La Coordinadora Granadina de ONGD (Congra) ha expresado este miércoles su rechazo a que el Ayuntamiento de Granada, "en su empeño de recuperar la partida presupuestaria de ayuda a la cooperación, ha optado por solicitar financiación a grandes empresas" que "colaboran en la explotación y empobrecimiento de millones de personas".

Así lo señala la Congra en un comunicado en el que afirma que el Ayuntamiento de la capital granadina, gobernado por el socialista Francisco Cuenca, "en su empeño de recuperar la partida presupuestaria de ayuda a la cooperación, ha optado por solicitar financiación a grandes empresas, como Inditex", una compañía que "ha sido denunciada ante el Parlamento europeo por prácticas fiscales irresponsables y presencia en paraísos fiscales, y como evasora de 585 millones de euros en impuestos entre 2011 y 2014".

Para la Congra, que agrupa a 36 organizaciones granadinas que trabajan en cooperación internacional, "esta medida es inaceptable", y supone "una grave incoherencia aceptar dinero proveniente de la explotación humana, contra la que está trabajando".

"Sería una gran incongruencia que las ONGDs usasen el dinero de las grandes empresas para luchar contra pobreza que ellas mismas producen", afirma la Congra, que aplaude "el empeño del Ayuntamiento en recuperar la ayuda a la cooperación en los presupuestos municipales, largamente olvidada", pero le "decepciona el intento de complicidad con Inditex", así como otras cuestiones como "el aumento del presupuesto de iluminación festiva hasta alcanzar los 600.000 euros", y "la declaración del municipio como Zona libre de paraísos fiscales, con la que el Ayuntamiento se comprometía a favorecer en los concursos públicos a las empresas que no operan en paraísos fiscales". "Todas estas iniciativas tienen un fuerte olor a maquillaje y papel mojado", opina la Congra.

De esta manera, la Coordinadora "exige que la financiación de la ayuda a la cooperación sea responsabilidad de la administración pública", así como "una fiscalidad progresiva que permita recaudar más y financiar dignamente políticas públicas como la cooperación, el fin de prácticas evasoras y de paraísos fiscales que merman las arcas públicas e imponen los recortes, una dotación que paulatinamente alcance el 0,7 por ciento del presupuesto municipal para ayuda al desarrollo y que el Ayuntamiento defina con valentía y generosidad sus prioridades, situando de verdad la ayuda a la cooperación en un lugar privilegiado de su agenda".