EN EL CENTENARIO DE LA BASE AÉREA DE ARMILLA (1922-2022)

Carreras de caballos, globos y avionetas por Corpus en el Hipódromo de los Llanos

Ciudadanía - Gabriel Pozo Felguera - Domingo, 5 de Junio de 2022
Gabriel Pozo nos ofrece este extraordinario viaje al pasado de los terrenos que ocupa la Base Área de Armilla, cuando se cumple el Centenario de la instalación militar, que fueron recinto para muchas y diversas actividades, donde se daba cita la ciudadanía granadina. No te lo pierdas.
Dos caballos se disputan el premio en la carrera del Corpus 1913.
Dos caballos se disputan el premio en la carrera del Corpus 1913.
  • El primer Hipódromo que tuvo Granada funcionó desde mediados del siglo XIX junto a la localidad de Armilla

  • En estos terrenos del Llano se dieron cita las competiciones de globos, aviación y caballos con motivo de las fiestas mayores de la capital

El 20 de junio hará un siglo que fue inaugurado el Aeródromo de Armilla. Sus constructores eligieron la zona conocida como Los Llanos. Los ilustrados de finales del XVIII barajaron el lugar como el gran Retiro de Granada, el Versalles que todas las ciudades querían tener para asueto festivo. Los Llanos están a un tiro de piedra del Paseo del Violón o de San Sebastián, en la capital, donde tenían lugar cada año las fiestas del Corpus. Fue también el lugar idílico de prácticas para los primeros húsares a caballo que surgieron en el reinado de Isabel II. Ya para mediado el siglo XIX surgió el primer hipódromo de Granada donde ir de excursión y a lucir calesas y lujos importados de París. También sirvió como lugar de suelta de globos, campo de tiro pichón y campo de fútbol. En 1911 se vieron por Los Llanos los primeros aeroplanos. Hasta que, en 1921, el joven ingeniero Luis Dávila Ponce de León Wihelmi impulsó la construcción de la instalación militar. La guerra de África necesitaba un aeropuerto en el que recalar antes de dar el salto a Melilla. Hipódromo y Aeródromo convivieron unos cuantos años uno al lado del otro; hasta que en 1928 fue construido un segundo hipódromo en los Mondragones.

Los Llanos de Armilla pertenecieron desde el repartimiento de 1492 a familias nobiliarias y canónigos relacionados con la Capilla Real. Una parte importante de la llanura correspondía al término municipal de Granada. El lugar fue adquiriendo, ya desde el siglo XVIII, la condición de expansión lúdica por excelencia de actividades equinas y romeras que organizaban la Capitanía General y la Real Maestranza de Caballería. Con el despertar de la revolución industrial del siglo XIX y la consolidación de la burguesía local, Los Llanos fueron convertidos en el Hipódromo de Granada. El lugar a donde ir a pasar el día, divertirse y, sobre todo, lucir los coches de caballos, monturas y vestidos encopetados. El pueblo de Armilla era a principios del XIX una aldea de poco más de 500 habitantes; un siglo más tarde todavía estaba en 1.300 almas (hoy sobrepasa las 25.000). Su relación con la aeronáutica vendría más tarde.

Tribunas del Hipódromo, a 50 pesetas por grupo de diez personas.

El primer regimiento de húsares a caballo de Granada fue habilitado por el Marqués de Campo Verde en el verano de 1808. Quizás lo hizo guiado por las necesidades que imponía la guerra que se avecinaba contra el invasor francés. Aquel primer regimiento duró realmente poco en la ciudad de Granada; muy pronto marchó con todos sus efectivos a luchar contra las tropas napoleónicas en tierras de Cataluña. Es bastante probable que aquella caballería granadina entrenase poco en el campo de Los Llanos.

Salto de vallas y de la ría por parte de militares de caballería, en el Corpus del año 1913.

