'Otro 8M'
Un año más llega el 8 de marzo a nuestras calles con distintas manifestaciones, diferentes pancartas e intereses encontrados. No se confundan. Elijan bien detrás de quienes se sitúan, no vaya a ser que, de repente y sin quererlo, se encuentren gritando consignas en favor de la prostitución, los vientres de alquiler, avalando los delirios de los penes femeninos y reforzando la creencia de que ser mujer es sólo un sentimiento. Tengan cuidado. Quienes muestran su convencimiento con estas afirmaciones dicen que hay muchos feminismos y el suyo es el fetén porque, además de defender a las mujeres, es capaz de aunar todas las luchas, desde la defensa de los koalas hasta el antipunitivismo que considera excesivas las penas de cárcel para los violadores.
¿Qué entiende la titular de Igualdad por regular el abolicionismo? ¿Se puede regular la esclavitud?
Hace un año aún veíamos a la chupipandi del Ministerio de Igualdad bailando a ritmo de batucada mientras se acercaba la fecha de abandonar sus responsabilidades de Gobierno. Quienes veíamos esas imágenes, con coreografías incluidas, nos preguntábamos quién se haría cargo de esta cartera en 2024. Ahora ya lo sabemos y hemos concluido que no podemos esperar nada. La nueva ministra, Ana Redondo, dice que quiere liberar de la esclavitud a las mujeres inmersas en el sistema prostitucional y que quiere dotar a nuestro país de “mecanismos jurídicos y sociales que regulen el abolicionismo” para acabar con la prostitución. ¿Qué entiende la titular de Igualdad por regular el abolicionismo? ¿Se puede regular la esclavitud? Abolición significa terminar con la prostitución y los proxenetas para que los puteros no puedan seguir violando por dinero. Este es el único camino y lo demás es volver a marear la perdiz para que el tiempo pase y concluya otra legislatura más sin una ley que termine con la explotación sexual de las mujeres.
Quizás se hayan dado cuenta de la sangría de votos feministas que se han ido por el sumidero de las opciones políticas que se llaman de izquierdas y, ante las Elecciones al Parlamento Europeo del próximo mes de junio, están buscando un tapón grande para cerrar la pérdida
Quizás se hayan dado cuenta de la sangría de votos feministas que se han ido por el sumidero de las opciones políticas que se llaman de izquierdas y, ante las Elecciones al Parlamento Europeo del próximo mes de junio, están buscando un tapón grande para cerrar la pérdida. Pero, ya no cuela, señora ministra, le han dejado el campo tan minado que es imposible recuperarlo para la siembra. Carmen Calvo aseguró el pasado mes de septiembre de 2023 en el II Congreso Feminista de Rota que la ley para la abolición de la prostitución sería de las primeras que aprobaría este Gobierno y, aquí estamos, esperando que la nueva ministra termine de deshojar la margarita porque dice que se necesita un debate. ¿Con los puteros o con los proxenetas? ¿Con quienes hay que debatir?
Y mientras todo esto ocurre y las calles vuelven a albergar, un año más, distintas manifestaciones para reclamar, entre otras cosas, que nos dejen de matar o que se termine con la brecha salarial, seguimos sin conocer en qué se están empleando los fondos del Pacto de Estado
Y mientras todo esto ocurre y las calles vuelven a albergar, un año más, distintas manifestaciones para reclamar, entre otras cosas, que nos dejen de matar o que se termine con la brecha salarial, seguimos sin conocer en qué se están empleando los fondos del Pacto de Estado. Lo que sí sabemos es que la abogada leonesa Raquel Díaz, tetrapléjica desde hace tres años tras ser arrojada por su marido desde el balcón de su casa, lleva todo este tiempo viviendo en residencias de ancianos porque no hay un lugar para ella donde pueda ser atendida. También sabemos que las víctimas de violencia machista que salen de sus casas con lo puesto para salvarse ellas y sus hijos de la extrema violencia de sus maltratadores, viven en casas de acogida de gestión privada donde la comida escasea y las condiciones no son las adecuadas. Conocemos además que en los juzgados se sigue utilizando el Síndrome de Alienación Parental para arrancar a los menos de los brazos de sus madres y que se mantiene vigente la instrucción del 2010 por la que se permite la inscripción de bebés nacidos a través de vientres de alquiler en el extranjero por parte de parejas españolas con dinero a las que no les importa explotar a mujeres pobres.