'Proyecto y acción política precisan activismo militante'
Días de malas noticias. La tragedia ocasionada por las inclemencias meteorológicas, consecuencia evidente del cambio climático, ocurrida en el levante español, además de despertar un profundo sentimiento, mezcla de rabia y de solidaridad, sitúa ante nuestros ojos la necesaria reflexión sobre en que sociedad vivimos y que prioridades establecemos, a que riesgos estamos expuestos y que medios tenemos para hacerles frente. Y, paralelamente, la victoria de Donald Trump en las Elecciones de Estados Unidos ahonda en esa preocupación por los valores que dominan en la sociedad, cómo y quienes los defienden y qué alternativas podemos ofrecer antes de caer en el pesimismo y la desazón. No son días de buenas noticias, pero deben ser días para reaccionar con sentido cívico y para reivindicar, más que nunca, el valor de la política democrática y del compromiso ciudadano.
Contra viento y marea, contra bulos y mentiras, contra manipulaciones y farsas, el valor de lo público, de lo colectivo, debe ser el motor de la acción política, de la comunicación y del mensaje político
Contra viento y marea, contra bulos y mentiras, contra manipulaciones y farsas, el valor de lo público, de lo colectivo, debe ser el motor de la acción política, de la comunicación y del mensaje político. Sin desmayo y sin descanso. Siendo conscientes de que el enemigo juega con cartas marcadas y con poderosísimos medios de todo tipo. Teniendo muy claro, como he manifestado en varias ocasiones, que resulta dramáticamente mucho más fácil colocar un mensaje dirigido al hígado, que un mensaje dirigido al cerebro, y que la simplificación vende más que la complejidad. Pero no nos queda otra que resistir, contraatacar, contraargumentar y razonar. Una y mil veces. Proclamando hasta la extenuación que, siendo los recursos limitados como lo son, hoy, ahora, el despliegue de medios públicos existente en la Comunidad valenciana es ingente. En medios humanos, en maquinaria especializada, en recursos básicos, en suministros esenciales y en infraestructuras recuperadas. Frente a la magnitud de la catástrofe, seguramente los recursos serán insuficientes, siempre lo serán. Pero el foco ha de estar en la permanente mejora de los medios y las medidas preventivas y reparadoras. Y no en tener que responder una sarta de bulos canallas de fácil penetración en personas desesperadas. No debería haber ninguna duda al respecto, aunque la hay.
Y la hay porque existe una estrategia global de desinformación y manipulación, a la que nuestro país y nuestra sociedad no es ajena, que incluye el descrédito de lo político y de lo público en general y reivindica el egoísmo y el sálvese quien pueda como forma de vida
Y la hay porque existe una estrategia global de desinformación y manipulación, a la que nuestro país y nuestra sociedad no es ajena, que incluye el descrédito de lo político y de lo público en general y reivindica el egoísmo y el sálvese quien pueda como forma de vida. Desgraciadamente, el resultado (aún no definitivo, cuando escribo estas líneas) de las elecciones norteamericanas viene a confirmar los peores augurios. Pero también, debe servir de espoleta movilizadora a tanto equidistante y a tanto equilibrista con quienes parece que no va la cosa, pero claro que va, vaya que si va.
De modo que frente a todo eso, la mejor receta es un proyecto y una acción política nítidamente pública y comprometida con lo colectivo, radicalmente contraria a la esquilmación de las riquezas del planeta, defensora de los derechos y libertades de toda la población y de un orden político justo y solidario
De modo que frente a todo eso, la mejor receta es un proyecto y una acción política nítidamente pública y comprometida con lo colectivo, radicalmente contraria a la esquilmación de las riquezas del planeta, defensora de los derechos y libertades de toda la población y de un orden político justo y solidario. Eso es un proyecto político socialista democrático, con todos sus defectos y todas sus posibles debilidades (que las hay). Y así está reflejado en la Ponencia marco del 41 Congreso Federal del PSOE. Es claro que, ante las dificultades mencionadas, ese proyecto político necesita un fuerte activismo militante para ser defendido, reivindicado y proclamado.
Merece la pena dedicar algo de atención a los mecanismos con que dotamos a la militancia para que se exprese, se posicione, se equivoque o acierte en su diagnostico y en su análisis de la situación política.
Y, justamente por eso, ahora que el PSOE afronta un debate congresual, en medio de toda esa marejada de situaciones dramáticas, dolorosas y preocupantes, es hora de llamar la atención sobre ese activismo militante, sobre esa cantidad de personas anónimas que conforman la militancia socialista, para evitar que cunda el desánimo, para impedir que se vean abatidas por el vendaval antidemocrático y antipolítico que ya está aquí y que amenaza con atenazar su capacidad de reacción y de movilización.
Tenemos la certeza de militar en un partido político que representa un modelo de sociedad justo y que aspira a que ese modelo sea el dominante en el conjunto del planeta
Merece la pena dedicar algo de atención a los mecanismos con que dotamos a la militancia para que se exprese, se posicione, se equivoque o acierte en su diagnostico y en su análisis de la situación política. De la de su municipio, pero también del entorno, del país, del mundo. Tenemos la certeza de militar en un partido político que representa un modelo de sociedad justo y que aspira a que ese modelo sea el dominante en el conjunto del planeta. Sabemos que el proyecto político que defendemos y que la acción política que lo sustenta hoy en España (repito, con todas sus debilidades y todos sus defectos) representan el ideal de justicia, de libertad y de progreso. No albergamos dudas al respecto, pues como ya he mencionado, la Ponencia marco lo define de manera inequívoca. Pero ese proyecto y esa acción necesitan, hoy más que nunca, altavoces, difusores y defensores del mismo en todos y cada uno de los rincones de España. Al menos, en todos los rincones a dónde llegan los bulos y las mentiras interesadas. Y para que esos altavoces y defensores estén motivados, ilusionados y con capacidad de ejercer su función, este 41 Congreso del PSOE, en puertas, debe dedicar un momento de atención a mejorar los mecanismos democráticos de participación interna. Sin la menor de las dudas y con la mayor de las convicciones.