Un lugar para una polémica
Granada es como esos boletos de la Once que tienes que rascar si quieres que te salga un premio. Aquí a menos que rasques te sale una polémica. Ahora se están llenando las redes sociales y los ‘guasaps’ de comentarios acerca de la celebración en la plaza del Triunfo de un acto que tiene que ver con el Ramadán musulmán. Por supuesto que está muy bien lo del acercamiento entre religiones y culturas, faltaría más, pero quien ha permitido que los rezos mahometanos se celebren en dicha plaza o es un inconsciente o un indocumentado, dos cualidades que, por desgracia, son muy comunes entre nuestros políticos.
Hay una premisa que se repite en la conciencia de los católicos: si ellos, los musulmanes, no nos permite rezar en sus países o construir iglesias... ¿por qué permitimos nosotros que aquí recen a Alá o construyan mezquitas? Esta pregunta podría ser contestada al tener en cuenta que somos nosotros los que vivimos en un país libre y democrático y según nuestras normas de convivencia somos nosotros y no ellos los que tenemos que ser tolerantes con otras ideas e incluso con otras religiones. Pero ¡ay!, eso mucha gente no está dispuesto a admitirlo, sobre todo si tiene una ideología conservadora o es de los que cree que se está produciendo una invasión sin violencia pero constante de Europa por parte del Islam. De ahí que los munícipes tienen que andarse finos y sopesar las consecuencias de un permiso de esas características.
Por lo pronto la plaza del Triunfo tiene un hondo significado mariano para los granadinos. Granada fue la primera ciudad española que juró admitir y defender la “verdad teológica de la Inmaculada Concepción de María” el dos de septiembre de 1619. Por ese motivo se erigió en el Campo del Triunfo el monumento a la Inmaculada Concepción. Por eso considero que el que ha dado el visto bueno a esa jornada de rezos y difusión del Islam en tal lugar es un indocumentado o es un inconsciente. Si quería polémica, ahí la tiene.
Granada tiene decenas de sitios para albergar acontecimientos de otras culturas o religiones sin tener que herir la sensibilidad de los ciudadanos. Me acuerdo cuando vino un jerifalte árabe a Granada y se empeñó en montar una tienda real en nuestra ciudad. El alcalde Díaz Berbel le dijo que de acuerdo, pero que sería en el Llano de la Perdiz, sin duda buen sitio para rezar a todos los dioses posibles.
Pero como estamos en el Corpus qué menos que acabar con una quintilla:
En la plaza de Granada
que está la Inmaculada
alguien perdió la chaveta
al permitir que por nada
se le rece al profeta