¿Quién cuenta ahora a la gente lo que quiere la gente?
Hay muchas voces que dicen que dentro de poco desaparecerán los periódicos de papel, hasta hace unos años los medios que era capaces de movilizar a la sociedad por una causa. Pero Internet y la nueva era tecnológica han permitido que cualquier ciudadano conozca lo que está pasando en el mundo sin necesidad de acoquinar el euro y pico que cuesta un ejemplar. Antes de irse al trabajo cualquier persona puede bichear tres o cuatro diarios y quedar medianamente informado de lo que pasa en el mundo, en España o en su pueblo. Eso ya lo teníamos asumido los periodistas. Lo que tenemos que asumir ahora es la poca influencia que sobre los lectores tiene ya la prensa escrita. Hay gurús del oficio que le dejaban al periódico de papel la seriedad informativa o el dominio ideológico que podía tener sobre la sociedad. Pues ya ni eso.
En Estados Unidos los grandes periódicos de papel apoyaron a la candidata Hillary Clinton en vez de a Trump. Cantidades de editoriales y artículos en la prensa abogaban por que los lectores no votaran a Donald Trump. Le sacaron trapos sucios y difundían constantemente encuestas en las que daban ganadora a Hillary. Pues, bueno, luego van los ciudadanos y votan mayoritariamente a Trump. Dicen que en esa victoria ha tenido mucho que ver Facebook, red social en la que el candidato republicano difundía todos sus movimientos y mensajes. Con el Brexit inglés pasó algo parecido.
Los editoriales de los principales periódicos británicos alertaban a los ciudadanos de lo mal que se iba a pasar si Inglaterra salía de la Unión Europea. Pues tantos editoriales no sirvieron para nada porque ganó el Brexit. La gente estuvo más atenta en lo que decían las redes sociales, en donde más se significaron los que estaban a favor de salir de la Unión Europea.
A un nivel más local, el periódico de más tirada en esta provincia apostó por no darle demasiada importancia al malestar existente entre la población por la fusión hospitalaria, hasta que un médico aficionado a las redes sociales ha conseguido a través de videos y mensajes mediáticos tener miles de seguidores y poner en jaque a la administración sanitaria por la decisión de fusionar dos hospitales practicando un criterio puramente economicista. Una decisión que ha cabreado mucho a la sociedad granadina, lo dijeran o no los periódicos. Cuando yo estudiaba periodismo había una definición un tanto chusca pero exacta de lo que eran los periodistas: gente que cuenta a la gente lo que pasa a la gente. Tengo la sensación de que ahora los periódicos no cuentan lo que le está pasando a la gente.