Con la llegada de Isabel II al trono, también llegaron a Granada los primeros destacamentos militares de caballería propiamente dichos, los presumidos húsares. Eligieron Los Llanos de Armilla como lugares más adecuados para la enseñanza y práctica de la equitación de su especialidad. Y de los ejercicios militares se pasó a los desfiles y a los concursos de saltos. A imagen y semejanza de Epson en Londres y Lonchamps en París. A los soldados se sumó la por entonces abundante nómina de cuadras que mantenían los miembros de la Real Maestranza. A todos ellos, sus familias y la sociedad granadina en general. El fresco paseo arbolado que unía Granada con Armilla se convirtió en el bulevar idílico adónde ir a lucir los carruajes todos los días de fiesta, especialmente en primavera y por el Corpus.

Y donde había un hipódromo, había desfiles y carreras. No nos ha quedado constancia de cuántas ni con qué frecuencia. Sabemos que el hipódromo tenía una pista vallada de algo más de 1.500 metros, con unos graderíos mirando hacia el sureste, primeramente con estructuras de madera, para ir convirtiéndose poco a poco en obra más sólida

Ya para el año 1852 estaba constituida la Sociedad del Hipódromo de Armilla, promovida por miembros de la Real Maestranza. Y donde había un hipódromo, había desfiles y carreras. No nos ha quedado constancia de cuántas ni con qué frecuencia. Sabemos que el hipódromo tenía una pista vallada de algo más de 1.500 metros, con unos graderíos mirando hacia el sureste, primeramente con estructuras de madera, para ir convirtiéndose poco a poco en obra más sólida. Con dos pisos de altura en los que se repartían los palcos. El edificio de entrada estuvo situado al lado del camino que iba de Armilla a Alhendín. En 1874 ya había carreras consolidadas y estables cada primavera, de manera que el Ayuntamiento de Granada abrió un libro de matrículas para registrar los caballos concursantes.

La eclosión del Hipódromo de Los Llanos tuvo lugar a mediados de la década de 1880, cuando Granada y su Vega experimentaron un enriquecimiento rápido como consecuencia de la industria azucarera

La eclosión del Hipódromo de Los Llanos tuvo lugar a mediados de la década de 1880, cuando Granada y su Vega experimentaron un enriquecimiento rápido como consecuencia de la industria azucarera. La burguesía creció, así como el lujo de sus carruajes y la pureza de sus cuadras; se instaló incluso un sistema de ómnibus tirado por caballos que hizo las veces de primera línea de transporte público entre el Violón y el Hipódromo. Solían darse cita en las carreras no menos de 15.000 personas en cada ocasión. En el año 1886 visitó el Hipódromo de Granada el escritor y geógrafo almeriense José Montero y Vidal; quedó tan asombrado que lo incluyó entre los grandes monumentos y atractivos con que contaba Granada. Publicó una larga, deliciosa y detalladísima descripción de un día de carreras de Corpus. Venía a comparar el hipódromo de Armilla con los de Londres, París, Madrid, San Sebastián y Sevilla. Corría el lujo, el vino y el champán francés. El escritor detectó que lo de menos eran las carreras de caballos, el pretexto era pasar un día de romería, comer y beber hasta reventar. Todo un trajín de carruajes, a cuál más lujoso, que transportaban familias ataviadas con las últimas puntillas importadas de París; por las calles de Granada y entre Granada y el Hipódromo.

Destaca para entonces la presencia de las amazonas en carreras dedicadas a sexo femenino. También sabemos los precios de acceso al recinto del hipódromo y las consumiciones de su bar. Destinadas solamente a quienes llevaban el bolsillo repleto

Conocemos varios programas de las carreras de caballos que se organizaron en la década final del siglo XIX, con motivo de la feria del Corpus. Solían ser dos los días que se dedicaban a concursos de saltos y a carreras de velocidad, con premios muy sustanciosos para los ganadores. Destaca para entonces la presencia de las amazonas en carreras dedicadas al sexo femenino. También sabemos los precios de acceso al recinto del hipódromo y las consumiciones de su bar. Destinadas solamente a quienes llevaban el bolsillo repleto.

