'Derechos humanos'
Cuando instituciones académicas como las universidades se venden a los mercados dejando de lado la ética y los valores que deben preservarse desde el conocimiento, uno de los pilares fundamentales de la sociedad se tambalea. Y, si esa venta a los mercados se aliña con redes internacionales para conseguir expandirlo aun a costa de los derechos humanos de una parte de la ciudadanía, la universidad pierde su función como difusora de la intelectualidad para convertirse en un actor más de cualquier baratillo. Es lamentable que la Universidad a la que accedimos, por primera vez, las generaciones de los años 60 y 70 desde familias de clase trabajadora, se haya convertido en un espacio de mercadeo donde los cuerpos de las mujeres se presentan como en una sala de despiece, listos para ser vendidos según su uso futuro.
No han sido pocas las veces que organizaciones feministas han denunciado charlas y jornadas en inmensos salones de actos auspiciadas por departamentos universitarios cercanos a los intereses de clínicas de fertilidad para animar a las estudiantes a donar óvulo
Numerosas son las asociaciones que, bajo la aireada libertad de elección, recalan en las aulas universitarias para decir a las estudiantes que su cuerpo puede ser una fantástica fuente de ingresos. No han sido pocas las veces que organizaciones feministas han denunciado charlas y jornadas en inmensos salones de actos auspiciadas por departamentos universitarios cercanos a los intereses de clínicas de fertilidad para animar a las estudiantes a donar óvulos. España es el mayor proveedor de óvulos de la Unión Europea. España no, claro. Las españolas.
Sin embargo, estas clínicas son conscientes de que están perdiéndose el gran trozo del pastel que suponen los vientres de alquiler y, por eso, no dudan en tocar todas las teclas para intentar crear una conciencia social favorable a una práctica que, en España, está prohibida. La Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) está empeñada en contribuir a la explotación de las mujeres pobres y, de nuevo, oferta un curso de verano que lleva por título La gestación por sustitución como TRHA y los distintos modelos de familia. Ya impartió cursos similares en 2015, 2017 y 2022. Lo suyo es tesón.
Las falacias se encuentran, incluso, en el propio título del curso ya que la gestación subrogada, gestación por sustitución o vientres de alquiler -como cada persona quiera llamarlo- no es una Técnica de Reproducción Humana Asistida (TRHA)
Revistiendo todo de un interés académico quizás piensen que a la ciudadanía se la puede engañar con facilidad, pero con las feministas han pinchado en hueso y son ellas las que se encargan de despejar todas las dudas y poner al descubierto las mentiras de quienes defienden la venta de bebés y el alquiler de úteros. Las falacias se encuentran, incluso, en el propio título del curso ya que la gestación subrogada, gestación por sustitución o vientres de alquiler -como cada persona quiera llamarlo- no es una Técnica de Reproducción Humana Asistida (TRHA). Es una vulneración de los derechos humanos de las mujeres y los bebés, las primeras porque sus cuerpos son utilizados para enriquecerse con ellos y, los segundos, porque son vendidos por elevadísimas sumas de dinero.
De ahí que casi todas las jornadas o cursos incluyan en sus programas a ponentes procedentes del ámbito jurídico o incluso, como el de la UNED, sean auspiciados por los departamentos de Derecho
Las conexiones entre quienes están involucrados en este negocio de seres humanos tienen sus patas bien asentadas en aquellos sectores necesarios para intentar conseguir que en España se modifique la Ley 14/2006 de 26 de mayo, sobre técnicas de reproducción humana asistida que en su artículo número 10 especifica claramente que será nulo de pleno derecho el contrato por el que se convenga la gestación, con o sin precio, a cargo de una mujer que renuncie a la filiación materna en favor de un tercero. Además, en la reciente reforma de la ley del aborto, la gestación subrogada se considera violencia sobre la mujer y prohíbe la promoción comercial de la gestación por sustitución, así como la promoción de la información. De ahí que casi todas las jornadas o cursos incluyan en sus programas a ponentes procedentes del ámbito jurídico o incluso, como el de la UNED, sean auspiciados por los departamentos de Derecho. Ya sabemos que el marco de la Universidad da una pátina de prestigio que siempre interesa.
Junto a los tentáculos en el ámbito jurídico, no pueden faltar los de las clínicas de reproducción asistida que han puesto sus ojos en un negocio que crece sin parar
Junto a los tentáculos en el ámbito jurídico, no pueden faltar los de las clínicas de reproducción asistida que han puesto sus ojos en un negocio que crece sin parar. Ellas también cuentan con el apoyo de agrupaciones de profesionales como la Sociedad Española de Fertilidad, cuyo presidente no oculta su deseo que de España cambie su legislación, una idea que va expandiendo en jornadas y cursos a los que sus representantes son invitados siempre. En el curso de verano de la UNED, también.
No existe el derecho a ser padres o madres. No. Es un deseo que puede culminarse de manera natural o mediante la adopción, pero en su nombre pueden pisotearse los derechos de mujeres y bebés
No existe el derecho a ser padres o madres. No. Es un deseo que puede culminarse de manera natural o mediante la adopción, pero en su nombre pueden pisotearse los derechos de mujeres y bebés. En la presentación del curso de la UNED que se desarrollará en Ávila se asegura que “aquellos individuos con problemas de infertilidad y/o esterilidad estructural que no cuentan en sus respectivos estados con una regulación de la gestación subrogada sufren un trato discriminatorio”. Y, entre los objetivos dicen que “en España no se ha promovido suficientemente ni el conocimiento ni el debate […] lo que ha favorecido la aparición de prejuicios y falsas posiciones en la sociedad”.