente está tan desesperada y no tenemos nada validado”, dijo Topol.
“Lo triste es que la gente está tan desesperada y no tenemos nada validado”
Las vacunas siguen siendo la mejor manera de prevenir la infección por coronavirus y reducir el riesgo de desarrollar covid prolongada posteriormente, al disminuir la gravedad de la infección inicial y la respuesta inmunitaria. Sin embargo, las tasas de vacunación contra el coronavirus este invierno fueron pésimas, afirmó Al-Aly.
Durante una infección, la evidencia predominante demuestra que tomar antivirales, como Paxlovid, reduce el riesgo de desarrollar covid prolongada posteriormente, aunque no es unánime, afirmó Al-Aly. Un ensayo clínico de 2025 con más de 20 000 participantes reveló que las personas tratadas con otro antiviral, el molnupiravir, se sintieron mejor, presentaron menos síntomas y más leves, y bajaron menos tiempo del trabajo seis meses después de la infección.
Una vez que se desarrolla la covid persistente, los antivirales no han sido efectivos, y dos grandes ensayos clínicos aleatorizados recientes no encontraron diferencias en los resultados en comparación con placebos
Sin embargo, una vez que se desarrolla la covid persistente, los antivirales no han sido efectivos, y dos grandes ensayos clínicos aleatorizados recientes no encontraron diferencias en los resultados en comparación con placebos.
En cambio, la estrategia consiste en controlar los síntomas, aunque variables, en cada paciente.
No existe un protocolo estándar para tratar la covid persistente, afirmó Ely. "Los mejores médicos los evalúan de pies a cabeza y ven cuál es su historia clínica y cómo están sufriendo. Y adaptan su terapia en consecuencia", añadió.
Davis, quien padece covid persistente, ha probado anticoagulantes, antivirales y otros medicamentos reutilizados para sus síntomas con distintos grados de éxito.
Otros pacientes han probado tratamientos como cámaras de oxígeno hiperbárico y plasmaféresis, que filtra y luego reemplaza la sangre, pero los estudios sobre estas intervenciones tienden a ser pequeños y sin un grupo de control con placebo, señaló Topol.
9. El tweet de @AntelmPujol: ¡Correr te puede quitar años de encima!
Un estudio reciente muestra que correr al menos 75 min/semana se asocia con:
- +189 pares de bases en los telómeros
- Equivale a 12 años menos de envejecimiento biológico
- Menor riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes y cáncer
¿Por qué?
Los telómeros protegen tu ADN. Cuanto más largos, más joven tu biología.
10. Las bajas laborales por salud mental no paran de crecer: sanidad y educación, los sectores más afectados
Autor Pablo Linde en El País.
Desde 2020, las bajas laborales por este motivo han crecido un 72%, hasta las 643.681 en 2024, según datos del Instituto Nacional de la Seguridad Social
La epidemia de problemas de salud mental que vive España desde la crisis sanitaria de la covid tiene un reflejo claro en el mundo del trabajo: desde 2020, las bajas laborales por este motivo han crecido un 72%, hasta las 643.681 en 2024, según datos del Instituto Nacional de la Seguridad Social. La mayoría de estos trastornos son cuadros leves de ansiedad y depresión, según un artículo que analiza las estadísticas, publicado en abril en la revista especializada Prevencionar.
José Manuel Vicente, director de la Cátedra Internacional de Medicina Evaluadora, Pericial y Laboral de la Universidad Católica San Antonio de Murcia y uno de los autores del artículo, subraya que las bajas por salud mental son solo una pequeña parte del enorme incremento de las incapacidades temporales, que han pasado de 4,7 millones en 2020 a 8,7 millones en 2024, un aumento del 85,1%.
En opinión de Vicente, las bajas están impulsadas sobre todo por el descontrol por problemas en la gestión ―“por burocratización, por el colapso de la seguridad social, y por la falta de control en tiempo y forma, que impide actuar sobre las desviaciones en la incidencia y duración de las bajas, y evitar el abuso y el fraude”― y por la desmotivación laboral, debida a las malas condiciones de trabajo, su deficiente organización, la deshumanización en los entornos laborales, los bajos salarios...
La salud mental supone algo menos del 10% de las incapacidades, pero son las terceras más largas (108 días de media), tras los tumores o los procesos cardiovasculares, y la segunda causa que supera el año, por detrás de los trastornos musculoesqueléticos
La salud mental supone algo menos del 10% de las incapacidades, pero son las terceras más largas (108 días de media), tras los tumores o los procesos cardiovasculares, y la segunda causa que supera el año, por detrás de los trastornos musculoesqueléticos. Las más afectadas (58%) son mujeres, sobre todo entre los 36 y 45 años, con los sectores de la sanidad y la educación como los más impactados.
Las bajas laborales se tramitan en su inmensa mayoría en Atención Primaria y muchos de estos trastornos de ansiedad y depresión son también tratados íntegramente por los médicos de familia. Verónica Olmo, coordinadora del Grupo de Trabajo de Salud Mental de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) explica que son procesos que se suelen alargar: “Los fármacos que se suelen recetar tardan dos o tres semanas en hacer efecto. Y después de eso hacemos una supervisión, porque suelen continuar, ya que subyacen problemas de la vida cotidiana ―económicos, familiares, laborales― que no se solucionan durante la baja. Pero llega un momento que no tiene mucho sentido alargarlas [cuando se tratan de depresión y ansiedad leve, o trastornos adaptativos] porque lo recomendable es volver a la actividad cotidiana”.
Olmo cree que las bajas en estos casos son un arma de doble filo: “Estás muy mal y necesitas parar, pero el hecho de estar 24 horas dándole vueltas a la cabeza no es bueno”
Olmo cree que las bajas en estos casos son un arma de doble filo: “Estás muy mal y necesitas parar, pero el hecho de estar 24 horas dándole vueltas a la cabeza no es bueno”. El problema es que, a menudo, estos trastornos están causados por el propio trabajo. “En estos casos, hablo con los pacientes y les planteo que si no tienen ningún tipo de satisfacción, ni económica, ni personal, ni profesional, igual tienen que plantearse dejarlo. O aceptas lo que tienes, te adaptas con tus más y tus menos, y vives con ello, o tienes que cambiar”, continúa.
El reconocimiento de estas bajas como contingencias laborales son mínimas, según Mariano Sanz, secretario confederal de Salud Laboral de Comisiones Obreras, y tampoco existe una adecuada prevención en los centros de trabajo
El reconocimiento de estas bajas como contingencias laborales son mínimas, según Mariano Sanz, secretario confederal de Salud Laboral de Comisiones Obreras, y tampoco existe una adecuada prevención en los centros de trabajo. El sindicato pide que la ley establezca de manera más precisa los riesgos psicosociales para controlar las causas que puedan estar detrás o incrementar problemas de salud mental. “Algunas empresas ya lo hacen, y creemos que debería ser obligatoria para todas, igual que se hace con la seguridad en el trabajo, con métodos estandarizados y parámetros que puedan determinar los principales problemas relacionales, que pueden venir dados por la tecnología, por estilos de mando, por ritmos de trabajo”, señala.
Sanz alerta de que las tecnologías que se usan en muchos centros, que cada vez monitorizan más la actividad de los trabajadores, dónde están, a qué dedican su atención, pueden estar ocasionando parte de estos problemas de salud mental. “Estamos viendo que los nuevos puestos de trabajo quizás tienen menos riesgos físicos, pero más psicológicos”, razona.
El 80% de las bajas por salud mental se producen en este contexto, y es frecuente que en los diagnósticos se identifiquen consumo de tóxicos
La precariedad también tiene un destacado papel: el 80% de las bajas por salud mental se producen en este contexto, y es frecuente que en los diagnósticos se identifiquen consumo de tóxicos. El 61% de los trabajadores afirma estar desmotivado y el 45% tener excesiva presión en el trabajo, señala otro artículo de Prevencionar.
Sanidad y Educación
En los sectores más afectados, Sanidad y Educación, llevan tiempo reclamando medidas. El Programa de Atención Integral al Médico Enfermo refleja que una cuarta parte de los facultativos que solicitan ayuda lo hacen por problemas de salud mental, sobre todo por trastornos adaptativos. La cifra coincide con la de un estudio del Instituto de Salud Carlos III publicado en 2024, que mostraba que un 24% de los médicos sufren el síndrome de burnout, un trastorno derivado del estrés crónico en el trabajo.
En la educación, Teresa Hernández, coordinadora del servicio del defensor del Profesor del sindicato sectorial ANPE, explica que el aumento de bajas tras la pandemia es multifactorial
El estudio cita estrategias para combatirlo, como “cambios en los patrones laborales (tomar más descansos, evitar trabajo fuera del horario laboral, conciliación del trabajo con la vida personal), desarrollo de herramientas de gestión emocional (técnicas de gestión del tiempo, de resolución de conflictos, de relajación, de autoconocimiento, apoyo psicoterapéutico, etc.), obtención de soporte social (por parte de compañeros y familia), diversificación del trabajo (realización de tareas docentes y administrativas) e implicación en actividades fuera del trabajo (aficiones y otros intereses personales)”.
En la educación, Teresa Hernández, coordinadora del servicio del defensor del Profesor del sindicato sectorial ANPE, explica que el aumento de bajas tras la pandemia es multifactorial. Pero incide en dos realidades: el aumento de la burocracia con motivo de la implementación de la última reforma educativa y una mayor diversidad en las aulas, con alumnos que a menudo proceden de otras culturas, que no conocen el idioma, a los que hay que prestar una atención especial para la cual no hay suficientes medios.