Los días 5 y 7 de junio de 1893 hubo varias carreras, en las que se repartieron premios de hasta 4.000 pesetas al caballo más rápido. Un fortunón para la época, algo así como cuatro años de sueldo para un maestro de escuela. Los precios de las entradas al Hipódromo eran muy similares a las entradas actuales a los toros de las Ventas o al fútbol del Bernabéu: 50 pesetas costaba el abono de un palco para diez personas; una silla, 2,5 pesetas; entrar con un coche de dos caballos y cochero costaba 10 pesetas; 7,50 si el coche era tirado por un solo caballo; el jinete con su caballo pagaba 5 pesetas; y el público a pie pagaba 1 peseta por ver las carreras alrededor de la pista.

Lista de precios del Hipódromo en el Corpus de 1893, prohibitivos para la gran mayoría de la población.

Una botella de champán francés salía por 15 pesetas; champán de otra clase, 12,50; una botella de manzanilla, 3,50; una cerveza de París, 0,40 pesetas; una gaseosa, 0,30. Si se quería picotear, la ración de jamón salía entre 1,5 y 1 pesetas

Los precios del restaurante no iban a la zaga. Una botella de champán francés salía por 15 pesetas; champán de otra clase, 12,50; una botella de manzanilla, 3,50; una cerveza de París, 0,40 pesetas; una gaseosa, 0,30. Si se quería picotear, la ración de jamón salía entre 1,5 y 1 pesetas; un emparedado por 2,50; ración de embutido, entre 1 y 1,25 pesetas. Y los postres dulces, entre 1 y 1,25 pesetas. El escritor José Montero destacó dos aspectos, a pesar de los elevados precios: primera, que llegado el descanso, saltaban los corchos de champán como si se tratase de descargas de pólvora, de tantas como se vendían; y segundo, que empezaban a abrirse cestas llenas de viandas, vinos y refrescos a mansalva. Los más pobres traían talega con pan, queso y bota de vino… o miraban desde lejos con cara de hambruna.

A partir de 1896, la Sociedad del Hipódromo había ampliado su objeto también al tiro de pichón. Presentó proyecto de ampliación y reforma de las instalaciones. Incluso durante varias fiestas de Corpus de finales del XIX y principios del XX decidieron hacer de Los Llanos una parte mucho más importante del atractivo de fiestas primaverales: trajeron globos aerostáticos y unas cuadrillas de moros de Argelia para que corrieran la pólvora en sus coloridas disputas a caballo.

Primer coche matriculado en Granada, Corpus de 1904. La matrícula G-1 fue adjudicada a Nicolás García Ruiz; fue el constructor del Hotel París (Gran Vía, 3), futuro suegro del alcalde Manuel Sola. Posa en mitad del Hipódromo.
Este modelo de bólido descapotable recorría el Hipódromo de los Llanos en la década de los años veinte. Al fondo ya se ven construcciones del Aeródromo.

Durante la primera década del siglo XX lucieron los burgueses granadinos sus primeros coches de motor importados de Gran Bretaña y Alemania. Eligieron las mismas fechas y lugares que tenían por costumbre los días de carreras en el Hipódromo. Carreras de caballos, tiro de pichón y actividades aeronáuticas con globos coexistieron en los Llanos hasta que, el 16 de junio de 1909, se añadió el espectáculo del football. Un deporte que empezaba a arraigar en toda España, decían que inventado por los ingleses e importado de tapadillo por Huelva. Aquel Corpus hubo un partido entre similar a solteros contra casados, es decir, el Granada Football Club contra el Atletic Club de Granada. Por cierto, ganaron los primeros por 2 goles a 0. Los terrenos del Hipódromo continuaron funcionando como campo de fútbol hasta bien entrada la década de los 30. Incluso el Hipódromo coexistió casi tres décadas más con el Aeródromo Militar Luis Dávila.

