Moreno y Marín montan a Vox una mesa de autopsias
El despiste político de Moreno, presidente, y Marín, vicepresidente del gobierno andaluz, para ver por dónde van los vientos de Europa para la reconstrucción económica, se ha demostrado palmario, de palmarla, al convertir la gran idea, copiada del gobierno de España, de montar una mesa de reconstrucción de Andalucía, en una mesa de autopsias. Al regalarle la presidencia a Vox ha elegido, entre la vida o la muerte, a los novios de la segunda.
Moreno y Marín ignoran que el dinero fresco que Merkel, con el empuje francés y la demanda italiana, española y portuguesa, va a liberar porque a Alemania le va la vida en ello, no viene para ser enterrado en nuevos planes urbanísticos, recalificación de litorales, acoso a parques naturales y zonas agrícolas en espera de ladrillo, rotondas y alquitrán. Ignoran que ese dinero no vendrá para más de lo mismo
Moreno y Marín ignoran que el dinero fresco que Merkel, con el empuje francés y la demanda italiana, española y portuguesa, va a liberar porque a Alemania le va la vida en ello, no viene para ser enterrado en nuevos planes urbanísticos, recalificación de litorales, acoso a parques naturales y zonas agrícolas en espera de ladrillo, rotondas y alquitrán. Ignoran que ese dinero no vendrá para más de lo mismo.
Basta seguir los acontecimientos políticos/económicos en Europa y España para darse cuenta de que Moreno y Marín viven mirando para atrás y andando de espaldas hacia delante. Se van a dar un porrazo y van a llevar a Andalucía a la catástrofe, incluido al empresariado andaluz o con intereses en la economía productiva andaluza. ¿Hay vida inteligente en el Palacio de San Telmo? No lo parece.
Moreno y Marín no han visto, ocupados como están en exigir al Gobierno central correr de fase en fase y tiro porque me toca, que los euros mancomunados del presupuesto europeo serán para sanidad, reindustrialización, modelo productivo verde, lucha contra el cambio climático, transición energética, construcción sostenible y para la rehabilitación, economía tecnológica, del conocimiento, la cultura y cosas así. Inversiones que bien dirigidas y gestionadas en Andalucía contribuirían a sacarnos de la desigualdad estructural a la que parece estar condenada nuestra tierra.
No, no parece haber vida inteligente en el gobierno andaluz. Moreno no se atreve a dar un paso por su cuenta saliéndose de la deriva “voxista” de Pablo Casado, Marín con ser vicepresidente y anunciar campañas mundiales de apoyo al turismo andaluz ya tiene ocupación de sobra. ¿Se puede ignorar más la realidad española, europea y mundial?
No, no parece haber vida inteligente en el gobierno andaluz. Moreno no se atreve a dar un paso por su cuenta saliéndose de la deriva “voxista” de Pablo Casado, Marín con ser vicepresidente y anunciar campañas mundiales de apoyo al turismo andaluz ya tiene ocupación de sobra. ¿Se puede ignorar más la realidad española, europea y mundial?
Más allá del “voxerío” y la falsa esperanza de PP neocoms de que el año que viene haya elecciones en España, más allá de su ceguera autodidacta, lo que se está configurando en España en términos de poder central, poderes territoriales, sindicatos, empresarios y demás organizaciones y movimientos de la sociedad civil, son los nuevos equilibrios de intereses similares o contrapuestos que gestionen las decisiones para dirigir las inversiones de los fondos europeos y propios procedentes de una nueva estructura fiscal, en la que sin duda va a avanzar el gobierno de coalición, con impuesto sobre el patrimonio, con limitación de la ingeniería fiscal de las grandísimas empresas, con tasas digitales europeas, o como sea, para acercarnos a la media de recaudación fiscal europea, alejados siete puntos como estamos.
Basta ver cómo se está moviendo el PNV, cómo se está moviendo Ciudadanos, el instrumento político de Ana Patricia Botín, cómo ha oscilado estos días ERC al percibir el olor del dinero (recuerdo irónicamente a Rufián y sus treinta monedas), cómo se posiciona el Gobierno valenciano, e incluso como se abre en la ciudad Estado de Madrid, el camino hacia una moción de censura que desaloje del poder a Isabel Ayuso y con ello a uno de los principales obstáculos para que Madrid se apunte a la lista de perceptores de dinero europeo dedicado a la economía productiva y no, como es normal en esa ciudad Estado, a la economía capitalina buitre especulativa y extractiva de las colonias a las que desde allí el poder invoca provincias españolas.
Moreno y Marín, no ven nada de eso, andan para adelante mirando para atrás. La prueba definitiva de lo que digo es que han puesto a Vox a presidir la mesa de reconstrucción de Andalucía convirtiendo al partido nefando, escisión del PP, en médico forense para la autopsia de la economía andaluza como cadáver yacente. La oposición ha huido de la fría sala marmórea porque no quiere ser testigo de la carroña sobre el cadáver de Andalucía
Moreno y Marín, no ven nada de eso, andan para adelante mirando para atrás. La prueba definitiva de lo que digo es que han puesto a Vox a presidir la mesa de reconstrucción de Andalucía convirtiendo al partido nefando, escisión del PP, en médico forense para la autopsia de la economía andaluza como cadáver yacente. La oposición ha huido de la fría sala marmórea porque no quiere ser testigo de la carroña sobre el cadáver de Andalucía.
Ni el mundo del trabajo, de las universidades, de lo público, del empresariado, de las y los autónomos, de la cultura, ni siquiera el mundo de los intereses financieros en la economía productiva en Andalucía se merecen tan escasa visión estratégica del Gobierno andaluz. Es deseable que esos mundos intervengan ya de manera real para sacar a Moreno y Marín del panteón de la ignorancia. Ojalá en esos mundos haya grandes reservorios de inteligencia capaces de cambiar la estrategia gubernamental andaluza de cara a crear las condiciones para que un poder andaluz influya en los repartos de estado. Que no solo serán de dinero, sino de dónde va cada cosa y quién la gestiona. Si eso no ocurre, las y los andaluces seguirán condenados a la precariedad y la emigración, y lo que quede de mercado compitiendo a la baja como destino turístico, oferta de apartamentos cuchitril, bares de día, copas de noche y precariedad, mucha precariedad.
La reconstrucción de la economía andaluza no puede estar en manos de los novios de la muerte, de quienes no creyeron nunca en Andalucía, de quienes votaron en contra de la propia mesa para los pactos de reconstrucción. La vida inteligente en Andalucía, empresarial o sindical, de clase o de causa, debe exigir al gobierno, al PP y Ciudadanos, que rectifique, que cambie la mesa de autopsias por una verdadera mesa de reconstrucción. Andalucía no necesita muerte, formol y bronca, necesita inteligencia y decisión. O eso, o la propia sociedad, empresarios, sindicatos y otras organizaciones civiles y empresariales, deberían impulsar una mesa propia que marque el paso de Moreno y Marín y busque la interlocución directa con el gobierno del estado.
O la sociedad andaluza se empodera o el forense Vox certificará la defunción económica flanqueado por los enterradores Moreno y Marín. Dios no lo quiera.