“El acoso escolar, las ideaciones suicidas de los adolescentes, los problemas de adaptación... la administración los resuelve estableciendo protocolos, que suponen rellenar un montón de anexos antes de tratar al alumno afectado, lo que supone un aumento de la carga burocrática, que se suma a las necesidades de apoyo y refuerzo para atender todas las dificultades particulares de los alumnos”
También hay una retroalimentación de los problemas de salud mental de la sociedad que se multiplican en las aulas. “El acoso escolar, las ideaciones suicidas de los adolescentes, los problemas de adaptación... la administración los resuelve estableciendo protocolos, que suponen rellenar un montón de anexos antes de tratar al alumno afectado, lo que supone un aumento de la carga burocrática, que se suma a las necesidades de apoyo y refuerzo para atender todas las dificultades particulares de los alumnos”, señala Hernández, que se queja de que no hay suficientes docentes para todas estas tareas.
Las bajas por salud mental, más allá de cómo se manifiesten y de las peculiaridades de cada sector, son un reflejo de un problema que no para de crecer en la sociedad y para el que no bastan medicamentos ni intervenciones médicas. Es, al menos, la perspectiva del Ministerio de Sanidad, que el mes pasado aprobó, junto a las comunidades autónomas, un plan nacional que propone un modelo menos apoyado en fármacos y más centrado en la atención comunitaria y la integración de la salud mental en la sanidad general.
11. Eric Topol, cardiólogo y experto en longevidad: “El ejercicio es el único hábito que conocemos con certeza que reduce nuestra edad biológica”
Judith del Río escribe en La Vanguardia.
La longevidad parece uno de los temas en boca de todos en los últimos tiempos, con muchos trabajando para tratar de conseguir el método más eficaz que les lleve a conseguir una vida plena, satisfactoria y lo que es más importante, larga.
Todos deseamos vivir un poco más de tiempo, pero pocos consiguen superar la que parece la barrera imposible con salud y buen aspecto. ¿Existe un secreto del que nadie ha oído? Parece que la clave estaría más cerca de lo que creemos
Todos deseamos vivir un poco más de tiempo, pero pocos consiguen superar la que parece la barrera imposible con salud y buen aspecto. ¿Existe un secreto del que nadie ha oído? Parece que la clave estaría más cerca de lo que creemos. Precisamente sobre esto debate Mel Robbins, conocida coach en Estados Unidos, quien recibe en su podcast homónimo al popular médico cardiólogo y experto en longevidad Eric Topol, quien ha dado con el hábito número uno para retrasar el envejecimiento.
Topol, con más de cuatro décadas de experiencia estudiando la ciencia y los secretos de la longevidad -no en vano es uno de los diez principales investigadores de la materia en todo el mundo-, está incluso convencido que con un mínimo de rutinas diarias en nuestro estilo de vida se podrían hasta prevenir las principales patologías que actualmente causan la mortalidad en el mundo, como son el cáncer, cardiopatías y enfermedades neurodegenerativas.
“Teniendo en cuenta que estas enfermedades tardan un mínimo de 20 años en asentarse, se puede decir que podemos prevenir estas enfermedades de que ocurran, para empezar; particularmente para aquellas personas que se sitúan en una posición de alto riesgo”
“Teniendo en cuenta que estas enfermedades tardan un mínimo de 20 años en asentarse, se puede decir que podemos prevenir estas enfermedades de que ocurran, para empezar; particularmente para aquellas personas que se sitúan en una posición de alto riesgo”, asegura Topol. “Tenemos una oportunidad de prevenir esas enfermedades que aparecen con la edad”.
Para ello, simplemente tendríamos que hacer algunos cambios en nuestro estilo de vida. Lo mejor es que apenas costaría. “Si sólo prestamos un poco de atención nos daremos cuenta que no necesitamos ningún tipo de pastilla ni truco de magia”, explica el médico. “Podemos trabajar con lo que ya tenemos”, asegura.
Tal y como relata el cardiólogo, solo tenemos que echar un buen vistazo a cómo nos movemos día a día, qué comemos, cómo distribuímos nuestro tiempo libre.. Para ver si estamos en el camino correcto. Según Topol, además, existe un hábito que se pondría por encima de todos los demás en cuestiones de perpetuar la longevidad: el ejercicio.
“Es fabuloso. Hemos oído hablar de ello durante años, pero ahora estamos hablando de los relojes, de envejecer”, dice el cardiólogo, que habla de cómo el descubrimiento de la epigenética ha dado lugar al establecimiento de lo que se conoce como “edad biológica”, diferente a la “cronológica”
“Es fabuloso. Hemos oído hablar de ello durante años, pero ahora estamos hablando de los relojes, de envejecer”, dice el cardiólogo, que habla de cómo el descubrimiento de la epigenética ha dado lugar al establecimiento de lo que se conoce como “edad biológica”, diferente a la “cronológica”.
“Resulta que el ejercicio es lo único que conocemos que reduce nuestro reloj biológico”, afirma el especialista. “Osea que el espacio entre tu verdadera edad y tu edad biológica se puede ensanchar”, insiste.
No es sobre volverte más fuerte, es también sobre mejorar tu equilibrio”, insiste. “Nada de lo que podamos hablar supera al ejercicio si hablamos de reducir nuestro proceso de envejecimiento. No lo sabríamos si no hubiese toda esa ciencia detrás”
Lo mejor es que se puede realizar cualquier tipo de ejercicio. “30 minutos al día, cinco días a la semana”, es lo recomendable, según el médico, aunque asegura que solo un par de veces cada siete días surte efecto. “No es sobre volverte más fuerte, es también sobre mejorar tu equilibrio”, insiste. “Nada de lo que podamos hablar supera al ejercicio si hablamos de reducir nuestro proceso de envejecimiento. No lo sabríamos si no hubiese toda esa ciencia detrás”.
El doctor Topol señala además que el ejercicio es la intervención médica más eficaz que conocemos y que es incluso más eficaz que la medicación específica para tratar la depresión.
12. El Hospital Germans Trias rompe el tabú de las patologías por sexo anal
El hospital crea la primera consulta monográfica en España para atender a personas con patologías causadas por el sexo anal.
El Hospital Universitario Germans Trias y Pujol de Badalona, en Barcelona, ha roto un tabú: el de las patologías causadas por la práctica del sexo anal. Lo ha hecho al abrir, por primera vez en un hospital público español, una consulta ambulatoria para atender, de forma monográfica, a pacientes afectados
El Hospital Universitario Germans Trias y Pujol de Badalona, en Barcelona, ha roto un tabú: el de las patologías causadas por la práctica del sexo anal. Lo ha hecho al abrir, por primera vez en un hospital público español, una consulta ambulatoria para atender, de forma monográfica, a pacientes afectados.
Esta innovadora consulta está impulsada y liderada por la Unidad de Coloproctología del Servicio de Cirugía General y Digestiva del centro. Arranca con una periodicidad quincenal, a modo de prueba piloto, e irá ampliando días de atención en función de la demanda. De entrada, los casos que lleguen lo harán procedentes de diferentes especialidades del propio hospital, como Ginecología, Dermatología, Infecciosas, Neurología o Psiquiatría; y de la atención primaria de su zona de influencia: Área Metropolitana Norte de Barcelona (tanto el hospital como la red de primaria de su zona pertenecen al Instituto Catalán de Salud-ICS).
La consulta está a cargo de Sandra Vela y Javier Corral, especialistas en coloproctología. Vela ha explicado a este diario que aspiran a ser un CSUR (Centros, Servicios o Unidades de Referencia del Sistema Nacional de Salud), acreditado por el Ministerio de Sanidad. Y que, si todo va como esperan, el hospital podría autorizar una consulta que preste atención solicitada directamente por los pacientes.
Su sensibilidad e interés por estas patologías ya han llevado al equipo a tener activo dos proyectos de investigación: uno sobre la prevalencia de la incontinencia anal y otro, acerca de la prevalencia de las enfermedades de transmisión sexual (ETS) vinculadas a esta práctica sexual
Su sensibilidad e interés por estas patologías ya han llevado al equipo a tener activo dos proyectos de investigación: uno sobre la prevalencia de la incontinencia anal y otro, acerca de la prevalencia de las enfermedades de transmisión sexual (ETS) vinculadas a esta práctica sexual.
“Existe el mito de que se dan con más frecuencia ETS, pero no hay nada que lo demuestre”, ha indicado Vela. A todos los pacientes que tratan por esta cuestión les están realizando un cribado de ETS, incluido el del VIH.
Hay que preguntar a los pacientes
La práctica del sexo anal hace que haya más riesgo de sufrir hemorroides, fisuras, incontinencia anal, dolor y ETS que pueden acabar derivando en un cáncer si no se controlan. Vela ha indicado que los pacientes que acuden por esas patologías no suelen explicar que la causa es la práctica del sexo anal; hay que preguntarles por ello.
Existe una creencia social predominante que asocia la práctica del sexo anal principalmente a hombres homosexuales y bisexuales pero se da también entre hombres y mujeres heterosexuales.
El equipo del Germans Trias no parte de cero en esta cuestión porque ya disponía de una consulta vinculada a la Unidad de VIH. Y, en base a esa experiencia, es como ha detectado que había una demanda de asistencial específica, por parte de personas practicantes regulares de coito anal receptivo (CAR) que sufren patologías anales que afectan a su calidad de vida sexual y general. Existe una creencia social predominante que asocia la práctica del sexo anal principalmente a hombres homosexuales y bisexuales pero se da también entre hombres y mujeres heterosexuales.
Vela ha asegurado asimismo que los tratamientos (incluida la cirugía), bien seleccionados tras conocer la causa, dan buenos resultados
En el sistema sanitario público español, ha manifestado Vela, existen consultas proctológicas para pacientes con problemas derivados de CAR en unidades para pacientes con infección por VIH, lo que deja fuera de poder acceder a esta atención especializada a todos los no infectados por ese virus.
Vela ha asegurado asimismo que los tratamientos (incluida la cirugía), bien seleccionados tras conocer la causa, dan buenos resultados.
13. José Antonio Giménez, experto en prevención: “Las razones de los jóvenes para vapear no se cambian solo prohibiendo”
Entrevista en elDiario.es por Sofía Pérez Mendoza.
