Brigada antipintadas en el Albayzín
Ha comenzado a actuar recientemente la “brigada antipintadas” en el Albayzín. Una o dos veces por semana, de madrugada o a primera hora de la mañana, recorren las calles donde hay localizadas las pintadas más escandalosas hechas por gente de pocas luces y educación. Se procede a cubrirlas con pintura blanca, al menos una capa, para tapar los gurrapatos y porquerías. La intención de los brigadistas es que ninguna de esas pintadas o firmas dure más de una semana en su vergonzosa exposición, marraneando el principal barrio turístico y proyectando una imagen de abandono y dejadez entre los visitantes. A pared manchada, pared borrada.
Por ahora sólo se están centrando en borrar las pintadas hechas sobre paredes blancas; no disponen de pintura de otros colores para otro tipo de fachadas. Tampoco para tapar los grafitis sobre superficies de hierro o muros de color cemento. Las letras sobre piedra (caso del Alminar de San José) son imposibles de repintar. La intención es aburrir a los grafiteros hasta que se convenzan de lo inútil de dejar sus cochinadas escritas en muros de un barrio histórico.
El Ayuntamiento acometió hace ya varios años una ofensiva de eliminación de pintadas mediante unos cuantos contratos de los programas de empleo joven. Pero no se ha vuelto a renovar ningún contrato de este tipo. También fue acometida una costosa red de cámaras de vigilancia que no ha servido absolutamente para nada. Ahora son los vecinos los que han decidido hacer un trabajo que omiten las autoridades.