En Navidad, consume productos de Granada.

Nadie es perfecto

Blog - La buena vida - Ana Vega - Domingo, 11 de Octubre de 2015
Imagen del vídeo del Grupo de Expertos Solynieve 'Fandango de la libertad'.
Indegranada
Imagen del vídeo del Grupo de Expertos Solynieve 'Fandango de la libertad'.

La crítica puede minar una débil autoestima. Deberíamos recordar, antes de responder a ella, que lo más fácil es que esta no se deba a una percepción objetiva de nosotros o nuestros actos. Todos arrastramos una serie de rasgos de personalidad y experiencia de vida que tiñen lo que vemos y nos impiden una interpretación totalmente objetiva de la realidad y lo que en ella acontece. Nuestra forma de ver la realidad no es la única y recordar esto debería ayudarnos a distanciarnos de las críticas.

Si aún así decidimos o no podemos evitar responder a ellas no sería bueno para nuestra autoestima hacerlo de forma agresiva o asintiendo y pidiendo disculpas a la primera de cambio. Negarlas o ignorarlas no solucionaría el problema. Tampoco parece eficaz responder una crítica con otra porque provocaríamos una escalada de respuestas cada vez más acaloradas.

Tendremos que practicar estrategias más eficaces. En primer lugar, ante críticas demasiado vagas, no debemos dudar en hacer cuantas preguntas creamos necesarias a la persona que la realiza para conseguir que sea concreto y clarifique su intención porque sólo si tu tienes claro si la crítica es justificada o no, podrás responder asertivamente. Si emplea palabras como “siempre”, ”nunca”, ”todos” o expresiones del tipo “eres un irresponsable”, ”eres un egoísta”…. le pediremos a nuestro crítico que concrete cuándo, quién o en qué situaciones somos irresponsables, egoístas…

Una vez que se ha concretado la crítica, si nos damos cuenta de que tiene parte de razón y estamos de acuerdo con esta, podemos emplear la siguiente fórmula de reconocimiento asertivo; esto es, asentir a la realidad que nos confronta la crítica con un “si, tienes razón en …” y dar las gracias por la advertencia, pedir disculpas, o dar alguna explicación de tu comportamiento, si lo ves oportuno.

El reconocimiento tiene la ventaja de que desarma al crítico impidiéndole seguir machacando con nuestro error y evita discusiones. Ofrecer nuestras disculpas es legítimo y recomendable; así reconocemos nuestra conducta como injusta o molesta para la otra persona, entendemos los sentimientos que provoca en el otro y permite que sepa que nos hemos dado cuenta de lo sucedido;nos ceñiremos al hecho concreto y las expresaremos serenamente y con contención emocional, sin dramatizar.

Cuando no estamos de acuerdo con parte de la crítica recibida o esta no es justificada o constructiva, podemos responder solo a la parte con la que estemos conforme e ignorar el resto, el reconocimiento parcial.

La ventaja de esta respuesta es que, al no entrar en discusión, impides al crítico continuar con su propósito y, al dejar claro que parte de la crítica ves justificada y cual no, tampoco sacrificas tu autoestima.

Por último, practicaremos cómo desarmar la ira cuando la crítica se hace desde ella, ignorando el mensaje y centrándonos en el enfado de la persona que la formula. Procuraremos que a nuestro interlocutor le quede claro que se retomará la conversación cuando se calme. Rechazaremos hablarlo en ese momento cortésmente pero de manera firme; el aplazamiento permitirá a ambos pensar con mayor claridad y resolver la situación satisfactoriamente. Esta opción se aplicará tanto si la crítica es justa como si no lo es.

En cualquier caso, debemos tener presente que estamos intentando desmontar la crítica que nos parece injusta por su contenido y/ o su forma y no desmontando al crítico. Nos estamos enfrentando a la crítica y no a la persona que la hace; desarrollemos la capacidad de escucharla, valorar si nos ofrece una posibilidad de mejora y aceptarlas sin que nos desestabilice 

Una realidad que no podemos obviar es que todos seremos objeto de críticas, con razón o sin ella, en algún momento; por eso no está de más ir ensayando para no perder las formas y, con ellas, la razón. Y si con esto no es suficiente, escucha  El Fandango de la Libertad del Grupo Expertos Sol y Nieve; te reconfortará.

 

Imagen de Ana Vega

Licenciada en Filosofía. Experta en Género e Igualdad de Oportunidades y especializada en temas de Inteligencia Emocional. Con su blog, La buena vida, no pretende revelarnos nada extraordinario. Tan solo, abrirnos los ojos un poquito más y mostrarnos que la vida puede ser más llevadera.