España está en un momento crucial en la lucha contra el tabaquismo. Tras 15 años sin nuevas regulaciones, el Ministerio de Sanidad ultima una reforma de la ley para restringir los espacios sin humo –falta por conocer en detalle cuáles– y algunas medidas para poner coto a los vapeadores, aunque ninguna de ellas todavía está aprobada
España está en un momento crucial en la lucha contra el tabaquismo. Tras 15 años sin nuevas regulaciones, el Ministerio de Sanidad ultima una reforma de la ley para restringir los espacios sin humo –falta por conocer en detalle cuáles– y algunas medidas para poner coto a los vapeadores, aunque ninguna de ellas todavía está aprobada. El consumo de tabaco ha caído en las tres últimas décadas pero en los últimos años la curva se ha suavizado e incluso titubeado, a excepción de un descenso brusco en 2023. Sin embargo, los nuevos productos del tabaco –de colores y con sabores– han salido a la caza de las personas más jóvenes, entre quienes tienen un éxito mucho mayor que los cigarrillos tradicionales.
En este ecosistema tan cambiante, la prevención sigue siendo una asignatura pendiente en España, asegura el psicólogo José Antonio Giménez (Xàtiva, 1974), profesor en la Universidad de Valencia y encargado de pronunciar la conferencia inaugural del congreso que el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) ha celebrado este viernes en Valencia. Para que sea efectiva se necesita tiempo –no sirve con dar una charla en colegios e institutos al año, subraya–, tener en cuenta a los “pares” –los iguales– como prescriptores y combinarla con una buena regulación. “Con el tabaco solo nos fijábamos en la presión social negativa pero la positiva tiene tanto o más poder”, señala.
-¿España está estancada en el consumo de tabaco? ¿No se consigue avanzar más con la regulación actual?
Con todas las drogas tenemos un problema: la regulación siempre va por detrás. Cuando aparece una nueva norma, la industria se desvía para entrar por otro lado. Por eso me interesa más formar a las personas
-No soy experto en regulación, pero en prevención hay dos grandes ámbitos: la prevención de la oferta y la prevención de la demanda. Yo trabajo en la segunda, que consiste en trabajar con las familias, con la comunidad, con los chavales para intentar que sean ellos los que no demanden este consumo y tengan una mirada más crítica ante esa puerta de atrás por la que entran las marcas. Con todas las drogas tenemos un problema: la regulación siempre va por detrás. Cuando aparece una nueva norma, la industria se desvía para entrar por otro lado. Por eso me interesa más formar a las personas.
-¿Podemos aspirar a un país completamente libre de tabaco?
-Es difícil, pero nunca podemos perder el objetivo. Debemos ir por ahí y, si somos realistas, para conseguirlo deberíamos poner mucho más dinero que el que están poniendo las tabaqueras, que es mucho. El dinero que tienen ante cualquier cosa es alucinante, así que lo que queda es unirnos y trabajar conjuntamente para ir ganando batallitas. Ganar la guerra es complicado.
-¿Es suficiente con prohibir para acabar con el tabaquismo?
Restringir el espacio al tabaco nos permite ganar esas batallitas de las que hablaba. Se levantaba mucho la voz cuando se prohibió fumar en los bares pero ahora todo el mundo lo ve normal
-Restringir el espacio al tabaco nos permite ganar esas batallitas de las que hablaba. Se levantaba mucho la voz cuando se prohibió fumar en los bares pero ahora todo el mundo lo ve normal. A veces pensamos que la presión social solo la ejerce la gente que fuma e incita a ese hábito, pero si creamos espacios sin humo también se crea una presión social de la gente que no fuma que hace que los que consumen se lo vayan a pensar. Hace años algunos conocidos me decían que como fumadores se sentían apestados en las cabinas de los aeropuertos. Esa presión les hacía planteárselo.
-El consumo de cigarrillos electrónicos ha aumentado entre los jóvenes mientras el tabaco tradicional está en mínimos. ¿Se está produciendo una transferencia de consumidores?
-El otro día puse en una sesión las gráficas de consumo de cigarrillos en estudiantes de 14 a 18 años. Es como un tobogán. Les dije a los chavales y chavalas: ¿vamos bien en prevención? Parecería que genial pero si ponemos al lado la fotografía del uso de vapeadores te preguntas qué está pasando. ¿Estamos consiguiendo bajar el consumo de tabaco o repartiendo los consumidores?
Eso está genial, pero a la vez hay que trabajar con los chavales porque tienen grandes razones para probar estos dispositivos: por imagen, por placer, por evitar el aburrimiento, de abandono de hábito de fumar, por curiosidad, por los sabores, por presión ambiental. Todas estas motivaciones no se trabajan, no se cambian, solo prohibiendo
-Uno de cada cuatro estudiantes de 12 y 13 años ha probado los vapeadores. El dato impresiona. ¿Qué se puede hacer?
-Prevención. Según el último dato de la encuesta Estudes, el 54% de estudiantes de instituto han probado los vapeadores alguna vez en su vida. Son la mitad cuando en el tabaco tradicional el porcentaje es el 33%. Se está dando pasos para empezar a considerar este dispositivo igual que el tabaco en cuanto a prohibiciones, limitaciones, venta... Eso está genial, pero a la vez hay que trabajar con los chavales porque tienen grandes razones para probar estos dispositivos: por imagen, por placer, por evitar el aburrimiento, de abandono de hábito de fumar, por curiosidad, por los sabores, por presión ambiental. Todas estas motivaciones no se trabajan, no se cambian, solo prohibiendo.
-¿La prevención que se está haciendo en los centros escolares es efectiva?
-Se hacen muchas cosas, pero pocas están basadas en el conocimiento y la evidencia. Y muchas menos son evaluadas, con lo que no sabemos son efectivas.
-¿Una charla al año sobre tabaquismo funciona?
Si de verdad queremos hacer prevención hay que trabajar actitudes y expectativas. Para llegar realmente a las personas hay que ir goteando a la misma velocidad que los chicos y las chicas crecen
-No le daría mucho más que un cero. Si de verdad queremos hacer prevención hay que trabajar actitudes y expectativas. Para llegar realmente a las personas hay que ir goteando a la misma velocidad que los chicos y las chicas crecen. He podido ver con la experiencia que decir a un niño de sexto de Primaria que el tabaco provoca cáncer es la barbaridad más gorda que se puede hacer. ¿Cuánto puede tardar una enfermedad de este tipo en aparecer por causa del tabaco? Tenemos que adaptarnos a sus necesidades, hablarles de lo que les cuesta un paquete y lo que podrían hacer con ese dinero, eso les rasca porque es una consecuencia negativa para ellos. Como el mal aliento, que es importante para su imagen en la adolescencia.
Últimamente se está utilizando a los influencers y a personas famosas pero eso no es prevención porque tiene mucho impacto mediático pero no tanto en las personas. Cuando solo damos información se la guardan unos días. Hacer buena prevención significa formar y eso necesita tiempo. Se puede empezar a trabajar en programas de prevención la educación infantil, sin nombrar las drogas. Se trata de actitudes hacia la salud. Cuando acaban la Primaria le pones nombre por primera vez pero ya han aprendido a decir que no.
No compro el discurso de la reducción de daños porque es mentira. No sabemos ni nosotros lo que estamos fumando. En una clase con universitarios, un alumno me dijo que era vapor de agua. Le pregunté si pensaba que un aparato así tenía fuerza suficiente para producir tanto vapor de agua. Cuando rascas un poco ves que hay alcoholes y otros productos químicos
-¿Compra el discurso de la reducción de daños con los vapeadores que promueve la industria y han adoptado algunos países?
-No compro el discurso de la reducción de daños porque es mentira. No sabemos ni nosotros lo que estamos fumando. En una clase con universitarios, un alumno me dijo que era vapor de agua. Le pregunté si pensaba que un aparato así tenía fuerza suficiente para producir tanto vapor de agua. Cuando rascas un poco ves que hay alcoholes y otros productos químicos.
-¿Pueden ser los jóvenes los mejores prescriptores de una vida sin tabaco? ¿Qué capacidad tienen para convencer al resto?
-Ciertamente sí. Cuando vemos qué está funcionando en la prevención del tabaco hay dos cosas principales: la primera es la intervención combinada, es decir, restricciones junto con trabajo con la comunidad y en la escuela; pero la segunda es tener en cuenta a los pares. Antes solo nos fijábamos en la presión social negativa, pero al revés también funciona. La positiva tiene tanto o más poder. Es decir, que las personas que no fuman se atrevan a decir que es positivo no hacerlo. Eso a veces es complicado en la adolescencia porque adoptar conductas de riesgo les hace a veces más visibles, pero empezamos a dar valor a quienes optan por estas alternativas.
-¿Qué países lo están haciendo bien en prevención?
-Las intervenciones tienen que ser culturalmente adaptadas. Por eso habrá ejemplos de otros países que no se puedan aplicar aquí, igual que a nadie se le ocurriría publicar un best seller en otro país sin traducirlo. Tenemos diferentes maneras de ver la sustancia. Podemos fijarnos pero no olvidar que lo que va bien en un sitio puede no ir igual de bien en otro.
-¿Prohibir fumar a las generaciones más jóvenes, poniendo el corte en un determinado año de nacimiento, es un paso que España debería dar en algún momento?
Aunque, rompiendo una lanza a favor del plan, las metas uno y cuatro sí mencionan el trabajo que se puede hacer en prevención y los pasos indicados son buenos. Otra cosa que no podemos olvidar es la perspectiva de género porque las mujeres se nos están escapando
-Es una medida eficaz pero no por sí sola. Si se trabaja con otras sí. En general a la prevención se le da bastante menos peso que a la regulación. En el plan contra el tabaco del Ministerio de Sanidad busqué la palabra prevención y aparecía más de 209 veces. En 139 era un borde de página, 35 formaban parte de algún servicio, y en cinco se trataba de nombres de libros. Aunque, rompiendo una lanza a favor del plan, las metas uno y cuatro sí mencionan el trabajo que se puede hacer en prevención y los pasos indicados son buenos. Otra cosa que no podemos olvidar es la perspectiva de género porque las mujeres se nos están escapando.
