'Y llegó septiembre y Feijóo seguía allí'
Con gran acierto y mejor perspectiva, señalaba el otro día Manolo Gracia que huyéramos de la tentación de considerar como algo cansino y sin sustancia las monsergas habituales y las meteduras de pata de Núñez Feijóo. Cierto que sus aburridas diatribas sobre las catástrofes que se nos avecinan (al parecer sólo y exclusivamente a las españolas y españoles) son cansinas y, en efecto, carecen de la más mínima sustancia política. Pero opinaba Manolo Gracia, y yo con él, que sería un error despachar tan evidente insustancialidad sin más. Por más que se confirme, día a día, que el “nuevo” líder de la derecha española, está a siglos luz de lo que ha de ser un dirigente político preparado, capaz, propositivo, dialogante y, sencillamente, presentable u homologable.
Es la vieja estrategia de las derechas de ocultar sus verdaderas propuestas y sus proyectos, y dedicarse a deslegitimar al gobierno existente, buscando crispación y marcos de debate que, aunque simples, provocan fragmentaciones en la sociedad
Bajo la apariencia de unas formas ciertamente suaves (o “suavonas”, al estilo Moreno Bonilla) que lo intentan hacer aparecer como un humilde hombre modesto, preocupado por la situación de la ciudadanía, y casi una víctima de las izquierdas, que lo critican por sistema al ”pobre” hombre, fíjate que cosas, se oculta una estrategia que, a qué negarlo, ha dado resultados positivos a las derechas allí donde la han ensayado, Estados Unidos sin ir más lejos con Trump, y recientemente en Andalucía, con el citado Moreno Bonilla. Es la vieja estrategia de las derechas de ocultar sus verdaderas propuestas y sus proyectos, y dedicarse a deslegitimar al gobierno existente, buscando crispación y marcos de debate que, aunque simples, provocan fragmentaciones en la sociedad en base a asuntos que, en realidad, ni interesan ni son la clave del debate político.
Sin noticias de si la derecha española comparte, matiza o complementa el proyecto de la derecha europea en esta coyuntura. Pero abrumados y abrumadas por la” moderación”, la “suavidad” y la piel finísima de la derecha nacional
Se ha caracterizado la tarea del líder popular por una negación de la acción del gobierno y los efectos beneficiosos de sus políticas para el conjunto de españolas y españoles, seguida de un intento de apropiación de las mismas, una vez acreditado su éxito nacional e internacional. Todo ello adobado de una serie de errores e incorrecciones absolutamente impropias del nivel exigido al líder de un partido serio, que ha pretendido ocultar con la piel de cordero de quien dice sentirse agraviado, cuando se le echan en cara dichos errores. El caso es que ha llegado septiembre y seguimos en las mismas. Sin noticias del proyecto político del principal partido de la oposición, pese a la que está cayendo. Sin noticias de si la derecha española comparte, matiza o complementa el proyecto de la derecha europea en esta coyuntura. Pero abrumados y abrumadas por la” moderación”, la “suavidad” y la piel finísima de la derecha nacional.
Cabría indagar en las razones del porqué no se produce una gran movilización progresista, en todos los sentidos en la que es posible, es decir, de carácter político y ciudadano, pues resulta imposible hacerlo desde la óptica mediática, que sitúe el debate político en sus justos términos
Y, ciertamente, siendo ello así, y constatado que es una fórmula que suele tener éxito y que, por su extrema simplicidad, parece llegar a más gente que la explicación detallada y argumentada de los efectos de las medidas adoptadas por el gobierno, cabría indagar en las razones del porqué no se produce una gran movilización progresista, en todos los sentidos en la que es posible, es decir, de carácter político y ciudadano, pues resulta imposible hacerlo desde la óptica mediática, que sitúe el debate político en sus justos términos y en el terreno en que la estrategia de la derecha embarranque.
La dificultad y complejidad no puede, bajo ningún concepto, producir la situación de desventaja en la que, actualmente, se encuentra la gestión del gobierno frente al catastrofismo indecente y desleal de la oposición
Obviamente la acción de gobierno quita mucho tiempo para la explicación. No debe ser fácil compatibilizar la gestión compleja de la situación de crisis, inflación y necesidades de la población con la necesaria labor de divulgación, debate y explicación de las medidas adoptadas y de los efectos que las mismas producen, en el presente, y producirán, en el futuro, en los diversos sectores productivos y sociales del país. Pero la citada dificultad y complejidad no puede, bajo ningún concepto, producir la situación de desventaja en la que, actualmente, se encuentra la gestión del gobierno frente al catastrofismo indecente y desleal de la oposición.
Reacción orgullosa y valiente para frenar la moderada mentira y para desarticular un discurso falso y ventajista con datos y evidencias
Reacción orgullosa y valiente para frenar la moderada mentira y para desarticular un discurso falso y ventajista con datos y evidencias. Contribución de cuadros y dirigentes de todos los niveles territoriales de los partidos que conforman el gobierno, cada cual en proporción a su fuerza. Quizá se eche de menos, en estos momentos, la necesaria tensión política que debe anidar en el seno de una fuerza política de izquierdas. Conviene superar la fase de “descanso” interno de los últimos tiempos, ahora que aún estamos a tiempo de revertir las cosas. No sólo y únicamente en clave de perspectiva o proyección electoral (que por supuesto que también). También en clave de modelo de sociedad, en clave de decencia colectiva y en clave de compromiso político.