La primera vez que se vio por los Llanos un avión fue el 20 de junio de 1911. Ocurrió con ocasión de la Semana de la Aviación, que contó también con una exposición de máquinas volantes

La primera vez que se vio por los Llanos un avión fue el 20 de junio de 1911. Ocurrió con ocasión de la Semana de la Aviación, que contó también con una exposición de máquinas volantes. Hubo 5.000 pesetas en premios para los concursantes y unos 12.000 asistentes. Ahí se vio por primera vez el biplano del piloto belga Tick. Para 1914 ya estaba a pleno rendimiento el Aeroclub de Granada, que organizaba diversas actividades con los aparatos infernales que volaban misteriosamente; en el concurso celebrado del 17 al 20 de junio de 1914 se dieron cita en Los Llanos aviadores de toda España. El reglamento obligaba a hacer demostraciones de velocidad (una vuelta entre el Hipódromo y girar alrededor de la Torre de la Vela); y aterrizar con el motor parado. El primer premio fue de 5.000 pesetas.

El Hipódromo de Granada comenzó a languidecer a partir de la década de los años veinte, coincidiendo con la apertura del Aeródromo militar

El Hipódromo de Granada comenzó a languidecer a partir de la década de los años veinte, coincidiendo con la apertura del Aeródromo militar. No obstante, continuó con uso intermitente en años siguientes. En 1934 lo gestionaba la Sociedad Hípica; en 1942 volvió a resurgir. En el año 1950 se volvieron a organizar carreras de caballos con motivo de las fiestas del Corpus; pero ya para entonces la actividad como instalación aeroportuaria, tanto militar como civil, había ganado la partida a los equinos y a las romerías de época mejores. El viejo Hipódromo hacía las veces de campo de concentración para soldados republicanos. En el primer franquismo quedaba poca gente y pocos ánimos dispuestos a pagar 15 pesetas por una botella de champán francés. La Sociedad Hípica había tomado el relevo en terrenos del Zaidín.

Concurso de salto de obstáculos en el Hipódromo de los Mondragones, en el Corpus de 1929. Al fondo se ve la Plaza de Toros recién construida. REVISTA REFLEJOS

En 1929 surgió un segundo hipódromo en Granada, ligado al estamento militar y explotado también por la Sociedad Hípica. Tuvo sus instalaciones, de manera un tanto efímera, en la zona próxima al río Beiro, a lado del cuartel de Artillería Los Mondragones. Las instalaciones de tribuna fueron mucho más livianas que el de Armilla; destacaba sobre todo por la pista de saltos y obstáculos, más que por su pista de carreras.

Los Llanos han acogido las mayores concentraciones humanas de Granada

Los Llanos han acogido las mayores concentraciones humanas de Granada. La prensa llegó a cifrar en 100.000 asistentes al mitin de José María Gil Robles (CEDA) durante la campaña electoral de 1935 (17 de marzo). Otra muy similar acogió el 12 de septiembre 2010 la beatificación de Fray Leopoldo de Alpandeire.