-¿Por qué?
-La perspectiva de género no es solo dividir los resultados por sexo sino ser conscientes de que culturalmente se nos educa de manera distinta y eso hace que las motivaciones también difieren. La prevención, sin embargo, se piensa en masculino, pese a que ellos consumen más por imagen, por placer, para evitar el aburrimiento o para abandonar el tabaco y ellas por razones significativamente diferentes. Curiosidad, presión ambiental o por los sabores.
-¿En España hay consenso político contra el tabaco?
Hacer prevención y trabajar en prevención necesita formación, investigación y tiempo
-Hacer prevención y trabajar en prevención necesita formación, investigación y tiempo. Si eso lo tuvieran en cuenta los políticos, iríamos todos a una y funcionaría. Más que criticarnos, lo suyo sería sentarnos y ver de qué manera podemos hacerlo. Porque yo te puedo dar titulares, le diría a un alcalde, pero necesito que me des tiempo.
14. Un donante altruista propicia una cadena de cinco trasplantes de riñón
Antoni López Tovar lo escribe en La Vanguardia.
La iniciativa de un donante altruista en el hospital del Mar, en Barcelona, ha propiciado una cadena de cinco trasplantes de riñón. No hay muchos casos en España
La iniciativa de un donante altruista en el hospital del Mar, en Barcelona, ha propiciado una cadena de cinco trasplantes de riñón. No hay muchos casos en España. La Organización Nacional de Trasplantes (ONT) apenas tiene contabilizados 23 en todo el historial. Una minoría, teniendo en cuenta que solo el año pasado se llevaron a cabo en el país 4.047 trasplantes renales, de los que 397 fueron de donantes vivos, quizá en su totalidad con una relación de parentesco o de estrecha amistad con los receptores.
¿Qué motivos tiene Adrià Montoro, vecino de Olesa de Montserrat, que ahora tiene 30 años, para donar un riñón a una persona que nunca conocerá? Y arriesgarse a pasar por el quirófano y a sufrir posibles secuelas. A sus familiares les costó comprenderlo; a sus amigos no tanto, afirma: “Ya saben que soy un poco bicho raro”.
Eso no se lo esperaba ni él. Y tampoco el hospital del Mar, que nunca había tenido una donación altruista en 46 años de trayectoria en trasplantes renales
El hecho es que, gracias al gesto de este chico, cinco vidas se han visto salvadas o significativamente mejoradas. Eso no se lo esperaba ni él. Y tampoco el hospital del Mar, que nunca había tenido una donación altruista en 46 años de trayectoria en trasplantes renales. El centro tiene una lista de enfermos renales en espera de un órgano. A veces puede tardar demasiado para las expectativas y necesidades, de manera que hay pacientes que aportan familiares como donantes.
En este sentido, el hospital tenía en espera de cirugía dos parejas de donante vivo-receptor que eran incompatibles entre cada pareja y también entre los cuatro individuos, de manera que no era posible la opción de trasplante cruzado, un procedimiento bastante habitual, explica Lluís Cecchini, jefe de urología del hospital del Mar. No es una situación extraña. Existe una no despreciable cantidad de potenciales trasplantes de vivo en los que se detecta incompatibilidad entre donante y beneficiario, siendo las principales causas la incompatibilidad de grupo sanguíneo y del sistema HLA, las proteínas responsables de identificar lo propio y lo extraño en el organismo y de propiciar el rechazo a un órgano injertado.
“Aquí entró en la ecuación Adrià Montoro, que deshizo las obstáculos existentes. Cuando introduces un donante altruista aumentan mucho las posibilidades de romper una cadena de incompatibilidades”,
El hospital del Mar contactó con otro centro que también tenía dos parejas de donante vivo y receptor en la misma situación de incompatibilidad. “Aquí entró en la ecuación Adrià Montoro, que deshizo las obstáculos existentes. Cuando introduces un donante altruista aumentan mucho las posibilidades de romper una cadena de incompatibilidades”, indica el doctor Cecchini.
Adrià Montoro es un joven perfectamente sano –como atestigua la multiplicidad de pruebas a que fue sometido–, licenciado en Filosofía, voluntario de Cáritas y que, al margen de dar algunas clases, busca trabajo en mediación y gestión de conflictos. ¿Qué le pasó por la cabeza para dar un riñón a un desconocido?
“La gente tiene la sensación de que debo sentirme muy bien por haber hecho un acto altruista, pero no lo hice buscando una satisfacción personal”, precisa. “Pienso en Cristo, que ha sido mi inspiración, y se me ha dado la oportunidad de reproducir mínimamente una de las formas más grandes de expresar el amor que he visto nunca. Es como una banda musical de tributo: las hay muy buenas pero nunca tendrán la genialidad de la original. En mi caso es la misma idea, pero no me impulsa la genialidad musical sino el amor, un amor que he buscado durante muchos años”.
Sintió la llamada en una campaña de donación de sangre. “Me apunté y vi qué más se podía donar: médula, plasma, y vi el programa de donación de riñón en vivo. No fue un capricho, vino por mi trayectoria vital. Es una posibilidad que se abre y que decidí seguir”
Sintió la llamada en una campaña de donación de sangre. “Me apunté y vi qué más se podía donar: médula, plasma, y vi el programa de donación de riñón en vivo. No fue un capricho, vino por mi trayectoria vital. Es una posibilidad que se abre y que decidí seguir”. Montoro fue a informarse a la Organització Catalana de Trasplantaments (OCAT) y decidió dar el paso, eligiendo el hospital del Mar.
“Era consciente de las posibles complicaciones o consecuencias –argumenta–, pero tiras de ilusión y convicción para minimizar miedos y resistencias. Todo fue según me habían dicho: el dolor posoperatorio, los altibajos emocionales... Aunque todo fuera a la baja, si el riñón que me queda tuviera un rendimiento medio-bajo todavía me duraría 70 años”.
El donante, que espera que su generosidad pueda inspirar a otros altruistas, se encuentra perfectamente. Pasará revisión una vez al año en el hospital del Mar y solo le falta que la OCAT se avenga a abonarle, no el importe del riñón, sino los gastos (transporte, aparcamiento) que ha asumido durante el proceso: 350 euros.
Marta Crespo: “Queremos estar muy seguros”
“Dedicamos mucho tiempo antes de aceptar una donación, queremos estar muy seguros”, dice Marta Crespo, jefa del servicio de Nefrología del Mar, con relación a los donantes que tienen un receptor
“Dedicamos mucho tiempo antes de aceptar una donación, queremos estar muy seguros”, dice Marta Crespo, jefa del servicio de Nefrología del Mar, con relación a los donantes que tienen un receptor. Desde que Montoro escribió a la OCAT hasta que tuvieron lugar cuatro extracciones de forma simultánea en dos hospitales transcurrieron 10 meses. “Son informados de todos los riesgos para la salud y la ética es importantísima en todo el proceso. Las revisiones físicas y psicológicas son muy exhaustivas”, señala la doctora. Finalmente, el donante confirma su decisión ante un juez, y siempre está a tiempo de revocarla. A raíz de la intervención, Montoro estuvo tres días ingresado y entre 3 y 4 semanas convaleciente antes de recobrar la vida normal. “No hay mérito en mí. Buscaba el amor y la verdad y he sido yo quien ha sido encontrado por el amor y la verdad”, afirma.
15. ¿Sobran mandos intermedios?
Artículo en la Gestió Importa de Roberto Nuño.
Obviamente, hablar de reducir la burocracia y de potenciar la primera línea tiene “buena venta”, pero en un Observatorio titulado “La gestión importa” se hace necesario profundizar sobre si esos mandos intermedios aportan valor o no a nuestras organizaciones
En tiempos de transformación organizativa, pocas figuras generan tanta controversia como la de los mandos intermedios. Un ejemplo paradigmático es la reciente decisión del gobierno británico de reestructurar el NHS en Inglaterra. En enero de 2025, el Secretario de Salud, Wes Streeting, anunció planes para eliminar hasta 10,000 puestos de gestión en el NHS England, con el objetivo declarado de reducir la burocracia y redirigir fondos hacia los servicios de primera línea. Obviamente, hablar de reducir la burocracia y de potenciar la primera línea tiene “buena venta”, pero en un Observatorio titulado “La gestión importa” se hace necesario profundizar sobre si esos mandos intermedios aportan valor o no a nuestras organizaciones.
En paralelo, muchos autores hemos subrayado la necesidad de potenciar la autogestión profesional, sobre todo en el ámbito de la atención primaria. Los modelos autogestionados, como el Nuevo Estilo de Relaciones (NER) desarrollado en nuestro entorno o el de Buurtzorg de los Países Bajos, proponen un enfoque radical: equipos sin jefaturas, que se autoorganizan para tomar decisiones operativas, incluyendo la capacidad (y responsabilidad) de gestionar personas y presupuestos. Por ejemplo, en Buurtzorg, las enfermeras gestionan directamente la atención a pacientes, organizan sus agendas y evalúan sus resultados, con mínimos niveles de supervisión externa. El resultado: mayor satisfacción profesional, menos burocracia y mejores resultados clínicos y económicos.
Es tentador pensar que esta es una línea de evolución imparable en las organizaciones, tal y como propone Laloux en su modelo TEAL[2], pero la realidad es tozuda y los modelos autogestionados siguen siendo experiencias muy concretas en contextos muy específicos y, en muchos casos, líder-dependientes, existiendo elevada incertidumbre en torno a su posible generalización masiva.
