El año 2024 ha sido en Granada más lluvioso de lo normal después de cinco años secos, pero también ha sido mucho más cálido de lo que debería, como viene sucediendo en los últimos tiempos por el calentamiento global. Es la cara y la cruz de un balance meteorológico con más sombras que luces. 

Las precipitaciones totales han sido de 440,3 litros por metro cuadrado, según los datos de la estación de la Agencia Estatal de Meteorología en el Aeropuerto de Granada. Son un 20,6% más que los 365 litros del promedio histórico de rerefencia (1981-2010).  

Desde 2018, cuando cayeron 508 litros/m2, no se registraban lluvias por encima de lo normal, lo que ha supuesto un alivio para el campo, los embalses y los ecosistemas, aunque no restaura el daño de una sequía tan prolongada. 

Porque, además, las precipitaciones han sido muy irregulares y a menudo con caracter torrencial. Así se han distribuido durante el año: 

Fuente: Aemet y Meteosolana

Ha habido seis meses con más lluvia de lo normal y otros seis con menos, pero repartida de forma desigual. Por ejemplo, marzo registró más del triple de lluvia de lo habitual en ese mes (115 itros, por los 32 de promedio), y después de un abril normal, llegó un mayo muy seco, al igual que junio.

En noviembre, de los casi 84 litros contabilizados (mucho más de lo habitual), casi todos, 78, cayeron en un solo día por la DANA, lo que supuso un nuevo récord de lluvia en un solo día. Y el año se ha cerrado con uno de los diciembres más secos que se recuerdan, con menos de 2 litros, cuando se trata del mes tradicionalmente más lluvioso del año en Granada, con 56 litros de promedio histórico. Una circunstancia que se ha hecho notar, por ejemplo, en Sierra Nevada, que tuvo que retrasar su apertura y que únicamente ofrece hasta ahora nieve producida por sus cañones. 

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El gráfico muestra la lluvia caída en cada año de 2010 a 2024 (línea azul) y la línea roja marca el promedio histórico de lluvia anual, 365 litros/m2 del periodo 1981-2010. Hasta 2014 se registraron más precipitaciones que el promedio, cinco años seguidos, pero el calentamiento global se ha acelerado desde 2015 y ha conllevado también un descenso del agua caída. En los últimos diez años, solo ha habido dos con más lluvia que el promedio, 2018, y este 2024.  

El aumento de lluvias de 2024 ha aliviado el estado de los embalses de la provincia, muy castigados tras cinco años con menos precipitaciones de lo habitual. En términos globales el agua embalsada ha crecido en diez puntos, del alarmante 23% con que terminó 2023 al 33% con el que se cierra 2024. Pero lejos aún de la media de los últimos diez años, que es de diez puntos más que ahora, 43,5%. 

Esta es la situación actual de los 11 embalses de la provincia: 

Fuente: Confederación Hidrográfica del Guadalquivir e Hidrosur

El embalse más lleno es el de Béznar, a más del 80% de su capacidad, pero solo otros tres más llegan o superan el 50% (Quéntar, Canales y Rules), y el más grande de la provincia, Negratín, apenas rebasa el 30% de su capacidad. Y otros tres están a menos del 20% de su límite. 

Otro año entre los más cálidos de la historia

Si las lluvias han dado un respiro en 2024, las temperaturas han seguido el ritmo del calentamiento acelerado de los últimos años. Aemet informó este lunes de que, según datos provisionales, 2024 ha sido el tercer año más cálido de la sere histórica en España, y algo parecido ha sucedido en Granada. 

La temperatura media del año ha sido de 17,3 grados (de acuerdo con los valores medidos en la estación del Aeropuerto), igual que el año anterior, 2023, y solo por detrás de los 17,5º registrados en 2017 y 2022. El promedio del periodo histórico de referencia (1981-2010) es de 15,4 grados, por lo que este 2024 ha sido 1,9 grados más cáiido de lo normal. 

No ha habido un solo mes del año que haya sido más frío de lo habitual en esas fechas, sino al contrario. Todos los meses han sido más cálidos que los del promedio 1981-2010, en algún caso por solo una décima, como en el recién terminado diciembre, que ha sido el mes más normal del año; pero en otros casos con diferencias de hasta más de tres grados, como en agosto. 

Fuente: Aemet y Meteosolana con datos de la estación del Aeropuerto de Aemet

Durante el año se ha batido varios récords de calor en Granada y ninguno de frío. En enero las dos estaciones con registros históricos de temperaturas, la del Aeropuerto y la de la base aérea de Armilla, superaron el máximo de temperatura medida nunca en ese mes, con 25,6º en el Aeropuerto (un grado más que el anterior tope) y 25,5º en Armilla (casi dos grados más). E incluso se llegaraon a medir 28,1º en la estación de Cartuja, aunque no cuenta con referencias históricas. 

En verano, agosto fue el de mayor temperatura media desde que hay mediciones, con 28,5 grados. Y noviembre fue igualmente el más cálido de la serie histórica tanto en la estación del Aeropuerto como en la de Armilla, con 14 y 13,8 grados de temperatura media, respectivamente. 

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Temperaturas medias de cada año registradas por Aemet en el Aeropuerto de Granada enre 2010 y 2024. La línea azul indica el promedio del periodo histórico de referencia, 1981-2010, que es de 15,4 grados. Se observa que, a partir de 2010 solo un año ha estado en el promedio histórico, 2012, con 15,4 grados. Todos los demás años han sido más cálidos, y algunos hasta más de dos grados por encima de lo normal, 2017 y 2022, con 17,5º de media. Los tres últimos, 2022, 2023 y 2024 se sitúan entre los cuatro más cálidos desde que hay registros.