Principales fechas del Aeródromo de Armilla

  • Finales del siglo XIX. Se empiezan a elevar globos por fiestas del Corpus en el lecho del río Genil, en Puerta Real y en los Llanos de Armilla (terrenos que por entonces formaban parte del término municipal de la capital).
  • 20 de junio de 1911. El belga Julius Tyck, con su monoplano Bleriot XI, hace unos vuelos sobre estos terrenos.
  • Primavera de 1913. El francés Demazel sobrevuela la Vega de Granada a 1.500 metros de altura.
Primer biplano que recaló en Los Llanos de Armilla, el de Demazel.
  • Junio de 1914, Corpus. El Ayuntamiento de Granada y el Real Aeroclub de España organizan la primera fiesta de la aviación. Participaron avionetas y globos. Aflora como ganador en globos el joven Luis Dávila Ponce de León y Wihelmi, capitán de ingenieros.
  • Junio de 1915. Se repiten las competiciones. Es la consagración de Luis Dávila como pionero de la aviación granadina. Se empieza a hablar de la necesidad de construir un campo de aviación fijo en la ciudad.
  • Primavera de 1921.Festivales de aviación, con Carlos Greco y sus simios como grandes atractivos. La Asociación de la Prensa se encarga de organizar los actos del Corpus, con carreras de caballos en el Hipódromo y actividades aéreas al lado.
Programa de los actos del Corpus organizado en Los Llanos por la Asociación de la Prensa, en 1921.
  • Estalla la guerra de África. Esta contempla Granada como lugar necesario para hacer un campo de escala para saltar a Melilla. El Ayuntamiento de Granada dona sus terrenos, algunos particulares se suman a la iniciativa, así como Churriana de la Vega. Luis Dávila se convierte en el principal impulsor del aeródromo.
  • Verano de 1921. La tragedia de Annual hace que se acelere el proceso de construcción del aeródromo. El jefe de la Aeronáutica Militar, general Echagüe, negocia con el alcalde Germán Gil de Gibaja la cesión de los terrenos y ayuda económica. El 26 de agosto de 1921 se acotan los terrenos para el Ministerio de Guerra. Empieza la construcción del aeródromo a marchas forzadas. El comandante Luis Dávila es nombrado director.
  • 20 de junio de 1922, pleno Corpus. Se inauguran las primeras instalaciones. Sólo había dos hangares, una enfermería, un comedor, garajes y dormitorios. El agua se trae por gravedad desde el Cortijo de la Loma (Ogíjares).
  • 25 de abril de 1925. El comandante Dávila y su mecánico Juan Jiménez Ruiz se estrellan con su avioneta y mueren en Los Llanos. Se decide dar al Aeródromo el nombre de Luis Dávila.
Placa de homenaje a Luis Dávila en la Base Aérea.
Hipódromo en primer término y Aeródromo en el centro, en 1930. Al fondo se ve Gabia.
En esta foto de los años treinta se ven perfectamente el Hipódromo, con un pequeño campo de entrenamiento a su lado, y al otro lado de la carretera la primitiva Base Aérea. Armilla era todavía un pueblo pequeño pegado a la carretera Granada-Motril.
  • 1929. Se establece, por la Unión Aérea Española, el primer servicio aéreo diario de vuelos entre Granada y Sevilla. La base es de uso militar y civil. El servicio cesa al acabar la Exposición Iberoamericana en 1930. Apenas hay clientes.
  • II República. La reestructuración militar de Azaña deja relegado a este Aeródromo. Hasta que en 1935 recobra cierta vida como lugar de práctica y repostaje. En 1934 aterrizó aquí el autogiro de Juan de la Cierva en su viaje de Sevilla a Cartagena.
  • 1936-39. La guarnición del Aeródromo se mantiene fiel a la República, si bien se lleva los aparatos a Almería y Murcia. El bando sublevado utiliza las instalaciones de manera intensa como lugar de partida y aterrizaje para controlar los frentes de guerra desde el Levante hasta Cádiz. Sus instalaciones fueron hostigadas continuamente por la aviación republicana.
  • 1939. Se habilita un campo de concentración de soldados republicanos vencidos en la contienda. Empieza a consolidarse como campo de aviación militar, desde del 12 Regimiento de Savoias SM-79.
Eva Perón, en la Base de Armilla, cuando visitó Granada en 1947.
  • A partir de entonces, se decide habilitarlo también como aeropuerto civil de Granada. Así estuvo actuando hasta 1972 en que se abrió el Aeropuerto de Chauchina. A partir de 1955 se decidió destinaron a la Escuela Elemental de Pilotos; aquí se han formado varios miles de pilotos militares, de Guardia Civil, Policía, Cruz Roja, Protección Civil, etc.
  • 1980. El Aeródromo de Armilla pasa a ser sede de la Escuela de Helicópteros del Ejército del Aire.

Más información:

  • La historia referida al centenario del Aeródromo ha sido recogida recientemente por José Miguel Peregrina Reyes en su libro “La Base Aérea de Armilla, 100 años de historia. 1922-2022”.
  • La Revista Alhóndiga de mayo-junio ha dedicado un número especial a este centenario, con varios artículos que recogen diversos aspectos de las instalaciones militares.

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