Ahora que las nuevas corrientes de gestión cuestionan su razón de ser, hay que reflexionar sobre lo que hacen y cómo lo hacen: ¿son meras capas de control?, ¿administradores o gestores?, ¿son responsables que “tiran” y mantienen un ritmo eficiente?, ¿meras “correas de transmisión” o claves en el “sense-making” organizativo?
Mientras tanto, durante décadas, los mandos intermedios han sido los engranajes invisibles de muchas organizaciones: supervisores, coordinadores, jefes de unidad… imprescindibles para que el día a día no descarrile. Ahora que las nuevas corrientes de gestión cuestionan su razón de ser, hay que reflexionar sobre lo que hacen y cómo lo hacen: ¿son meras capas de control?, ¿administradores o gestores?, ¿son responsables que “tiran” y mantienen un ritmo eficiente?, ¿meras “correas de transmisión” o claves en el “sense-making” organizativo? En sanidad, un sector altamente profesionalizado, de trabajadores del conocimiento con una fuerte identidad vocacional y crecientes demandas de humanización, esas preguntas adquieren una dimensión especial.
El sector sanitario público en nuestro país ha optado por la funcionarización, las jerarquías y la traslación a la mayoría de las organizaciones de reglas de funcionamiento procedentes de la burocracia más convencional. Cuando esas reglas interfieren en los procesos asistenciales se produce una clara fricción con los valores y expectativas de muchos profesionales sanitarios, quienes demandan mayor autonomía, reconocimiento y un sentido más profundo en su trabajo. Lo explica de forma elocuente Vicente Ortún a propósito del desgaste profesional: “Los médicos que no pueden dedicar el tiempo suficiente a la actividad que consideran más importante tienen tres veces mayor probabilidad de «quemarse» que aquellos que pueden dedicar su esfuerzo a las actividades clínicas. También la falta de reconocimiento, incentivación y motivación, sin olvidar que, en profesiones vocacionales y de servicio, la motivación tiene un alto componente intrínseco y, para no perderlo, hay que preservar la autonomía y la competencia profesional”.
La percepción del mando intermedio se inclina más hacia la figura de “vigilante” que hacia la de “facilitador”, generando tensiones que pueden afectar el clima laboral y la calidad asistencial
La percepción del mando intermedio se inclina más hacia la figura de “vigilante” que hacia la de “facilitador”, generando tensiones que pueden afectar el clima laboral y la calidad asistencial. Esta crítica se agrava en un contexto sanitario donde la carga administrativa es creciente y el sentimiento de alienación se extiende. Cabe preguntarse si parte de este problema reside en un modelo organizativo que infantiliza a los trabajadores y desconfía de su responsabilidad y capacidad de autogestión.
Autores como Gary Hamel son firmes y enormemente provocadores en esta crítica, con publicaciones como “lo primero, despide a todos los gestores”o “la burocracia debe morir”, donde sostiene que los mandos intermedios son una reliquia burocrática que asfixia la creatividad, ralentiza la innovación y encarece innecesariamente las organizaciones. Hamel visualiza las organizaciones ideales como redes vivas en lugar de “máquinas jerarquizadas”, argumentando que las estructuras jerárquicas a menudo gastan millones añadiendo poco valor real y que los mandos intermedios son prescindibles si se empodera a los profesionales. Además, señala una “ley de hierro de la burocracia”, donde las reglas y posiciones gerenciales tienden a aumentar con el tiempo a menos que se resista activamente, hinchando las organizaciones más allá de lo óptimo.
Frente a esta crítica visceral, surge una postura que, sin negar los desafíos del modelo tradicional, advierte contra la eliminación total de la jerarquía
Frente a esta crítica visceral, surge una postura que, sin negar los desafíos del modelo tradicional, advierte contra la eliminación total de la jerarquía. Foss y Klein argumentan que la jerarquía cumple funciones esenciales en las grandes organizaciones y que reemplazarla por relaciones puramente horizontales puede generar mayores disfunciones a la larga. Según ellos, la necesidad no es de menos gestión, sino de una gestión diferente.
Es difícil rastrear la evidencia en torno a estos planteamientos y posicionarse en este debate, pues hay acepciones múltiples de autogestión, gran disparidad en torno a lo que se considera y se espera de un mando intermedio, no hay taxonomías claras de funciones y competencias de gestión, además de la enorme diversidad de tipos de organizaciones por tamaño, sector y reglas internas de funcionamiento.
En el contexto sanitario, las funciones del mando intermedio: coordinación, resolución de conflictos, representación del equipo, garantía de calidad y seguridad, etc. son, en muchos sentidos, el pegamento organizativo indispensable en un sector tan complejo, regulado y garantista
En el contexto sanitario, las funciones del mando intermedio: coordinación, resolución de conflictos, representación del equipo, garantía de calidad y seguridad, etc. son, en muchos sentidos, el pegamento organizativo indispensable en un sector tan complejo, regulado y garantista. Esta realidad puede explicar los escasos ejemplos a nivel global de modelos autogestionados, ya que la transición hacia estos modelos menos jerárquicos no es trivial y tiende a confundirse muchas veces la capacidad de autogestión de los equipos con la autonomía de gestión de las organizaciones sanitarias. Si bien es plausible considerar que la autogestión arraigue más fácilmente en una organización independiente como una EBA respecto a un centro de salud de gestión directa, no disponemos de experimentos bien diseñados para corroborarlo.
Además, el trabajo en equipos autogestionados requiere diferentes conocimientos, habilidades y otras características de los empleados en comparación con los equipos gestionados tradicionalmente. El desempeño de los equipos autogestionados está ligado a las capacidades de decidir e iniciar acciones (tomar responsabilidad, actuar por iniciativa propia), liderar y supervisar (aceptar principios de liderazgo compartido), comunicarse proactivamente (expresar necesidades, gestionar conflictos, abordar problemas críticos), y ser emprendedor y productivo (trabajar con compromiso y perseverancia).
En última instancia, el debate sobre los mandos intermedios en sanidad es una cuestión de valores y del tipo de organizaciones que deseamos construir. No se trata simplemente de una cuestión estructural, sino de cómo entendemos la relación entre personas y estructuras, y entre autonomía y responsabilidad
En última instancia, el debate sobre los mandos intermedios en sanidad es una cuestión de valores y del tipo de organizaciones que deseamos construir. No se trata simplemente de una cuestión estructural, sino de cómo entendemos la relación entre personas y estructuras, y entre autonomía y responsabilidad. El camino a seguir implica reimaginar al mando intermedio como una figura facilitadora, coordinadora, de resolución de problemas e ir reduciendo aquellas posiciones centradas en la microgestión, en el control y en el “no” como primera respuesta. También, resulta imprescindible desarrollar una agenda de investigación sobre “management” en nuestras organizaciones. Para ello, hace falta desarrollar un arsenal evaluativo de calidad y, sobre todo, dejar florecer formas alternativas de organizarse y gestionarse. El monocultivo de formas organizativas supone laminar las oportunidades de innovación en gestión, y, con ello, nuestra capacidad de avanzar hacia sistemas sanitarios más adaptables, resilientes y centrados en el valor.
16. Uno de cada cinco adolescentes ha consumido pastillas para la ansiedad o el insomnio: “Hay una demanda altísima por solucionar rápido el malestar”
Artículo de Francesca Raffo en El País.
El 19,6% de estudiantes entre 14 y 18 años en España ha consumido, alguna vez en la vida, pastillas para la ansiedad o el insomnio, con o sin receta médica, según los últimos datos de la encuesta Estudes, del Ministerio de Sanidad, con datos del año 2023
El 19,6% de estudiantes entre 14 y 18 años en España ha consumido, alguna vez en la vida, pastillas para la ansiedad o el insomnio, con o sin receta médica, según los últimos datos de la encuesta Estudes, del Ministerio de Sanidad, con datos del año 2023. Un 14,8% responde haberlo hecho en los últimos 12 meses; y en los últimos 30 días, un 8,2%. El consumo de estos fármacos hipnosedantes ―principalmente recetados para la ansiedad o el insomnio― ha ido aumentando a lo largo de toda la serie histórica de la encuesta. Los especialistas consultados consideran que esta situación es alarmante y problemática, no solo porque dichos fármacos generan dependencia y tolerancia, sino porque la adolescencia es una etapa donde el cerebro está en desarrollo y los riesgos tienen consecuencias de por vida. Además, casi el 10% de los jóvenes en esa franja de edad admite haberlos consumido sin una receta médica.
Pico explica que “estamos en un contexto donde hay una demanda altísima por solucionar de forma rápida y ágil el malestar que uno tiene” y, justamente, estos medicamentos son sumamente eficaces e inmediatos.
Álvaro Pico Rada, psiquiatra y director médico de la clínica Nuestra Señora de la Paz y del centro San Juan de Dios en Ciempozuelos, considera que esta cifra es “muy elevada” y que existe “mucha soltura al momento de recetar [estos fármacos]”. Dentro de los hipnosedantes, las benzodiacepinas son las más comunes. Pico explica que “estamos en un contexto donde hay una demanda altísima por solucionar de forma rápida y ágil el malestar que uno tiene” y, justamente, estos medicamentos son sumamente eficaces e inmediatos.
Eugenia Caretti, psiquiatra infantojuvenil del centro de salud mental de Vallecas Villa y presidenta de la Asociación Madrileña de Salud Mental, resalta: “Me preocupa el tema de la medicalización de la adolescencia”. Pero no solo con los hipnosedantes, agrega, sino también con los antidepresivos.
Transmiten soledad y dificultad para proyectar un futuro, también respecto a temas relacionados con la identidad y de no encontrar un lugar de pertenencia”
Señala que la adolescencia es un momento de desorientación y angustia, y a esto se añade una dificultad para entender el malestar y compartirlo. “Transmiten soledad y dificultad para proyectar un futuro, también respecto a temas relacionados con la identidad y de no encontrar un lugar de pertenencia”, comenta Caretti. Esto se expresa de una manera ansioso depresiva: “Pueden ser problemas, pero no trastornos con etiquetas de salud mental más graves, sino cuadros de ansiedad y depresión que tienen que ver con cuestiones cotidianas”, apunta.
