4D, ¿un aniversario para la historia?

Cartas al director - Francisco de los Ríos García, presidente de la Asociación por la Región de Granada. - Lunes, 4 de Diciembre de 2017
Con motivo de la conmemoración del 4D, el presidente de la Asociación por la Región de Granada, Francisco de los Ríos García, firma esta carta que ofrecemos a todos nuestros lectores y lectoras:
Algunas veces, desde la perspectiva de este presente fugaz que nos permite lanzar una mirada analítica a los acontecimientos del pasado, intentamos explicar actuaciones colectivas que hoy consideraríamos un error repetir. Tal es el caso de la manifestación del 4 de diciembre de 1977, en la que miles de ciudadanos de nuestras provincias salieron a la calle bajo una bandera entonces extraña para pedir el acceso a la autonomía por la vía que aseguraba un mayor traspaso de competencias.
 
Aquellos manifestantes fueron convocados al grito de no ser menos que catalanes y vascos. Las calles fueron inundadas por la necesidad de escapar de un agravio histórico, no por un sentimiento de unidad andaluza. Así Andalucía no se constituyó sobre la base identitaria sino sobre la base del agravio comparativo.
 
No son pocos los que hoy reconocen la temeridad que cometieron. Creyeron que podían crear una Andalucía desde la nada, sin precedentes históricos, pero no fueron conscientes de que era imposible hacerlo sobre la base de la igualdad y la defensa conjunta de las dos regiones funcionales históricas que la integran: la Región de Granada –Andalucía Oriental– y la verdadera Andalucía –Andalucía Occidental–; dos regiones cuya existencia no se dudó en ninguno de los intentos de regionalización político-administrativa a partir del siglo XIX, y que en diferentes etapas han tomado forma en la organización judicial, militar, universitaria, eclesiástica, administrativa (Jefatura  Superior de Policía, Demarcación de Carreteras...), colegios oficiales profesionales, etc.
 
Cuatro décadas después de las manifestaciones del 4 de diciembre, podemos constatar que a Granada se le ha desposeído de su carácter histórico y administrativo, ha visto perder instituciones con siglos de historia, mientras que la capital de esta nueva Andalucía a golpe de decreto ha visto desfilar ante sí el re-enriquecimiento de 1992, con infraestructuras de vértigo que le confieren las velocidades medias de trenes más elevadas de España,  compañado de “imparables” ayudas para nuevos parques tecnológicos, negocios aeronáuticos y grandes empresas en general, hasta el punto de que el eje Sevilla-Cádiz con el 37% de la población andaluza concentra el 49% de las grandes empresas del sector industrial, aprovechando en buena medida los fondos de cohesión que nos correspondían a otras provincias por estar entre las menos desarrolladas de Europa. Paralelamente, Almería y Granada son las provincias españolas con los peores servicios ferroviarios, desmantelados parcialmente en los años 80 del siglo XX mientras a Sevilla le construían el AVE. Clama al cielo la situación de Granada que es la única ciudad sin conexión ferroviaria de España y así lleva ya 973 días. Lejos de converger, Granada y Jaén han bajado durante todos estos años hasta ocupar los últimos puestos en renta per cápita, ya nos superan Cáceres, Lugo, Teruel, Soria. . . Y de la paulatina degradación de la sanidad pública de las cuatro provincias de la Región de Granada mejor ni hablamos.
 
Seguro que aquellos manifestantes del año 1977, ilusionados con un trato igualitario que no pasó de espejismo, no eran conscientes de la temeridad que cometían al dar origen a un proceso de desposesión de lo que la historia y el esfuerzo de otros habitantes de este territorio histórico de Granada consiguieron a través de los siglos a favor de su tierra.
 
Francisco de los Ríos García, presidente de la Asociación por la Región de Granada.