Sobre esta “medicalización de la adolescencia”, Caretti comenta que es interesante ver cómo los chavales se aproximan a la consulta: “Tienen toda una jerga medicalizada. Dicen: ‘Tengo apego ansioso o apego evitativo, tengo ansiedad”, cuenta la psiquiatra. Usan esas palabras en vez de contar que tuvieron un mal día en el cole, que se pelearon con un compañero o que no se sienten cómodos con su familia.
El Ministerio de Sanidad ha publicado otro trabajo, el Estudio HBSC, que muestra que el malestar emocional de los jóvenes de entre 11 y 18 años ha aumentado hasta el 38,5% entre 2018 y 2022. Un incremento de casi 11 puntos porcentuales. Además, la encuesta revela que los malestares psicosomáticos ―como dolor de cabeza, problemas de sueño o irritabilidad― se intensifican con la edad y tiene más presencia en las chicas: alcanzando en el grupo de 17 y 18 años una prevalencia del 60,3%, frente a un 28,4% de los chicos.
El problema que agrava esta situación, coinciden los especialistas, es que el sistema de salud está tan desbordado que cuando los adolescentes llegan con un problema de salud mental o malestar emocional no hay tiempo ni recursos para atenderlos bien
Un sistema de salud colapsado
El problema que agrava esta situación, coinciden los especialistas, es que el sistema de salud está tan desbordado que cuando los adolescentes llegan con un problema de salud mental o malestar emocional no hay tiempo ni recursos para atenderlos bien: escucharlos, generar vínculos con ellos, entenderlos y derivarlos a una terapia grupal o psicológica. A muchos se les atiende una primera vez, pero se les da una segunda cita para varios meses después. Entonces, recetar un fármaco se convierte en una primera opción, explican, cuando no debería serlo. Caretti dice: “Es intentar ayudar con lo único que se puede dar en esos cinco minutos de atención. Estos medicamentos ayudan en crisis, pero deben ir con un tratamiento y acompañamiento, si no estás dejando al adolescente solo”.
Pico sostiene que la primera opción debería ser dar herramientas no farmacológicas a los pacientes para que aprendan a manejar su malestar, así como terapias psicológicas o psiquiátricas. “Falta eso para evitar esta prescripción que se hace y el abuso elevado que se produce después”, indica.
Los riesgos del consumo de hipnosedantes son diversos, pero el principal es que pueden generar dependencia y tolerancia
Los riesgos del consumo de hipnosedantes son diversos, pero el principal es que pueden generar dependencia y tolerancia. Es decir, el organismo necesita seguir consumiendo la sustancia para evitar síntomas de abstinencia; y, por otro lado, con el tiempo se vuelve necesario aumentar la dosis para lograr el mismo efecto. Por ello no es difícil caer en el abuso, advierte Pico. Y agrega que esto produce alteraciones en la concentración, la memoria y problemas cognitivos serios a medio y largo plazo.
Que uno de cada cinco adolescentes haya consumido hipnosedantes no significa que exista una adicción en ellos, explican los especialistas. De hecho, en algunos casos, los fármacos pueden haber sido correctamente recetados y el consumo haber sido adecuado. Sin embargo, pese a que haya receta, las características de estos fármacos, eficientes e inmediatos, hace que se usen más de lo prescrito.
“A lo mejor te dicen que tomes medio comprimido de tal pastilla si te sientes mal, pero [el paciente] lo empieza a tomar todos los días y muchas veces. O que en tres semanas se retire, pero no lo retiran”. Otra vía de consumo que menciona es la “prescripción familiar, que es peligrosa”, cuando en el botiquín familiar hay alguno de estos fármacos y se recetan sin conocimiento
Pico ejemplifica: “A lo mejor te dicen que tomes medio comprimido de tal pastilla si te sientes mal, pero [el paciente] lo empieza a tomar todos los días y muchas veces. O que en tres semanas se retire, pero no lo retiran”. Otra vía de consumo que menciona es la “prescripción familiar, que es peligrosa”, cuando en el botiquín familiar hay alguno de estos fármacos y se recetan sin conocimiento.
La ESTUDES del 2023 indica que el 9,7% de los alumnos admite haber tomado hipnosedantes sin que se los haya recetado un médico. Y la edad de inicio en el consumo se ha mantenido entre 14 y 15 años.
Por esta razón, Caretti resalta: “[La mayoría de los psiquiatras infantojuveniles] huimos de dar pautas fijas y regulares (que todos los días se tomen) porque generan mucha adicción y se entiende que en la adolescencia no hay mucho control”. Se recetan más para las “pautas de rescate”: que se tome en momentos puntuales. En cuanto al insomnio, aclara, sí son pautas más regulares.
Más chicas que chicos
La ESTUDES resalta que existe una diferencia de género en la ingesta de este tipo de sustancias. Mientras que el 26,1% de mujeres dice haberlo consumido alguna vez en la vida, la cifra se reduce casi a la mitad en chicos, 13,3%. En esa línea, el Estudio HBSC concluye que son las chicas quienes sienten más soledad, les importa más la imagen corporal y tienen más malestares relacionados con la ansiedad.
Caretti observa esta diferencia en consulta: el tema de las redes sociales, la identidad, el cuerpo y la imagen pesa más en las chicas, dice. “Hay disconformidad con el cuerpo, presión con estar bellas, con gustar desde la imagen. El adolescente hombre también está complicado en estos momentos, pero igual es menos”, añade.
Añade que en las consultas también evidencian la diferencia de género
La organización FAD Juventud, cuyo objetivo es mejorar la calidad de vida de este grupo, atiende a jóvenes con problemas por adicciones desde la década de los ochenta, pero en 2022, a raíz de la pandemia, agregó a su programa el bienestar emocional. Según su informe de 2024, las consultas más frecuentes entre los jóvenes de 15 a 29 años han sido por salud mental (52,4%) ―como ansiedad, depresión, ideación suicida―. Eulalia Alemany, directora de innovación y programas, explica que antes se trataba más la adicción a la heroína o cocaína, “pero ahora estamos con los malestares; recibimos ansiedad, depresión, ha cambiado la motivación de los consumos”. Y añade que en las consultas también evidencian la diferencia de género.
Según la encuesta publicada por Sanidad, la familia sigue siendo el principal apoyo de los chavales: 6 de cada 10 considera alto ese apoyo. Siendo los hombres quienes más lo perciben, así como los más pequeños
Según la encuesta publicada por Sanidad, la familia sigue siendo el principal apoyo de los chavales: 6 de cada 10 considera alto ese apoyo. Siendo los hombres quienes más lo perciben, así como los más pequeños. En cuanto al apoyo de los compañeros de la escuela y del profesorado, el 55,5% y el 43,6%, respectivamente, lo consideran bueno.
Para pedir este apoyo es necesario que los jóvenes confíen en si mismos y tengan espacios de diálogo con adultos. Sin embargo, una encuesta de Educo (a 500 escolares) publicada este viernes, sobre el trato que tienen los adultos a los chicos, resalta que el 60% de escolares asegura que no se confía en su capacidad para resolver conflictos. Y casi un tercio afirma no comprender el lenguaje de las personas adultas correctamente. Esto tiene un impacto directo en su confianza y autoestima, sostienen los autores.
17. La violencia de género, las adicciones o el maltrato, los motivos que empujan a los menores españoles a fugarse de sus casas
Nieves Salinas lo escribe en El Periódico de España.
La violencia de género (12,2%); las adicciones, sobre todo el consumo de alcohol (11,5%); el maltrato psicológico (11,4%); el físico (9,5%) y la agresividad (9,4%) estaban presentes los días previos a esa fuga, según relatan los propios menore
La fuga (o la idea de hacerlo) es la causa más frecuente de desaparición de niños o adolescentes en España. Representa más de la mitad de los casos (57,6%) de horas horribles para las familias. ¿Qué les empuja a esa huida?. ¿Qué había en su entorno antes de esa traumática marcha?. Mucha tensión, mucha conflictividad. La violencia de género (12,2%); las adicciones, sobre todo el consumo de alcohol (11,5%); el maltrato psicológico (11,4%); el físico (9,5%) y la agresividad (9,4%) estaban presentes los días previos a esa fuga, según relatan los propios menores. Son datos del informe 'Teléfono/Chat ANAR 116 000 para Casos de Niños/as Desaparecidos/as 2024', que este miércoles ha presentado en rueda de prensa la Fundación Anar.
La organización ha dado a conocer un documento que radiografía el dolor que hay tras esas desapariciones y ha expuesto los datos de las peticiones de ayuda recibidas en sus líneas de ayuda en relación con los casos de menores desaparecidos en 2024. Una primera pincelada: según datos del Centro Nacional de Desaparecidos (CNDES), que pertenece al Minsiterio del Interior, el 49,4% de las personas que desaparecieron en España ese año eran menores de edad.
Expulsiones del hogar
En 2024, Fundación ANAR ayudó a 1.171 menores desaparecidos y a sus familias, para lo que fue necesario atender 4.383 peticiones de ayuda, lo que supone un incremento del 91,4% en los últimos cinco años. Sobre todo desde 2023 al 2024, se ha indicado. Con un pico destacado en 2021, como efecto rebote de la salida del confinamiento, que en muchos hogares se vivió con situaciones muy graves, ha explicado Diana Díaz, directora de las Líneas de Ayuda ANAR que también ha señalado que, desde que se puso en marcha el teléfono para menores desaparecidos (el 116 000) en 2011, se ha producido un aumento del 675% de casos ayudados.
La huida es la más frecuente y supone la mitad de los casos. El segundo motivo de desaparición más común son las expulsiones del hogar (23,7%), seguido del secuestro parental (12,4%) en el caso de los más pequeños, pérdida o accidente (3,8%)
Como se ha dicho, en lo referente a las causas, la huida es la más frecuente y supone la mitad de los casos. El segundo motivo de desaparición más común son las expulsiones del hogar (23,7%), seguido del secuestro parental (12,4%) en el caso de los más pequeños, pérdida o accidente (3,8%), secuestro por parte de terceros con fines (son casos minoritarios) criminales (1,9%) y migrantes no acompañados/as (0,6%).
Llegar a estos últimos menores que arriban solos a nuestro país, que están en riesgo extremo y a los que, en muchos casos, sus familias no buscan, es "uno de los grandes retos" de ANAR, se ha dicho. También, Benjamín Ballesteros, director técnico de la Fundación ANAR ha llamado la atención sobre las expulsiones de menores de sus casas. Algo que, ha subrayado, nunca debe suceder y que les pone en extremo riesgo.
Más fugas de chicas
Respecto al perfil de los niños ayudados más de la mitad de las consultas atendidas hacen referencia a mujeres (59,3%), mientras que las de varones son menores (38,7%). Con respecto a la edad, predominan los/as adolescentes, con un 66,2%, seguidos de los/as preadolescentes, con un 18,6%, y los niños/as, 13,1%. El 36,2% de los niños/as y adolescentes desaparecidos viven en familias monoparentales, mientras que el 24,2% lo hace con ambos progenitores y el 5,1% reside en un centro o institución. Asimismo, el 3,2% de los menores de edad desaparecidos tienen alguna discapacidad.
Los principales problemas que padecen los niños desaparecidos son la tristeza (10,6%), el maltrato psicológico (10,5%), el miedo (10,2%), la conducta suicida (9,9%) y la ansiedad (9,1%)
Los principales problemas que padecen los niños desaparecidos son la tristeza (10,6%), el maltrato psicológico (10,5%), el miedo (10,2%), la conducta suicida (9,9%) y la ansiedad (9,1%). En líneas generales, los problemas de salud mentalson más frecuentes (63,3%) que los relacionados con la violencia (22,9%), mientras que otras cuestiones, como los problemas en el colegio, las dificultades de relación y la pobreza infantil, entre otros, suponen el 13,8% restante.
Experiencia traumática
"La desaparición de un menor de edad del entorno familiar es una de las experiencias más duras y traumáticas que puede sufrir un ser humano", ha señalado Ballesteros.
En el 81,8% de las consultas recibidas en las Líneas de Ayuda se ha necesitado orientación psicológica, social y jurídica. La mayoría de las problemáticas relacionadas con la desaparición se producen desde hace más de un año (67,6%). En cuanto a la urgencia y la gravedad de las situaciones, ambas son muy altas, con un 92,9% y un 94,9% respectivamente.
La prevención
La prevención es crucial, ha dicho Diana Díaz. Como consecuencia de las consultas recibidas por desapariciones, Fundación ANAR llevó a cabo 1.347 derivaciones a recursos de infancia. Además, hubo 259 casos graves que requirieron una intervención inmediata de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, los Servicios Sociales y Servicios de Protección a la Infancia y Adolescencia.
18. Alimentos ultraprocesados: 100 gramos al día ya afectan a la salud
Mayte Ríos lo escribe en La Vanguardia.
Cada 100 gramos adicionales de consumo de alimentos ultraprocesados al día se asocia con un 14,5% más riesgo de padecer hipertensión, un 19,5% más riesgo de enfermedades digestivas, un 5,9% más probabilidades de eventos cardiovasculares, un 1,2% más riesgo de cáncer y un 2,6% más de mortalidad por cualquier causa
Cada 100 gramos adicionales de consumo de alimentos ultraprocesados al día se asocia con un 14,5% más riesgo de padecer hipertensión, un 19,5% más riesgo de enfermedades digestivas, un 5,9% más probabilidades de eventos cardiovasculares, un 1,2% más riesgo de cáncer y un 2,6% más de mortalidad por cualquier causa. Y también se relacionan con mayor riesgo de sobrepeso u obesidad, de padecer diabetes u otros problemas metabólicos así como depresión y ansiedad.
Eso es lo que revela la revisión sistemática de 41 estudios de cohorte prospectivos que abarcan a más de 8,2 millones de personas adultas de América, Europa, Asia y Oceanía y cuyas conclusiones ha presentado el Colegio Americano de Cardiología en la reunión científica anual que celebra en Asia.
El objetivo de los investigadores era evaluar la evidencia científica existente sobre las consecuencias para la salud del consumo de alimentos ultraprocesados, y hallaron que hay una certeza entre alta y moderada para la mayoría de resultados excepto en lo que se refiere al impacto sobre el síndrome metabólico y la diabetes, que fue baja.
En concreto, el estudio reveló que el riesgo de hipertensión, de otras enfermedades cardiovasculares, digestivas, cáncer y mortalidad aumenta con cada 100 gramos de alimentos ultraprocesados consumidos al día. Es decir, que se observa una relación dosis-respuesta: a más ultraprocesados, mayores riesgos. Por lo tanto, dicen los investigadores, reducir el consumo de estos alimentos, incluso de forma moderada, puede tener beneficios medibles para la salud.
Por ultraprocesados se refieren a los productos alimenticios elaborados industrialmente, que se someten a un exhaustivo procesamiento en varias etapas y suelen contener cantidades significativas de conservantes, colorantes y potenciadores del sabor
Por ultraprocesados se refieren a los productos alimenticios elaborados industrialmente, que se someten a un exhaustivo procesamiento en varias etapas y suelen contener cantidades significativas de conservantes, colorantes y potenciadores del sabor. Ejemplos comunes de ellos, dicen los investigadores, son las bebidas azucaradas, las patatas fritas, el pan comercial, los dulces de chocolate o las galletas envasadas, entre otros.
“Los alimentos ultraprocesados se caracterizan por su alto contenido de azúcar, sal y otros componentes no nutritivos, presentando una baja densidad nutricional pero un alto contenido calórico”, afirmó el doctor Xiao Liu, cardiólogo del hospital Sun Yat-sen en Cantón (China).
Y subrayó que estos productos pueden afectar negativamente a la salud a través de múltiples mecanismos, “entre ellos la desregulación de los niveles de colesterol en sangre, la alteración de la composición de la microbiota intestinal, el fomento de la obesidad, la inducción de inflamación sistemática, la exacerbación del estrés oxidativo y el deterioro de la sensibilidad a la insulina”.
Los cardiólogos instan a los gobiernos a aplicar medidas para reducir o evitar su consumo, como una regulación más estricta de su etiquetado para que haya información más explícita y completa sobre los ingredientes -en particular todos los aditivos- o campañas desde el sector sanitario que animen a los pacientes a reducir gradualmente su consumo
Por todo ello, los cardiólogos instan a los gobiernos a aplicar medidas para reducir o evitar su consumo, como una regulación más estricta de su etiquetado para que haya información más explícita y completa sobre los ingredientes -en particular todos los aditivos- o campañas desde el sector sanitario que animen a los pacientes a reducir gradualmente su consumo.
Comer ultraprocesados podría acelerar los primeros signos de parkinson
Quienes consumen más alimentos ultraprocesados tienen mayor probabilidad de presentar síntomas tempranos de la enfermedad de Parkinson que quienes comen muy pocos, según otro estudio publicado en Neurology, la revista de la Academia Americana de Neurología.
Los investigadores, que se focalizaron en los signos que aparecen años antes de los síntomas más característicos (como los temblores o problemas de equilibrio), explican que el estudio ha hallado una asociación (pero no demuestra una relación causal), y creen que optar por comer menos ultraprocesados y más alimentos integrales y nutritivos puede influir en la salud cerebral futura.
El estudio incluyó a 42.853 personas con una edad promedio de 48 años que no presentaban enfermedad de Parkinson al inicio del estudio, a quienes se hizo un seguimiento de hasta 26 años.
Después de ajustar factores como la edad, la actividad física y el tabaquismo, los investigadores descubrieron que los participantes que comían 11 o más porciones de alimentos ultraprocesados al día (una porción equivale a una lata de refresco, un perrito caliente, 28 gramos de patatas fritas o una cucharada de ketchup) tenían una probabilidad 2,5 veces mayor de tener tres o más signos tempranos de la enfermedad de Parkinson en comparación con los que consumían menos de tres porciones diarias.
19. Vivir con sentimientos de culpa nos puede amargar la existencia
Lo escribe Enrique Echeburúa en El País.
El quebrantamiento de un principio ético, como haber hecho daño deliberadamente a alguien, engañarlo o no ocuparse de la familia, produce un malestar emocional profundo. Así, la vivencia de culpa se manifiesta en la esfera afectiva como un sentimiento de culpa y en la cognitiva como un temor al rechazo social y a la pérdida de autoestima
Los sentimientos de culpa surgen de la transgresión de una norma interiorizada, tienen una función adaptativa y se desencadenan en un proceso secuencial: realización de una conducta indebida —u omisión de una debida—, mala conciencia y remordimiento. Más allá del Código Penal, circunscrito a un reducido número de acciones punibles, lo que controla realmente el comportamiento e impide la vulneración de las reglas de convivencia es la conciencia moral, que es un código no escrito y abarca todo el repertorio de conductas de la persona, dotándola de un sentido de responsabilidad.
Por ello, el quebrantamiento de un principio ético, como haber hecho daño deliberadamente a alguien, engañarlo o no ocuparse de la familia, produce un malestar emocional profundo. Así, la vivencia de culpa se manifiesta en la esfera afectiva como un sentimiento de culpa y en la cognitiva como un temor al rechazo social y a la pérdida de autoestima.
De esta forma, la función reguladora de la culpa, a modo de sistema de alarma interno, sirve para la evitación preventiva de las situaciones que la generan, para la activación de la conciencia respecto a las acciones transgresoras o para la realización de conductas de reparación cuando ya se han cometido.
Hay personas que sufren por la culpa experimentada y además se sienten avergonzadas. La vergüenza surge cuando la culpa no es una mera cuestión de conciencia personal por el comportamiento indebido, sino que adquiere un carácter público y el sujeto se siente sometido al juicio y reproche ajenos. En este sentido, la vergüenza tiene un carácter más global, afecta al conjunto de la persona y le crea por ello un mayor desasosiego. No es lo mismo sentirse culpable por haber tenido alguna conducta inadecuada que avergonzarse por ser considerado una mala persona.
Sentirse culpable no significa necesariamente ser culpable. Hay personas perfeccionistas, que rayan incluso en lo obsesivo, o con un estado de ánimo deprimido, que se sienten culpables por algo de lo que no son objetivamente responsables.
Sentirse culpable no significa necesariamente ser culpable. Hay personas perfeccionistas, que rayan incluso en lo obsesivo, o con un estado de ánimo deprimido, que se sienten culpables por algo de lo que no son objetivamente responsables. Se trata de un estilo de pensamiento que atribuye todo lo malo ocurrido a uno mismo, distorsiona la realidad y produce en el sujeto un sentimiento de indignidad que afecta a su autoestima y que puede facilitar el rechazo a uno mismo. Por el contrario, otras personas carecen de empatía y de conciencia moral y no experimentan sentimientos de culpa aun habiendo actuado objetivamente mal y habiendo hecho daño a otros seres humanos, como ocurre en el caso de los psicópatas, lo que les permite vivir sin la carga moral de sus acciones destructivas. Ello quiere decir que el sentimiento o la ausencia de sentimiento no siempre se corresponden con la realidad de la culpa.
La culpa irracional en una persona puede a veces ser inducida por estereotipos sociales, como ha ocurrido a veces con las víctimas de agresiones sexuales
En el caso de que la culpa sea irracional, hay que ayudar a la persona a objetivar la situación, a considerarla como una distorsión cognitiva relacionada con su malestar emocional y a enseñarle alternativas de pensamiento racionales para hacer frente a estos pensamientos automáticos. La culpa irracional en una persona puede a veces ser inducida por estereotipos sociales, como ha ocurrido a veces con las víctimas de agresiones sexuales. También ciertos estilos educativos pueden dan pie a la generación de sentimientos de culpa. Así como los castigos físicos sistemáticos producen en los menores, conductas de ira, los castigos psicológicos, como “no ves cómo sufrimos” o “así correspondes a todo lo que hemos hecho por ti”, pueden facilitar en ellos la aparición de una tendencia a culparse de lo negativo que les ocurre en la vida. La dificultad del tratamiento en estos casos deriva de que muy a menudo estos sentimientos de culpa son múltiples y dispersos.
Hay circunstancias, sin embargo, en que la culpa sentida es total o parcialmente objetiva. Lo saludable en estas circunstancias es identificar lo negativo correctamente, tomar conciencia apropiada de la culpa y expresarla verbalmente
Hay circunstancias, sin embargo, en que la culpa sentida es total o parcialmente objetiva. Lo saludable en estas circunstancias es identificar lo negativo correctamente, tomar conciencia apropiada de la culpa y expresarla verbalmente. En realidad, hay diversas posibilidades ante algo malo de lo que una persona se siente culpable: el sujeto puede ser total o parcialmente responsable; el suceso ocurrido fue imprevisible o tuvo lugar al margen de su capacidad de control; o la persona hizo lo posible, pero no pudo evitarlo.
A veces la culpa se puede expresar de forma insana. Ocurre así cuando la persona no toma conciencia de la situación y trata de soslayar el remordimiento sin afrontar lo ocurrido de forma directa, negándolo, atribuyéndolo a factores ajenos a ella o reprimiéndolo emocionalmente, o cuando no asume sus propias limitaciones y se castiga a sí misma de una forma estéril y destructiva. En otros casos, la implicación en conductas muy excitantes, en forma de huida hacia delante, o las adicciones son ejemplos de estrategias inadecuadas para enmascarar la culpa y eludir el malestar emocional. La culpa anómala ha sido objeto de atención frecuente en la literatura (Crimen y castigo, de Dostoyevski) y el cine (Rebeca, de Hitchcock).
No se trata de autoflagelarse, que encadena a una persona a un sufrimiento sin fin y que la retrotrae al pasado, sino de reemplazar la culpa por la responsabilidad, que se proyecta hacia el futuro
Al margen de la imposibilidad de regresar al pasado y rectificarlo, siempre hay algo que se puede hacer para remediar el malestar o enmendar los errores cometidos. No se trata de autoflagelarse, que encadena a una persona a un sufrimiento sin fin y que la retrotrae al pasado, sino de reemplazar la culpa por la responsabilidad, que se proyecta hacia el futuro.
Si el sentimiento de culpa responde a una realidad objetiva, una vez analizada esta, un paso ulterior es reconocer el daño causado, mostrar arrepentimiento y pedir perdón, reparar daños allí hasta donde sea posible y asumir las responsabilidades debidas, centrándose en el aquí y ahora, sin hacerse preguntas sin respuesta respecto a lo que pudo haberse hecho y no se hizo.
A veces no es posible reparar a la persona afectada porque ha fallecido o porque el daño hecho es irreversible, pero siempre cabe la posibilidad de implicarse en conductas indirectas de reparación
A veces no es posible reparar a la persona afectada porque ha fallecido o porque el daño hecho es irreversible, pero siempre cabe la posibilidad de implicarse en conductas indirectas de reparación: colaborar con sus familiares o con otras víctimas en diversas actividades, formar parte de una ONG con fines humanitarios o alertar a otras personas de los errores cometidos para evitar su repetición. Incluso es posible promover conductas generales de empatía y de altruismo que pueden contribuir a recuperar la autoestima perdida del sujeto y a dotarle de una mayor responsabilidad ante decisiones futuras. Aprender a perdonarse no es fácil, pero así puede darse una segunda oportunidad y llegar a vivir con la culpa de una forma menos autodestructiva.
20. El Ministerio de Sanidad amplía la cobertura de las terapias CAR-T para personas con el VIH
Nieves Salinas lo escribe en El Periódico de España.
Hasta el momento, las personas con VIH eran excluidas de los protocolos de acceso a estas terapias debido a la falta de datos clínicos que avalaran su seguridad y eficacia en este grupo. Consecuencia directa de la exclusión sistemática de estas personas en los ensayos clínicos, remarca el Ministerio
El Ministerio de Sanidad ha actualizado los protocolos farmacoclínicos y los criterios de financiación para permitir el acceso a las terapias CAR-T (Chimeric Antigen Recetor T-Cell, por sus siglas en inglés) a las personas con infección por el VIH que presenten carga viral indetectable. El departamento que dirige Mónica García subraya que esta medida "supone un paso fundamental" en la eliminación de barreras discriminatorias y la mejora de la equidad en el Sistema Nacional de Salud (SNS), alineada con los principios del Pacto Social por la No Discriminación y la Igualdad de Trato asociada al VIH.
Hasta el momento, las personas con VIH eran excluidas de los protocolos de acceso a estas terapias debido a la falta de datos clínicos que avalaran su seguridad y eficacia en este grupo. Consecuencia directa de la exclusión sistemática de estas personas en los ensayos clínicos, remarca el Ministerio.
Células tumorales
Este tipo de terapia celular y génica -en la que el/la paciente se convierte en su propio donante-, consiste en modificar los linfocitos T del paciente para que tengan la capacidad de atacar a las células tumorales. Mediante la aféresis, una técnica que permite la separación de los componentes de la sangre, se obtienen los linfocitos T y se reprograman genéticamente para que, cuando sean transfundidos de nuevo al paciente, puedan reconocer específicamente las células tumorales y atacarlas.
Actualmente, detalla Sanidad, existen siete fármacos de terapia CAR-T autorizados y comercializados en España, cinco de fabricación industrial -axicabtagén ciloleucel (Yescarta), brexucabtagén autoleucel (Tecartus), ciltacabtagén autoleucel (Carvykti), tisagenlecleucel (Kymriah) e idecabtagén vicleucel (Abecma)-, y dos de fabricación no industrial o conocidos como 'académicos' -ARI-0001 y ARI-0002H-, es decir, impulsados por un hospital.
Infección controlada
En marzo de 2024, se incorporó a la prestación farmacéutica idecabtagén vicleucel (Abecma). Como criterio de exclusión, no se contempla su uso en pacientes con infección activa por el VIH, el Virus de la Hepatitis B (VHB) o el Virus de la Hepatitis C (VHC), incluyendo así a los pacientes con la infección controlada.
Estos medicamentos ya están disponibles en el buscador de financiación de medicamentos BIFIMED, con criterios que permiten el acceso a pacientes con historia previa de infección por el VIH, hepatitis B o C, siempre que presenten carga viral indetectable, explica Sanidad
En este marzo de 2025, se han actualizado los protocolos farmacoclínicos de los medicamentos axicabtagén ciloleucel (Yescarta) y brexucabtagén autoleucel (Tecartus), permitiendo que personas con infección por el VIH con carga viral indetectable puedan iniciar el tratamiento. Asimismo, en abril de 2025, se ha incluido ciltacabtagén autoleucel (Carvykti) en la prestación farmacéutica del SNS bajo los mismos criterios.
Estos medicamentos ya están disponibles en el buscador de financiación de medicamentos BIFIMED, con criterios que permiten el acceso a pacientes con historia previa de infección por el VIH, hepatitis B o C, siempre que presenten carga viral indetectable, explica Sanidad que, subraya, esta actualización ha sido posible gracias al trabajo conjunto del Ministerio con entidades como la Coordinadora Estatal de VIH y Sida (CESIDA), que desde 2021 ha denunciado esta situación de inequidad. La cooperación con profesionales sanitarios, sociedades científicas, organizaciones de pacientes y la industria farmacéutica ha sido clave para fundamentar técnicamente esta decisión, concluye este departamento.